Gaviota patiamarilla
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Gaviota patiamarilla (Larus michahellis). Es una ave del orden de las Charadriiformes y de la familia de las Laridae. Es sin duda una de las gaviotas más frecuentes de España.
Es complicado definir dónde ubicar taxonómicamente a la gaviota patiamarilla, puesto que hay controversias, debates y opiniones opuestas en cuanto a su clasificación: unos autores la acercan como subespecie de la Gaviota argéntea (Larus argentatus), otros a la cáspica (Larus cachinnans) e incluso hay especialistas que empiezan a cuestionarse si es mas cercana a la Gaviota sombría (Larus fuscus).
Sumario
Identificación
Su longitud oscila entre los 50 y los 65 cm y su peso aproximado es de 700 gramos a 1.200 gramos. Su envergadura de alas puede superar los 140 cm. La esperanza de vida en esta especie es de unos 10 años.
En los adultos observamos un cuerpo de color blanco impecable, el dorso de color gris claro muy suave y elegante. Se observa, en reposo, las últimas plumas de la cola de color negro, con pequeñas manchas blancas en la punta. En época no nupcial se pueden observar habitualmente algunas manchas oscuras alrededor de los ojos, mucho más evidentes en los ejemplares cantábricos (los ejemplares del mediterráneo no presentan muchas variación).
El pico en los adultos es amarillo muy intenso con una mancha roja grande cerca de la punta. Las patas, como su nombre indica, son amarillas claras o amarillo intenso. En los juveniles se aprecia una coloración de tonos marrones, bastante crípticos, con patas rosadas y pico oscuro.
A medida que van creciendo van adquiriendo una tonalidad de cuerpo más blanca, con alas grisáceas (pero con una gran parte más oscura que en los adultos). En los inmaduros observamos un pico rosado con una gran mancha oscura.
Subespecies
En España encontramos las subespecies Larus michahellis michahellis (la más abundante en toda la Península y Baleares) y Larus michahellis atlantis en las Islas Canarias.
Especies similares
Presenta grandes similitudes con la Gaviota argéntea (Larus argentatus), la Gaviota sombría (Larus fuscus) y con la Gaviota cáspica (Larus cachinnans).
El tono gris claro de sus alas y la coloración amarilla de sus patas son básicos para identificarlas. En los ejemplares atlánticos hay una mayor similitud con la gaviota argéntea (las alas de la gaviota patiamarilla son más largas, y sobrepasan en mayor medida la cola). Los juveniles e inmaduros son también muy parecidos.
Voz
Sonido nasal muy profundo como de alerta, muy parecidos a los de la Gaviota sombría y la Gaviota argéntea.
Hábitat
Desde los acantilados, rocas, playas, estuarios, marismas, deltas hasta el interior. Acostumbrada cada vez más a compartir con el hombre sus poblaciones, hay ya numerosas en ciudades del interior.
Distribución
Cría en el sur de Europa, Azores, Madeira, Canarias, parte del norte de África, y en las zonas más meridionales de Rusia y algunas repúblicas ex-soviéticas. Inverna en casi todo el continente europeo, en el tercio norte de África, Próximo Oriente y parte de Asia (India, China, ...).
Encontramos poblaciones permanentes en una buena parte del litoral español (sobretodo en el cantábrico), en una buena parte de Cataluña y en puntos aislados del interior del país, además de en las Islas Canarias y las Baleares.
Se puede encontrar en invernada por todo el litoral, en gran parte de Galicia, Cataluña, Aragón, Andalucía, Valencia y Murcia.
Comportamiento
Agresiva como ninguna, es muy territorial. Presencié un ataque en Txingudi (Gipuzkoa) a un grupo de fochas (Fulica atra), sólo parecía un juego, no existía ninguna intención de caza, simplemente se cebaba matándolas y ahogándolas. Atacan a otras gaviotas para robarles el alimento y son capaces de atacar a limícolas en pleno vuelo. Se las ha visto incluso cazando palomas en ciudades.
Ya está tan integrada con el hábitat del hombre que cría incluso en edificios, además de rocas, acantilados, cornisas o en zonas ocultas en el suelo. La puesta suele ser de 2 a 3 huevos y realiza una sola nidada anual.
Se podría decir que se alimenta de cualquier cosa comestible. En la naturaleza su alimentación se basa en peces, moluscos e invertebrados, pero también y cada vez con mayor frecuencia visita los vertederos humanos, donde se concentran en grandes bandos. Es frecuente observar estas aves en puertos o siguiendo barcos pesqueros por la costa, para aprovechar los deshechos.
