Narcisos de copa pequeña

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Narcisos de copa pequeña
Información sobre la plantilla
NARCISOS.png
Nombre Científico:Narcissus
Reino:Plantae
Subreino:Tracheobionta
División:Magnoliophyta
Clase:Liliopsida
Subclase:Liliidae
Orden:Asparagales
Familia:Amaryllidaceae
Tribu:Narcisseae
Género:Narcissus
Especie:Narcisos de copa pequeña
Hábitat:Cultivado fácilmente en suelos promedio, de humedad media y bien drenados a pleno sol o sombra parcial

Narcisos de copa pequeña, plantas pertenecientes al género Narcissus de la familia Amaryllidaceae. plantas perennes bulbosas herbáceas, que mueren después de la floración a un bulbo de almacenamiento subterráneo, la mayoría con floración primaveral.

Características

Plantas bulbosas que florecen entre finales de invierno y primavera, aunque algunos de ellos pueden florecer también en otoño. Sus flores son muy llamativas y, además, hay una gran cantidad de especies, variedades e híbridos. Algunos narcisos pueden llegar a alcanzar alturas de hasta 50 cm, aunque la mayoría son algo más pequeños.

Clima y ubicación

Los narcisos prefieren los climas un poco fríos, y el exceso de calor es uno de sus peores enemigos. Si vives en una zona con temperaturas muy altas durante buena parte del año, probablemente no deberías intentar cultivar narcisos.

Teniendo esto en cuenta, es fácil ver que debemos ubicar nuestros narcisos en lugares frescos, sin importar si los plantamos en exterior o en una maceta para interior. Necesitan que haya algo de humedad en la zona, y agradecen las ubicaciones de semisombra, con gran cantidad de luz ambiental pero sin recibir la incidencia directa de los rayos de sol.

De hecho, si tenemos nuestros narcisos en una maceta de interior lo habitual es moverlos según la temporada: cuando la planta está en temporada de floración tendremos la maceta en el interior de casa, mientras que cuando esta termine, vuelve a sacarse al exterior para que continúe con su ciclo natural.

Cuando los narcisos florecen, es importante mantenerlos alejados fuera de fuentes de calor, como calefacciones y radiadores, que provocarán que la planta pierda las hojas mucho más rápidamente. En exterior, en cambio, hay que proteger la planta de las heladas, ya que aunque agradece los climas fríos, las temperaturas bajo cero pueden congelar las flores y matarla

Bulbo

Presentan bulbos tunicados.

Hoja

Hojas lineales que pueden ser planas o acanaladas. Generalmente se encuentran envainadas en la base de la planta. No presentan pedúnculo.

Escapo floral

Escapo erecto, desprovisto de hojas y fistulosos en el extremo superior.

Flor

Inflorescencia en umbela, aunque a veces se reduce a una sola flor. Presentan una espata formada por una sola bráctea que rodea a la inflorescencia. Las flores presentan simetría radial. El perianto es tubular de longitud variable y está formado por seis pétalos.

La corona normalmente se encuentra bien desarrollada. Los estambres están insertos en el tubo del periantio o en la base de la corona.

Requerimientos

  • Temperatura: El narciso requiere temperaturas suaves, aunque toleran temperaturas bajas siempre y cuando no sean muy extremas.
  • Luz: Requiere lugares de semisombra, ya que la exposición directa de la radiación solar durante largos periodos de tiempo puede dañar la flor.
  • Sustrato: El sustrato deber ser suelto, húmedo, rico en materia orgánica y con buena capacidad de drenaje.
  • Riego: El narciso es una planta muy sensible al encharcamiento, por lo que requiere riegos frecuentes pero poco abundantes para mantener el suelo constantemente húmedo. Un exceso de agua puede provocar la pudrición de los bulbos.

Propagación

La propagación del narciso se puede llevar a cabo mediante división de bulbos. Esta técnica consiste en la separación de bulbillos (pequeños bulbos que se desarrollan en la base de los bulbos). Para ello, una vez recolectada la flor, se dejan marchitar las hojas durante un periodo de tiempo para que engruese el bulbo y alcance un tamaño comercial.

Posteriormente, los bulbos madres se separan y los bulbillos se vuelven a sembrar. Este proceso se debe hacer año tras años hasta obtener bulbos de calibre comercial. Finalmente, se clasifican por tamaño y se almacenan en lugar fresco, seco y oscuro.

Plantación

La mejor época de plantación es otoño, ya que plantando en esta época, la floración será a principio de primavera.

Antes de llevar a cabo la plantación se debe preparar el suelo. El suelo ha de estar bien mullido para favorecer la correcta formación de raíces. También es recomendable la aplicación de materia orgánica vegetal muy descompuesta para evitar la incidencia de enfermedades.

