Trinidad

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Municipio Trinidad
Información sobre la plantilla
Municipio de Cuba
Bandera de Villa de La Santísima Trinidad
Bandera

Escudo de Villa de La Santísima Trinidad
Escudo

Mapa de Trinidad
Mapa de Trinidad
Coordenadas: hasta los 21°15' de latitud norte
79°45' y los 80°07' de longitud oeste.
CapitalTrinidad
EntidadMunicipio
 • PaísBandera de Cuba Cuba
Presidente de la Asamblea Municipal del Poder PopularRamón Naranjo León
Superficie 
 • Total1467 km²
Población (2009) 
 • Total74 677 hab.
Ciudad Trinidad.jpg

Villa de La Santísima Trinidad. La ciudad de Trinidad se halla ubicada en la región central de Cuba, específicamente en el sur de la provincia Sancti Spíritus, y es la capital del municipio del mismo nombre.

La Villa de la Santísima Trinidad fue la tercera villa fundada por la Corona española en Cuba, a principios de 1514. La villa se fundó con la presencia del adelantado Diego Velázquez de Cuéllar, y fue evolucionando con rapidez, gracias a la actitud emprendedora de sus habitantes, lo cual le posibilitó ser una de las más prósperas de la mayor de las Antillas.

La labor de conservación y restauración emprendida por los especialistas de esta zona del centro sur de Cuba, y el amor que profesan a su ciudad sus habitantes, propició que sea una de las ciudades coloniales mejor conservadas no sólo de Cuba, sino también de América, e inscribirse en la Lista del Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO junto al Valle de los Ingenios en 1988, una zona donde prosperó la azúcar con la llegada de las familias Iznaga, Borrell y Brunet hacia la mitad del Siglo XIX.

Esta producción azucarera, que enriqueció a los dueños de esos ingenios, hizo que surgieran tanto en Trinidad como en el Valle, casonas y palacetes que hoy son orgullo de la cultura cubana. La fecha de su fundación se celebra cada año con una semana de la Cultura Trinitaria en Enero de 2009 se festejó el cumpleaños 495 de la ciudad.

Plantilla:Referencia

Historia

Colonia

Los primeros habitantes del territorio antes de la llegada de Cristóbal Colón pertenecían a un grupo de origen arahuaco asentado en el cacicazgo de Guamuhaya, llamado Siboney, los que practicaban como forma de subsistencia la recolección, la caza, la pesca, así como una agricultura y una cerámica muy rudimentarias, empleando conchas marinas y huesos, además de muchos adornos y pinturas.

Los archivos de la corona española testifican que el viernes 23 de diciembre de 1513 arribó Diego Velázquez de Cuéllar al río del Guaurabo cerca de Jagua en donde predijó fundar la Villa de La Trinidad, tercera fundación cubana.

Pasado el fin de año, Velázquez se trasladó a Jagua, se asentó en un cayo de la bahía al que llamó Sanlúcar y mandó reconocer los alrededores para escoger el sitio de la fundación de La Trinidad, que al fin fundó en las márgenes del río Arimao, al que encontraron muy bueno para hacer dicha fundación.

Al agotarse el oro se produce un gran despoblamiento como en el resto de la isla a finales del siglo XVI solo quedaban seis familias españolas en la comarca. Con el descenso de la población nativa comienza la importación masiva de esclavos africanos.

Francisco Iznaga, fue un rico terrateniente de origen vasco asentado en la región oriental de Cuba durante los primeros años de la colonización de la isla. Fue elegido regidor de la villa de Bayamo en 1540 fundada en 1513 por Diego Velazquez, va a ser uno de los más prominentes hacendados de la villa.

Iznaga fue origen de un poderoso linaje que se asentó finalmente en la villa. Sus descendientes defendieron la causa autonomista y la anexión a los Estados Unidos en el siglo XIX.

Durante los primeros tres siglos de la colonia, la actividad económica fundamental fue el llamado "comercio de rescate", el contrabando con los corsarios y piratas del resto del Caribe, lo que provocó muchos problemas con el gobierno central de la isla.

En los finales del siglo XVIII, se acelera el desarrollo agrícola cañero debido al floreciente comercio con el resto de las islas de la región y la entrada de gran cantidad de esclavos a las plantaciones. Lo que genera la construcción de numerosos ingenios en los valles cercanos. Las ideas de la Revolución francesa y la independencia de el resto del continente tuvieron un gran impacto en Trinidad.

Trinidad en 1840

En el censo de 1827 se empadronan en Trinidad, sólo en el área urbana, 12.543 habitantes. En esta época comienza el auge de las grandes construcciones de diversos estilos (el Palacio de Borrell, el Palacio de Iznaga, el Palacio de Don Justo Cantero, el Palacio del Conde de Brunet y el Palacio de Bécquer). Diversos consulados se asientan en la villa y es visitada por gente del mundo entero.

El esplendor duró poco, pues se basaba en dos frágiles soportes: el trabajo esclavo, que constituye un freno para el desarrollo de las fuerzas productivas del capitalismo, y por otra parte, la sobreexplotación de los suelos y de los recursos energéticos comenzaron a incidir pronto en los bajos rendimientos agrícolas e industriales, en momentos en que otras producciones azucareras como la remolacha de Europa comienzan a ocupar mercado mundial.

Se inicia así, a partir de la cuarta década del siglo XIX la decadencia de la hasta entonces floreciente ciudad, que no puede ser evitada ni aún con el proceso de modernización que algunos potentados pretenden introducir en sus ingenios. Los terratenientes emigran hacia otras regiones más desarrolladas y de mayores perspectivas como Cienfuegos, Sancti Spíritus y Puerto Príncipe.

El descenso de los precios del azúcar en el mercado mundial genera una profunda crisis en el territorio. La ciudad se encierra en un estilo neofeudal y pierde los privilegios que había ostentado. A mediados del siglo XIX la Comandancia General del Departamento es trasladada a Puerto Príncipe.

Los grandes azucareros consideran anexarse a los estados esclavistas del sur de los Estados Unidos. Se producen alzamientos como el de Isidoro Armenteros, que es aplastado por las autoridades de la colonia. La Guerra de los Diez Años iniciada por Carlos Manuel de Céspedes, llega con seis meses de atraso a la ciudad fuertemente militarizada.

Las acciones independentistas durante esta primera etapa de la lucha se limitaron a la destrucción de cafetales y plantaciones. Debido a la fuerte custodia de la ciudad, esta permaneció en lo fundamental fuera del conflicto bélico. Después del Pacto del Zanjón, durante la Tregua Fecunda que precedió a la contienda de 1895 organizada por Martí, en Trinidad se conspiraba con gran fuerza. En julio de 1895 se producen diversos alzamientos independentistas la zona como los de los generales Juan Bravo y Lino Pérez.

Luego de quedar virtualmente destruida por la guerra, con la intervención norteamericana los principales centrales de los terratenientes arruinados son vendidos a compañías de los Estados Unidos, lo que hace a la ciudad totalemente dependiente del mercado de la nación del norte.

Etapa republicana

Parque Cespedes de Trinidad durante la República Neocolonial

Esta época marcó un aislamiento mayor para la ciudad debido a la carencia de caminos y carreteras que permitieran el acceso a través de las montañas que bordean la ciudad. Esto contribuyó a que la misma, en el plano de la arquitectura, permaneciera en una especie de congelamiento que la mantuvo lejos de las influencias del neoclásico y del art decó, que inundaron La Habana o Santiago de Cuba. Debido a la fuerte pobreza la ciudad se convirtió en una de las de mayor índice de emigración, tanto interna como hacia el extranjero.

En 1936 se inicia la construcción del sanatorio antituberculoso de Topes de Collantes y luego se inician las obras para comunicar Trinidad con las ciudades del resto de la región central. Las carreteras a Sancti Spíritus (inaugurada en 1950) y a Cienfuegos (1952), garantizaron la comunicación de la ciudad por vía terrestre con el occidente y el Oriente del país.

Al llegar al poder Fulgencio Batista, se instaurara su dictaura militar comienza la etapa de la subversión y las grandes manifestaciones políticas. En 1957 se producen los primeros alzamientos de los jóvenes de la ciudad. Las acciones de las guerrillas dejan incomunicada varias veces a Trinidad con el resto del país por vía terrestre.

Revolución

La ofensiva final revolucionaria comienza el 28 de diciembre de 1958 comandada por Faure Chomón, que ocupa el aeopuerto y el ayuntamiento. Dos días más tarde se rinde la Cárcel Real, último bastión del ejército batistiano.

El dictador dominicano Rafael Leónidas Trujillo organiza una invasión, que es derrotada por las fuerzas al mando de Fidel Castro, la acción transurrió en el aeropuerto de la ciudad y fueron ocupadas numerosas armas y municiones.

