Ministerio de Energía y Minas (Cuba)

Para otros usos de este término, véase Ministerio de Energía y Minas (desambiguación).
MINEM
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Ministerio
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Datos generales
Nombre:Ministerio de Energía y Minas
Siglas o Acrónimo:MINEM
Año de creación:3 de diciembre de 2012
Organismo predecesor:
Ministerio de la Industria Básica
Otros datos
Ministro:Vicente de la O Levy
Ministro anterior:Liván Arronte Cruz
Sede oficial:La Habana, Bandera de Cuba Cuba

Ministerio de Energía y Minas. Ministerio creado el 3 de diciembre de 2012 como acuerdo de una reunión del Consejo de Ministros de la República de Cuba[1]. Es el resultado de la transformación del antiguo Ministerio de la Industria Básica y su principal objetivo es dar respuesta a los problemas identificados en el sector de su competencia - materia petrolera, eléctrica y minera - así como avanzar en la separación de las funciones estatales y empresariales.

Misión

El Ministerio de Energía y Minas se crea como organismo de la Administración Central del Estado, encargado de proponer, y una vez aprobado, dirigir y controlar las políticas del Estado y el Gobierno en los sectores energético, geológico y minero del país, en cuanto a las actividades de:

1. Generación, transmisión, distribución y comercialización de la energía eléctrica.

2. Exploración y producción de petróleo, gas y demás minerales combustibles; producción de lubricantes y comercialización de lubricantes, combustibles y derivados, alcohol como combustible y de gas licuado y manufacturado.

3. Gestión de conocimientos e información geológica, incluyendo la investigación, explotación y procesamiento de recursos minerales sólidos, aguas minero-medicinales y fangos medicinales, así como la comercialización de estos, de la sal y sus derivados.

4. Preservación, explotación y uso racional de los recursos minerales y energéticos que favorezcan al desarrollo sustentable y sostenible.

5. Desarrollo y utilización de fuentes renovables de energía, que permitan contribuir a la seguridad energética y la protección ambiental.

Generación, transmisión, distribución y comercialización de la energía eléctrica

Entre 2013 y 2018 en el Sistema Eléctrico Nacional se hizo una inversión cuantiosa, como la planta de Fuel Oil de Moa, con 180 MW; el ciclo combinado de Energás con 150 MW; el incremento en 200 MW en la generación distribuida con motores ubicados en lugares que facilitaban el traslado de combustible. Además, las termoeléctricas tenían un ciclo de mantenimiento y había un aseguramiento estable de combustible. Se trabajó para tener 500 MW de reserva en el sistema; o sea, por encima de lo que se necesitaba.

Pero, en el período posterior, no se pudo mantener estas acciones, pues el sistema eléctrico necesita unos 300 millones de dólares anuales, y no se pudo disponer de esa cantidad en los últimos años. Y se agregó, el incremento de la carga, o sea, de la demanda con el aumento de la compra de equipos electrodomésticos por las personas. Se establecieron varias medidas para el sector estatal, como la regulación para el empleo del aire acondicionado en las áreas administrativas; la desconexión del sistema los sábados y domingo en los centros administrativos, y de forma alterna o parcial en días laborables, entre otras, para disminuir las afectaciones a la población.

Se produjeron afectaciones al servicio eléctrico en el país por déficit de generación, en lo cual influyeron las restricciones que impone el bloqueo de los Estados Unidos para la compra de combustible (necesario para el funcionamiento de los motores de la generación distribuida, los conocidos como grupos electrógenos) y por otro lado, el déficit de los recursos necesarios para los mantenimientos y reparaciones que necesita el Sistema Eléctrico Nacional.

Dentro de todas las limitaciones, se logró concretar un grupo de acciones que tuvieran como objetivo, primeramente disminuir las afectaciones en los meses de verano, por la incidencia sobre las personas de las altas temperaturas y otras a mediano plazo.

