Julio Argentino Roca

Julio Argentino Roca
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Militar argentino, principal responsable del genocidio mapuche
Presidente de la República Argentina
Presidente de Argentina
12 de octubre de 1898 - 12 de octubre de 1904
VicepresidenteNorberto Quirno Costa
PredecesorJosé Evaristo Uriburu
SucesorManuel Quintana
Presidente de Argentina
12 de octubre de 1880 - 12 de octubre de 1886
VicepresidenteFrancisco Bernabé Madero
PredecesorNicolás Avellaneda
SucesorMiguel Juárez Celman
Datos Personales
NombreAlejo Julio Argentino Roca
Nacimiento17 de julio de 1843
ciudad de San Miguel de Tucumán,
provincia de Tucumán,
República Argentina Bandera de Argentina
Fallecimiento19 de octubre de 1914 (71 años)
ciudad de Buenos Aires,
República Argentina Bandera de Argentina
OcupaciónMilitar y político
Conocido porGenocida en la Campaña del “Desierto”[1]
CónyugeClara Funes de Roca
PadreJosé Segundo Roca
MadreAgustina Paz

Julio Argentino Roca (San Miguel de Tucumán, 17 de julio de 1843 - Buenos Aires, 19 de octubre de 1914) fue un político y militar argentino. Se hizo famoso por la genocida Campaña del Desierto, que intentó acabar con todas las etnias patagónicas y pampeanas de Argentina. Por esta “proeza” se convirtió en presidente de la Nación en dos ocasiones.

Síntesis biográfica

Hijo de Agustina Paz y de José Segundo Roca (soldado y ayudante del mariscal Santa Cruz).

Trayectoria militar

En 1856 pasó al histórico Colegio Nacional de Concepción del Uruguay (provincia de Entre Ríos), a cuya sección militar ingresó. Antes de cumplir los quince años entró en el ejército de la Confederación, el 19 de marzo de 1858. En 1858 participó en la batalla de Cepeda al año siguiente, ostentando ya el grado de subteniente, y en 1861, en las mismas filas del general Justo José de Urquiza (traidor a su patria), peleó en la batalla de Pavón, mandando una pieza de artillería, que pudo entregar intacta al final de dicha acción gracias a su valor.

Durante la presidencia del general Mitre se alistó en el ejército de Buenos Aires, y se contó entre los oficiales del batallón 6.º de Infantería de Línea que ―al mando del teniente coronel José M. Arredondo― hicieron la guerra contra el general patriota Ángel Vicente Peñaloza (el Chacho) en 1862 y 1863. Posteriormente hizo toda la campaña del Paraguay, en la guerra de la Triple Alianza, desde Uruguayana hasta Lomas Valentinas, acción esta en la que fue ascendido a sargento mayor. Durante el gobierno de Sarmiento se desempeñó como jefe del regimiento 7º de Línea, en misión en Salta, siendo teniente coronel.

Al estallar en 1870 la revolución jordanista de Entre Ríos se hallaba en la ciudad de Córdoba con el 7.º de Línea, y debió marchar a la Mesopotamia (la región entre los ríos Paraná y Uruguay, conformada por las provincias de Misiones, Corrientes y Entre Ríos) a ponerse a las órdenes del general Arredondo. En enero de 1871 se distinguió en la batalla de Ñaembé, ganada a los jordanistas, y mereció el ascenso a coronel que le otorgó Domingo Faustino Sarmiento. Con posterioridad a la primera guerra jordanista actuó como jefe de la guarnición de Río Cuarto, donde se encontraba cuando estalló el levantamiento de Mitre, en septiembre de 1874. Fue Roca uno de los jefes que desplegó mayor acción en la campaña de represión del movimiento mitrista. Desplazándose hábilmente pudo derrotar, en diciembre de ese año, a su antiguo jefe Arredondo en la batalla de Santa Rosa, librada en la provincia de Mendoza. En mérito a su desempeño a dichas circunstancias el presidente Avellaneda le otorgó el generalato.