Los planes para una invasión directa por mercenarios a la zona fueron conocidos años después como "Plan Trinidad". Esta supuesta invasión desembarcaría por la zona costera del sur. En ese momento se desencadenó en la montaña la lucha contra los bandidos que no eran más que opositores a la Revolución financiados por la CIA. La invasión se produce, pero a más de 200km de distancia, en Bahía de Cochinos, cerca de Playa Girón. Las cordilleras del Escambray se llenaron de los llamados "bandidos", los que cometieron decenas de asesinatos a simpatizantes de la Revolución, entre ellos muchos alfabetizadores. Una vez erradicadas las bandas de las sierras, se potenciaron diferentes proyectos de desarrollo rural, se construyen nuevas carreteras, se realiza la reforma agraria, se inauguran escuelas, hospitales, tiendas, entre otros.

En 1976 debido al proceso de institucionalización de la república se refundan los órganos locales del poder que ahora cuentan con el adjetivo de "Popular", como corresponde en este tipo de sistema. El desarrollo económico fue progresivo orientado sobre todo a la mecanización de la agricultura amparados en los subsidios de la URSS se acelera la producción mercantil en la región y se comienza a invertir en la minería. Desde la década de 1980 se comienza a prestar atención al turismo con lo que empieza la restauración de las pricipales obras patrimoniales.

En 1988 el centro histórico de Trinidad y el Valle de los Ingenios son declarados por la UNESCO Patrimonio Cultural de la Humanidad. El Periodo especial sorprende a Trinidad encaminada a la construcción hotelera y de servicios por lo que solo afectó a la agricultura y a la producción mercantil que disminuyó. El boom del turismo y la apertura llegaron en los años 1990, como en el resto de la isla. Se edificaron numerosos hoteles, restaurantes y centros de servicios especializados, el ecoturismo en las montañas cercanas despegó al final del decenio.

En 1998 se funda la Oficina del Conservador de la Ciudad de Trinidad bajo la dirección de Roberto López Bastida, entidad con personalidad jurídica propia subordinada al Consejo de la Administración Municipal, que se apoya en el financiamiento de las diversas agencias turísticas-hoteleras y el resto de las empresas que radican en el municipio, lleva adelante los planes de restauración y conservación de la ciudad y el Valle de los Ingenios.

Características

Artículo Principal: Geografía de Trinidad

Situación geográfica

Se extiende desde los 21°05´ hasta los 21°15´ de latitud norte, y entre los 79°45´ y los 80°07´ de longitud oeste. Por la ciudad de Trinidad pasa el meridiano 80° oeste de Greenwich. Por su eje más ancho de oeste a este, entre las montañas de sitio La Rosa en el límite con Cienfuegos y las montañas de Ciego Ponciano, en el límite con el municipio Sancti Spíritus, el municipio mide unos 45 km, y por su parte más ancha de norte a sur, desde el puente sobre el río Seibabo, en el límite con el municipio de Manicaragua, hasta la Punta Manatí, en la desembocadura del río Agabama, mide unos 40 km.

Trinidad limita al norte con los municipios de Fomento, Sancti Spíritus y Manicaragua, Villa Clara; al sur con el Mar Caribe; al oeste con el municipio Cumanayagua, Cienfuegos y al este con el municipio cabecera de la provincia de Sancti Spíritus.

Litoral

El litoral trinitario posee más de cuatro kms de finas arenas en la zona oriental de la península que tiene el mismo nombre de la playa: Ancón. La playa María Aguilar, en la parte occidental, tiene una extensión de unos 500 metros de arena, con un hermoso segmento de costa, caracterizado por ser íntimo y apacible. A sólo unos metros de la orilla pueden apreciarse extraordinarios fondos marinos.

Hacia el sur, el municipio tiene 62 km de costas al Mar Caribe, en las cuales se distinguen dos tramos bien diferenciados. De oeste a este, desde la desembocadura del Río Cabagán en el límite con la provincia de Cienfuegos, hasta la Punta de María Aguilar, en la Península de Ancón, existen cerca de 16 km de costa alta, en ocasiones acantilada, donde predominan los arrecifes o seborucos costeros, sujetos a los procesos abrasivos.

Desde la Punta de María Aguilar hasta la desembocadura del río Higuanojo, en el límite con Sancti Spíritus, a través de 46 kms, la costa es baja, pantanosa, arenosa, con características biogénicas y deltaicas en algunos tramos. A lo largo de la misma predominan los procesos acumulativos.

Relieve

En el relieve del municipio se distinguen dos grandes estructuras: hacia el norte, la zona de montañas y premontañas fuertemente diseccionadas que componen las Alturas de Trinidad, pertenecientes al Macizo de Guamuhaya, e históricamente conocidas como las Montañas del Escambray, aunque la verdadera Sierra del Escambray se ubica al norte del macizo, en el territorio de la provincia de Villa Clara. Esta zona montañosa abarca más del 70% del área total del municipio.

La altura de estas montañas oscila entre los 400 y los 800 msnm, y muestran laderas abruptas con pendientes inclinadas que dificultan el acceso. La máxima altura es el Pico Potrerillo, al sudeste de Topes de Collantes, que alcanza los 931 msnm. Una forma particular del relieve, existente tanto en las montañas como en las alturas monoclinales del sur y el tramo costero del oeste, lo constituye la topografía cársica, que alcanza sus mayores manifestaciones en el sistema de cuevas del Valle de La Cantoja, al norte de la ciudad, algunas de las cuales tienen galerías que sobrepasan los 500 metros.

Clima

Las condiciones climáticas del municipio están determinadas por su latitud (en la zona tropical), su posición geográfica (en la costa sur de la región central de la isla), así como por su relieve (llano hacia el sur y que se eleva hasta formar las premontañas y montañas fuertemente diseccionadas del norte). La combinación de estos factores provoca diferencias en el régimen de temperaturas y precipitaciones, no sólo estacionalmente, sino también entre las zonas montañosas y del llano.

Las temperaturas medias del aire en la llanura son de 26 a 28 °C en el verano, y entre 22 y 24 °C en el invierno. En las montañas, estos valores son de 5 a 6 °C inferiores como promedio. No obstante, en la propia estación meteorológica de Trinidad se han registrado valores extremos, tales como los 37 °C a la sombra el 30 de mayo de 1992, y sólo 7 °C en el invierno, el 20 de enero de 1977.

Las precipitaciones también reciben una marcada influencia del relieve, alcanzando valores mínimos hacia la zona costera, donde caen entre 700 mm y 1000 mm de lluvia como promedio. Estas cifras se van incrementando paulatinamente hacia el norte, llegando a registrarse en las zonas montañosas de 1800 mm a 2200 mm de lluvia como promedio.

En la ciudad, el promedio histórico anual de lluvias es de 1368,4mm. Junio es el mes en que más llueve, con valores promedio de 273,9 mm, y enero el mes en que menos llueve, con sólo 16 mm como promedio.

Hidrografía

En el municipio existen tres de las nueve zonas hidrográficas de la provincia de Sancti Spíritus. La Cuenca o Zona de Trinidad, con un área de 220,7 km está compuesta por el conjunto de pequeños ríos que desembocan en el tramo costero al oeste de la ciudad: Cabagán, Guanayara, Cañas y Guaurabo, este último con sus afluentes Táyaba, Caballero y la Pica Pica. Son todos ríos cortos, que se alimentan de las lluvias que caen en las montañas de los alrededores de Topes de Collantes, y que crecen rápidamente, disminuyendo su caudal con igual rapidez.

La cuenca del Agabama, que atraviesa el municipio por su centro, de norte a sur, tiene un área de 1069 Km.² , parte de la cual se encuentra fuera del territorio de Trinidad. A la misma pertenece el río principal, el Agabama, que corre en sentido meridiano por más de 105 km, el cual cambia su nombre por el de Manatí desde su confluencia con el río Ay hasta su desembocadura, así como los ríos Jibacoa y Caburní, cuya confluencia forma el río Ay, y el río Caracusey con su afluente Unimazo. Todos ellos tributan al cauce principal Agabama Manatí, al igual que un sinnúmero de arroyos y cañadas que se originan en las montañas y que alimentan al Agabama y sus afluentes, conformando una tupida red hidrográfica en la cuenca, muy activa sobre todo en el período lluvioso.

Suelos

La roca madre: calizas cristalinas, esquistos micáceos y arcillas del Jurásico inferior y medio; que han sufrido un intenso metamorfismo, unido a otros factores como el relieve, el clima, los agentes erosivos, han determinado en el municipio la existencia de suelos pardos con carbonatos típicos, húmicos calcimórficos esqueléticos y poco evolucionados y productivos, en un 60% del área. Coincidiendo con la zona de montañas y premontañas, estos suelos de perfil poco profundo, sólo son aptos para la ganadería, el café y las especies forestales.

Los suelos originados por planos aluviales recientes, generalmente con un basamento calcáreo, con un drenaje desarrollado, típico en los valles de Santa Rita, San Luis y del Agabama, presentan mejores características para la agricultura presentan una variada composición loam-arcillosa-arenosa fina que los hace medianamente productivos y muy productivos en pequeñas áreas.

Flora
Pino macho o Pinus caribaea

En la zona montañosa la vegetación predominente es seminatural, debido a que ha sido replantada en su mayoría, conformada por bosques, matorrales y herbazales, aunque en Topes de Collantes, encontramos bosques mesófilos submontanos, siempre verdes y semideciduos o de hoja semicaduca. En estos abundan el pino macho (Pinus caribaea), el eucalipto (Eucalyptus saligna), el mantequero (Magnolia cubensis) y el cuajaní (Prunus occidentalis).

