Pedro Agustín Pérez

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Plantilla:Personaje histórico

Pedro Agustín Pérez. Fue mayor general del Ejército Libertador cubano y Alcalde de Guantánamo. En el poblado de Tiguabos, provincia de Guantánamo. Primeramente miembro del ejército español, se solidariza con los mambises y es luego es una de las figuras preponderantes del territorio y de Cuba en la lucha por la independencia.

Niñez

Nació el día 29 de abril de 1844 en el poblado de Tiguabos, provincia de Guantánamo , hijo de Eligio Pérez y Maria Pérez. Procedía de una familia de campo acomodada, muy unida entre sí, que profesaba una profunda lealtad a España.

Su infancia transcurre normal muy influida por su tío y padrino Miguel Pérez Céspedes, quien había quedado a cargo de su crianza. Su tío Miguel era capitán y jefe de las escuadras españolas de “Santa Catalina del Guaso”. Ello determinó que años más tarde, incluso antes de iniciada la Guerra de los Diez Años, el casi adolescente Pedro, fuera incorporado a las escuadras de “Santa Catalina del Guaso” en apoyo y defensa del gobierno español.

Juventud

En el año 1862, Pedro A. Pérez , contrajo matrimonio con Juana Batista Gutiérrez, de cuya unión nace su hija Ruperta Pérez Pérez, quien luego contrajera matrimonio con José Francisco Pérez, muerto valientemente con el grado de capitán del ejército mambí, en la acción de “El Jobito”, durante la guerra del 1895.

En exhaustivo análisis histórico, no se registra la participación de Pedro A. Pérez en hechos de sangre, ni represión en combate contra los mambises. No obstante en la guerra de 1895, nuestro héroe nacional José Martí, señaló al evaluar esta circunstancia. “Y sirvió a España en las escuadras en la guerra grande, lealtad de familia a Miguel Pérez.

Indudablemente Pedro A. Pérez, debía lealtad a Miguel Pérez, pues no sólo era un personaje de influencia en la familia, sino que era además su padrino. Era Pedro A. Pérez un joven que aunque de familia acomodada, residía en el campo y todos comprendemos la concentrada autoridad que tenía un padrino en la época. Es un segundo padre y por añadidura Miguel Pérez, fue su tutor.

Para 1875, con la llegada de la revolución, divulgada con la propaganda directa de la acción diaria, se incorporaron sólo en el mes de julio, 144 voluntarios que servían a España, con sus armas, a las fuerzas mambisas. Esta práctica se convirtió en un fenómeno corriente. Pedro A. Pérez regresa a su finca y continúa trabajando la tierra, ya empezaba a despertar en él la simpatía por los mambises.

Incorporación a la lucha independentista.

Al concluir la guerra muchos mambises ocuparon cargos públicos, a tenor de los planteamientos por el Pacto del Zanjón: Es el coronel Silverio del Prado, de gran prestigio y autoridad entre los mambises, quien se establece en Guantánamo como administrador de la aduana, traía la misión, por encargo de Guillermón Moncada, de establecer relaciones con Pedro A. Pérez y vincularlo a las actividades comparativas, evidenciándose el pensamiento político de este último, que su admiración por los mambises y la comprensión y respeto a la independencia le había ganado, y fue cumplida la misión de Silverio del Prado de captar y comprometer para la futura lucha a Pedro A. Pérez.

Las autoridades españolas, sobornan y tratan de reintegrar al bando español fundamentalmente a los principales dirigentes, a Santo Pérez le proponen el nombramiento de coronel y 8 mil pesos, éste que había sido de las escuadras del “Guaso”; desnudando de inmediato una conspiración en la cual es detenido Silverio del Prado y sus hijos. A Pedro A. Pérez le proponen un cargo de Alcalde de barrio en "Palma San Juan", cuya oferta acepta para dedicarse con facilidad a las actividades conspirativas.

En poco tiempo prepara y arma una fuerza con fachada de guerrilla de 114 hombres para una vez dada la orden de alzamiento incorporarse a las filas mambisas. En agosto de 1879 desde su posición de alcalde de barrio y teniendo las condiciones para incorporarse a la acción, recibe la orden y ataca con sus fuerzas al Ejército Español en el Vínculo y Burenes.