Entre las primeras, un plan de mantenimientos programados durante la mayoría de los meses del año, para poder estar en mejores condiciones durante el verano y entre las segundas (a mediano plazo), se avanzó en la estrategia del país con las fuentes renovables de energía (FRE), incluyendo la instalación de 1 000 MW entre 2024 y 2025 y otros 1 000 MW en un periodo de siete años. Dentro de esto, fue importante también concretar una cantidad de baterías, que permitan almacenar una parte de la energía generada por el día por dichos paneles y poder utilizarlas en otros horarios.[2]

También en 2024, se anunció que mediante inversión extranjera, Azcuba previó la construcción de un nuevo central azucarero, que contará entre otros objetivos de obra, con un bloque de generación de 100 MW. [3]

En La Habana, en el periodo 20232025, también se previó un proceso inversionista para reforzar los circuitos que tienen sobrecarga o estuvieran afectados por la quema de transformadores, debido al aumento del consumo en el verano, a lo que se suma la ocurrencia de tormentas. Para esto, se organizaron equipos de cinco operarios cada uno, para trabajar en nuevas salidas de las subestaciones hacia la ciudad y lograr ese objetivo de disminuir las afectaciones.[4]

Desarrollo de las Fuentes Renovables de Energía (FRE) y cambio en la matriz energética

En junio de 2014, el Consejo de Ministros aprobó la Política para el desarrollo perspectivo de las fuentes renovables y el uso eficiente de la energía hasta 2030, donde el Ministerio de Energía y Minas es rector de dicha política.

El objetivo principal es que, en el año 2030, el 24% de generación eléctrica en el país como mínimo, provenga de fuentes renovables de energía (FRE).

En noviembre de 2019, en La Gaceta Oficial No. 95 (ordinaria) se publicó el Decreto Ley No. 345, “Del desarrollo de las fuentes renovables y el uso eficiente de la energía”, acompañado de resoluciones complementarias de los ministerios de Energía y Minas y de Comercio Interior y una instrucción del Banco Central de Cuba, que establecieron las prioridades y regulaciones para este este sector. También, introdujo novedades referentes al sector estatal y residencial, la venta de excedentes de energía a la Unión Eléctrica (UNE) y la comercialización de equipos, partes y piezas.

Los objetivos principales definidos fueron la elevación del aporte de las fuentes renovables de energía en la generación de electricidad (para llegar al mencionado 24% del total en 2030), la sustitución progresiva de los combustibles fósiles, la diversificación de la estructura de los combustibles fósiles empleados en la generación, y la elevación de la eficiencia y el ahorro energéticos. Igualmente, la estimulación de la inversión y la investigación, y el desarrollo de la producción de equipos, partes y piezas de repuesto por la industria nacional.

Para implementar estos objetivos, se establecieron programas priorizados, tales como:

  • La instalación de bioeléctricas asociadas a la industria azucarera y su completamiento con la biomasa forestal,
  • El montaje de parques eólicos,
  • La energía hidráulica con el aprovechamiento máximo de las potencialidades en pequeñas centrales hidroeléctricas,
  • La ubicación de paneles solares fotovoltaicos y calentadores solares,
  • Y el aprovechamiento de los residuos de cosechas agrícolas y desechos fabriles, pecuarios y urbanos, entre otros.

Como una de las novedades, se incorporó la producción de energía por productores independientes, tanto del sector residencial como entidades con personalidad jurídica no pertenecientes a la Unión Eléctrica, entre otros, y su compra por la UNE.

Y para los inversionistas extranjeros, se aprobaron incentivos fiscales en los años de ejecución de estos proyectos, así como para las personas jurídicas que importen materias primas, equipos, componentes, partes y piezas vinculados con las fuentes renovables o el uso eficiente de la energía.[5]

El MINEM, como rector de esa política, designó a los Directores de las Empresas Eléctricas de cada provincia como principales responsables de controlar el proceso inversionista en sus territorios.