Esta tupida flora alterna con las plantaciones de café (Coffea arabica), cultivadas a la sombra de las albizias (Albizia berteriana), casuarinas (Casuarina fraseriana), guamos (Inga vera) y pinos entre otras especies.

Hacia el centro, ocupando los valles y la llanura, existe una zona de vegetación cultural, con cultivos y focos de pastos y de vegetación secundaria, bordeado a su vez por una zona de pastos con focos de cultivos, sabanas naturales y pastizales que llegan hasta el borde de la costa. En los alrededores de la desembocadura del Agabama-Manatí, la vegetación es de ciénaga típica y de manglares, que alteran con áreas de manigua costera.

Fauna

El municipio de Trinidad pertenece al distrito ecológico Cuba Central, dividido en dos subdistritos: Guamuhaya y la Costa de Cienfuegos a Trinidad. Con una rica fauna compuesta entre otros por especies de invertebrados, peces, anfibios, reptiles, aves y mamíferos, algunos de ellos endémicos o con características únicas, como es el caso de la más pequeña de las aves: el zunzuncito (Mellisuga helenae), el más pequeño de los anfibios: el sapito (Sminthillus limbatus), o uno de los mamíferos más pequeños: el murciélago mariposa (Natalus lepidus). Las cotorras (Amazona leucocephala),pericos (Aratinga euops), y carpinteros (Colaptes ferdandinae), y los tomeguines del pinar (Tiaris canora) son las aves más abundantes.

Cuevas

Las cavernas ofrecen gran interés. En una de ellas se halla la mayor estalagmita del mundo, con más de sesenta metros. En muchas de ellas han sido encontrados restos de asentamientos indígenas que pueden estudiarse en el museo de arqueología de la ciudad.

Desarrollo social

Demografía

La ciudad está habitada por varios grupos raciales. En el censo oficial de población efectuado en el año 1981 habitaban en el municipio 65.634 habitantes, de los cuales 42.312 eran blancos, 11.480 negros, 11.742 mestizos y 100 asiáticos.

Los índices de natalidad y mortalidad de las últimas décadas de la centuria pasada, arrojan un crecimiento natural promedio de alrededor de 300 habitantes por año.

El grueso de la población al finalizar el siglo XX (51 894 habitantes para un 72%), habitaba en cinco asentamientos urbanos: la ciudad cabecera (38.318 habitantes), y en cuatro asentamientos menores: Casilda, Topes de Collantes, Condado y la Comunidad Alberto Delgado de San Pedro. El 27,8% de la población habita en zonas rurales, distribuida en 24 asentamientos con más de 200 habitantes y 27 asentamientos con menos de esa cifra. Existe también una minoritaria cantidad que vive en zonas aisladas.

La población se encuentra muy desigualmente distribuida en el territorio. Las franjas norte y sur, de relieve montañoso y de llanuras costeras bajas respectivamente, están relativamente despobladas, y la población se concentra hacia la faja central de este a oeste, coincidiendo con el eje vial principal, así como con la ciudad cabecera. La densidad demográfica promedio es de 62,1 hab./km² aunque esta cifra llega a 6.698 hab./km² en el Reparto Armando Mestre de la ciudad, y en muchas zonas montañosas no rebasa la de 1 hab./km² . Al realizar un análisis por sexo, existe un ligero predominio de los varones (36.637 habitantes) sobre las hembras (35.139 habitantes), lo cual se acentúa en las zonas rurales, donde habitan 10.703 masculinos y 9.179 femeninos. Sin embargo, en las zonas urbanas las féminas constituyen una ligera mayoría (25.960 f. y 25.934 m.)

La pirámide de edades de la ciudad cabecera del municipio muestra que el mayor número de personas está comprendida entre los 25 y los 29 años (7 845 habitantes), y entre los 30 y 34 años (7 460 habitantes). En estos dos grupos de edades se concentra el 21,3% de la población total.

En las últimas décadas se ha manifestado un decrecimiento de las tasas de natalidad, lo cual unido al incremento de las expectativas de vida, conducen a un paulatino envejecimiento de la población. Una muestra de ello es que existen en Trinidad más personas mayores de 65 años (6.947 habitantes) que niños menores de 5 años (4.773 habitantes), y esta tendencia continúa.

Vivienda

El fondo habitacional del municipio es de 20.990 viviendas (2008), (18.768 casas, 2.162 apartamentos y 60 bohíos y otros tipos) con una densidad de 16,92 viviendas por km². El índice ocupacional promedio es de 3,37 habitantes por vivienda. De ellas 13.650 están en buen estado, 5.262 regulares y 2.078 en mal estado. Aún existen en el municipio 2.067 viviendas cuyos pisos son parcial o totalmente de tierra.

Después se de la recuperación económica de los 2000 se repararon muchas viviendas y se construyeron nuevos asentamientos en Los Cocos, Casilda o La Palomita, con algunas dificultades en la construcción, lo que ha provocado numerosas quejas de los vecinos.

En la ciudad de Trinidad existen 9.852 viviendas ubicadas en el área residencial que se extiende por 430 ha. La expansión urbana se realiza sobre todo hacia el sur buscando el mar y las playas con nuevos barrios residenciales.

El 52% de las viviendas de la ciudad están consideradas en buen estado constructivo (5.116 viviendas), el 40% en regular estado técnico (3.973 viviendas) y el 8% en mal estado (763 viviendas). En la ciudad, 3.155 viviendas son de mampostería con cubierta de placa; 5.919 son de hormigón o mampostería con techo de tejas: 124 con paredes de hormigón o mampostería con techos de fibrocemento, planchas o fibroasfalto, y el resto de las edificaciones construidas con otros materiales. El 80% de estas se halla en el centro histórico. Muchos ciudadanos arrendan sus viviendas sobre todo a turistas internacionales, estos ingresos contribuyen a elevar el nivel de vida de la ciudad.

Los huracanes frecuentes afectan muchas de las casas que están en mal estado, por lo que el gobierno municipal debe erogar grandes gastos cada vez que termina la temporada ciclónica.

Características de los trinitarios

La ciudad de Trinidad tiene infinidad de opciones para el viajero, pero su más valioso encanto radica en la contemplación de ese universo y del hombre que la habita. Las calles, plazas y antiguas edificaciones de su Centro Histórico, el conjunto colonial mejor conservado de Cuba, es un museo a cielo abierto, al que la gente está culturalmente integrada a pesar de vivir en los albores del siglo XXI. Transitando por sus callejuelas empedradas no será extraño encontrar hombres a caballo, lugareños que trasladan mercancías a lomo de mulos o carruajes que alquilan los turistas para transportarse en el tiempo, como soñaba Julio Verne, lo que le imprime a la ciudad una atmósfera maravillosa por su encanto primitivo, del que no pueden sustraerse, ni siquiera los compatriotas de otras ciudades.

La gente es amable y sencilla, dispuesta a confraternizar con el visitante, cuando lo encuentra en las calles o cuando toca a su puerta, pues el trinitario es famoso por ser excelente anfitrión, ya que parece experimentar placer cuando responde una pregunta del forastero extraviado o lo recibe en su casa, para brindarle su tiempo o compartir su mesa. El le hará partícipe de su mundo, le presentará a los suyos, le informará de su modestia vida o de fabulosas leyendas de esclavos, piratas y románticos bandoleros, de tesoros que aún hoy se buscan en los muros de mampostería o en olvidados patios coloniales. De seguro le hablarán allí de un pasado lejano del que aún se conservan verdaderas reliquias, heredadas de sus antepasados, pero también puede que le muestren un huerto en el traspatio, tan importante en muchas casas trinitarias, donde probablemente la familia criará animales, que le permitan hacer más variada su dieta y menos difícil la dura experiencia de estos tiempos, que no han podido modificar su conducta campechana y franca, generosa y comunicativa.

Tal vez algún miembro de la familia sea un experimentado artesano que trabaje la cerámica, teja la fibra vegetal, llamada comúnmente << guano >> o confeccione objetos textiles, como pañuelos, mantas o vestidos, con las antiquísimas técnicas del bordado manual o el tejido de malla, randa, bolillo o frivolité, que tienen aquí una larga y rica tradición, justificada por la carencia de empleo en una zona que sufrió el aislamiento de más de un siglo. Si encuentra al trinitario en la calle notará que su lento caminar se interrumpe aquí y allá para saludar a un coterráneo o para comprar cualquier cosa que deposita en su << jaba >> de guano, su inseparable compañera. Uno de los entretenimientos preferidos de los habitantes de la ciudad es la exhibición y competencia del trino de pájaros en las calles. Entre los meses de enero y junio se dan cita decenas de criadores de sinsontes, negritos y tomeguines, en ciertos lugares de la ciudad, con el fin de establecer, mediante prueba pública, cuales son los mejores ejemplares.

