Carlos Raúl Villanueva

Carlos Raúl Villanueva Astoul
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Arquitecto
NombreCarlos Raúl Villanueva Astoul
Nacimiento30 de mayo de 1900
Londres, Bandera de Inglaterra Inglaterra
Fallecimiento16 de agosto de 1975
Caracas, Venezuela, Bandera de la República Bolivariana de Venezuela Venezuela
Causa de la muerteMal del Parkinson
ResidenciaVenezuela
NacionalidadVenezolana
CiudadaníaVenezolana
EducaciónIngeniero Civil
OcupaciónArquitecto
CónyugeIsabel Margarita Arismendi
Hijos4 hijos
PadresDon Laureano Villanueva y Paula Astoul
Obras destacadasPic-nic
PremiosDoctor Honoris Causa" en Arquitectura, por la Universidad Central de Venezuela en 1961

Carlos Raúl Villanueva. Considerado el más importante arquitecto venezolano del siglo XX, pionero y máximo exponente e impulsor de la arquitectura moderna en Venezuela. Participó con su obra en el desarrollo y la modernización de Caracas, Maracay y otras ciudades de Venezuela.

Síntesis biográfica

El 30 de mayo, nace en el Consulado de Venezuela en Londres. El nacimiento de Carlos Raúl Villanueva significó el advenimiento del máximo exponente e impulsor de la arquitectura moderna en Venezuela.

De la unión entre Carlos Antonio y su esposa nacerán cinco hijos en diferentes países: Marcel en París, Sylvia en Caracas, Susana en Londres y Laureano en Caracas; será Carlos Raúl Villanueva el único de sus hermanos en regresar a Venezuela y transformarse en ese criollo integral que en todos los aspectos llegó a ser; bien lejos de un burguesito.

Carlos Antonio Villanueva, con estudios en ingeniería civil que nunca practicó es, al igual que su padre Don Laureano, un historiador y diplomático venezolano que se encuentra representando a su país, como Cónsul, ante el gobierno de sus Majestades Británicas.

Fue a propósito de celebrarse la Exposición Universal de París, en 1889, que se residencia en Europa, para desempeñarse siempre en cargos diplomáticos. Es allí donde conoce a quien fue su esposa, Paulina Astoul, francesa pero proveniente de una familia de origen vasco residenciada en Argentina y Francia sucesivamente.

Estudios realizados

Inicia cursos de educación media en el Lycée Condorcet de París (1912), siguiendo luego los pasos de Marcel, matriculándose en la misma carrera y en la misma escuela que, desde 1914, había elegido su hermano mayor: Arquitectura en la École Nationale Supérieure des Beaux-Arts de París. Sin embargo, al no ser admitido en su primer intento, Villanueva tiene que esperar un año para volver a presentar el examen de admisión, pues este exigía una gran habilidad para dibujar.

Una vez dominada, con gran soltura, la técnica del dibujo, inicia sus estudios superiores en 1922 hasta 1928; asistiendo al Taller del Maestro Gabriel Héraud. De allí obtendrá la excelente formación académica, que se complementará, de modo autodidacta, con el aprendizaje artístico e histórico por el que Villanueva siempre tuvo inclinación, enriquecido con el debate y la efervescencia parisina que estuvo transformando al arte europeo.

Posteriormente en 1937, a propósito de su participación, ya como arquitecto, en la Exposición Internacional de las Artes y las Técnicas en la Vida Moderna, Villanueva proseguirá sus estudios formales en el Instituto de Urbanismo de la Universidad de París, por un periodo de sólo siete meses. Es en este lapso de estudios donde se inicia su basamento para la proyección y construcción de la Ciudad Universitaria de Caracas, en 1944.

Tras haber recibido el título de arquitecto en 1928, Carlos Raúl viaja a Venezuela por vez primera, hospedándose en la casa de sus tías ubicada en La Pastora y visita las propiedades que la familia Villanueva poseía en San Carlos, Edo. Cojedes; al año siguiente, Villanueva se radicó definitivamente en el escenario venezolano, ejerciendo, de una vez, su carrera profesional como arquitecto a las órdenes del Ministerio de Obras Públicas (MOP), durante el régimen dictatorial de Juan Vicente Gómez, con quien su familia tenía estrechas relaciones. Por estar asentado el poder en Maracay, Villanueva tiene que residenciarse inicialmente en ésta ciudad.

