Hemotórax

Hemotórax
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Concepto:Es la acumulación de sangre en la cavidad pleural.

Hemotórax. En una lesión traumática con un objeto contundente, una costilla puede herir parte del tejido del pulmón o de una arteria, causando que la sangre entre en el espacio pleural, en el caso de una lesión cortopunzante o una herida de bala, puede haber compromiso de pulmón. Un hemotórax puede ir asociado con un neumotórax (entrada de aire en el espacio pleural), y dependiendo de la cantidad de sangre, el hemotórax puede complicarse con un estado de shock.

Etiología

Puede presentarse en traumatismos cerrados o abiertos, aunque es mucho más frecuente en estos últimos donde puede observarse en el 75 % de los casos. La sangre podrá provenir de:

  • Lesión de vasos intercostales, mamarios o subclavios.
  • Lesión del parénquima pulmonar.
  • Lesión del corazón y grandes vasos del mediastino.

Fisiopatología

En primer lugar la pérdida de sangre, que se acumula en la cavidad pleural, dará lugar, de acuerdo con su magnitud, a alteraciones hemodinámicas tales como hipotensión arterial, taquicardia, disnea, sudación, palidez cutáneo – mucosa. En segundo lugar la sangre que ocupa el espacio pleural interferirá con la función respiratoria normal, provocando colapso pulmonar en grado variable y que puede llegar a producir desviación mediastínica en los hemotórax de gran cuantía. La sangre acumulada en la pleura, si no se evacua, puede infecarse dando lugar a un empiema o provocar una paquipleuritis o engrosamiento pleural que actuará como elemento restrictivo a mediano y largo plazo, afectando la mecánica respiratoria.

Cuadro clínico

Dependerá en gran medida de la cuantía del sangramiento y del origen del mismo. El hemotórax de gran magnitud se acompañará de show, añadiéndose al mismo los trastornos ventilatorios que provoca el colapso del pulmón del lado afectado y el desplazamiento mediastinal, apareciendo al examen físico una marcada disminución de los ruidos respiratorios, con matidez a la percusión. En dependencia del órgano lesionado, podrán encontrarse otros síntomas y signos, como puede ser la existencia de un neumotórax asociado, de hemoptisis, ensanchamiento de la silueta cardiaca y el apagamiento de sus ruidos, etc.

Diagnóstico

Además del antecedente y el cuadro clínico descrito, es fundamental realizar una placa simple del tórax en posición de pie, que nos permitirá conocer el nivel de la colección líquida, así como la determinación del hematocrito y la hemoglobina, y unidos a las cifras de tensión arterial, nos podrán orintar en la cuantía del hemotórax.

Tratamiento

El tratamiento de un hemotórax siempre corresponderá a un centro especializado por las características graves de la afección, pero inicialmente cualquier nivel de atención debe emprender medidas tendientes a sostener la vida del paciente hasta su traslado. En dependencia de de la severidad del cuadro y los trastornos hemodinámicas y respiratorios presentes se deberá:

  • Canalizar vena gruesa, preferiblemente profunada, y administrar solución salina, dextrán o plasma.
  • Garantizar las vías aéreas de acuerdo a las posibilidades..

En los centros con posibilidades quirúrgicas kla conducta será:

  • Hemotórax masivo o grande: toracotomía de urgencia y solución quirúrgica de la lesión causal. Este método en la práctica solo es necesario en el 3 al 5 % de los lesionados.
  • Hemotórax mediano: actualmente se prefiere realizar toracotomía de urgencia para solucionar la causa y eliminar la sangre del hemotórax. Los métodos anteriores de aspiración de la sangre por punción o pleurotomía mínima condicionaban complicaciones por la sangre retenida en la pleura.
  • Hemotórax pequeño: Evacuación de la totalidad de la sangre por punción o pleurotomía mínima.

En todos los pacientes será necesaria la administración de antibióticos, por ser la sangre un excelente medio de cultivo. Por igual razón, en aquellos casos en que no puede evacuarse totalmente la sangre del hemitorax, y la evolución es satisfactoria, se recomienda realizar toracotomíay liberación del pulmón varios días después del traumatismo, para evitar la aparición de un fibrotórax o empiema.

Fuente

García Gutiérrez, Alejandro y Pardo Gómez, Gilberto: Cirugía, Selección de temas, Editorial Ciencias Médicas, La Habana 2003.