Roberto Carbonell Fors


Roberto Carbonell Fors
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NombreRoberto Carbonell Fors
Nacimiento1875
Habana, Bandera de Cuba Cuba
NacionalidadCubana
CiudadaníaCubana
OcupaciónMaestro

Roberto Carbonell Fors. Humilde maestro mantuano de fuerte arraigo popular, el que es reconocido como “Hijo Distinguido de Mantua”, del municipio del mismo nombre, un territorio de la zona más occidental de la provincia de Pinar del Rio, que en tiempos tan lejanos como finales del siglo XIX y primeras décadas del siglo XX, apenas tenía una instrucción pública que satisficiera las necesidades mínimas de su población. No obstante, este maestro entregó todas sus energías y sacó adelante varias generaciones mantuanos

A pesar de todo: Maestro

Nace en el año 1875, en la Habana, muy distante del territorio donde será, muchos años después, un connotado maestro. Procedía de una familia de clase media, lo que le permitió transitar por los diferentes niveles de enseñanza, pese a los inconvenientes de una época marcada por constantes períodos de inactividad escolar, dada la situación beligerante del país. Su padre era médico de profesión, carrera por la que trató de encaminar a su hijo Roberto, pero este desde muy temprano demostró su vocación por el magisterio. La familia de Roberto contaba con amigos de trayectoria pedagógica, que lo fueron incentivando hacia dicha profesión desde temprana edad; entre ellos estaba el intelectual y connotado pedagogo Diego González, uno de los fundadores de la Pedagogía y la Didáctica Científica en Cuba, junto con Alfredo Miguel Aguayo y Medardo Vitier, entre otros. Roberto ingresó en la carrera de medicina, pero en el tercer año la abandonó y comenzó su formación magisterial en una escuela normal de la Habana; en los años sucesivos se formó en diversos planes de los que desarrollaron los interventores norteamericanos en el período de 1899 a 1902. De su rápida y fructífera formación y sus conocimientos y capacidades como joven maestro deja constancia el propio Diego González, al bautizarlo como el “pequeño Luz y Caballero”. Definitivamente y a pesar de todo, al comenzar el siglo XX Roberto Carbonell Fors es maestro.

El azar de la vida marca su destino definitivo

La familia Carbonell, se traslada de La Habana al territorio pinareño de Mantua y reside específicamente en el poblado de Dimas. Ya Roberto ejercía el magisterio. Contrayendo matrimonio con una joven mantuana, se radica en el poblado cabecera del municipio en los primeros años de la República Neocolonial. Comienza a trabajar en la Escuela Pública de Varones “Antonio Maceo”, ubicada en una construcción colonial de la calle “José Martí”, donde hoy se encuentra el Centro Comercial “La Batalla”. La formación y desarrollo profesional hacen de Roberto un maestro culto, ejemplar, de insaciables ansias de superación que, a pesar de la distancia, está al tanto de las nuevas ideas, proyectos y programas pedagógicos y didácticos que se están desarrollando en la capital del país.

Aunque no hay firmes evidencias que lo atestigüen es de suponer que se mantuviera actualizado, por medio de la correspondencia, con los viejos y destacados amigos de la familia, en una época de apogeo teórico de las nacientes Ciencias de la Educación.

Impartía clases de Gramática Castellana, Geografía, Instrucción Moral y Cívica, Historia y Aritmética. Llegó a ejercer la dirección de la citada escuela y se relacionó estrechamente con pedagogos y autoridades educacionales de la provincia, de alto prestigio como Pedro García Valdés y José Elpidio Pérez Somossa, entre otros.

Fue muy reconocido y respetado por los resultados que obtenía preparando alumnos para ingresar en centro provinciales, como el Instituto de Segunda Enseñanza y la Escuela Normal para Maestros Primarios de Pinar del Río, donde logró insertar casi el 100% de los estudiantes que preparó durante muchos años de la primera mitad del siglo XX. Se destacó además en la labor de captación y habilitación de jóvenes que, al terminar el Instituto, no podían acceder a carreras universitarias y se inclinaban hacia el magisterio. La formación que proporcionaba a sus discípulos, era integral, sobre todo insistía en la lengua materna y la formación patriótica. Empleaba métodos muy novedosos, ya que estaba permeado por los postulados de la Escuela Nueva, corriente pedagógica imperante en estas décadas y que él abrazó como pedagogo y educador. Su personalidad de maestro noble, respetuoso y ejemplar dejó huellas de infinito amor por la profesión y por los educandos, lo que marcó su destino definitivo como maestro inolvidable.

Reconocimientos a su obra

Este ilustre maestro, que no legó obras escritas de carácter teórico, dejó -sin embargo- una impronta imborrable en el corazón de sus coterráneos, y de ellos tiene el mayor reconocimiento.

No obstante, las autoridades de la época también tuvieron que reconocer sus éxitos y méritos. Así, la Sociedad Económica de Amigos del País lo incluyó entre las personalidades que han promovido el fomento y desarrollo de la instrucción pública en el país, publicando su foto y una biografía en la década de los años de 1940.

De la misma manera, en fecha de 7 de Enero de 1947, el Ayuntamiento de Mantua toma el acuerdo de declarar “Hijo Distinguido de Mantua” al maestro Roberto Carbonell Fors, como justo premio por la dedicación, por más de 40 años, a la enseñanza en este término municipal.

Este humilde hombre se mantuvo por más de 50 años en el ejercicio del magisterio, con la misma bondad, nobleza y sonrisa contagiosa que lo caracterizaba, con su callada sabiduría, que inspiraba un gran respeto y admiración para quien siempre quiso que lo recordaran sencillamente como: el Maestro.

Fuentes

  • Revista Científica Pedagógica "MENDIVE", No.42[Año 11/ene-mar/'13] /RNPS 2057/ISSN 1815-7696.

Enlaces externos

  • Artículo original. Disponible en: [1]