Según algunos especialistas la calidad del trino se demuestra, en medio del contrapunto de las aves, por la duración, intensidad y frecuencia del canto. Algunos de estos pequeños artistas alcanzan precios fabulosos entre los aficionados a este curioso pasa tiempo. En muchas ciudades cubanas pasear en los parques, a la orilla del mar o por las zonas comerciales es un entretenimiento tradicional, pero si algo llama la atención a los visitantes de Trinidad es la antigua costumbre local de sentarse en los quicios y las aceras, donde se instalan sillas y sillones y las familias conversan con sus amistades o simplemente con los transeúntes. Para muchos jóvenes el Parque Céspedes y sus alrededores es el punto de reunión favorito. Allí se agrupan para conversar o caminar por el área. La intersección de las calles San Procopio y Jesús María, el lugar más concurrido del parque, es durante el día escenario de enconadas discusiones sobre temas deportivos, por lo que es conocida como La esquina caliente.

Al caer la tarde el Parque vuelve a llenarse de gente joven que conversa en grupos o simplemente pasea. Después de las diez de la noche los jóvenes acuden a los centros nocturnos cercanos, como la Fonoteca y la Casa Artex. No es raro encontrar, tanto de día como de noche, en medio de la calle o en un parque, grupos de vecinos que juegan al dominó, entretenimiento muy popular en todo el país, al ajedrez u otros juegos de mesa, con el desenfado y libertad de quienes se sienten propietarios de la vía pública, pues por lo regular, cuando hay mucho calor solo se calzan sus chancletas y algún pantalón corto o short.

En fechas festivas, como en los carnavales, en la Jornada de la Cultura y en las principales efemérides patrióticas tienen lugar fiestas populares, que en Trinidad tienen como rasgo distintivo la presencia de numerosos campesinos de los alrededores, que visitan la ciudad en sus cabalgaduras. Cabe destacar que en la Jornada de la Cultura y en los Carnavales cientos de estos jinetes participan en competencias de gran colorido y rescatan valiosas tradiciones de la cultura local.

Educación

La ciudad posee con 5 Círculos Infantiles (entre ellos se encuentra el Círculo Infantil Guerrillerito del Escambray, segundo creado en la ciudad), 69 escuelas de primaria, 4 escuelas de enseñanza especial, 2 secundarias básicas en el campo, 4 secundarias básicas urbanas, 4 centros politécnicos (Economía, Agronomía, Informática y Enfermería), 2 escuelas de Oficios, 1 instituto preuniversitario, 1 escuela de artes, 4 facultades obrero campesinas, 1 escuela superior de hotelería y turismo, una sede universitaria para la formación de licenciados en educación y una facultad universitaria de agronomía de montaña.

Facultad de Agronomía

Desde 1993 existe en un lugar llamado El Castillito en Topes de Collantes, la Facultad Agropecuaria de Montaña del Escambray (FAME), universidad subordinada al Centro Universitario de Sancti Spiritus. En este centro se forman ingenieros agrónomos especializados en los cultivos propios de las elevaciones tropicales: el café, el cacao y los forestales la futura fuerza de trabajo calificada no sólo del municipio de Trinidad, sino también de los municipios montañosos de las provincias de Sancti Spíritus, Cienfuegos y Villa Clara.

Escuela de turismo

La escuela de hotelería y turismo situada en La Media Legua, brinda los estudios a los futuros profesionales de las diversas franquicias del Ministerio del Turismo. Aquí trabajan 86 trabajadores, de los cuales 57 son profesores de las diversas asignaturas y especialidades. Desde su fundación, la escuela ha graduado 737 estudiantes: 60 en la especialidad de Dirección y Mando; 125 de Idiomas; 213 en cursos de superación piramidal modular (cocineros, luncheros, camareras, recepcionistas, etc) y 200 en cursos de secretariado y gestión administrativa.

Además, la escuela posee el nivel necesario que la acredita como un centro de enseñanza superior. En la misma han recibido cursos de superación los cuadros dirigentes del Partido y del Gobierno, así como los directivos de las diferentes empresas. 139 compañeros en total han cursado estudios de postgrado.

Universidad Empresarial

Trinidad cuenta con una oficina de cooperación Universidad –Empresa, se facilitan, profesionaliza la comercialización de servicios, productos y tecnologías de punta, productos de las investigaciones de los centros del Ministerio de Educación Superior, y en particular de la Sede Universitaria de Sancti Spíritus. Este trabajo se realiza de forma mancomunada con la agencia de viajes “Universitur S.A.”, la Sociedad Mercantil Comercial “Mercadú S.S.” y la Empresa de Producciones y Servicios del Ministerio de Educación Superior (ENPSES).

Sede Universitaria

Cuenta también con la Sede Universitaria Municipal Julio Antonio Mella, que tiene en su curriculúm diversas carreras como: Estudios Socioculturales, Derecho, Comunicación Social, Psicología, Ingeniería Industrial, Contabilidad y Finanzas e Ingeniería Agroindustrial.

Asimismo, Trinidad dispone de una filial de la Facultad de Ciencias Médicas, donde se estudia Estomatología,Medicina, Enfermería y varias carreras en el ámbito del Instituto Superior Pedagógico, para preparar los futuros maestros licenciados para diversos niveles de enseñanza y un cuarto Centro Universitario, adscripto al Instituto Superior de Cultura Física, donde se forman profesionales entrendores y deportistas de alto rendimiento.

Cultura y Tradición

Fiestas tradicionales

La Candelaria es una fiesta tradicional que se celebra entre la población campesina, se efectúa el 2 de febrero en el poblado de Condado,es de origen canario y con basamento en la fe católica. su celebración consiste en una gran feria donde se ofertan productos de todo tipo: artesanales, industriales, comidas, bebidas. Se realizan procesiones, bautizos colectivos, fiestas particulares, juegos de azar, y peleas de gallos, que en la actualidad están pohibidas.

San Blas,esta fiesta se realiza el día 3 de febrero en el poblado de Caracusey con idénticos antecedentes y características que La Fiesta de la Candelaria.

La Cruz de Mayo, fiesta, celebrada en la comunidad de San Pedro del Palmarejo, se basa en el antiguo mito que decía que si el santo era sacado a la calle en procesión termonaría la sequía y comenzarían las lluvias. Tiene las características de las fiestas campesinas cubanas con mucha comida y ron en abundancia.

San Juan (carnaval), son las fiestas populares con mayor vigencia y las más celebradas en Trinidad. Tiene origen en la Madre patria.En Trinidad al principio se celebraban los días de Carnestolendos o Triduo en el mes de febrero, esto cambió por problemas en la zafra y se decidió pasarlo a junio. El 30 de mayo  se celebra el San Fernando, una especie de Halloween antillano donde todos se disfrazan. entre Entre el 12 y el 21 de junio se celebran las fiestas de San Antonio a partir de 1820,las fiestas sanjuaneras quedaron oficialmente dentro del período comprendido del 30 de mayo al 30 de junio, pero algunos pobladores extienden sus fiestas hasta el Santiago y Santa Ana los días 25 y 26 de julio.

Día 30 de mayo: Disfraces, bailes y presentación de los aspirantes a Reina y Damas (actualmente Estrellas y Luceros)

Día 12 de junio: Procesión del cabildo de San Antonio hasta la Iglesia de San Francisco de Paula para dejar la imagen allí toda la noche (actualmente toque en el cabildo víspera del Santo Patrón).

Día 13 de Junio: Procesión hasta el cabildo para comenzar el toque hasta el día 21. Durante todo el día salida de la culebra por los diferentes barrios de la ciudad. Actualmente realización del novenario del cabildo.

Día 20 al 22 de junio:Baile para ofrecer los resultados del escrutinio o resultado de la elección de la Reina y sus Damas.

Día 24 de julio. Día de San Juan: Ceremonia de coronación de la Reina y las Damas, durante esos días había desfiles de carrozas y comparsas, casitas criollas, competencias, juegos, disfraces, etc, incluyendo los diferentes concursos.

Día 29 de junio: Día de San Pedro: Concursos de carrozas, comparsas, disfraces, amazonas, carrozas artísticas, máscaras jinetes y bailes. Las diferentes comparsas de animación que recorrían las calles eran las siguientes (durante el día).

- Comparsas de los pitos ( pitos de caña brava) - Taita La Lanza ( sátira a la corrida de toros ) - La Culebra - El Gallo y la Gallina

Hoy en día se desarrolla una temporada sanjuanera que comienza el 30 de mayo (día de San Fernando) y se extiende hasta el 6 de junio  que culmina con el baile de la galleta.

El Corpus Christi

Quizás la manifestación cultural más antigua de que se tiene noticias data de la tercera decada del siglo XVIII y está vinculada a la festividad del Corpus Christi, según se expresa en auto de visita a la Parroquial Mayor de Trinidad por el Obispo de Cuba, Diego Evelino de Compostela. Las fiestas del Corpus son anteriores a las procesiones de la Semana Santa y se celebraban con actos religiosos y profanos. Una de las costumbres consistía en el recorrido por las calles, delante de la procesión, de los “diablitos”, de los “gigantes” y de los “griegos”, personajes de túnica y enorme máscara, que fueron tomados directamente de la comedia griega. Otros elementos se anticipaban al paso de la procesión.