Las líneas han sido establecer sistemas de trabajo con las autoridades locales para el control de las obras, garantizar la implementación de un mecanismo efectivo para que no falte el combustible físico y organizar con las universidades las inspecciones técnicas para el control de la calidad. Igualmente, asegurar un sistema de atención a los constructores, montadores y trabajadores en general, que incluya minimizar cualquier riesgo de seguridad e informar de manera oportuna las dificultades que pudieran presentarse en el proceso inversionista.[6]

Todo como parte de la política nacional para impulsar el desarrollo en este sector y el cambio de la matriz energética del país.

Energía eólica

Los estudios realizados permitieron la conformación de un mapa eólico de Cuba y donde se precisó que las mayores potencialidades se encuentran en la zona norte Provincia de Oriente y central del país. Se estimó un potencial técnico que supera los 1 100 MW, considerando el empleo de aerogeneradores de 1.5 MW, respaldado por el aval de la Consultoría Internacional Garrad Hassan & Partners (sucursal Garrad Hassan Ibérica).

En el programa de parques eólicos, fueron construidos cuatro pequeños parques de forma experimental, los que han servido para conocer la tecnología y corroborar los datos sobre potencial eólico en el norte de las provincias orientales y centrales. Se planificó la construcción entonces de 13 nuevos proyectos, con inversión estatal o extranjera, para sumar una potencia de 688 MW.

Se ha avanzado en la construcción civil del parque eólico La Herradura 1, en la provincia de Las Tunas, y están en ejecución todos sus objetos de obra. Consta de 34 generadores de 1.5 MW cada uno, para una potencia total de 51 MW. Se previó una primera parte, para montar 22 aerogeneradores que aportarían 33 megawatts. El funcionamiento de este tipo de parque significa que, mientras esté funcionando, se desplaza en horario o para otro uso el combustible diésel y se reducen, al mismo tiempo, las emisiones de gases contaminantes a la atmósfera, que es también un beneficio importante.[7]

Y también se previó el parque eólico La Herradura 2, en la misma zona.

Aerogeneradores

Se continúa el estudio del potencial de viento para identificar otras zonas con posibilidades para nuevos proyectos.[8] En este sentido, el 13 de julio de 2024, se conoció que investigaciones lideradas por el Centro de Física de la Atmósfera, del Instituto de Meteorología, con la participación de profesores del Centro de Estudio de Tecnologías Energéticas Renovables (CETER), de la Universidad Tecnológica de La Habana José Antonio Echeverría (CUJAE), y otras entidades, confirmaron la existencia en Cuba de 21 zonas con condiciones favorables para instalar parques eólicos, localizadas principalmente en la costa norte centro oriental de nuestro archipiélago, en particular de Camagüey hasta Holguín, el sur de la región oriental y la porción sur más occidental de Pinar del Río.

El potencial técnicamente instalable de generación de electricidad a partir del viento, se estimó en unos 1 100 mw. Pero, las severas limitaciones financieras por el bloqueo impuesto por el Gobierno de Estados Unidos, frenaron de manera significativa el avance de esta fuente renovable a nivel nacional. Este desfavorable escenario económico ha demandado buscar opciones viables para aprovechar las potencialidades de la energía eólica en Cuba, de ahí la conveniencia de recurrir al empleo de los aerogeneradores de mediana potencia, en lugar de proyectar la construcción de grandes parques en el futuro inmediato.

De acuerdo con el Doctor en Ciencias Técnicas Conrado Moreno Figueredo, profesor titular del CETER:

"Estas máquinas, por ser más pequeñas, necesitan una inversión menor y, gestionadas por entidades públicas o no estatales, pueden aportar mucho a la expansión del empleo de la energía producida por el viento."

La Unión Eléctrica de Cuba comenzó a trabajar en el diseño de un proyecto titulado Resiliencia energética mediante el desarrollo de la tecnología eólica para la generación de electricidad, y dentro de sus acciones, la ejecución de un estudio demostrativo dirigido a evaluar el impacto de la tecnología de aerogeneradores de mediana potencia.[9]

Energía solar fotovoltaica

Se aprobó un macroprograma para instalar 2012 megawatts (MW) en 92 nuevas instalaciones de 21,87 MW cada una, en varios lugares del país. El objetivo con este programa fue llegar a generar 3400 gigawatts hora anuales, lo que llevaría al ahorro de casi 900 mil toneladas de combustible fósil.