Villanueva inicia así lo que se ha llamado el Primer Momento o Caída del Eclecticismo (1929-1938) en su arquitectura, que se caracteriza, en líneas generales, por una utilización ecléctica de elementos arquitectónicos: neoclásico, morisco y colonial, combinados con las fórmulas académicas de la École des Beaux Arts. A este período pertenecen la sede del Banco Obrero y del Banco Agrícola y Pecuario (1929-1931), el Hotel Jardín (1929-1930) y laPlaza de Toros (1931-1933) en Maracay; los Museos de Bellas Artes (1935-1938), Ciencias Naturales (1936-1939) y la Plaza La Concordia (1940) en Caracas. Su primera obra proyectada en el país es curiosamente un anteproyecto para la Casa-Club de la Urbanización La Florida (1929), propiedad de su futuro suegro.

Matrimonio

Conozce a Isabel Margarita Arismendi, hija del reconocido y acaudalado urbanizador Juan Bernardo Arismendi, y de quien aprenderá el negocio de la construcción. Luego de un noviazgo de apenas 3 meses, Villanueva le ofrece matrimonio, dice la propia Margot, a razón de dominar ella bien el francés. No muy lejos de la realidad, pues Villanueva siempre pensó en francés y nunca pudo zafarse de su acentuada prosodia.

El 28 de enero de 1933, contraen matrimonio hasta que la muerte del arquitecto los separa. De la unión nacerán cuatro hijos, dos de ellos también arquitectos. Ocho días antes de celebrarse la boda, se inauguró la Plaza de Toros de Maracay (1931-1933), durante las famosas ferias de esa ciudad. Fue este encargo privado, el que le otorgó el reconocimiento público y su aceptación definitiva como arquitecto dentro del medio venezolano.

Adelantándose a lo que sería su "segundo momento arquitectónico" realiza su primera manifestación y edificación moderna con su casa de habitación "Los Manolos" (1934) ubicada en la Urbanización La Florida (demolida en 1979).

Exposición internacional

En París, con motivo de la Exposición Internacional de las Artes y de las Técnicas en la Vida Moderna en 1937, Villanueva, junto a Luis Malaussena, hacen presencia con un Pabellón Venezolano que combina el esquema clásico de distribución espacial francesa, pero con la apariencia de la arquitectura neo-hispanista y la utilización de referencias vernaculares, en boga para aquellos años en Venezuela. Por esta obra obtuvieron el diploma de "Grand Prix" dentro de la Expo.

Formará parte de la Dirección de Urbanismo del Gobierno del Distrito Federal desde su fundación en abril de 1938, participando en la elaboración del Plan Regulador de Caracas, dirigido, en un primer momento, por la firma de asesores urbanísticos: Prost, Lambert, Wegenstein y Rotival.

El segundo momento o primera modernidad (1939-1949) caracterizado por una clara influencia de la arquitectura "modernista", se expresa en Villanueva a través de los proyectos más importantes de esta época: la Escuela Gran Colombia (1939-1942) primera escuela primaria moderna construida en el país, la Reurbanización de El Silencio (1941-1945) y la primera etapa de la Ciudad Universitaria de Caracas (1944-1948).

Es a partir de 1946, que trabaja como Arquitecto Consultor en el recién creado Taller de Arquitectura del Banco Obrero (TABO), desde donde se generaron los proyectos de las urbanizaciones de alta densidad y que abrieron paso en el valle caraqueño a los superbloques. Ese mismo año, promueve la creación de la Comisión Nacional de Urbanismo, en la que se desempeña como Miembro-Fundador y Primer Director.

Su tercer momento o período plenamente moderno toma cuerpo a partir 1950 (hasta 1958), el cual coincide a su vez con la segunda etapa de construcción de la Ciudad Universitaria de Caracas (1949-1951), específicamente con los proyectos para la Zona Deportiva; a partir de entonces la obra toda de Villanueva marca un nuevo rumbo donde cada estructura será planteada como obra escultórica; desafío que el arquitecto no abandonó jamás.

No sólo por su descomunal obra creativa, sino también por el compromiso con su labor docente, Carlos Raúl Villanueva es también sinónimo de la Universidad Central de Venezuela. Una vez concluidas sus obras capitales, el Maestro dedicará sus esfuerzos a fortalecer más el área académica y docente. Su agudo sentido del humor, junto a su inexorable prosodia francesa, fue la característica que más resaltó entre sus estudiantes en las cátedras de Urbanismo e Historia, Teoría de la Arquitectura y la Ciudad y como Jefe de uno de los Talleres de Composición.