Durante la colocación de bulbos, el suelo debe estar húmedo. Éstos se deben sembrar a una profundidad de 18-20cm aproximadamente y estar separados unos 20cm de distancia entre sí. También han de estar colocados con la yema hacia arriba. Por último, se riega abundantemente.

Suelo o sustrato

Estas flores no son exigentes con el tipo de tierra o sustrato en el que van a estar, pudiendo adaptarse a prácticamente cualquiera. Por ello, un sustrato general que haya sido enriquecido con abono orgánico podrá sustentar al narciso adecuadamente.

Sí es conveniente procurar que la mezcla ofrezca un buen nivel de drenaje ya que, como en todos los bulbos, se hace muy necesario evitar el encharcamiento del suelo. Ante la duda, recomendamos usar una mezcla de sustrato universal con una parte de fibra de coco, una parte de turba y una de humus de lombriz.

Estas proporciones garantizan un sustrato ligero y aireado, muy rico en nutrientes y con un drenaje óptimo. Además, el humus de lombriz proporciona al suelo una gran cantidad de microorganismos beneficiosos.

El narciso no requiere de abundante fertilización. No obstante, conviene aplicar un abono completo después de la recolección, con el objetivo de reemplazar los nutrientes agotados.

Riego

El narciso es una planta propia de climas húmedos, por lo que precisa de un riego muy constante. Para proporcionarle a la planta un nivel adecuado de humedad sin tener que recurrir a riegos demasiado abundantes que podrían encharcar el suelo, lo mejor es darle al narciso riegos moderados pero cada poco tiempo, hasta 2 y 3 veces al día.

Se trata de aportar a la tierra algo de agua para mantenerla húmeda, en una cantidad reducida. Haciéndolo de esta manera, replicamos el clima húmedo ideal para la planta sin llegar nunca a ahogarla. En este otro artículo hablamos sobre Cuándo regar plantas.

Poda

El narciso agradecerá la poda de sus flores marchitas, la cual debe llevarse a cabo cuando estas cambian de color y resulta evidente que hace tiempo que se han secado. Podándolas, evitamos que la planta pierda nutrientes en una parte muerta, o que se vea afectada por la necrosis, facilitando así su crecimiento de nuevo.

Si deseas leer más artículos parecidos a Cuidados de los narcisos, te recomendamos que entres en nuestra categoría de Cultivo y cuidados de las plantas.

Plagas y enfermedades

Plagas

  • Nematodos (Ditylenchus dipsaci): Se trata de un nematodo que afecta a bulbos y a brotes tiernos. La temperatura óptima para su desarrollo es de 15-20ºC, siendo menor su actividad a temperaturas inferiores a los 10ºC o superiores a los 22ºC. Este nematodo sobrevive en el suelo y en malas hierbas.

La infestación comienza en la base del bulbo y se extiende hasta la zona aérea. Los síntomas se manifiestan con la necrosis del tallo, aparición de abultamientos y disminución del crecimiento. Además, las plantas muestran manchas cloróticas y falta de vigor. Se origina también, una disminución del sistema radicular junto a un mal desarrollo de los bulbos.

Para su control, se deben realizar una serie de medidas preventivas como: desinfección de bulbos (mediante agua[ caliente durante tres horas y media a 43,5ºC de 15-20 días después de la recolección o pasteurización con vapor que es el tratamiento más seguro y efectivo), eliminación de plantas afectadas, eliminación de malas hierbas que puedan actuar como reservorio, etc.

  • Mosca del narciso (Merodon ecuestris): Se trata de una plaga que aparece al principio del verano. Las larvas penetran en el interior de los bulbos provocando daños al alimentarse de éstos. Los bulbos afectados dan lugar a brotes deformados, las hojas amarillean y finalmente, la planta se debilita.

Para el control de esta plaga, se debe sumergir el bulbo durante 3-4 horas en agua a una temperatura comprendida entre 40-50ºC, eliminar los restos de cosecha y malas hierbas, etc.

  • Mosquito de los bulbos (Eumerus sp.): Se trata de un díptero cuya larva penetra en los bulbos de estas plantas, alimentándose de ellos. También provocan daños en las raíces.

Para su control se recomienda la desinfección de bulbos, eliminación de restos de cosecha y malas hierbas; etc. El control biológico de esta plaga se puede llevar a cabo mediante la utilización de hongos como Beauveria bassiana o Entomopthora muscae.