La “tarasca” era una versión medieval de las fuerzas del mal, que escupía humo y fuego; mitad sierpe, mitad mujer, debía ser conducida en un carro de tracción animal y llevaba sobre sí a la “tarasquilla”, figura femenina vestida a la última moda, que se hacía acompañar por el “tarascón”. Otros personajes eran los “montezumas” o “diablitos blancos” y los “diablitos negros”, que usaban espadín de madera, careta puntiaguda y vestido muy ceñido de varios colores, del cual colgaban cintas con campanitas. Usaban un rabo en forma de látigo, confeccionado con vejigas, con el cual azotaban unos a otros. Durante el Corpus y su Octava actuaban en las calles y hacían visitas a las casas, en medio de muecas y contorsiones. Mientras hacían sonar los tambores y ejecutaban danzas de origen africano, estos personajes “pasaban el cepillo”, como medio de obtener alguna ganancia.

La Real Disposición de fecha 10 de abril de 1772 prohibió este tipo de manifestación profana pues argumentaban que “...semejantes figurones servían de befa para aumentar el orden y distraer o enfriar la devoción de Su Majestad Divina”. El Corpus se suspendió abruptamente en 1784 y no reapareció hasta 1815, etapa en la que surgió el Carnaval Trinitario. La Iglesia se vio liberada de estas celebraciones profanas, que fueron trasladadas para el 13 de junio, festividad de San Pedro y San Pablo apóstoles. Las fiestas de la noche de San Juan, que se efectuaban el 24, con sus candeladas y romerías, coincidieron con estas actividades.

La comparsa de La Culebra, de pura actuación teatral, por el uso de la mímica y el monologo acompañado de coro, abría el Carnaval el Día de San Antonio y la escenificación de “Taita la Lanza”, especie de toreo negro, sátira de las corridas, tan impopulares en Cuba, también hizo aparición en estas festividades. Estas ricas manifestaciones de la cultura popular han sido rescatadas y sus continuadores tienen ocasión, en las fechas marcadas por la tradición, de revivirlas con el mismo esplendor de que hicieron gala sus ancestros.

Cestería

Tejido de Jarey

Un ejemplo del rescate y florecimiento de las tradiciones artesanales lo constituye Trinidad, ciudad Patrimonio de la Humanidad desde 1988, donde más de mil artesanos trabajan la cestería y otras artes manuales heredadas de sus antepasados. La cestería, una de las más auténticas formas de la artesanía popular tradicional, ha cobrado vida gracias a las posibilidades de una rica naturaleza proveedora de excelentes fibras vegetales con las que se confeccionan ánforas, cestos y muebles, mientras que variedades como el macusey, el tibisí, la malangueta y la yagua son empleadas en jabas, cesteras y paneras.

En la llamada ciudad Museo del Caribe también se pueden encontrar los famosos juguetes tejidos, una expresión muy local de la cestería inspirada en el entorno urbano y las inconfundibles pamelas trinitarias, confeccionadas con yarey y guaniquiqui por estos incansables artesanos. A esto se suma la utilización de las agujas en el tejido, las cuales todavía sobreviven en diversas ciudades como La Habana, Trinidad, Holguín y Matanzas y la realización de hermosos bordados con incrustaciones textiles, aplicados a la ropa femenina, a la de cama y a la mantelería. Es tan amplia la cultura artesanal de la Isla que abarca trabajos de temática campesina con ceras, piezas figurativas con yarey, encajes con hojas de todos tipos, las tallas en madera, la arcilla en la elaboración de diversos objetos utilitarios y decorativos, y la pintura primitivista, llamada naif, cultivada en toda Cuba.

Teatro en Trinidad

Las primeras manifestaciones teatrales conocidas se remontan al año 1778 y los integrantes del colectivo de teatro eran personas de elevado rango social, que realizaban las presentaciones en patios y salones de casas particulares, por no contar con locales destinados a estos fines. La primera sala de teatro de que se tiene información surge en 1821, pero no es hasta 1827 cuando aparece una sala teatral con programación estable en la calle Gloria, cuyo local fue destruido por una tormenta en 1837. El teatro Brunet, el más famoso de todos, que fue inaugurado el 25 de diciembre de 1840 por el Conde Brunet, se convirtió en el centro de la cultura trinitaria hasta el mes de marzo de 1901, fecha en que se derrumbó su techo.

En este escenario actuaron cientos de figuras claves del mundo artístico de Cuba, como los Armenta, los Robreño, Adelina Valti y Juventino Rosas. Actualmente se conserva sólo la fachada, en la calle Gutiérrez entre Rosario y Desengaño, de la que fue una de las más importantes instituciones teatrales del país. Aunque la ciudad nunca ha contado con agrupaciones de teatro profesional, siempre la actividad dramática ha tenido un espacio en el gusto del público local, bien con las representaciones de grupos de otros lugares del país y del extranjero, entre los que cabe destacar las ricas temporadas del Grupo Teatro Escambray, bien con los grupos de aficionados organizados por las instituciones culturales del territorio.

Artes Plásticas

Ya en el año 1700 se tienen noticias en Trinidad de un maestro pintor llamado Dionisio Sanding-Cano, cuya obra fue muy comentada. En 1732 se estableció en la ciudad el pintor Andrés Solano, oriundo de la isla de Santo Domingo, a quien se le atribuyen “Las cuatro efigies de los reyes para la jura de Carlos IV” y el retoque del “Cuadro del altar principal de la Parroquia Mayor”. En el templo existe la imagen de un purgatorio que data de 1815, donde se aprecia una pintura primitiva atribuida al mulato José María Talladero. En la segunda mitad del siglo XIX se destacan el retratista Carlos Gian y el paisajista Manuel Hernández de Rivera y desde finales de la centuria hasta bien entrado el siglo XX el polifacético Antonio Herr y Grau y el pintor popular Antonio Zerquera, con una nutrida obra en la que predomina el paisaje urbano.

Desde los años sesenta se da a conocer en todo el país y en el extranjero la labor del pintor primitivo Benito Ortiz Borrell, un anciano cartereo, que una vez jubilado, sintió la necesidad de describir el mundo que le rodeaba y lo expresó con tal vitalidad y fantasía en sus dibujos y pinturas, que hoy, una década después de morir, su obra es considerada Patrimonio Nacional. Juan Oliva, anciano carpintero, también desaparecido hace varios años, hoy tiene un espacio en el Museo Nacional, pues sus esculturas abordan con fuerza, misticismo e ingenuidad, el mundo de la fauna local y los personajes típicos de su ciudad. Actualmente Trinidad cuenta con un numeroso grupo de creadores en el campo de la plástica, con preparación académica y resultados, que se reflejan en los concursos y otros certámenes provinciales y nacionales, así como en la demanda de su obra, entre los que cabe mencionar a Víctor Echenagusía, Daniel Acebo, Luis Blanco, Carlos Mata, Elio Vilva, Orestes Arocha, David Gutiérrez y Carlos Jiménez.

En la pintura primitiva los ejemplos contemporáneos de más relevancia son los de “Abelito”, “Cornelio”, “Coa” y William Saroza. En Trinidad radica la Escuela Profesional de Artes Plásticas, que forma el talento de las provincias centrales. Las obras de muchos de sus egresados y de otros artistas de todo el país, se exhiben y comercializan en las galerías de la ciudad.

Arte de Barro

Corría el año 1892 y en los límites de la villa en uno de sus barrios más alejados, un inmigrante español le enseñó con paciencia, el arte de la alfarería a un joven de apellido Santander. Así surgió aquella primera instalación que se anunciaba con el flamante nombre de Taller Santander. Fábrica de obras huecas y materiales de construcción. En un principio, su producción fue decisiva para proveer a la próspera villa de tejas, ladrillos y cal. Surgió también de esta forma, el nombre de aquel barrio, al que se le llamó Los Hornos de Cal.

Taller de barro Santander

Con el tiempo el Taller Santander incluyó entre sus piezas jarrones, tinajas, filtros para agua y macetas, logrando una variada producción de gran demanda entre los habitantes de la villa. La familia Santander, con sus talleres propios, se mantiene como la de más antigua tradición en la alfarería trinitaria. De una generación a otra pasaron los secretos de trabajar con el barro en el torno, para lograr disímiles objetos utilitarios y decorativos. Neidis (Coki) Mesa Santander es la única mujer, entre los suyos, que se ha dedicado a trabajar la alfarería. Desde los cinco años aprendió con su abuelo, cómo moldear el barro en un pequeño torno que su padre diseñara exclusivamente para ella. Su taller, bajo el nombre de Cerámicas Coki, se ha especializado en hacer murales de cerámica, trabajos a bajo relieve, bruñidos a mano y con óxidos metálicos, platos con decoraciones precolombinas, reproducciones de fachadas y calles trinitarias, objetos decorativos y utilitarios y piezas únicas, entre otros formatos diversos.