La segunda ampliación del Museo de Bellas Artes de Caracas (1968-1977), el Pabellón Venezolano en la Exposición Internacional de Montreal (1966-1967) y el Museo Jesús Soto (1970-1973), manifiestan de manera drástica la decantación estilística de Villanueva en su Periodo Minimalista o Cuarto y último Momento (1959-1970):

Una culminación de su trayectoria en un manifiesto brutalista, reinterpretado a la luz de las tendencias occidentales y de la influencia japonesa de Kenzo Tange. Desarrolla al máximo una visión cubista en la que no existe una perspectiva visible, ni un punto de fuga estable y se centra en la idea de la mega-estructura de Le Corbusier, a partir de la fuerza que imprime el hormigón bruto. En palabras sencillas, es la búsqueda extrema de la simplicidad.

Obras y títulos

Hacia los últimos años de vida, Villanueva desarrollará una fuerte inclinación hacia las artes plásticas, ya no a través del diseño arquitectónico, sino de sus propias manos; plasmada en sus conocidos ensambles, realizados a partir de la recolección de materiales de desecho, llegando incluso a obtener, en 1966, el Premio de Escultura "Fundación Mendoza" con la obra "Pic-nic", en el V Salón Anual de Escultura, organizado por el Colegio Nacional de Arquitectos de Venezuela.

Un gran cúmulo de títulos y reconocimientos también "coleccionó" en vida y después de su muerte, este singular arquitecto: Individuo de número en Academias nacionales y extranjeras, miembro honorario de instituciones internacionales de arquitectura; premios, placas y menciones en innumerables congresos, bienales y eventos. Por todo ello, se le confirió el título "Doctor Honoris Causa" en Arquitectura, por la Universidad Central de Venezuela en 1961, y en 1963 se le otorga el Premio Nacional de Arquitectura, distinción extendida por primera vez por el Gobierno Venezolano.

Ambos reconocimientos recaen por su más destacada creación: Ciudad Universitaria de Caracas, de la que comentaría benévolamente en 1973, Leonardo Benevolo: "... la Ciudad Universitaria de Caracas... es todavía la parte más decorosa de la ciudad. La única donde existe una escala humana aceptable, la justa relación entre edificios y zonas verdes. Hoy en las condiciones más difíciles nadie puede tener ilusiones de obtener los resultados análogos sin enfrentar en forma deliberada la relación entre arquitectura y la política, y por eso la lección de Venezuela tiene valor general, más que todo para nosotros aquí en Europa".

Muerte

Un año antes de su muerte, el 4 de julio de 1974 (Día Nacional del Arquitecto), Carlos Raúl Villanueva recibe uno de los homenajes más importantes de su país: de parte de la Universidad Central de Venezuela, del Banco Obrero y del Colegio Nacional de Arquitectos son develadas dos placas que bautizan a la Plaza Cubierta de la Ciudad Universitaria de Caracas y al Bloque 1 de la Reurbanización de El Silencio con su nombre.

Más allá de su gran legado arquitectónico, de sus profundas huellas como urbanista, de las ricas transformaciones que aportó a las artes en general y de su incondicionalidad como maestro, la gran herencia que este criollo integral dio, para con su profesión y para con su país, fue haber inscrito la arquitectura venezolana en las páginas de la arquitectura internacional del siglo XX, demostrando magistralmente que es posible la universalidad partiendo desde el profundo homenaje de lo local.

El 16 de agosto, a los setenta y cinco años de edad y víctima del mal de Parkinson, fallece en Caracas el arquitecto por antonomasia de Venezuela. Sus restos fueron trasladados al Aula Magna de la Ciudad Universitaria de Caracas para rendírsele un último adiós.

Obras diseñadas por Villanueva

Plaza de la Concordia
Plaza de toros

Plaza de la Concordia

El diseño para la Plaza de la Concordia responde al carácter conmemorativo de la edificación, dedicado en este caso a la memoria de los luchadores por la libertad de los países americanos; queriendo con ello borrar los tristes recuerdos de lo que antaño acaeció en las tétricas mazmorras que ocuparon ese sitio. La Plaza integraba tres calles perimetrales y un conjunto de edificaciones que se ubicaban en uno de sus lados.

Plaza de los Toros

La Plaza de Toros de Maracay corresponde plenamente al periodo ecléctico del arquitecto Villanueva en el que aplica elementos provenientes de un vocabulario formal de influencia morisca y andaluza. El neohispanismo como estilo se ajusta al "carácter" de las obras solicitadas; durante aquella etapa Villanueva realiza la Plaza Bolívar, las remodelaciones para el Hotel Jardín y para el Banco Agrícola y Pecuario, todas en Maracay; así como una serie de casas sevillanas, respondiendo con ello a la creciente demanda espacial de una ciudad en expansión, pues en aquel momento, Maracay congregaba el poder político y militar del país.

Fuentes