Miria Contreras Bell

Miria Contreras Bell
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Miria Contreras Bell y el pequeño Alejandro Salvador Fernández Allende.
Nacimiento1928
Taltal, Bandera de Chile Chile
Fallecimiento22 de noviembre de 2002
Santiago, Bandera de Chile Chile
Otros nombresLa Payita
OcupaciónSecretaria de Salvador Allende (1964-1973)
CónyugeEnrique Ropert (1950-1973)
HijosIsabel, Enrique y Max
PadresJosé Ángel Contreras

Miria Contreras Bell, conocida popularmente como La Payita (Taltal, 1928Santiago de Chile, 22 de noviembre de 2002). Figura de la izquierda chilena y secretaria personal del político socialista y presidente chileno Salvador Allende entre el año 1964 y la muerte de esté durante el golpe de estado del 11 de septiembre de 1973 contra su gobierno popular.

Biografía

Miria Contreras Bell nació en Taltal en 1928, su padre era José Angel Contreras,un abogado masón yprohombre del Partido Radical. La Payitase trasladó a Santiago de Chile en su niñez para estudiar en un internado conocido como Colegio de las Monjas Alemanas, en el barrio Bellavista. Al terminar la enseñanza media tuvo que incorporarse al trabajo debido a la mala situación en la que vivía su familia y la precaria salud de sus padres.

A los veintidós años de edad Miria Contreras se casó con el ingeniero Enrique RopertGallet estableciendo su residencia temporal en un departamento del Parque Forestal. Poco después establecen su residencia en una casa ubicada en la calle Jorge Isaacs, casi esquina de Guardia Vieja,en la comuna de Providencia, teniendo como vecinos al matrimonio compuesto por el político Salvador Allende y Hortensia Bussi, de quienes se hicieron tan buenos amigos que decidieron comunicar sus casas abriendo una puerta medianera en sus patios.

El matrimonio de Miria Contreras y Enrique Ropert tuvo tres hijos: Isabel, Enrique y Max.

Política

Secretaria de Allende

En 1964 Payita comenzó a trabajar como secretaria personal de Allende, y al poco tiempo se convirtió en su compañera de lucha, siendo una fiel seguidora de sus ideas populares y socialistas.

En 1970 Salvador Allende ganó la elección presidencial, y la "Payita" se trasladó en su calidad de secretaria privada del presidente y su consejera más cercana al Palacio de La Moneda. En ese intermedio se separó de Ropert, y se fue a vivir a El Cañaveral, la cual se convirtió en la residencia del presidente durante los fines de semana.

Su cercanía a Salvador Allende y sus funciones en el interior del gobierno fortaleció su figura en Unidad Popular, sirviendo de enlace entre el gobierno socialista y los diferentes partidos de Izquierda que conformaban la Coalición gubernamental. Además, estuvo a cargo de la agenda presidencial y de coordinar las reuniones de importancia que el mandatario sostenía. La Payita también coordinó las actividades entre el Comité Internacional de Solidaridad Artística con Chile -presidido por Mario Pedrosa, con Carlo Levi, José María Moreno Galván- y diversos apoyo de artistas del mundo para fundar el Museo de la Solidaridad, un proyecto artístico y político creado para acercar el arte al pueblo cumpliéndose así uno de los aspectos dentro del programa político de la Unidad Popular, siendo parte de la oficialista Operación Verdad, la cual buscaba responder al boicot comunicacional, económico y político que los grupos de oposición al gobierno -nacional e internacional- estaban gestando.

El Golpe de Estado

El 11 de septiembre de 1973 las fuerzas armadas al mando de un grupo de altos oficiales encabezados por el General Augusto Pinochetrealizan un golpe de Estado contra Allende. Contreras, que estaba en El Cañaveral, tras saber de la noticia fue con su hijo Enrique (en ese entonces de 20 años, estudiante de economía de la Universidad de Chile) y miembro del Grupo de Amigos Personales (escolta presidencial) a La Moneda, al intentar entrar en el edificio un grupo de carabineros ubicados a la entrada del Palacio Presidencial les impide la entrada y detienen a su hijo y demás compañeros logrando la Payita escapar y adentrarse en el Palacio, sería la última vez que vería con vida a su hijo Enrique.