Coki Santander es miembro de la Asociación Cubana de Artesanos y Artistas (ACAA) y de la Asociación Hermanos Saíz, organización que agrupa a los jóvenes artistas de todo el país. Sus piezas se comercializan a través del Fondo Cubano de Bienes Culturales, la Agencia ARTEX y diferentes galerías en Trinidad. Algunas de sus piezas se encuentran en colecciones privadas, tanto en Cuba como en el extranjero. Su obra se ha expuesto en importantes eventos nacionales e internacionales, como son La Feria de Milano, en Italia, y el Festival del Viento, en Holstebro, Dinamarca. En Trinidad, el visitante interesado en la cerámica puede acudir al Taller Cerámicas Coki, para observar de cerca el trabajo de esta joven artista en una salón expositivo de su obra, que posee en su propia casa. El Taller también brinda clases para principiantes y aficionados en la alfarería.

Salud

El sistema de la salud está integrado por una dirección municipal a la cual se subordinan 1 hospital clínico quirúrgico, 3 hospitales rurales, 2 policlínicos, 1 clínica estomatológica (con 34 sillones en ubicados en varias comunidades, incluyendo uno móvil), 1 hogar materno, 1 hogar de ancianos, 1 clínica internacional para atención a turistas, 2 puestos médicos, 133 consultorios del Médico de la Familia, 1 unidad de control de ambulancias con 16 vehículos, 20 farmacias (12 comunitarias, 2 pilotos y 6 especiales), 1 óptica, 1 laboratorio de medicina verde y 1 centro de Higiene y Epidemiología.

Las enfermedades que más incidencia tienen en la población trinitaria son, en primer término, las cardiovasculares, entre ellas la hipertensión arterial, la diabetes mellitus y el asma bronquial. No obstante, los diversos programas que desarrollan los trabajadores de la salud en el territorio ha permitido mantener indicadores de morbilidad en los parámetros normales. Dentro de esos programas se sigue con especial atención el Programa de Salud Materno Infantil (PAMI), a través del cual se da seguimiento y atención priorizada a las mujeres desde la detección de su embarazo hasta el nacimiento del hijo y posteriormente a los primeros años de vida del mismo.

El resto de los programas son el de enfermedades transmisibles, el transporte sanitarios, el programa de atención al adulto mayor, el programa de atención hospitalaria, el sistema integrado de urgencias médicas (SIUM), las enfermedades no transmisibles, el programa de producción de medicamentos, la atención primaria de salud, el programa de la sangre y el de atención estomatológica.

En Trinidad durante el año 2000 existió una tasa de mortalidad infantil de 4,4 fallecidos por cada 1000 nacidos vivos, la más baja en la historia de la salud pública en el municipio. En las zonas montañosas del Plan Turquino no ocurrieron fallecimientos de niños menores de un año. Tampoco ocurrió en el municipio ningún fallecimiento materno. En el 1er semestre del año 2001 la tasa de mortalidad infantil se comporta a 5.1 por cada mil nacidos vivos.

El grupo básico de trabajo de la Salud, compuesto por varios especialistas de las especialidades no básicas, visita sistemáticamente las comunidades y de esta forma se logra acercar aún más los servicios de salud a la población. Se ha logrado vacunar al 95% de la población con riesgo de leptospirosis. Durante el año 2000 se presentaron 2 casos de tuberculosis y 2 en el 1er semestre del año 2001. El índice de infección intrahospitalaria está por debajo de un 4% de los ingresados. Existen en el municipio 5 enfermos del síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA) y hubo un fallecido por este concepto en el año 2000.

El programa de atención primaria ha permitido que las consultas externas en hospitales se hayan reducido en un 12,6% así como las urgencias en un 56,4% con respecto al año 2000. El 48% de las cirugías se realiza de forma ambulatoria y el proceso de estadía post operatoria asciende a 1,9 días como promedio.

Atención médica a extranjeros

Teniendo en cuenta los estimados de la Organización Mundial del Turismo que plantea que entre el 20 y el 50 por ciento de los turistas sufren problemas de salud vinculados a sus viajes.

Cuba ha creado a partir del propio desarrollo que en este sector se ha generado en la Isla, todo un sistema de atención a los visitantes.

A partir de esta experiencia acumulada se estableció una red nacional de asistencia médica a turistas que tiene tres categorías: la atención directa en hoteles o lugares de hospedaje, las clínicas internacionales creadas en los polos turísticos y los hospitales provinciales o nacionales, según los requerimientos de cada caso.

De esa forma se utilizan en estos niveles de asistencia instalaciones específicamente creadas para los extranjeros y los del sistema nacional de salud. Los centros vinculados y preparados para el trabajo con extranjeros en el municipio de Trinidad incluyen:

Deportes

Existen en el municipio 62 instalaciones deportivas, 25 pertenecen al INDER, 28 al Ministerio de Educación y 9 a otras entidades.

Existen en el municipio 1 academia de ajedrez, 1 pista de atletismo, 23 canchas de baloncesto, 2 de balonmano, 9 estadios de béisbol, 1 gimnasio de boxeo, a terrenos de futbol, 2 gimnasios de lucha, 1 área de ciclismo, 1 área de kárate, 1 gimnasio de pesas, 1 campo de tiro, 8 canchas de voleibol, 1 gimnasio fisioterapéutico, 2 bases de pesca deportiva, sendas áreas de Cultura Física, Terapéutica y Pioneril, así como un beisbolito.

Los deportes practicados por los trinitarios en los tres niveles de competencia (pioneril, escolar y juvenil) y que han tenido tendencia a mejorar los resultados en los años anteriores han sido el atletismo, el kárate Do, el voleibol y el boxeo en los 3 niveles; el fútbol y la natación en los dos primeros niveles; la lucha en el segundo nivel (escolar) y el ciclismo en el segundo y tercer nivel.

Economía

Ganadería

Las dos empresas fundamentales para este tipo de producción son la Pecuaria San Pedro y Pecuaria Trinidad. La primera enmarcada en la producción lechera y la segunda a la de carne roja, aunque ambas realizan ambos tipos de producciones, además del cultivo de frutas y algunas hortalizas y la cría de ganado menor.

Café

Este cultivo se planta desde la etapa colonial en las sierras cercanas. La Empresa Municipal Agrícola (estatal), es la principal productora, cuenta con 118.48 caballerías en explotación y 29.53 caballerías dedicadas al desarrollo de este cultivo.

Tabaco

La tradición tabacalera se remonta a 1920 cuando se fundo Eva, la primera fábrica de cigarros, en la actualidad Fábrica de Cigarros Juan de Mata Reyes.

Pesca

La actividad pesquera que se practica desde la etapa precolombina, radica en los dos puertos cercanos de La Boca y Casilda.

Turismo

Trinidad se distingue por ser el principal destino turístico del centro sur de Cuba, con sus inigualables valores arquitectónicos, que clasifican como uno de los conjuntos mejor conservados de la etapa colonial en América. Junto a las hermosuras que representan calles y plazuelas empedradas, amplias casonas, palacios y palacetes, el turista puede complacerse con plazas y plazuelas, museos, casas-museo y otras instituciones culturales, así como con varios lugares de esparcimiento.

El polo turístico de Trinidad, uno de los más completos de Cuba, se caracteriza por una excelente combinación de estas propuestas culturales con sus bondades de sol y playa, con las playas Ancón, María Aguilar y La Boca a la cabeza, y sus hoteles Ancón, Costasur y Brisas Trinidad del Mar. En la propia ciudad, está todo un símbolo del turismo trinitario: el Hotel Las Cuevas, rodeado de famosas cavernas y sus leyendas, en una de las cuales existe el único Museo Espeológico de Cuba bajo una cueva natural.

Lobby del Grand Hotel Iberostar Trinidad

Asimismo sobresalen, en el actual centro urbano de Trinidad, los hoteles La Ronda y el Grand Hotel Iberostar Trinidad, surgido a principios del siglo XXI, fruto de una importante tarea de remodelación y restauración de esa zona de la antigua Plaza Carrillo, justo frente al emblemático Parque Céspedes. Otras oportunidades que no deben dejarse de disfrutar son las que ofrece la montañosa Topes de Collantes, a 800 metros sobre el nivel del mar, una sin par reserva ecológica, con un especial microclima e instalaciones para el turismo de salud como el Kurhotel Escambray y el Hotel Los Helechos.

En los hoteles del litoral es posible practicar el buceo en 29 puntos escogidos de la costa; la pesca, la navegación a vela o motor, la vida a bordo y otros deportes náuticos. Desde allí se organizan excursiones al cayerío sur y otras opciones concebidas para su disfrute, como el alquiler de motos y bicicletas, que le permiten recorrer los 8 kilómetros de costa hasta la desembocadura del río Guaurabo o la población portuaria de Casilda y acceder a Trinidad desde ambos puntos. Cerca del recorrido del río Guaurabo se encuentran dos instalaciones turísticas: La Finca de Ma Dolores, y La Hacienda El Cubano, en el Parque Los Almendros, donde podrá disfrutar de servicios gastronómicos y hoteleros. Estos dos centros turísticos también tienen acceso por tierra si usted toma la carretera que conduce a Cienfuegos a poco más de un kilómetro a la derecha e izquierda respectivamente, según las señalaciones existentes en el lugar.

Todos, el turismo de sol y playa, el que promueve los valores culturales más autóctonos, y el ecoturismo, hacen un conjunto inapreciable, al que se une una especial propuesta: el Valle de los Ingenios, también incluido en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO en 1988, donde subsisten restos de antiguas industrias azucareras coloniales y barracones y enterramientos de esclavos, además de antiguas casonas coloniales campestres, un verdadero museo a cielo abierto, rodeado de grandes plantaciones cañeras.

