Francisco López Leyva

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Francisco López Leyva
Coronel
NombreFrancisco López Leyva
LealtadEjército Libertador cubano
Participó enGuerra del 95

Nacimiento17 de septiembre de 1857
Santa Clara, Las Villas, Bandera de Cuba Cuba
Fallecimiento4 de diciembre de 1940
Santa Clara, Las Villas, Bandera de Cuba Cuba

Francisco López Leyva. Militar, político, periodista e historiador cubano. Coronel del Ejército Libertador, participó en la Guerra Chiquita y la Guerra del 95, fue delegado a la Asamblea Constituyente de Jimaguayú y miembro de la Asamblea de Representantes de la Revolución Cubana. Desde ese puesto se opuso, en minoría, a la destitución de Máximo Gómez como General en Jefe del Ejército Libertador.

En la República se desempeñó como subsecretario de Hacienda y posteriormente Secretario de Gobernación durante el mandato del general José Miguel Gómez, en el cual fue también Interventor Oficial del Banco Territorial de Cuba, cargo al que dimitió en 1913 para retirarse a la vida privada.

Cultivó casi todos los géneros en su labor como escritor: fue poeta, autor dramático y novelista. En los últimos años de su vida formó parte de la Academia de la Historia de Cuba a la cual ingresó en 1930, como académico correspondiente.

Síntesis biográfica

Nació el 17 de septiembre de 1857. Realizó sus primeros estudios en Santa Clara y los de segunda enseñanza en Cárdenas y Matanzas.

A muy temprana edad se incorporó la Guerra Chiquita. Por su participación en la misma fue deportado a España hasta el término de la contienda. Gracias a la influencia de familiares y allegados el castigo no fue mayor. De regreso a Cuba, comenzó una activa labor como periodista, primero en las filas del autonomismo de izquierda y posteriormente como separatista.

En 1885 ejerció de secretario de la Junta de Primera Enseñanza en Santa Clara. En 1893 se integró a un club del Partido Revolucionario Cubano fundado por José Martí, por su actividad fue amenazado y amonestado en varias ocasiones por el Comandante General del Gobierno Español en Las Villas.

Guerra del 95

Al estallar la Guerra del 95, López Leyva se incorporó a las fuerzas separatistas. En septiembre de 1895 fue elegido representante por Las Villas a la Asamblea de Jimaguayú, donde fue seleccionado como uno de los cuatro secretarios de la misma. En diciembre de ese año ya era Jefe del Estado Mayor del General Juan Bruno Zayas y junto a este se incorporó a las fuerzas invasoras de Máximo Gómez y Antonio Maceo en el combate de Mal Tiempo, continuando en las mismas hacia Occidente hasta arribar a Mantua. Según algunos historiadores cubanos, escribió de su puño y letra el acta que se levantó en el ayuntamiento de Mantua, para constancia de que el Ejército Libertador había llegado al extremo más occidental de la isla de Cuba.

Al retornar los invasores al territorio de Matanzas se distinguió en el combate en el Valle de Guamacaro, el 25 de febrero de 1896 por lo que fue ascendido personalmente por el General Antonio Maceo a Teniente Coronel del Ejército Libertador. Obtuvo los grados de Coronel de Caballería en diciembre de 1896 y en agosto de 1898 pasó a ser Jefe del Distrito de Villa Clara, propuesto por Máximo Gómez.

Intervención norteamericana

Al concluir la guerra fue electo Representante a la Asamblea del Ejército Libertador, que se reunió en Santa Cruz del Sur y más tarde se trasladó a la barriada del Cerro en La Habana.

Como miembro de la Asamblea se opuso a la destitución del General en Jefe Máximo Gómez y junto a los generales José de Jesús Monteagudo, Emilio Núñez y el Coronel Carlos Manuel de Céspedes redacto un “Manifiesto al País”, firmado por los cuatro, donde expuso las razones de sus votos:

“Entendíamos y entendemos que, en la hora presente, dentro de la realidad actual, era inconveniente y perjudicial para los intereses del Ejército y del País la medida de extremo rigor adoptada por la Asamblea”

Carrera política

Durante la intervención norteamericana fue nombrado Jefe de Hacienda de la Provincia de Santa Clara. En la República ejerció diferentes cargos como el de Contador General (1902- 1905).

