Rafael Fortún

Rafael Fortún Chacón
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Único velocista poseedor de tres cetros dorados en los 100 llanos en los Juegos Centroamericanos y del Caribe.
Nacimiento5 de agosto de 1919
ciudad de Camagüey,
provincia de Camagüey,
República de Cuba Bandera de Cuba
Fallecimiento22 de junio de 1982 (62 años) 
ciudad de Camagüey,
provincia de Camagüey,
República de Cuba Bandera de Cuba
Nacionalidadcubana
Ocupaciónatletismo
Resultados deportivos
Títulos obtenidosCinco veces campeón Centroamericano y dos veces campeón Panamericano

Rafael Emilio Fortún Chacón (Camagüey, 5 de agosto de 1919 - Camagüey, 22 de junio de 1982) fue un atleta cubano también conocido como el Ciclón del Caribe, especializado en la carrera de velocidad. Fue tres veces campeón en Juegos Deportivos Panamericanos y tres veces titular en Juegos Centroamericanos y del Caribe. Alcanzó en total cinco medallas de oro y tres de plata.

Síntesis biográfica

Primeros años

Por su extracción humilde desde muy joven debió estudiar y trabajar a la vez, en su caso laboraba en una imprenta y adquiría conocimientos en el Instituto de Segunda Enseñanza de su ciudad natal.

Se inició en competencias deportivas en los primeros años de la década de 1930, cuando jugaba béisbol y exhibió dotes de buen fildeador, y por supuesto, también corría las bases como un rayo, pero en alguna ocasión confesó que su verdadero amor era el salto alto.

Sus condiciones para practicar carreras de velocidad y el salto de longitud le permitieron ser captado para perfeccionar sus virtudes naturales. Tuvo que afrontar enormes desafíos y quizá por ello llegó tarde a la cima.

Trayectoria deportiva

Juegos Centroamericanos 1946

A los 27 años fue dueño del hectómetro en los Juegos Centroamericanos y del Caribe, en Barranquilla 1946 con una marca de 10.4 segundos. Asistió a las contiendas olímpicas de Londres 1948, pero no pasó de las eliminatorias. Las máximas figuras en la pista por Cuba fueron el camagüeyano Rafael Fortún y el pinareño Ángel García Delgado, quienes cargaron sobre sus hombros la responsabilidad de enfrentar a los mejores velocistas del mundo en las pruebas de 100, 200 y 400 metros planos.

Rafael Fortún

Como comentó en cierta ocasión su compañero Ángel García:

"Fortún tenía para más, pero el hambre, la miseria, fueron sus principales contrincantes. Difíciles son, es bien sabido, y no le permitieron sobresalir en el gran clásico".

Cuba, estuvo presente en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Guatemala, en 1950, donde repitió las victorias. Otra vez la prueba más rápida de los Juegos. Rafael Fortún no hace caso del aval olímpico de sus rivales conquistado en Londres. Herb McKenley, de Jamaica, plata en 400 metros y Lloyd La Beach, de Panamá, bronce en el hectómetro conocen también al cubano, monarca defensor centrocaribeño.

Los primeros metros no son buenos para Fortún, pero aumenta el paso, logra emparejar y con el clásico esfuerzo final, válido para rematar un segundo por delante. Le dijo en la propia pista su compañero Jesús Farrés, cuarto lugar en el evento.

¡Tú, sí, campeón, tú, sí...!,

Cuatro años más tarde, ganaría su tercera dorada consecutiva en la prueba con el récord de no haber perdido ningún heat eliminatorio ni semifinal. Fortún también acumuló un título (1946) y una plata (1950) en los 200 metros.

Juegos Panamericanos 1951

Encabezó la selección cubana de atletismo a los I Juegos Panamericanos, en el Estadio Monumental de River Plate, Buenos Aires 1951, donde lideró en 100 y 200 metros. El primer gran alegrón de la delegación cubana lo proporcionó el velocista Rafael Fortún Chacón, al ganar los 100 metros planos en el atletismo, con tiempo de 10,60, y constituir esta la primera presea dorada de los criollos en estas justas.

Fortún en competencia

Posteriormente el camagüeyano también triunfó en los 200 lisos, y su estupenda faena en el relevo de 4x100 contribuyó sobremanera a la plata de Cuba en esa especialidad. En la línea de salida: el as de Jamaica Herb McKenley, el norteamericano Arthur Bragg, el brasileño Helio C. Da Silva, el chileno Fernando Salinas, el peruano Gerardo Salazar y el velocista de la mayor isla caribeña. Fortún y Bragg... entran parejos. Vencedor: el antillano. Ambos consiguen 10, 6 segundos. El tercero, McKenley, con 11.

En los 200 lisos. El disparo... En la línea de arrancada: Fortún, su coterráneo Raúl Mazorra, Bragg, McKenley, y los argentinos Gerardo Bonnhoff y Fernando Lapuente. Gana Fortún con con 21, 3 segundos. Relevo corto. Por Cuba, Jesús Farrés, Angel García, Raúl Mazorra y Rafael Fortún conquistan el segundo lugar: 41, 2.