  • Pulgón: Afecta tanto a las plantas en estado de vegetación como a los bulbos durante su conservación. Normalmente se alimentan de brotes tiernos, causando deformaciones en éstos. Esta plaga también puede transmitir virus, siendo éste el daño más importante.

El control preventivo para esta plaga debe ser importante, dado a la capacidad para transmitir virus que anteriormente se comentaba. En condiciones de invernadero se deben tener en cuenta las siguientes medidas: Utilización de mallas antipulgones.

Monitoreo constante de esta plaga. Eliminación de malas hierbas, tanto dentro como fuera del invernadero, ya que éstas son grandes reservorios de pulgones. Eliminación de plantas sintomáticas.

El control biológico para pulgones se realiza con la suelta de depredadores como Coccinella septempunctata y Chrysopa o parásitos como Aphelimus mali. Por otro lado, el control químico se ha de llevar a cabo con productos autorizados que sean compatibles con la fauna auxiliar, antes de que la planta sufra daños importantes.

  • Tarsonemus laticeps: Se trata de ácaros que habitan en las túnicas del bulbo. Esta plaga afecta a las hojas basales, pero posteriormente va invadiendo el resto de la planta provocando la clorosis de la misma.
  • Galeruca de los narcisos (Exosoma Lusitania): Las larvas de E. lusitania producen daños en el bulbo al alimentarse de ellos, originando galerías y podredumbres, mientras que los adultos se alimentan de la parte aérea del narciso.

Para su control, se deben efectuar tratamientos con algún insecticida autorizado.

Enfermedades

  • Podredumbre del cuello (Fusarium sp.): Este hongo afecta tanto a las raíces como a la base del tallo del narciso, provocando una podredumbre seca de una tonalidad rojizo-parda. Como consecuencia, los síntomas aéreos suelen ser clorosis de hojas, disminución del desarrollo de los botones florales y marchitez de la planta.

Para evitar la incidencia de enfermedades se recomienda: rotación de cultivos durante cinco años, secado rápido de cormos, encalado de suelos y tratamientos preventivos con productos químicos autorizados.

  • Penicillium sp.: Se trata de un hongo que aparece principalmente durante el almacenaje, pues prolifera con temperaturas inferiores a los 17ºC y humedades relativas elevadas. Los síntomas se manifiestan con la aparición de manchas necróticas en las escamas de los bulbos. Por debajo de esta zona, adquiere una tonalidad parda que deriva un color blancuzco de textura esponjosa. Los bulbos afectados dan lugar a brotes cortos.

Para evitar la incidencia de este hongo, debe mantenerse durante el almacenaje, una temperatura y ventilación adecuada, así como una humedad relativa por debajo del 70%.

  • Botrytis cinérea: Se trata de un hongo que necesita tejidos heridos o senescentes para afectar a la planta, así como humedad ambiental y temperatura elevada. Provoca la aparición de micelio gris sobre hojas, tallos y flores.

El control de este hongo es muy importante debido a su capacidad para sobrevivir como saprófito. Se debe evitar el exceso de humedad, ya sea disminuyendo la dosis y frecuencia de riego, espaciando las plantas o ventilando.

También es conveniente retirar tejidos enfermos, cortándolos a ras de tallo y utilizando herramientas desinfectadas. Si el ataque es severo, se recurrirá al control químico. Se recomienda hacer un uso alterno de los diferentes grupos sistémicos de productos autorizados

  • Roya (Puccinia sp.): Aparece con temperaturas entre 15 y 21ºC. Los primeros síntomas son puntos amarillos en el haz de la hoja. Posteriormente, el centro del punto se vuelve color pardo. En el envés aparecen pústulas cerosas de color amarillo que posteriormente se vuelven rosas y finalmente blancas.

Para el control de esta enfermedad, se deben eliminar las plantas infectadas, evitar el mojado del follaje, favorecer la ventilación y evitar el exceso de nitrógeno. Si el ataque es severo, se recomienda la realización de tratamientos con fungicidas autorizados.

  • Septoriosis (Septoria sp.): Los síntomas se manifiestan con manchas amarillo-pardas en las hojas, las cuales se cubren de moho blanco. Posteriormente terminan por marchitarse.

Para su control se debe llevar a cabo la desinfección de los bulbos, eliminar plantas sintomáticas, etc.

  • Heterosporiosis (Heterosporium sp.): Se trata de un hongo que afecta a hojas, tallos y flores. Los síntomas se manifiestan con la aparición de manchas pardas con aspecto redondeado, las cuales están delimitadas por un borde rojizo. En el centro de estas manchas (manchas más protuberantes) se manifiestan las esporas.

El control que se recomienda para esta enfermedad es similar al llevado a cabo para la Septoriosis.

Fuentes