Ptah

Ptah
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Religión o MitologíaMitología egipcia
Venerado enMenfis, Karnak, Abidos, Nubia

Ptah. Dios egipcio surgido del caos primordial, según se considera en la cosmogonía de Menfis, de donde era originario, como el soberano de los dioses al haber creado el mundo a través de la palabra. Era patrono de las artes y oficios. Formaba parte de la tríada menfita Ptah - Sejmet - Nefertem.

Iconografía

Hombre de pequeña estatura envuelto en un sudario del que salen sus manos. Se le representa sobre un pedestal que simboliza a Maat para igualar su estatura con el resto de los dioses. En sus manos porta un cetro compuesto por el pilar dyed (vegetación y fertilidad). A partir de Reino Medio, a este cetro se le añade el uas (estabilidad) y el anj (vida), combinando todos. Sobre la cabeza porta un bonete. Es el único dios que ostenta una barba recta, en lugar de la tradicional con el extremo curvado. En algunas ocasiones puede aparecer sin aspecto momiforme, representado como un hombre con cuernos que lleva sobre la cabeza un disco solar y plumas, confundiéndose con algunas formas de Osiris. Bajo su manifestación animal se encuentra como el toro Apis (considerado, en Época Tardía, su ba y su heraldo).

Descripción

Lleva los títulos de "Señor de la magia", "Señor de la Oscuridad", "Señor de la Verdad" y "Señor de las serpientes y de los peces", que podrían estar relacionados con su función creadora. Es el más importante de los dioses de Menfis y asumió funciones de Tatenen. El otro nombre por el que era conocida la ciudad, Hikuptah, "Mansión del alma de Ptah", pudo dar origen a la palabra Aigyptos, que Homero utilizó para designar tanto al río como al país. Se cuenta que se hizo famoso por derrotar a los asirios enviando ratas que invadieron el campo enemigo y royeron las cuerdas de sus arcos.

Patrono de las artes y oficios, protegía a canteros, escultores, herreros, artesanos y artistas y se pensaba que era el inventor de la albañilería; estos trabajos podían ser ocupados por enanos, que estaban bajo la tutela de Ptah y de sus ayudantes: los Patecos. En Egipto los enanos formaban un clan muy reconocido, fundamentalmente debido a su dedicación a la orfebrería, y como tales tenían como patrón a Ptah, y en algunas ocasiones se le representó como enano monstruoso, motivo por el cual Heródoto lo confundió con los dioses patecos fenicios. El término pateco proviene precisamente de Ptah. Fue especialmente adorado entre los artesanos de Deir el-Medina; durante el Reino Antiguo, más de un arquitecto real ocupa lugar en su clero; el sumo sacerdote de Ptah era el líder supremo de los artesanos y poseía el título de "Maestro constructor" En el Imperio Nuevo se convierte en el dios tutelar de las expediciones hacia las minas del Sinaí. En Serabit el-Jadim, junto a las minas de turquesas, se le dedicó un speos.

Relaciones con otros dioses

Su relación con el mundo funerario se remonta al Reino Antiguo; se le considera el inventor de la ceremonia de apertura de la boca; por entonces empezó a relacionarse con Sokar, como Ptah-Sokar. Fue más tarde cuando asumió la posición de dios creador. Unió en su persona la identidad de Nun y la de Naunet. Ocasionalmente se le llama Ptah-Nun, identificándolo con el Nun primigenio anterior a todas las cosas, y se le asocia al Tatenen, la colina en la que nació el sol por primera vez. Al igual que Jnum, creó a los seres en su rueda de alfarero.

Se le atribuía gran poder curador. Era el dios titular del mes de Paopi. En la dinastía XIX era el protector de la monarquía y el director de la fiesta Sed o jubileo del rey. Como componente de la tríada menfita, era marido de la diosa Sejmet y padre de Nefertem, o también de Imhotep; también se le atribuye la paternidad de los Patecos.