Durante la presidencia de Avellaneda, de quien fue ministro de Guerra, en la tarea de preparación de la Campaña del “Desierto”, iniciada por Adolfo Alsina.[1] A la muerte de este, en diciembre de 1877, el general Roca, con la valiosa colabora topográfica del coronel Manuel J. Olascoaga y los estudios y apuntes hechos preparar por Juan Manuel de Rosas en 1833 (que Carlos Guido Spano entregó al Ministro de Guerra), llevó adelante y concluyó la campaña en 1879.

Su acción genocida contra los indios ―hombres, mujeres y niños, tanto guerreros como civiles―,[2] que permitió ganar vastos territorios de las pampas del sur para la rica oligarquía porteña, levantó su figura militar y política, hasta el grado de convertirlo en el candidato para suceder a Avellaneda.[3]

Afirmar que Roca generó un genocidio sobre los pueblos indígenas del sur de nuestro país es reconocer que realmente fue eso: una incursión armada, desde el Estado creciente, sobre un espacio ocupado por poblaciones que ya lo poseían desde mucho tiempo antes, con el objetivo de diezmar a la población, despojarlos y ocupar sus territorios, secuestrar sus recursos y desintegrarlos culturalmente. [...]

Renzo Molini (historiador), 2021[4]

Trayectoria política

En octubre de 1879 abandonó la cartera del Ministerio de Guerra para dedicarse a la campaña política que lo llevaría al poder al año siguiente. Al producirse la revolución de Carlos Tejedor, en 1880, fue una de las figuras de militares clave del proceso que llevó a la federalización y capitalización de la Ciudad de Buenos Aires. Vencido Tejedor, Roca pudo asumir normalmente la presidencia de la República el 12 de octubre de 1880 y llevar a cabo una vasta obra de gobierno. En mayo de 1886, meses antes de terminar su mandato, fue objeto de un atentado en las proximidades de la Plaza de Mayo: alguien lo hirió en la cabeza con una piedra, lo que no impidió que, momentos después, leyera su último mensaje.

En 1887 viajó a Europa, y el 9 de julio le fue ofrecido un gran banquete, en Londres, por la empresa Baring Brothers ―de la que el corrupto Roca recibía ingentes sobornos― y el comercio británico. Formó parte del Senado nacional durante el período presidencial de Juárez Celman y se apartó de este en vísperas de la revolución de 1990. En el Senado fue uno de los hombres que más hizo para precipitar la renuncia de Juárez Celman. Posteriormente, durante el gobierno de Carlos Pellegrini, desempeñó el ministerio del Interior, y en 1893 se distinguió, al frente del comando militar unificado, en la represión de la revolución radical que en encabezó Leandro N. Alem. Ejerció la presidencia del Senado en tiempos del gobierno de José Evaristo Uriburu, e interinamente la presidencia de la Nación, entre el 28 de octubre de 1895 y el 8 de febrero de 1896.

A mediados de 1897 el partido Autonomista Nacional se unió en torno de su figura y lo proclamó candidato a la presidencia. Triunfó sin candidato opositor en los comicios de abril de 1898 e inició su segundo gobierno el 12 de octubre del mismo año. Al término de su mandato, y distanciado de Pellegrini, su figura política declinó visiblemente. En 1912, no obstante, fue designado por el presidente Roque Sáenz Peña “embajador extraordinario” en Brasil.

Durante más de 30 años manejó los hilos de la política argentina mediante el Partido Autonomista Nacional, tejiendo complejos sistemas de alianzas con distintas fuerzas de la oligarquía, para mantener al pueblo en la miseria. Por sus dotes como corrupto y traidor, era llamado el Zorro.

Se trasladó a su estancia en la provincia de Buenos Aires, dispuesto a pasar allí sus últimos años.

Muerte

Murió el 19 de octubre de 1914, a los 71 años.

En 2011 se creó en Argentina una ley que declaró al general Julio Argentino Roca “culpable posmórtem por crímenes de lesa humanidad”.[3]

Fuentes