El 2023 finalizó con una capacidad instalada de 286 MW.

En 2024, el plan previó en el primer trimestre sincronizar nueve parques, que en total sumarían 100 MW. También en 2024, se planificó la instalación de otros 35 MW que formaban parte de un donativo chino de un total de 120 MW.

En 2025, se previó que a inicios del año, tener los primeros 1 000 MW de generación con fuentes renovables para ganar independencia de los combustibles fósiles, aunque esa cifra no resuelva totalmente la situación.

Otra de las líneas trabajadas ha sido el cambio de la matriz energética en el sector de los recursos hidráulicos, utilizando la energía solar en el bombeo del agua y que podría beneficiar a 400 mil habitantes.

Se ha trabajado también en la electrificación de las viviendas aisladas, hasta las cuales no es posible o es irrentable realizar una inversión para llevar la electricidad del [[Sistema Eléctrico Nacional. Hay miles de viviendas electrificadas con Paneles Solares Fotovoltaicos, pero hay un grupo de los mismos con problemas técnicos, que las dificultades económicas del país no han permitido resolver de inmediato. Al cierre del primer semestre del 2024, había 4 256 con averías parciales, permitiendo el servicio solo durante el día. Y 1 150 con averías totales. Para todos estos casos se planificó una solución con la entrada al país de 5 000 baterías en julio 2024.

Paneles solares en la EIE

El objetivo definido fue buscar independencia de las importaciones de combustibles, consumir el crudo y el gas nacional, y complementar ese esfuerzo con el empleo de las energías renovables. Se consideró que se podría dejar de importar 750 000 toneladas de combustible.[10]

La Empresa Industria Electrónica Comandante Camilo Cienfuegos (EIE) fue la primera industria cubana que cubrió toda su necesidad de energía eléctrica a partir de fuentes renovables. Dieciséis parques fotovoltaicos, con 3 336 paneles solares y una capacidad instalada de 6 409 kWh le permitieron aprovechar la energía solar al máximo y alcanzar la eficiencia energética.[11]

El Embajador de la R.P. China en Cuba inaugura el parque fotovoltaico de Villa Clara, junio de 2024

El 7 de junio de 2024 y como parte de este plan, en Santo Domingo, Villa Clara, se llevó a cabo la ceremonia oficial de entrega a Cuba de tres parques fotovoltaicos donados por la Agencia China de Cooperación y Desarrollo Internacional.


Los otros dos en Morón (Ciego de Ávila) y Miramar (Holguín). Juntos, estos tres parques generan 12 MW de energía y ya están sincronizados al Sistema Eléctrico Nacional (SEN).[12]


También en junio de 2024, ya estaban en proceso de preparación las áreas para instalar los cuatro parques de la provincia de Santiago de Cuba, con una generación total de 80 MW en la segunda provincia con mayor población del país.[13]

Geología

Para poder desarrollar la minería, es necesario previamente la realización de estudios geológicos. La Geología tiene una importancia fundamental en la exploración de yacimientos minerales.

En Cuba está aprobado el Programa de Investigación-Desarrollo Caracterización Integral de la Geología de Cuba. Al cierre de 2023, se concluyeron y aprobaron 30 informes geológicos y nueve investigaciones científicas de dicho plan.

En el área de los recursos minerales, se terminó la exploración geológica del depósito Oro Meloneras, en Villa Clara, a cargo de la Empresa Geominera Centro, y también el estudio de factibilidad técnico-económico del depósito Oro Jacinto en Guáimaro, Camagüey, el segundo yacimiento más grande conocido en el archipiélago cubano de ese mineral.

En las investigaciones del petróleo finalizó un estudio sobre las perspectivas para la extracción de ese recurso en la franja norte occidental, y se completó la caracterización tectónico-estratigráfica de las cuencas del sur de Cuba, con similar objetivo.