Una vez llegada al edificio presidencial María se dedica a colaborar con Allende y las personas más leales a él en el plan de defensa de La Moneda y en la evacuación del personal no indispensable, recibiendo ordenes de Allende de retirarse del Palacio junto con las demás mujeres, incluidas sus hijas Beatriz e Isabel Allende:

No las sacrifiquemos en vano, dile a Luis [esposo de Beatriz] que nos ayude a convencerlas. Ellas serán mucho más valiosas vivas para la Revolución.

La Payita no cumple la orden dada por Allende de retirarse de La Moneda y decide permanecer junto a él y los pocos hombres que aun resistían dentro del Palacio hasta las últimas consecuencias, siendo una de las últimas personas que vio a Allende con vida antes del bombardeo. Cuando las tropas golpistas comenzaron a invadir La Moneda capturaron al doctor Oscar Soto, enviándolo de regreso con un mensaje para Allende en el cual le comunicaban que le daban cuatro minutos para la rendición total. El Presidente se reúne con Payita y los hombres que aún lo acompañaban indicándoles retirarse, quedándose solo con un pequeño grupo de compañeros de su escolta personal. Antes de partir Allende le ordena a Eduardo Paredes retirar de su marco en el Salón Carrera el acta original de la Independencia de Chile, firmada por Bernardo O’Higgins el 2 de febrero de 1818, entregándosela a María para que la salvara del incendio. Cuando la Payita, junto a otros compañeros leales al Presidente, abandona el edificio por la entrada de calle Morandé 80bajo la severa vigilancia de un destacamento de soldados. Uno de éstos le exigió sacarse la chaqueta que tenía puesta, procediendo luego a romper un "papel viejo" que tenía en su interiorsin escuchar a la secretaria de Allende que le grita que no lo hiciera pues se trataba de un documento histórico sagrado, el soldado omitió su reclamo y destruyo el original del Acta de la Independencia.

Una vez en la calle, cuando todo el grupo fue obligado a tenderse en el pavimento con los pies hacia la cuneta, y mientras helicópteros pasaban disparando, un soldado la hizo ponerse bajo una cornisa para que se resguardara de las balas. Incluso le dijo que se tapara la cara con las manos. Gracias a ese soldado, que la separó del grupo, fue vista porJaime Puccio, mayor de Sanidad del Ejército y dentista del personal de La Moneda, además de hermano del secretario del presidente Allende, Osvaldo Puccio. Jaime Puccio había salido de La Moneda antes del bombardeo y regresó vistiendo su uniforme militar para evitar ser reconocido y socorrer a sus compatriotas, de esta forma fue que reconoció a Miria Contreras cuando estaba tendida en el suelo mientras un soldado le apuntaba con su fusil, ante esta situación Jaime le indico a María que se hiciera la muerta y de inmediato ordenó al soldado llamar a la ambulancia que estaba en la esquina, diciendo: Esa mujer está herida. Los camilleros la tomaron de pies y manos y la echaron en la parte de atrás de la ambulancia que partió rumbo a la Posta Central. Cuando los médicos se acercaron para atenderla, ella les dio su nombre y les dijo que venía de La Moneda y que debía salir de allí. Pero el doctor Álvaro Reyes y una enfermera se lo impidieron y decidieron protegerla, por este hecho Álvarofue torturado y pasó 11 meses en la cárcel[1].

El 19 de septiembre el cuerpo de su hijo Enrique Ropert Contreras fue hallado muerto a orillas del río Mapocho, en ese momento María Contreras estaba huyendo de los militares por lo que no se enteró de la tragedia hasta después de contactar con algunos amigos y familiares que la mantenían en la clandestinidad. El funeral de Enrique se realizó el 3 de octubre, y su padre no pudo asistir pues estaba detenido en el Estadio Nacional.

Clandestinidad

Su persona representaba un gran peligro para los golpistas que se habían instaurado en el poder y bañado de sangre las calles de Chile por lo que fue perseguida de modo implacable y hasta se puso precio a su cabeza, además se usaron todos los medios de comunicación para denigrarla.

Miria Contreras logró burlar la vigilancia militar y se fugó de la Posta Central en busca de la casa de sus compadres Mario Carreño e Ida González, comenzando así su ocultamiento en diversos lugares. El embajador de Suecia, HaraldEdelstam, la rescató y la llevó a la embajada de Cuba, la cual permanecía bajo la protección de Suecia al ser retirado y evacuado el personal diplomático cubano los días siguientes al Golpe militar. Allí permaneció la Payita asilada durante meses hasta que logró salir del país rumbo a La Habana.

