Uranio empobrecido

Uranio empobrecido
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El uranio empobrecido: Es un residuo obtenido de la producción del combustible destinado a los reactores nucleares y las bombas atómicas.

Uranio empobrecido. El uranio es un elemento natural que se utiliza, entre otras cosas, en la producción de energía nuclear. El uranio natural tiene tres isótopos radiactivos principales: el U-238, el U-235 y el U-234.

El uranio empobrecido es un subproducto del proceso de enriquecimiento del uranio (aumento de la concentración de U-235, el isótopo fisible) en la industria de la energía nuclear, por el cual se extrae prácticamente todo el isótopo radiactivo U-234 y alrededor de dos tercios del U-235. Por consiguiente, el uranio empobrecido está compuesto casi en su totalidad por U-238 y su radiactividad es aproximadamente el 60% de la del uranio natural.

El uranio empobrecido también puede contener trazas de otros isótopos radiactivos introducidas durante su procesamiento.

El uranio empobrecido se comporta, química, física y toxicológicamente de la misma manera que la forma metálica del uranio natural. Las partículas finas de ambos metales se inflaman fácilmente, produciendo óxidos.

Usos del uranio empobrecido

Entre los usos pacíficos del uranio empobrecido figura la fabricación de contrapesos para aeronaves, y de blindajes contra radiaciones para los servicios médicos de radioterapia y el transporte de isótopos radiactivos.

El uranio empobrecido se utiliza en el blindaje de tanques pesados y la fabricación de municiones antitanque, misiles y proyectiles debido a su alta densidad y alto punto de fusión y a su disponibilidad. Las armas con uranio empobrecido se consideran armas convencionales y las fuerzas armadas las utilizan libremente.

Inquietudes suscitadas por la utilización de uranio empobrecido

El uranio empobrecido se libera de las armas disparadas en forma de pequeñas partículas o de polvo, que pueden ser inhaladas o ingeridas, o permanecer en el medio ambiente.

Las armas con uranio empobrecido pueden afectar la salud de las poblaciones que viven en las zonas de conflicto en el Golfo y los Balcanes. Se ha conjeturado que el "síndrome del Golfo" está relacionado con la exposición al uranio empobrecido, pero todavía no se ha establecido una relación causal. Aviones que se estrellaron (por ejemplo, en Amsterdam (Países Bajos) en 1992 y en Stansted (Reino Unido) en enero de 2000) liberaron uranio empobrecido en el medio ambiente; esto ha suscitado la preocupación de los gobiernos y de las organizaciones no gubernamentales.

El uranio empobrecido y la salud humana

Los efectos del uranio empobrecido sobre la salud humana son complejos, debido a la forma química en que entra en el organismo, y pueden estar causados por mecanismos químicos y radiológicos. No se dispone de mucha información sobre los efectos del uranio sobre la salud y el medio ambiente. No obstante, dado que el uranio y el uranio empobrecido son esencialmente el mismo elemento, excepto por su contenido en isótopos radiactivos, los estudios científicos sobre el uranio natural son aplicables al uranio empobrecido.

En cuanto a los efectos radiológicos del uranio empobrecido, el cuadro se complica aún más, ya que la mayoría de los datos existentes se refieren a los efectos sobre la salud del uranio natural y el uranio enriquecido.

Los efectos sobre la salud dependen de la modalidad y la magnitud de la exposición (ingestión, inhalación, contacto o lesiones) y de las características del uranio empobrecido (tamaño y solubilidad de las partículas). La probabilidad de detectar posibles efectos podría depender del marco (militar, civil, laboral).

Tipos de exposición

El organismo humano contiene como promedio 90 µg de uranio, proveniente de la absorción normal de alimentos, aire y agua; se encuentra aproximadamente un 66% en el esqueleto, un 16% en el hígado, un 8% en los riñones y un 10% en otros tejidos.

Se produce exposición externa debido a la proximidad al uranio empobrecido en su forma metálica (por ejemplo, en un depósito de municiones o en un vehículo con municiones de uranio empobrecido o blindaje de uranio empobrecido) o por contacto con el polvo o los fragmentos creados tras una explosión o impacto. Los efectos debidos únicamente a la exposición externa (y no a la ingestión, inhalación o absorción cutánea) se limitarían a los efectos radiológicos.

Se produce exposición interna por ingestión e inhalación. En el entorno militar, las heridas representan otra vía de exposición si han sido causadas por el impacto de proyectiles o blindaje con uranio empobrecido.