Igualmente, se hizo un estudio para mejorar la cartografía del límite Paleógeno-Neógeno en el sector de Varadero, que tiene un gran valor para la producción petrolera. Estos tres trabajos fueron asumidos por especialistas del Centro de Investigaciones del Petróleo (Ceinpet). Ese mismo centro científico realizó también una serie de diez mapas de contenido geólogo-petrolero de Cuba a escala 1:500 000, en el que se muestran, entre otros detalles, las principales zonas petroleras del país, los lugares perspectivos y los principales pozos petroleros.

También pudo terminarse un estudio nacional sobre las arcillas en Cuba y sus potencialidades de uso con fines diversos.

Se trabajó en la confección de nuevas hojas del mapa geológico de Cuba, a escala 1:50 000, porque es el principal producto de información en esa disciplina de un país y tributa a los demás sectores de la economía. En 2023, se terminaron las dos hojas correspondientes a Nueva Gerona y La Mulata, en la Isla de la Juventud y en Pinar del Río, respectivamente, tarea que fue asumida por las empresas geomineras de esos territorios.

También prosiguió la actualización del mapa hidrogeológico de Cuba, a escala 1:100 000, que permite tener un conocimiento permanente y renovado de los recursos de agua subterránea con que cuenta el archipiélago y los factores contaminantes que pudieran afectarlos.

Se trabajó igualmente en proyectos en colaboración con universidades francesas, como la publicación de un artículo científico sobre las terrazas marinas de Maisí, fruto de un proyecto de colaboración entre investigadores del Instituto de Geología y Paleontología (IGP) y tres universidades de Francia, el cual aportó la novedad de reconocer la existencia de 29 niveles de terrazas o escalones, con alturas de hasta 520 metros, mucho más de lo anteriormente identificado.

Las terrazas marinas y coralinas de Maisí fueron identificadas entre los primeros cien sitios del patrimonio geológico del mundo, un estudio que abarcó 181 candidatos de 56 países. Se continuó estudiando los peligros geológicos. La Empresa GEOCUBA Oriente Norte determinó los lugares y magnitudes de los desplazamientos recientes de la corteza terrestre en la zona de Moa y su posible impacto en la infraestructura industrial y vial del lugar, así como la terminación del diseño de un polígono nuevo para medir la actividad geodinámica en el este de la falla Pinar del Río. Este polígono comenzó a operar en 2024, a fin de conocer la localización y la magnitud de los desplazamientos recientes de la corteza terrestre y trazar una estrategia sobre el desarrollo de la infraestructura en el lugar.

Sobre este tema, en 2023 se logró procesar, por primera vez en Cuba, los datos obtenidos, desde 2016, de las estaciones permanentes y temporales de posicionamiento global (GNSS), y mapear los desplazamientos verticales y horizontales de la corteza terrestre en todo el país. Estos mapas mostraron que el territorio de Cuba se desplaza en dirección noroeste, a una velocidad de aproximadamente cinco milímetros por año. Fueron realizados por dos empresas de GEOCUBA, el Centro Nacional de Investigaciones Sismológicas (Cenais) y una universidad francesa y los resultados del trabajo fueron publicados en una revista científica internacional con gran impacto.

Los geositios en Cuba

Los geositios (también llamados Sitios de Interés Geológico), forman parte del patrimonio geológico de una región natural, y en ellos pueden observarse rasgos característicos y representativos de la geodiversidad, como son, por ejemplo, rocas, fósiles, minerales, suelo, formas de relieve y paisajes presentes en un territorio. Son seleccionados no solo por su interés geológico, sino también por su potencial educativo, valor histórico, rareza, importancia didáctica y valor estético o paisajístico. Constituyen una zona geográfica única y unificada, en la cual los geositios y paisajes de importancia geológica son gestionados con un concepto integrado de protección, educación y desarrollo sostenible.