Durante el Imperio Nuevo, sus caracteres cósmicos lo incluyen en el ciclo de los astros; y como Ptah-Tatenen se coloca sobre su cabeza el disco solar e "ilumina el mundo con sus dos ojos". Uno de sus epítetos es "el del hermoso rostro". En épocas tardías se le asimiló a Osiris, surgiendo de esta manera Ptah-Sokar-Osiris, dios funerario, representado como Osiris, momiforme y con altas plumas en la cabeza; o bien con cabeza de halcón o halcón con la corona blanca flanqueada por dos plumas y en la base dos cuernos horizontales retorcidos y el disco solar. Los griegos lo asimilaron a Hefesto y los romanos a Vulcano. Su manifestación animal, era el toro Apis, en el cual se encarnaba.

Mitología

Según los textos de la teología menfita Ptah creó a los dioses locales, edificó las ciudades, estableció las divisiones territoriales, situó a cada dios en los lugares en los que es adorado, fijó las ofrendas que debía recibir y edificó sus capillas. Asi todos y cada uno de los dioses y sus kau se encuentran en él satisfechos y asociados con el señor de las dos tierras (Egipto). Todos y cada uno de los dioses son atribuciones y modificaciones del creador; Su corazón, Horus, representa la conciencia, Thot, su lengua, es el verbo creador.

La teología menfita representa un esfuerzo original para reducir a la unidad la pluralidad divina, sustituyendo a Atum-Ra de Heliópolis por Ptah de Menfis, creando un sistema panteísta más depurado claramente henoteísta. Sobre los trabajos de Junker acerca de la teología menfita, J. Pirenne afirma que:

(...) ha podido mostrar el alto nivel alcanzado en Egipto por el pensamiento filosófico y científico desde el Reino Antiguo. ´sucedió –dice el texto egipcio– que el corazón y la lengua ejercen su poder sobre todos los miembros, partiendo de la consideración de que él (el corazón) se halla en todos los cuerpos y que ella (la lengua) se halla en la boca de todos los dioses, de todo hombre, de todo ganado, de todo ser que repta y de todo lo que vive; mientras que el corazón concibe todo lo que quiere, ella (la lengua) ordena todo lo que quiere. La visión de los ojos, la audición de los oídos y la respiración de la nariz llevan noticia al corazón. Él (el corazón) es el que hace nacer todo conocimiento; y es la lengua la que repite lo que el corazón ha pensado. Así son ejecutadas todas las obras y todos los trabajos del artesano, las actividades de las manos, la marcha de los pies y los movimientos de todos los demás miembros, siguiendo este orden que ha sido proferido por la boca y que constituye la naturaleza de toda cosa´. (…) Si en este texto reemplazamos ´corazón´ por inteligencia y ´lengua´ por voluntad nos daremos cuenta del estrecho parentesco que une el pensamiento egipcio con la psicología moderna. Al concebir la razón como nacida directamente de la divinidad, pone al ser en contacto con la creación a través de los sentidos, que dan a la razón, facultad puramente espiritual, una base real, y proclaman el libre albedrío individual haciendo depender nuestros actos de nuestra propia voluntad.[1]

A pesar de que la imposición de las teorías solares de la creación desplazaron la importancia inicial de que había gozado, nunca perdió su protagonismo nacional y aun durante la dinastía XX era el tercer dios más importante de Egipto, tras Ra y Amón.

Culto

Menfis fue su centro principal de culto, junto con Karnak, donde tenía un templo dentro del recinto de Amón; también se le dedicaron templos en Abidos y en Nubia; cerca del Valle de las Reinas se excavó un santuario para él en el que estaba asociado a Meretseguer. Su fiesta se celebraba el día 22 del mes de Mechir, junto a Horus. Su festival era el día 29 del mes de Mesore.

Nombres teóforos

Grandes personajes de las Dinastías V y VI incluyeron a este dios en su nombre: Ptah-hotep, Ptah-Shepses, Kai-Ker-Ptah; así como Mineptah, faraón de la dinastía XIX.

Referencias

  1. Pirenne, Jacques. Historia del Antiguo Egipto. Vol. I. Editorial Océano, Barcelona, 2002. pp. 146-147.

Fuentes