Absorción del uranio en el organismo

La mayor parte (>95%) del uranio que entra en el organismo no se absorbe, sino que se elimina por las heces. En cuanto al uranio que pasa a la sangre, aproximadamente el 67% es filtrado por los riñones y excretado en la orina en 24 horas. El uranio se distribuye por los riñones, los huesos y el hígado. El tiempo necesario para excretar en la orina la mitad de la cantidad total de uranio absorbido se ha estimado en 180 a 360 días.

Riesgos para la salud

Toxicidad química: El uranio causa lesiones renales en animales de laboratorio y algunos estudios indican que la exposición a largo plazo puede producir daños en la función renal de los seres humanos. Se han observado alteraciones nodulares en la superficie de los riñones, lesiones del epitelio tubular y un aumento de los niveles de glucosa y proteínas en la orina.

Toxicidad radiológica: La desintegración del uranio empobrecido se produce principalmente por emisión de partículas alfa que no van más allá de las capas cutáneas externas, pero que podrían afectar a las células internas (que son más sensibles a los efectos ionizantes de la radiación alfa) cuando se ingiere o inhala uranio empobrecido. Por consiguiente, la exposición a las radiaciones alfa y beta debido a la inhalación de partículas insolubles de uranio empobrecido puede producir lesiones en el tejido pulmonar y aumentar la probabilidad de contraer cáncer de pulmón. Igualmente, se estima que la absorción en la sangre y la retención en otros órganos, en especial el esqueleto, conlleva un riesgo adicional de cáncer en esos órganos, según el nivel de exposición a las radiaciones. Sin embargo, se considera que con niveles de exposición bajos el riesgo de cáncer es muy escaso.

Hasta la fecha, no se han demostrado efectos adversos para la salud en los limitados estudios epidemiológicos realizados sobre la exposición interna a la radiación debido a la ingestión e inhalación de partículas de uranio empobrecido o a lesiones cutáneas y heridas contaminadas con uranio empobrecido, ni en los estudios realizados con trabajadores expuestos al uranio natural o enriquecido.

El uranio empobrecido podría causar leucemia al personal militar

La incidencia mundial de leucemia en adultos es de alrededor de 50 casos por millón por año para el grupo de edad de 20 a 45 años. La tasa exacta de leucemia varía según los países. Si bien teóricamente la exposición al uranio empobrecido podría entrañar un riesgo de cáncer, parece poco probable que este haya sido el caso del personal militar en los Balcanes por los siguientes motivos:

En general, es necesario esperar varios años (al menos de dos a cinco) tras la exposición a radiaciones ionizantes para que se pueda detectar clínicamente una leucemia inducida por radiación. Si bien la exposición a radiaciones ionizantes es una causa conocida de leucemia, el riesgo es proporcional al nivel de exposición a las radiaciones. Como han demostrado experiencias previas, alrededor de la mitad de los casos de leucemia en supervivientes de las bombas atómicas lanzadas en Hiroshima y Nagasaki son atribuibles a la exposición a los rayos gamma y a los neutrones generados por el bombardeo. En cambio, se considera que alrededor del 10% de las muertes por leucemia observadas en un gran estudio multinacional de los trabajadores de la industria nuclear se deben a la exposición externa a rayos gamma. Además, si bien se ha demostrado un gran aumento de los casos de cáncer de tiroides en niños 15 años después del accidente del reactor nuclear de Chernobyl, todavía no se ha detectado ningún aumento de la incidencia de leucemia en las poblaciones que sufrieron exposición medioambiental en los territorios más contaminados.

No se han comprobado aumentos de los casos de leucemia provocados por la radiación en personas que trabajan en minas de uranio ni en trabajadores que fabrican combustible para reactores nucleares a partir de uranio metálico. Se ha calculado que la inhalación e ingestión de polvo contaminado con uranio empobrecido en las zonas de guerra, incluso en condiciones extremas y poco después del impacto de un proyectil, produce una exposición a las radiaciones de menos de 10 milisieverts (mSv) determinada por la cantidad de polvo que puede inhalarse. Esto representa alrededor de la mitad de la dosis anual máxima para las personas que trabajan en la industria nuclear. Se considera que esta exposición no puede entrañar sino un ligero aumento proporcional del riesgo de leucemia, del orden del 2% por encima de la incidencia natural.

