Monumento al Divino Niño (República Dominicana)
| ||||||||||||||||||||||
Santuario del Divino Niño. Se encuentra a unos veinte minutos de Constanza y que cada día toma mayor importancia religiosa para todo el creyente que lo visita y que muchas veces se traslada desde puntos lejanos de República Dominicana.
Sumario
Características
A partir del 18 de noviembre de 2011 se le dio inicio a la construcción del pedestal para instalar la estatua del Divino Niño. La escultura tiene 26 pies de elevación y el pedestal 22.44 pies, totalizando 48.44 pies (14.55 ms.). Pesa unas 12 toneladas (264 quintales) y está construida de una fuerte estructura compuesta por acero, concreto armado y revestida con planchuelas de mármol rosado y blanco. Hasta ella llegan decenas de devotos a rendir culto a este santo, mientras otros aprovechan la visita y disfrutan de sus alrededores, donde pueden ver un panorama hermoso que abarca el valle de Constanza. En la cima de una de las montañas más altas de Constanza, municipio de la provincia de La Vega, se comienza a visualizar un monumento que poco a poco ya representa un atractivo turístico.
Subiendo por la escalinata, llegará al segundo plano donde hay un pasillo que rodea la estructura, permitiendo de esa manera el acceso al público quienes podrán contemplar, con mayor amplitud, a Constanza. Desde allí se puede disfrutar de una vista panorámica espectacular de todo el valle.
De acuerdo a informaciones que se ofrecen en el blog del mismo nombre, su construcción inició en enero del 2011, bajo la responsabilidad del escultor Ramón Osorio.
Historia
Tiene un mural que detalla un sueño de sanación que motivó a Antonio Manuel Camilo a levantar un monumento para adorar al Divino Niño en Constanza. Motivado en lo que consideró un milagro, Camilo inició una campaña para levantar el santuario al que acuden personas que creen en los milagros y poderes de sanación que se le atribuyen a esta imagen que adoran.
Antonio Manuel Camilo, oriundo de Salcedo, decidió crear el mismo como agradecimiento a su sanación de dos tumores cancerígenos que tenía y de los cuales afirma fue sanado por la intervención del Divino Niño.
Celebración de la primera misa en el monumento
Los últimos domingos de cada mes, a las 3 p.m. se celebra una misa en la explanada del monumento al Divino Niño donde asiste gran cantidad de personas, quienes recorren los tres kilómetros de camino lleno de cascajo, transitando por una empinada pendiente, la mayoría de ellos a pie o montadas en la parte trasera de camiones, movidos por la fe hacia el DN. Con esto se contribuye a propagar la veneración al milagroso Niño y a que los necesitados, y los que tienen problemas, le soliciten las particulares ayudas las cuales serán escuchadas y concedidas, siempre que se hagan con fe.
Testimonio del Ing. Antonio Manuel Camilo
Durante el transcurrir de una tormentosa noche, en un instante en que logré conciliar el sueño –me encontraba inmerso en el período de las aplicaciones de las quimioterapias, las cuales llegaron a totalizar 24, además de 25 radioterapias-, sentí la presencia de algo. Desperté y vi a mamá (quien había fallecido), al frente de mi cama. Mi mente se llenó de una manifestación inexplicable que me dejó extasiado: “¡Hijo, apégate al DIVINO NIÑO que él te sanará!”, fue la revelación de que fui objeto por su medio. Cabe destacar que mi progenitora profesaba una fervorosa devoción hacia ese pequeño infante, y yo poseía una estatuilla y varias estampas conteniendo oraciones que ella me había regalado en su intento de que me apoderara de su fe.
A pesar de que nuestra madre nos crió (somos seis hermanos), bajo una rígida formación cristiana, yo siempre he sido un hombre pragmático; no obstante, mi realidad se impuso: aquejado por dos tumores cancerígenos (el cáncer es considerado como sinónimo de muerte), con ambas operaciones a mi haber -producto de las cuales ya he escrito dos libros de ayuda (El cáncer que me dio la paz, y El cáncer que me dio la paz II) para los que padecen esta terrible enfermedad-; desahuciado por el prestigioso médico que me hizo la primera intervención quirúrgica, dado lo avanzado que estimó se encontraba el cáncer, fue así como desde ese mismo momento decidí acogerme al precepto observado por mi madre. En definitiva, ¡esa era mi insoslayable verdad! Partiendo de esta revelación, me dediqué a solicitar colaboraciones y muchos se sintieron motivados para ver realizado este grandioso monumento al Divino Niño Jesús. La edificación de la estatua se inició a partir del mes de enero 2011, y se termino el 22 de octubre, bajo la responsabilidad del escultor dominicano Ramón Osorio. En la actualidad mi organismo no alberga células cancerígenas.