En el corto periodo de tiempo que permaneció en la clandestinidad escondida de los militares también pudo apreciar como reaccionaba la cúpula militar golpista ante el naciente y creciente movimiento solidario internacional con Chile, específicamente las noticias relacionadas con Hortensia Bussi, a quien honraría en una carta enviada a la hija del derrocado presidente, Beatriz Allende[2]:

Tu madre tiene locos a la Junta y fascistas en general con sus giras mundiales en busca de solidaridad. No hay día que no salga una foto y un artículo respecto a ella. Para qué te cuento lo que le inventan, pero la verdad es que los saca de quicio. Vayan para ella nuestros más sinceros agradecimientos y felicitaciones por su trabajo, lo mismo para ustedes todos.

Exilio y regreso

En diciembre de 1973, la "Payita" viajo a su exilió en La Habana, Cuba, donde trabajó en la empresa de turismo Havanatur, siendo su representante en las ciudades de París y Miami, además de una fiel defensora de la Revolución Cubana e incansable promotora del turismo y cultura cubana. En 1977 muere Beatriz Allende, hija de Salvador Allende, quedando bajo la tutele de Payita y su hermana Mitzi Contreras Bell el pequeño Alejandro Salvador Fernández Allende, hijo de Beatriz con el diplomático cubano Luis FernándezOña.

Durante su permanencia en el extranjero, la Payita desempeñó un papel fundamental en el contacto y amparo a chilenos exiliados, sirviendo de firme vocera del oprimido pueblo chileno. Pendiente del Museo de la Solidaridad se preocupó por acrecentar su patrimonio y fue determinante en la creación de los Museos de la Resistencia, junto a los organizadores-fundadores Mario Pedrosa, Miguel Rojas-Mix, Pedro Miras, los artistas plásticos exiliados y Carmen Waugh. Todas esas obras se fueron exponiendo desde 1977 en numerosas ciudades de Francia, España, Suecia bajo el nombre del Museo de la Solidaridad Salvador Allende. También se preocupó de reunir las arpilleras, cuadros y otras obras de Violeta Parra para trasladarlas a La Habana, donde se cuidarían hasta que fuera posible retornarlas a Chile.

Regresó a Chile en 1990 y evito hacer declaraciones a la prensa, aunque si participó en actividades políticas y culturales de la Izquierda chilena. Hasta poco antes de la muerte se mantuvo activa, preocupada de lo que sucedía en Chile y el mundo. Su única aparición pública fue para interponer la querella número 72 en contra de Augusto Pinochet, en marzo del año 2000, por la muerte de su hijo Enrique.

Fallecimiento

Miria Contreras Bell falleció el 22 de noviembre de 2002 a las 12:30 horas en su residencia deSantiago de Chile. A sus restos mortales se les rindió homenaje popular en la sede original del Museo de la Solidaridad Salvador Allende, donde fue despedida como una militante heroica de la Izquierda chilena, aunque nunca fue miembro oficial de ningún partido pero si una fiel luchadora por la justicia social y la defensa del socialismo.

Su entrañable amigo Víctor Pey le dedicó unas palabras en su funeral:[3]:

Y cuando el azar de la vida te colocó en un trance histórico, en el vértice dramático de la tragedia, tu ejemplo de desprendimiento personal, de lealtad inalterable, de coraje y valentía constituyeron una realidad con ribetes de leyenda.

Sus hijos, Max e Isabel, también recibieron una misiva de apoyo por el fallecimiento de la Payita de parte del Comité Central del Partido Comunista de Cuba[3]:

Su cariño y respeto por nuestro pueblo, su apoyo y defensa irrestricta de la Revolución Cubana y Fidel le valieron el sitio de honor en el que vivió, vive y vivirá siempre en nuestra patria. (...) Los cubanos tuvimos el privilegio de tenerla entre nosotros, de compartir nuestra nación, viviendo con intensidad militante años de heroica resistencia y victoria de nuestro pueblo frente a la hostilidad y la agresión, que no ha cesado, del imperialismo norteamericano. (...) Estrecha colaboradora del heroico presidente Salvador Allende [La Payita] cumplió importantes responsabilidades políticas, que desempeñó con eficiencia y abnegada entrega a las más nobles causas populares que propugnó el gobierno de la Unidad Popular.

Curiosidades

El sobrenombre de La Payita le fue dado en su infancia por no poder pronunciar la palabra playita.

Referencias

Fuentes