Si bien a la luz de los conocimientos científicos actuales parece poco probable que se detecte un aumento del riesgo de padecer leucemia relacionado con la exposición al uranio empobrecido entre el personal militar en los Balcanes, la Organización Mundial de la Salud (OMS) no dispone de información suficiente sobre las circunstancias de la exposición en el Golfo o los Balcanes para extraer conclusiones definitivas. Es necesario realizar un estudio detallado para determinar el número de soldados expuestos, la cantidad de uranio empobrecido utilizada, la cantidad que existe en la superficie, la cantidad enterrada, la proporción de partículas finas y gruesas, y si el número de casos de leucemia comunicados entre el personal militar supera la incidencia normal. Cuando se realicen estudios sobre el personal militar posiblemente expuesto al uranio empobrecido, será importante recoger información sobre todos los posibles factores de riesgo (incluidas otras exposiciones medioambientales) a fin de tener en cuenta cualquier posible causa de leucemia.

Uranio empobrecido en el medio ambiente

En las regiones áridas, la mayor parte del uranio empobrecido permanece en la superficie en forma de polvo. Se dispersa en el suelo con más facilidad en zonas con precipitaciones pluviales mayores. El cultivo de tierras contaminadas y el uso de agua y alimentos contaminados puede plantear riesgos para la salud, pero se estima que son limitados. Cabría esperar que la toxicidad química fuera la principal preocupación, en lugar de la exposición a las radiaciones.

Los niños pequeños podrían correr más peligro de exposición al uranio empobrecido que los adultos al volver a sus actividades normales en una zona de guerra, debido a la contaminación de los alimentos y el agua, ya que su curiosidad natural les impulsa a llevarse todo a la boca, lo que podría causar una elevada ingestión de uranio empobrecido procedente del suelo contaminado.

Normas

La OMS tiene directrices sobre el uranio que también podrían aplicarse al uranio empobrecido. En la actualidad son las siguientes:

  • Directriz para la calidad del agua potable (2 µg/litro); se considera que este valor garantiza protección contra los efectos subclínicos en los riñones comunicados en estudios epidemiológicos (OMS, 1998).
  • La dosis diaria admisible para la exposición oral al uranio es de 0,6 µg/kg de peso corporal/día (OMS, 1998).
  • Los límites de la exposición a radiaciones ionizantes son de 1 mSv/año para la población general y 20 mSv/año como promedio de cinco años para los profesionales (Normas básicas de seguridad, 1996).

Actividades de la OMS

La OMS ha realizado un amplio examen de la literatura para determinar las consecuencias generales para la salud de la exposición al uranio y al uranio empobrecido. Próximamente la OMS publicará una monografía en la que se resumirán los resultados del examen. Uno de los objetivos del examen científico de la OMS fue determinar las lagunas en los conocimientos que hacían necesario realizar investigaciones adicionales, a fin de evaluar mejor los riesgos para la salud humana o de la exposición al uranio empobrecido. La OMS reunirá a un grupo de expertos científicos de alto nivel para que examinen esas necesidades y formulen propuestas de investigaciones detalladas.

La OMS continúa asesorando al equipo especial de las Naciones Unidas en los Balcanes (Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA)) y sobre las posibles consecuencias para la salud y el medio ambiente de la guerra del Golfo. La OMS, por conducto de su Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC), continúa estudiando los efectos de la exposición a bajos niveles de radiaciones ionizantes a fin de mejorar las bases científicas de la protección contra las radiaciones. En particular, el CIIC tiene previsto hacer un estudio para evaluar si se ha producido un aumento en la incidencia de cáncer entre el personal militar que prestó servicios en la guerra del Golfo o en los Balcanes, así como entre las poblaciones expuestas (y, si procede, evaluar el posible papel del uranio empobrecido en ese aumento).

Necesidades en materia de investigación

Hasta el momento, entre las necesidades determinadas por el examen de la OMS figuran las siguientes:

  • Comprender mejor las lesiones renales asociadas con alteraciones de la función renal (y si son reversibles) en poblaciones sometidas a diferentes niveles de exposición al uranio.
  • Investigar la forma química y física, el comportamiento fisiológico, la lixiviación y el ciclo medioambiental subsiguiente de las diversas formas de uranio procedentes de diversas fuentes industriales y militares. Esos datos deben relacionarse con la amplia base de datos sobre el comportamiento medioambiental y fisiológico de los compuestos de uranio.
  • Mejorar nuestra comprensión, por medio de estudios científicos válidos, de las repercusiones sobre el sistema reproductivo y los efectos mutagénicos y carcinogénicos del uranio y, por deducción, del uranio empobrecido.

Véase también

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Fuente