La montaña es un lugar especialmente atractivo para aquellos que prefieren el contacto con la naturaleza. En Topes de Collantes usted puede participar en las excursiones que organiza la Corporación Gaviota S.A. a distintos puntos de su exuberante entorno e incluso hay hospedaje en cualquiera de sus confortables instalaciones. Para los amantes de la caza y la pesca, esta Corporación posee en la laguna del Taje, a 30 kilómetros de la ciudad, una instalación especializada con alojamiento y todas las comodidades requeridas.

Sin embargo si usted desea profundizar en cualquier aspecto de la cultura trinitaria, la Corporación ARTEX y su agencia especializada Paradiso ponen a su disposición a especialistas de probada experiencia en arquitectura, historia, folklore, artes plásticas, etc.

Características arquitectónicas

Plazas y Plazuelas

Por el callejón de Galdós, que desemboca en la plazuela, encontramos la Casa Borrell, donde radican La Oficina del Conservador de la Ciudad. Se destacan en esta edificación sus discretas proporciones y las pinturas murales de la sala y la saleta. A solo cien metros al sur de Segarte, otra plazuela que se conoce como la de Las Tres Palmitas, está formada por las calles Media Luna, Real del Jigüe y Cañada. Por su forma triangular, sus dimensiones y las edificaciones que la limitan, es un espacio agradable a la vista. La plaza de Santa Ana, ubicada en el extremo oriental del Centro Histórico, a unos 500 metros de la Plaza Mayor, fue urbanizada hacia finales del siglo XVIII y constituyó el punto de acceso al Valle de los Ingenios e importante arteria comercial de la época. Allí se destacan dos edificaciones, la Ermita de Santa Ana y la Cárcel Real.

La Ermita de Santa Ana, durante muchos años Parroquial Mayor, cuya construcción inicial data del primer cuarto del siglo XVIII, fue reconstruida en 1812 y hoy espera la intervención restauradora. El edificio que ocupó la antigua Real Cárcel fue levantado en 1844 y es un importante exponente de la arquitectura militar colonialista, que ha sido convertido en un complejo comercial y centro de actividades culturales. La plaza de las tres cruces se encuentra en el extremo noroeste del Centro Histórico, en el barrio conocido como El Calvario. En medio de su amplio espacio se levantan tres cruces de madera, allí instaladas al menos desde 1826 y que fueron punto de arribo de las procesiones católicas durante la Semana Santa y el Corpus, por lo cual la plaza adquirió relevancia desde los momentos iniciales de la conquista y colonización.

En torno al lugar existen varios inmuebles del siglo XVIII y del XIX, que le confieren a la plaza una atmósfera peculiar, por constituir ejemplos típicos de la arquitectura vernácula. Otra plaza de significación especial, tiene el nombre histórico de Carrillo, aunque los trinitarios la conocen simplemente como el parque. Se localiza al sureste del Centro Histórico, pues a fines del siglo XVIII la ciudad tendía a crecer en esa dirección. Esta zona, totalmente remodelada a principios del siglo XX y en la que predomina el eclecticismo arquitectónico, cuenta entre los inmuebles más importantes el edificio que siempre ocupara el gobierno civil, antes denominado Ayuntamiento, hoy sede de la Administración Municipal y la iglesia de San Francisco de Paula, que con un hospital anexo, se levantó en la primera década del XIX, para convertirse en Iglesia auxiliar de la Santísima Trinidad desde 1830, condición que mantiene actualmente. Los alrededores de la plaza Carrillo han sido durante el presente siglo, el centro de la actividad comercial y administrativa de la ciudad, y donde se encuentra los dos únicos hoteles situados en la zona urbana, La Ronda y El Cánada (actualmente en fase de restauración), lo que en tiempos ha cobrado un especial acento desde el establecimiento de La Casa Fisher, sede provincial de la Corporación Artex.

Otras edificaciones de importancia relevante no se han mencionado aún, pues no fueron levantadas en torno a plazas o plazuelas a que nos hemos referido. Por su función religiosa nos referiremos a dos construcciones, la Ermita de la Popa y la Iglesia de Santa Elena. La Ermita de la Popa, que desde su altura en el extremo norte, domina la ciudad, debió ser construida entre 1710 y 1725, con un hospital anexo; aunque su actual alfarje data de 1814, ya que fue dañada por la tormenta que asoló la ciudad dos años antes. Aunque de modestas dimensiones, su imagen desde la ciudad es muy agradable y a su vez la vista panorámica de todo el territorio hasta el mar, decidió al pintor francés Eduardo Laplante escoger el lugar como punto de observación para la creación de uno de sus famosos grabados, del que puede verse una copia en el Museo de Arquitectura. Estructuralmente la edificación se conserva íntegra pero su estado de deterioro impide desde muchos años el oficio.

La Iglesia de Santa Elena, a cuatro Kilómetros de la ciudad, en el poblado de Casilda, el más reciente de los templos católicos edificados, fue consagrado el 18 de agosto de 1849, pero abandonado desde hace varias décadas, actualmente se encuentra en pésimo estado de conservación, por lo cual no se realiza el oficio del culto religioso. El Cuartel de Caballería o de Dragones, levantado entre 1844 y 1845 hacia el sur de la ciudad, justo a la salida que conduce a la zona portuaria, es por sus dimensiones, estado de conservación, ubicación y uso actual, la única construcción de carácter militar, que merece destacarse, si se exceptúa la Cárcel Real. Además de su utilización inicial fue terminal de ferrocarriles, almacén y actualmente es sede de la Escuela Profesional de Artes Plásticas, que atiende el alumnado de la región central del país.

Para referirnos a otras edificaciones que en la categoría doméstica merecen destacarse: La casa de Suárez del Villar y Manuel Meyer en la calle Gloria entre Deengaño y Boca, domicilio de esos propietarios. Casa de Antonio Mauri en la calle Gloria entre Boca y Desengaño, es actualmente el Restaurante Don Antonio. Casa de los Torrado en el extremo oeste de la calle del Carmen, vivienda de esa familia. Casa de Rosario y Media Luna, hoy Casa de la Cultura. Casa de Gala Mauri en Jesús María, entre Colón y Rosario, actualmente es una vivienda. Casa de Frías en Gutiérrez y Colón. Local que ocupa la fábrica de tabacos. Casa de Rosalía Fernández Quevedo en Gutiérrez y Colón, en la actualidad Restaurante Colonial.

Descripción de las calles de Trinidad

Las calles empedradas se mueven sinuosamente, unas descendiendo la suave cuesta, otras desplazándose en curva, obligadas por la inclinación del suelo. El inicial núcleo poblacional de la villa en la ladera de una colina no respetó el cumplimiento de ordenanzas reales, que prescribían para los asentamientos del nuevo mundo una concepción renacentista del trazado urbano, según el cual cada edificación o espacio abierto, debía ajustarse al principio de un diseño de trama regular.

Se afirma que la trama irregular, a veces laberíntica, de hecho favorecía la defensa de las primeras villas ante los sucesivos ataques de corsarios y piratas. Las edificaciones fueron techadas con las tejas de barro, que protegen el maderamen de sus cubiertas, a menudo de ricos dibujos y siempre amarre seguro de las estructuras de mampostería, según la tradición proveniente de Andalucía y Canarias, de gran influencia mudejar, debió adaptarse a un clima húmedo y caluroso, por lo que los puntales ganaron en altura y las puertas y ventanas cobraron dimensiones enormes, que hacían posible el libre paso del aire y la luz, mientras que el uso de las persianas, mamparas y cortinas vaporosas permitían una mayor intimidad en el interior de las moradas.

Los gruesos muros de la vivienda trinitaria fueron decorados con motivos diversos y aunque comúnmente los creadores eran de la localidad en muchas casas se conservan pinturas murales de artistas europeos, que eran contratados por los ricos propietarios. Vista desde lo alto de sus ostentosas torres, Trinidad parece un laberinto de tejados que, aquí y allá, abre sitio a las numerosas plazas y plazuelas, en torno a las cuales siempre se desarrollo la dinámica urbana de la ciudad.

Restauración y Conservación de la ciudad

Varios factores de carácter socioeconómico y geográfico propiciaron que Trinidad mantuviese intactos sus atributos arquitectónicos y urbanísticos hasta bien entrado el siglo XX, permaneciendo durante las primeras cuatro décadas de este siglo en una total inercia. Alrededor de 1940 los trinitarios comienzan a valorar lo heredado y a sentir como una necesidad la salvaguarda del legado histórico. La primera experiencia de protección a sus bienes patrimoniales surge en 1942, cuando se organiza la Asociación Pro Trinidad, integrada por notables trinitarios con adelantada visión de lo que significaría para el futuro la preservación de la herencia. Trinidad llega a la década de 1960como un auténtico ejemplo de ciudad colonial, detenida en el tiempo, sin prosperidad y con una población afianzada a sus raíces.