Fortún es el héroe de su delegación, uno de los grandes de la cita, ganador de dos preseas de oro y una de plata ante poderosos contrincantes mejor preparados. Fue el más destacado atleta de la justa. Sólo él, los peloteros y varios gimnastas, en algunas especialidades, cosecharon peldaños cimeros.

El exitoso desempeño de Fortún en la primera cita deportiva continental recibió los merecidos agasajos de la prensa de la época. Pero, por otro lado, resultó despedido al no laborar los días de competencia. El Ministerio de Obras Públicas no le perdonó esos días sin laborar, y lo dejó sin empleo.

Olimpiadas de Helsinki 1952

Inicio de la olimpiada

Los resultados de los competidores cubanos en los I Juegos Deportivos Panamericanos, Buenos Aires, Argentina (1951), básicamente los del velocista Rafael Fortún, doble titular continental en 100 y 200 metros planos, así como las medallas de oro alcanzadas por los gimnastas Ángel Aguiar y Rafael Lecuona, hicieron pensar a muchos especialistas locales en las posibilidades de mejorar las discretas actuaciones de Londres. Pero una cosa son los vaticinios y otra la cruda realidad del terreno competitivo.

El Golpe de Estado impuesto por la cúpula militar encabezada por Fulgencio Batista, 10 de marzo de 1952, apenas unos cuatro meses antes de la inauguración de los Juegos Olímpicos Helsinki 1952, Finlandia, en gran medida contribuyó a echar por tierra las sanas aspiraciones atléticas, pues la negativa gubernamental de apoyar en presupuesto de 125 mil dólares solicitado por el Comité Olímpico Cubano (COC) obligó a reducir hasta la cifra de 29 atletas la nómina, o sea, mucho menos de los asistentes a la capital inglesa.

Rafael Fortún no consiguió pasar de las semifinales en los 100 y 200 metros planos.

Juegos Centroamericanos 1954

En los VII Juegos Centroamericanos y del Caribe en México, el 5 de marzo en 1954, el bólido camagüeyano con 34 años de edad, ganó [por tercera ocasión consecutiva en estas citas los cien metros planos, con la nota adicional de no haber perdido ningún heat eliminatorio ni semifinal en esas ediciones. En la final superó por una sola décima al fogoso jamaicano Leslie Laing, en tanto su compañero Raúl Mazorra finalizó tercero.

La victoria de enero llegó cuando ya el bólido agramontino había dejado las pistas; en una ocasión comentando acerca del retiro expresó:

"...uno sabe que tiene que llegar, hasta se prepara, pero nadie se resigna..."[1]
Estadio Olímpico Universitario de México

Por sus extraordinarios méritos, fue escogido para encender el pebetero durante la apertura de los XIV Juegos Centroamericanos y del Caribe, que organizó La Habana en 1982. Sin embargo, antes del suceso la muerte lo derrotó en una desigual carrera contra el cáncer.

Se retiró como atleta activo en 1955, cuando fue derrotado en dos oportunidades por Enrique Figuerola, quien con los años llegaría a ser también una estrella del atletismo cubano y mundial. Titulado como profesor de Educación Física, después del triunfo de la Revolución Cubana de 1959 se especializó como entrenador, labor que combinó con las de juez o auxiliar de arrancada en certámenes nacionales e internacionales. Transmitió sus experiencias a nuevos valores del atletismo cubano como Enrique Figuerola, Miguelina Cobián, Alberto Juantorena, Silvio Leonard y otros.[2]

Reconocimiento

Único velocista poseedor de tres cetros dorados en los 100 llanos en los Juegos Centroamericanos y del Caribe: 10,4 en 1946 y 1950 y 10,6 en 1954

Ya retirado confesó a los periodistas:

"El momento más amargo de mi vida fue no haber clasificado para la Olimpiada de Australia; aunque, también, lo fue la despedida del deporte activo. Uno sabe que tiene que llegar, hasta se prepara, pero nadie se resigna".

Cuando arribó su triunfo más importante, Rafael así lo clasificaba, el de su pueblo, se hizo entrenador, activista, presente en centenares de competencias.

Muerte

Murió en Camagüey, el 22 de junio de 1982, a pocos meses del inicio de los Centroamericano de La Habana. Iba a conducir la antorcha hacia manos jóvenes que prenderían el pebetero. Dos décadas después no se olvidan sus hazañas, por las cuales resultó elegido entre los 100 mejores deportistas cubanos del Siglo XX. Fue exaltado además, al Salón de la Fama de la Confederación Centroamericana y del Caribe de Atletismo.

Homenaje

En homenaje a la trayectoria deportiva de este renombrado velocista camagüeyano seleccionado como uno de los 100 mejores deportistas cubanos del Siglo XX, el gobierno y estado cubano decidieron nombrar Campeonato Nacional Rafael Fortún, a la competencia de atletismo para el área de velocidad, que se celebra anualmente en Camagüey con la participación de atletas de todas las provincias del país.

Véase también

Enlaces externos

Referencias

Fuentes