En diciembre de 1879, es hecho prisionero tras un ataque al campamento donde se encontraba, y es enviado a Santiago de Cuba, de donde se escapa espectacularmente del Morro, a través de un pararrayos cercano a su celda, atravesando a nado la bahía. Los españoles se quedaron con la orden de fusilamiento, pero ya existían en el pecho de Pedro A. Pérez los sentimientos libertarios y mambises.

Contacta con Guillermón Moncada y es ascendido al grado de comandante. Pedro A. Pérez se mantiene alzado en las montanas a pesar de las disposiciones de los mambises y ante la crítica situación que presentaba la insurrección y persuadido por sus familiares acepta deponer las armas y retirarse al cultivo de la tierra.

Las últimas acciones concluyeron en diciembre de 1880, la Guerra Chiquita había terminado otra vez sin el triunfo, la falta de unidad y preparación del movimiento, así como la intensa campana desplegada por los autonomistas y otros círculos reaccionarios, que habían catalogado el movimiento como racista, fueron entre otros, los principales factores de la derrota sufrida, no obstante la epopeya contribuyó al fortalecimiento del ideal patriótico de nuestro pueblo.

Pedro A. Pérez continúa sus vínculos con los revolucionarios y sigue conspirando contra el gobierno español. Los hermanos Tudela, Arturo Mejías, Luís González Pineda, Richard Suárez y otros, en ocasión de elegir a sus jefes, designaron a Pedro A. Pérez como jefe de loa conspiradores guantanameros.Transcurren varios años, donde las ideas políticas van madurando, la unidad se fortalece. El 6 de septiembre de 1893 y producto de la denuncia de Manuel Cardet y Grave de Peralta, las autoridades españolas conocen de la conspiración de Pedro A. Pérez. El alcalde de Guantánamo José Grave de Peralta, en un telegrama al gobernador expresaba: “ No solo se alzará sino que influirá para que otros se alcen”, perseguido bajo pena de muerte en 1894 , con varios de sus hombres, pasa a la vida insurreccional meses antes de la fecha señalada.

El 24 de febrero de 1895 en horas de la mañana, en la finca “La Confianza” Emilio Giró Odio, redactó el acta, en la cual se expresaba la decisión de luchar por la independencia de Cuba y morir si fuera necesario. El acta quedó firmada en horas de la tarde y la suscribieron 28 personas entre ellas Pedro A. Pérez, quien fuera jefe de la revolución en la zona de Guantánamo.

Comienzo de la Guerra del 1895

Las acciones militares comenzaron de inmediato, Enrique Tudela, por orden de Pedro A. Pérez dirigió sus fuerzas al fuerte Jatibonico, en la costa sur, el cual era necesario tomar de manera simultánea con los fuertes de “El Toro” y “El Cuero”, ambos ubicados en la bahía de Guantánamo.

La victoria de Jatibonico repercutió profundamente en el campo insurrecto, tanto desde el punto de vista militar, como moral, se convirtió además en el primer triunfo de la revolución que se reiniciaba.

El 25 de febrero las fuerzas de Pedro A, Pérez tomaron el fuerte de sabana de Cuba, ocupando armas, municiones y equipos de caballerías; apoyo y realizó grandes esfuerzos, en el auxilio a varias expediciones que se produjeron en la región Guantánamo, al respecto nuestro héroe nacional José Martí destacó “… fue con su gente brava a buscar a Maceo en vano por todo Baracoa; en los dientes de los indios...”.

El 11 de abril de 1895 se produce el desembarco de Martí y Gómez por playitas. No es hasta el 27 de abril en que se establecen contactos con Pedro A. Pérez en el campamento “Las Filipinas”. De este encuentro José Martí nos legó una descripción del mambí guantanamero al decir: “A la tarde Pedro A. Pérez el primer sublevado de Guantánamo, de 18 meses de escondite, salió al fin con 37 perseguidos de muerte y hoy tiene 200. En el monte con los 17 de la casa, está su mujer, que nos mandó la primera bandera. Apoyado de su bastón, bajo de cuerpo, con su leontina de plata, caídas las pastillas, pocas por los lados del rostro… su jipijapa tinto de púrpura y bordado de mujer es la tensa de color de su sombrero, con los cabos por la espalda. El no quiere gente a caballo, ni monta él, ni tiene a bien los capotes de goma sino de lluvia pura, sufrida en silencio”.