Se opuso a la reelección del primer presidente cubano, Tomás Estrada Palma, y se alzó en La Esperanza, junto al general de las guerras de independencia e íntimo amigo suyo, Gerardo Machado. Tras la renuncia de Estrada Palma y la segunda intervención norteamericana, Charles Magoon lo envió a Washington como experto en los trabajos de censo de población, donde permaneció cerca de medio año.

En 1909 fue nombrado subsecretario de Hacienda de la República por el presidente José Miguel Gómez y posteriormente Secretario de Gobernación. Desde ese cargo prohibió la práctica del boxeo en Cuba para evitar desórdenes públicos en las peleas entre púgiles blancos y negros, debido a la represión que se había llevado a cabo contra estos últimos durante el alzamiento de los Independientes de Color[1].

En enero de 1911 recibió el nombramiento de Interventor Oficial del Banco Territorial de Cuba, cargo al que dimitió en 1913. Luego se dedicó al periodismo, la literatura y la investigación histórica.

Obra literaria

Como periodista sus artículos se caracterizaron por la crítica a la situación imperante, una crítica a veces violenta e implacable y en otras ocasiones desenfadada y llena de humor, según lo requiriera la situación.

En sus artículos usaba con preferencia el seudónimo de “Zacarías”, aunque utilizó otros como “Gil Pérez”. En la Villa de Colón fundó en 1883 el periódico La Idea y al poco tiempo otro llamado El Liberal, desde los cuales atacó los desmanes cometidos por el régimen colonial contra la población, siendo objeto de denuncias y persecuciones.

En Santa Clara fue director de famosos periódicos y revistas como: La Perseverancia, La Protuberancia, La Esquila y El Mosaico. Colaboró en muchos periódicos separatistas de Santa Clara y Cienfuegos entre los años 1886 y 1895.

En la década del 20 dirigió el diario La Publicidad, uno de los más reflexivos de la época, colaborando además en las revistas Renacimiento, Villa Clara y otras.

Cultivó casi todos los géneros en su labor como escritor: fue poeta, autor dramático y novelista. Publicó un tomo de versos y prosa al que llamó “Zig-Zags” en 1891. Su revista cómico-lírica ¡Eureka! representada en 1892 en Cienfuegos y Santa Clara, tuvo tal aceptación, que todas sus representaciones fueron verdaderos llenos y produjo, en las primeras cuatro, más de cinco mil pesos de ganancias. Su novela “Los Vidrios Rotos” (1924) se agotó al mes de publicarse, otras obras suyas son: “Juan Bruno Zayas” (1922), “Don Crispín y la comadre” (1925) y “Cuentos de la Manigua”. Tradujo además algunos cuentos y poesías del francés y el inglés.

En los últimos años de su vida formó parte de la Academia de la Historia de Cuba a la cual ingresó en 1930, como académico correspondiente con el trabajo: “El Bandolerismo en Cuba (contribución al estudio de esta plaga social)”. Dada la importancia de esta investigación parte de ella se reprodujo parcialmente en 1990 por la Revista Moncada.

Muerte

Falleció en Villa Clara el 4 de diciembre de 1940. Meses antes de su deceso fue condecorado por el ayuntamiento santaclareño como Hijo Distinguido de la Ciudad.

Referencias

Fuentes

  • Boletín Carta Cuba #25. Septiembre de 2001; pág. 20-22; "Francisco López Leiva: Mambí, periodista y escritor". Autores: Marino García, Fracisco A. Ramos y Angel Carrazana.
  • García-Garófalo Mesa, Manuel. Los poetas villaclareños. La Habana. 1927. P 142.
  • Actas de las Asambleas de Representantes y el Consejo de Gobierno durante la Guerra de Independencia de 1898. La Habana. Imprenta el Siglo XX. 1931. Tomo IV. P 116.
  • Martínez Ortiz, Rafael. Cuba, los primeros años de la independencia. París. Editorial Le Livre Libre. 1929. Tomo I. P 60.
  • El Mosaico. Santa Clara. Julio 29 de 1894. Año II, No 28. P 1
  • Revista Moncada. Año XXIV, No 9, enero de 1990. Habana. Talleres Poligráficos del MININT. P 46