Sitio Histórico Arrollo Hondo
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Sitio Historico Arrollo Hondo. Lugar donde se realizó el Combate de Arrollo Hondo el 25 de abril de 1895 en esta localidad por tropas insurrectas contra españoles.
Sumario
Ubicación actual
Se encuentra ubicado en la provincia de Guantánamo, en el poblado de Arroyo Hondo, a 2 ½ kilómetros de La Sombrilla de Paraguay, en la carretera de Guantánamo a Baracoa.
Superficie a proteger
Se decidió por el Equipo de Monumentos de la provincia proteger un área de 1962,5 m2, o sea, tomando como referencia el monumento a Ardid Duverger, proteger 25.00 m lineales localizadas radialmente a partir del mismo.
Delimitación del Monumento
El Sitio Histórico está ubicado en el propio poblado de Arroyo Hondo y muy próximo al río de este nombre, limitado por el norte por la presencia de algunas viviendas (a más de 20.00 m), al sur y este también por viviendas del poblado y al oeste por el río Arroyo Hondo.
Descripción actual del Campamento
La zona donde está enclavado el monumento está surcada por las aguas del río Arroyo Hondo, se desarrolla en el sitio un suelo aluvial pardo carbonatado. En las riberas del río crece un boque en galería muy alterado, con variedades como el tamarindo, algarrobo, palmas, etc. El resto del territorio no habitable está dedicado al cultivo de la caña de azúcar y otros cultivos menores.
En este sitio existe un monumento a Ardid Duverger, realizado en 1986, en hormigón. En la realización de la escultura participaron lo compañeros Santiago Pérez, José Ávila, Roberto Savón y Nivio Fernández, como arquitecto general el compañero Alberto Brauet.
El monumento aprovecha elementos naturales existentes como la vegetación y el emplazamiento, muy próximo al río, en el área precisa del hecho histórico, se inserta perfectamente el poblado.
El espacio del monumento se encuentra cercado actualmente.
Rodean al sitio histórico múltiples viviendas dispersas a lo largo del camino, con características rurales en su conformación: paredes de madera, techos de yaguas, fibrocemento o cinc.
El sitio histórico de Arroyo Hondo constituye un verdadero refugio a la tranquilidad y la meditación: las sombras de los árboles y lo sosegado del lugar le imprimen indiscutiblemente estas características.
Estado de conservación
El sitio de manera general está en regular estado de conservación, las recientes inundaciones no pudieron llegar hasta el monumento, pero sí socavaron el sub suelo en parte posterior, para lo que se exige un rápido trabajo de consolidación. El lugar requiere de una limpieza más reiterada, eliminar los postes de cercas prefabricados que existen en el lugar y que se utilizan en la conformación del acceso; éste último debe realizarse en hormigón, con una terminación de frota solamente. La escultura se encuentra en buen estado, recientemente fue restaurada. Trabajos de consolidación en la parte posterior: Rellenar la parte dañada y consolidar con lajas, unidas con mortero de cemento y arena.
Propiedad
El sitio histórico es atendido y obra en poder de la Dirección Municipal de Cultura, Poder Popular Municipal de Guantánamo.
Uso del Suelo
La mayor parte del terreno se usa como vivienda, aledaño al Sitio Histórico.
Propuesta de uso
Se propone se designe únicamente como “Sitio Histórico” con carácter de Monumento Local.
Descripción exhaustiva de la valoración de los hechos históricos
Personalidades asociadas al sitio
El Comandante Español Pedro Garrido mandó a avisar al gobernador militar de Guantánamo Coronel Copeyo, que seguía a los insurrectos, el mensajero llega a la casa del Capitán Modesto Pérez y enseguida avisó a Inocencia Araujo.
Rápidamente llegó la noticia a [[José Maceo y Pedro A. Pérez a pesar de que el primero estaba herido, despreció sus sufrimientos y realizó una movilización muy rápida al estar entusiasmado por la noticia de que José Martí y Máximo Gómez estaban próximos. El famoso regimiento de Limones, dirigido por Victoriano Garzón, quien poseía abundante parque y provisiones se unió a Pedro A. Pérez en el Iguanábano.
Sobre Jasé Maceo, algunos historiadores plantean que decía recorriendo la línea de fuego a sus guerreros “¡Arriba muchachos que perdemos la patria si no llegamos a tiempo!”. El 25 de abril de 1895 en la mañana, la columna acampó en las orillas de Arroyo Hondo y se apoderó del puente que cruzaba el río. Muy pronto se sintió el sonido de la corneta española que llamaba a formación y miraba, era la misma que perseguía a José Martí. Los mambises no habían tomado las posiciones definitivas cuando se sintieron los primeros disparos. Rápidamente las fuerzas fueron colocadas en tres pelotones: uno sobre la derecha comandada por García, por el centro bajo las órdenes de Ardid Duverger que defendía la cabeza del puente y el último, por la izquierda el León de Oriente.
En fuego decreció la parte cubana, cosa que dio a pensar a los españoles que no le quedaba mucho parque y ordenaron al avance sobre el puente. El fuego enemigo corría en esa dirección en forma continua y estruendosa hasta que se ordenó la retirada escalonada.
Los mambises recruzaron el puente y se parapetaron detrás de unos pilares de éste y entre exclamaciones de combate perdemos a Ardid Duverger, de quien Martí dijo: “Murió Arcid Duverger; el valiente: de cada fogonazo, un hombre; le entró la muerte por la frente”…
Mientras los españoles exclamaban “¡Hemos matado a Maceo. Adelante que son nuestros!” José Maceo espoleaba su caballo y gritaba.
“¡Arriba muchachos, a vengar la muerte de Ardid!” El ejemplo del León de Oriente, obró el milagro de cambiar el curso de la batalla a favor de los cubanos.
El enemigo emprende la retirada temerosa del avance de José Maceo, que puede envolver su vanguardia y cerrarlo entre el arroyo y la pendiente de la margen. Se detiene el fuego, las bajas enemigas fueron numerosas. Media hora después de la victoria José Martí llegó al campamento con su pequeña escolta.
Es posible que nadie hubiera contado a Martí que una valerosa mujer Inocencia Araujo, lo había salvado de caer en manos enemigas o de una muerte segura.
Fuente
- Diario de campaña “De Cabo Haitiano a Dos Ríos”. José Martí.
- Reseña Histórica de Guantánamo; Editorial Oriente.
- Argenter, Miró José: Crónicas de la guerra. T.1. Instituto del Libro, Habana, 1970.
- Diario de Campaña de Máximo Gómez. 1868
- Martí, José. Diarios: Editorial Libro Cubano.
- Oficina de Monumentos y Sitios Históricos de Guantánamo.
