Infierno

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Infierno
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Concepto:Según muchas religiones, es el lugar donde después de la muerte son torturadas eternamente las almas de los pecadores.

Infierno. (En latín inférnum o ínferus: ‘inferior, subterráneo’) según muchas religiones es el lugar donde, después de la muerte, son torturadas eternamente las almas de los pecadores.

Es equivalente al Gehena del judaísmo, al Tártaro de la mitología griega y al Inframundo de las llamadas religiones paganas.

Teología católica

En la teología católica, el infierno es una de las cuatro postrimerías del hombre. A veces no se le considera un lugar sino un estado de sufrimiento. En contraste con el infierno, otros lugares de existencia después de la muerte pueden ser neutrales (por ejemplo, el Sheol judío), o felices (por ejemplo, el Cielo cristiano).

Traducciones en La Biblia

En la Versión Reina –Valera, revisión de 1960, hay tres términos griegos y uno hebreo traducidos “infierno”: (1) Sheol del Hebreo y Hades del Griego—ambos términos claramente significan “la tumba”; (2) Tártaros del Griego, el cual significa “un lugar de restricción”; y (3) Gehenna, que es el término Griego para “el Valle de Hinom”, una localización justo afuera de la antigua Jerusalén. Gehenna puede significar “infierno” o “infierno de fuego.”

Como fue indicado, la palabra Hebrea traducida “infierno” en el Antiguo Testamento es Sheol. Esta tiene una contraparte en el Nuevo Testamento, Hades. El término Sheol, en una concordancia, mayormente se refiere a la palabra Griega Hades. Ambas significan “la tumba, la fosa, el mundo de los muertos", aunque no necesariamente tiene que ver con un lugar de tormento como se entiende hoy día.

Descripción

Algunas teologías del infierno ofrecen detalles gráficos y siniestros (por ejemplo, el Naraka del budismo, uno de los seis reinos del samsara). Las religiones con una historia divina lineal a menudo conciben el infierno como infinito (por ejemplo, las creencias del cristianismo), en cambio las religiones con una historia cíclica suelen mostrar el infierno como un período intermediario entre la reencarnación (por ejemplo, el Diyu, reino de los muertos de la mitología china).

El castigo en el infierno habitualmente corresponde a los pecados cometidos en vida. A veces se hacen distinciones específicas, con almas condenadas sufriendo por cada mal cometido, mientras que otras veces el castigo es general, con pecadores siendo relegados a una o más cámaras del infierno o niveles de sufrimiento. En el islam y el cristianismo, de todas maneras, la fe y el arrepentimiento tienen mayor importancia que las acciones en determinar el destino del alma después de la muerte. El infierno es usualmente imaginado como poblado por demonios, quienes atormentan a los condenados.

Islam

En el Islam, el Infierno se llama Yahannam y es descrito como un lugar de tormento eterno para aquellos que rechazaron Alá, es decir, para aquellos no siguieron sus enseñanzas o cometerieon graves pecados sin arrepentirse. Se presenta en el Corán como un lugar extremadamente doloroso, lleno de sufrimiento y tormento. El Yahannam está dividido en varias secciones, cada una reservada para diferentes tipos de personas según sus malas acciones. El nivel más bajo está destinado a los más peores pecadores. En este lugar, los castigos son descritos de manera vívida: la gente experimenta quemaduras intensas, el fuego arde sin cesar, y las llamas están alimentadas por personas y piedras. Los habitantes de Jahannam no encuentran descanso, y se les da a beber agua hirviendo que destruye sus entrañas. En el Yahannam a los condenados se les da de comer frutos espinosos.

Además de las llamas, hay criaturas temibles, como serpientes y escorpiones gigantes, que sirven como parte del tormento. Los condenados son castigados de diferentes maneras, desde la inmersión en el fuego hasta la exposición a una mezcla de oscuridad y frío extremo.

Infierno de Dante

El infierno de Dante contiene un total de nueve círculos, cada uno con peores castigos. El menos doloroso es el Limbo, destinados a las personas que en vida que no cometieron grandes pecados, pero tampoco conocieron al Dios cristiano, como los no bautizados y los virtuosos de la antigüedad. En este lugar las personas no están condenadas a castigos físicos, pero sí a vivir en una eterna separación de la luz divina, en la tristeza de no poder ver a Dios. El resto de círculos están dirigidos para los lujuriosos, glotones, los avaros y los pródigos, los perezosos, los herejes, los violentos, los fraudulentos, y el último, el peor, el más horrible de todos, el noveno círculo, está reservado para los grandes traidores. Aquellos que traicionaron a su propia familia están congelados hasta la cintura en hielo. En la división Tolomea de este círculo, las almas están completamente sumergidas en hielo, con sus ojos inyectados de sangre, y sus cuerpos se retuercen de dolor. En la última división, y la más terrible de todas, Judecca, se encuentran los peores traidores, Judas, Bruto y Casio siendo masticados por el mismísimo ángel caído.

Este infierno es considerado totalmente mítico y prácticamente ninguna corriente cristiana actual lo acepta como real.

Infierno en religiones evangélicas

No existe una visión unánime entre todos los círculos evangélicos sobre la naturaleza exacta del Infierno, pero obviamente se acepta que es un lugar de tormento.

Bibliografía

  • Biblia versión Reina-Valera 1960

Fuentes