Geositio Salto de Soroa

Al cierre de 2023, el país disponía de 848 geositios declarados por resoluciones del Ministerio de Energía y Minas (MINEM), publicadas en la Gaceta Oficial de la República de Cuba, de los cuales el 24,6 % radica en áreas protegidas.

En ese momento, las provincias de Pinar del Río y Holguín tenían la cifra más alta de geositios declarados, con un total de 54 cada una, seguidas de Matanzas, con 48, Camagüey, 44; Sancti Spíritus y Granma, 37 cada una, y Santiago de Cuba, 27.

Desde 2021, Cuba ha contado con el Geoparque de Viñales, que ha tenido una asesoría de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), a fin de valorar su probable candidatura para obtener la condición de Geoparque Mundial; mientras se desarrolla en proceso de aprobación el Geoparque Gran Piedra.

Y se ejecuta el estudio geomorfológico para preparar el expediente del Geoparque Guamuhaya, que debe culminarse en 2024, y en igual condición está el Geoparque Sierra de Cubitas, cuyo expediente tiene previsto terminar y presentarse para su aprobación en 2025.[14]

Minería

Ver Industria Minera (Cuba)

Referencias

  1. Crean en Cuba dos nuevos ministerios. Disponible en Prensa Latina. Consultado el 30 de febrero de 2012
  2. Desde la Presidencia: Situación del Sistema Electroenergético Nacional y perspectivas del servicio en el verano. Cubadebate, consultado el 24 de mayo de 2024.
  3. Ejecutarán con inversión extranjera 16 proyectos para modernizar centrales azucareros. Cubadebate, consultado el 17 de junio de 2024.
  4. Refuerzan circuitos eléctricos con sobrecarga en La Habana. Cubadebate, consultado el 22 de junio de 2024.
  5. http://www.cubadebate.cu/noticias/2019/11/28/cuba-entran-en-vigor-nuevas-normas-juridicas-para-el-desarrollo-de-las-fuentes-renovables-y-el-uso-eficiente-de-la-energia-pdf/ Cubadebate, publicado el 28 de noviembre de 2019. Consultado el 7 de junio de 2024.
  6. Cuba hacia un cambio de matriz energética . Cubadebate, consultado el 15 de julio de 2024.
  7. Las obras del proyecto de energía eólica Herradura I no se han paralizado. Granma, consultado el 28 de junio de 2024.
  8. http://mesaredonda.cubadebate.cu/noticias/2024/04/12/presidente-cubano-chequea-proyecto-en-parque-eolico-de-las-tunas/ Cubadebate, publicado el 12 de abril de 2024. Consultado el 7 de junio de 2024.
  9. En Cuba hay 21 zonas con condiciones favorables para instalar parques eólico. Granma, consultado el 13 de julio de 2024.
  10. http://mesaredonda.cubadebate.cu/noticias/2024/03/14/instalara-cuba-2-000-megawatts-de-potencia-en-92-parques-solares-fotovoltaicos/ Cubadebate, publicado el 14 de marzo de 2024. Consultado el 7 de junio de 2024.
  11. Empresa Industria Electrónica: Energía renovable para sí y para otros. Cubadebate, consultado el 13 de julio de 2024.
  12. http://www.cubadebate.cu/noticias/2024/06/07/cuba-recibe-tres-parques-fotovoltaicos-donados-por-china-para-fortalecer-su-matriz-energetica/ Cubadebate, publicado el 7 de junio de 2024. Consultado el 7 de junio de 2024.
  13. https://www.granma.cu/cuba/2024-06-04/cuatro-grandes-parques-solares-reduciran-la-dependencia-energetica-de-santiago-de-cuba-04-06-2024-00-06-16 Granma, publicado el 4 de junio de 2024. Consultado el 7 de junio de 2024.
  14. Geología en Cuba, bajo el prisma de las investigaciones. Granma, consultado el 21 de junio de 2024.

Fuente

Tomado de (Decreto – Ley no. 301, artículo 2, del 9 de octubre del 2012, publicado en la Gaceta Oficial extraordinaria no. 51 del 3 de diciembre del 2012).