Sus tropas se unen al general Antonio Maceo, quien lo designa para ocupar la vanguardia de la tropa.

Batallas

Durante la campaña en Guantánamo, la batalla del “Jobito” fue la más destacada del general Pedro A. Pérez, al concluir esta campaña es nombrado por Maceo, jefe de la zona de Guantánamo. En mayo de 1895 por orden de Maceo descarrila un tren en Caimanera; el objetivo de la acción era evitar el abastecimiento a las tropas españolas en la bahía de Guantánamo.

Combate por todo el valle de Guantánamo a las columnas españolas de los coroneles Vara del Rey y Tejeda, y la mandada por el general Linares, evitando la reunión entre estas, destacándose las acciones de hostigamiento en la "Sidonia", "El Vínculo", "San José" y especialmente, el combate de "Tiguabos". Su eficaz acción , mereció la felicitación del mayor general Calixto García, este último demostró confianza, en la capacidad y valor del General Pedro A. Pérez, donde en más de una ocasión solicitó su presencia para acciones importantes fuera de Guantánamo, tales como la toma de Jiguaní.

El general Pedro A. Pérez une a su larga hoja de servicios a la patria, las acciones de: "El Ramón", "Palmar", "Guayabal", "Iguanábana", "Malabé", "Paso del Brasil", "Boca de Jaibo", "Canabacoa", "Arroyo de Agua", "La Aguada", "El Cristo", "El Triunfo", "Palmerito de Cauto", "Monte de Dos Leguas", "San León", "La Tontina", "La Piedra", "Río Frío", "Limones" y otros.

El 9 de octubre de 1898 entra el general Pedro A. Pérez a la ciudad de Guantánamo y en un acto expresa:"Queridos ciudadanos, pueblo de Guantánamo, mis amigos todos, grande es la satisfacción que embarga mi alma al recibir prueba de vuestro afecto … cuatro años hace que abandoné la Villa, en día que aún no había sonado la voz de la independencia, impulsado a no dudarlo por la denuncia de un cubano … hoy vuelvo satisfecho de haber salido airoso de mi empresa, al verme entre vosotros, habitantes de Guantánamo, les doy las más repetidas gracias por la demostración que recibo de que les he dejado satisfechos en el cumplimientote mis deberes militares durante la pasada compaña. Esperemos ahora de la independencia; en que la fuerza de la opinión ha de sustituir a las armas".

Después de la guerra

En enero de 1899 Pedro A. Pérez es ascendido a mayor general del Ejército Libertador, a propuesta echa por Calixto García. En 1899 el general Leonardo Word, gobernador de Cuba, lo designa como Alcalde, hasta efectuar las elecciones, en las cuales queda elegido como primer alcalde después de la independencia del yugo colonial español. Una vez establecido Pedro A. Pérez se da a la tarea de fundar la junta de educación.

En su gestión como Alcalde adoptó medidas importantes como el saneamiento de la localidad, la gestión para la protección de los veteranos que fueron mutilados durante la guerra y algunos otros de beneficios popular, como la aprobación a solicitud de los obreros de que las barberías cerrarán a las 4 de la tarde, los domingos y los días festivos.

Fue electo Alcalde y reelegido en los años 1900 y 1901. Su actitud en la alcaldía levanta a su alrededor aurora de libertad, por lo que el gobernador provincial se muestra interesado en destruirlo. La respuesta de Pedro A. Pérez fue presentar su renuncia el 21 de abril de 1903, noticia que fue recibida con pesar por el pueblo. Militó en el partido político, fundado por Máximo Gómez.

En una ocasión expresó: Estoy incondicionalmente a disposición de nuestra regeneradora, al triunfo de la cual debían cooperar todos los cubanos dignos y amantes de su libertad.

En su finca de "Boca de Jaibo" , a los 70 años de edad muere el mayor general Pedro A. Pérez , el 13 de abril de 1914. La noticia de su muerte fue recibida con dolor por su pueblo, y su sepelio constituyó una muestra de duelo popular.

Muerte

Muere el 13 de abril de 1914, en la finca "Boca de Jaibo".

Fuentes

Enlaces Externos