En 1978 fue reconocida como Monumento Nacional, iniciándose en este período importantes estudios para determinar el área de mayor valor histórico; se obtiene en 1981 la demarcación y zonificación del Centro Histórico Urbano (CHU). Por los años de 1970, el Ministerio de Cultura estableció una red de instituciones, promotoras de la cultura y el patrimonio, determinación que propició la restauración de los edificios más representativos de los siglos XVIII y XIX, lo que convirtió la zona histórica de mayor valor en el centro cultural de Trinidad. Con el trabajo institucional desarrollado desde la apertura del Museo de Arquitectura en 1979, se obtuvo el primer inventario de bienes inmuebles y la categorización de los valores culturales, quedando definido un centro histórico de 48,5 ha. Y 1168 edificaciones con tipologías arquitectónicas de los siglos XVIII y XIX. Con un sistema de centros y subcentros originados a partir de las plazas y plazuelas que conforman la trama urbana. Las investigaciones realizadas aportaron indicadores físicos que mostraban el avanzado deterioro del área demarcada: estructuras decadentes, usos incompatibles con las tipologías originarias, falta de equipamiento y de servicios urbanos, deterioro del entorno y del sistema de vías, escasez de alumbrado público, entre otros.

Calle Cristo

Se hizo urgente encontrar soluciones tanto para los problemas habitacionales de los residentes como para los servicios de carácter urbano que se necesitaban. A partir de los años 80 se instrumentan diversos tipos de planes que definían las primeras acciones y estrategias en la recuperación del CHU: la restauración de edificios por calles concéntricas a partir de un núcleo central, la Plaza Mayor.

La estrategia en aquel entonces incluía, además del mejoramiento de las edificaciones, reparación de empedrados en calles, pavimentación de aceras y alumbrado público, siempre a partir del empleo de materiales y técnicas tradicionales, alejados de todo desarrollo o innovación urbana, por lo que Trinidad mantuvo su autenticidad como pocos centros históricos del continente americano.

Archivo:Callejón de Caldos.JPG
Callejón de Galdós 1930

A partir del análisis de la ciudad en varios de sus aspectos (demográficos, habitacionales, problemática por zonas, equipamiento, sistema de centros, vialidad, etc.) se elabora en 1986 el «Programa para la Recuperación de Trinidad al 2000» y se conciben conceptos específicos de acuerdo a la zonificación del CHU, entre ellos: culminar integralmente la restauración del núcleo de más alta significación, que continuaba siendo la Plaza Mayor, y reestructurar su funcionamiento a partir de revitalizar su antiguo sistema de centros, otorgándole a la Plaza Carrillo su primitiva condición de centro cívico y comercial; coincidía asila centralidad urbana con una de las áreas históricas de mayor valor.

La nueva propuesta de equipamiento y uso de suelo no sólo asumía las necesidades de la población sino también las del turismo, que ya comenzaba de forma incipiente a vislumbrarse. Este Programa, muy bien concebido, no contó con los suficientes recursos financieros para acometerse.

Paralelamente, el Instituto del Turismo realizó la primera evaluación de Trinidad como destino turístico, presentando en 1986 el Programa «Trinidad Municipio Turístico» que una vez más involucraba como principal recurso económico al CHU, a partir de las potencialidades que ofrecía por su gran carga de simbolismo. Se incluía el rescate de 12 inmuebles para usos turísticos: restaurantes, bares, tiendas, etc.; pero estos proyectos no incluían inversiones para mejorar la calidad de vida de la comunidad.

Los valores patrimoniales y el trabajo de conservación realizado durante años fueron reconocidos en 1988, con la incripción de Trinidad y su Valle de los Ingenios en la Lista del Patrimonio Mundial.

En ese momento el Centro Histórico aún presentaba un alto grado de deterioro, sobre todo en las zonas de mayor antigüedad, que eran los barrios surgidos en el siglo XVIII y donde se concentraba la mayor problemática social, déficit en las redes técnicas y los servicios primarios a los habitantes. El 58 °'o de las estructuras necesitaban intervenciones restauradoras y 152 edificios se evaluaban en estado pésimo. Existía una población de 6 025 habitantes y fue el momento donde algunos pobladores preferían trasladarse a otras zonas, pues no veían posibilidades de salvar sus viviendas del paso del tiempo y de la falta de mantenimiento.

Ya en 1989 el estado cubano se enfrenta a la crisis económica provocada por la desaparición del campo socialista, lo que conlevó la búsqueda de nuevas alternaeconomicas, apareciendo así el turismo como prioridad. Se hizo imprescindible un Programa Inversiones para el Desarrollo Turístico, presentado en 1989 y ejecutado durantes los años 90, pero que limitó sus acciones exclusivamente a inmuebles de su interés, excluyendo toda actividad sobre el tejido urbano. Estas inversiones turísticas provocaron un desequilibrio entre los Programas de Conservación y Revitalización Urbana que ya estaban conceptualmente definidos, pero sin financiamiento, y las intervenciones puntuales en el sector terciario.

La existencia de un Centro Histórico vivo y con tendencia a aumentar cada vez el número de visitantes, obligó a buscar soluciones que aliviaran las innumerables tensiones que se originarían en el «espacio público» considerado como CHU. Lo primero, actuar sobre los distintos componentes de la ciudad, no sólo era importante el rescate de lo arquitectónico, fue necesario otorgarle prioridad al nivel urbano de forma que se afianzara la centralidad histórica a través de la recuperación del sistema tradicional de plazas, plazuelas y arterias comerciales y, en lo socio económico y cultural, la inclusión de servicios y ofertas culturales a la población y visitantes, sin perder el equilibrio entre infraestructura del turismo y necesidades sociales y económicas del CHU.

Gobierno local

Poder Popular de Trinidad.

La municipalidad está regida por la Asamblea Municipal del Poder Popular de Trinidad, cuyo presidente o sea el alcalde, es desde 2008, Ramón Naranjo León, esta asamblea aunque cuenta con independencia legal y jurídica para asuntos locales, se subordina a la Asamblea Provincial y a la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba.

Este órgano de poder local está compuesto por 117 delegados, votados cada dos años y medio mediante sufragio universal, estos representan al electorado de 14 Consejos Populares, los que a su vez se subdividen en 117 circunscripciones. Las labores fundamentales del gobierno municipal se enmarcan en las subvenciones agrícolas, los impuestos, ahorro de energía, limpieza, etc.

Lugares de interés

Interior del Palacio Cantero
  • Museo Municipal de Trinidad: está ubicado en el antiguo Palacio Cantero, cuyo antiguo propietario era Don José Mariano Borrell y Padrón un terrateniente local, posteriormente es heredado por Don José Mariano Borrell y Lemus y en 1841 la vende a la viuda de Iznaga, Doña María del Monserrate Fernández de Lara y Borrell. Este bello museo muestra piezas y documentos históricos de la villa trinitaria.
    Trinidad es el municipio del país que cuenta con el mayor número de museos por cantidad de habitantes. Las cinco instituciones de este tipo más importantes se encuentran en el Centro Histórico de la ciudad. El Romántico fue el primer museo fundado en Trinidad. Inaugurado en 1973, es hoy una de las instituciones de su tipo más visitadas en el país.
  • Museo Romántico: recrea en sus catorce salas el ambiente de una típica residencia colonial trinitaria de los años 1830-1860  con una muestra de muebles y artes decorativas de los siglos XVIII y XIX. Presta servicios todos los días de 8:30 am a 5:00 pm, con excepción de los lunes, que no abre.
  • Museo de Arqueología Guamuhaya: fundado el 15 de mayo  de 1976 muestra en ocho salas permanentes objetos pertenecientes a las comunidades aborígenes que vivían en la región centro-sur de la Isla de Cuba durante la etapa precolombina, además de algunos artículos valiosos de la etapa colonial, de la ciudad y los valles cercanos. Se encuentra ubicado en la antigua Casa de Padrón. Sus muros, puertas y herrajes constituyen el mejor testimonio del esfuerzo creador de varias generaciones de artesanos y del florecimiento experimentado por la ciudad durante los siglos XVIII y XIX.
  • Museo de Arquitectura Colonial:posee siete salas de exposiciones y está ubicado en la antigua casa de la acaudalada familia Sanchéz, muestra el desarrollo arquitectónico de la ciudad en el transcurso de los siglos. Abierto todos los días de 8:30 am a 5:00 pm. Los viernes está cerrado todo el día.
  • Casa de la Trova de Trinidad: es un centro de reunión para las generacion es más jóvenes, se encuentra en un inmueble del 1777 que ha sido restaurado para el disfrute popular, donde se realizan conciertos periódicos. Abierto todos los días de 8:30 am a 5:00 pm. Los viernes está cerrado todo el día.
  • Torre Iznaga: Otrora calificada como la Torre de Pisa cubana por su ligera inclinación, la Torre Iznaga, en la Ciudad de Trinidad al centro de país, continúa siendo una obra majestuosa digna de las leyendas que sobre ella se tejieron.
Iguanas y jutías en Cayo Blanco

*Cayo Blanco: Aguas adentro se encuentra Cayo Blanco, en cuya costa sur existe una pequeña playa de gran belleza. Al igual que El Ancón, es de arenas blancas y aguas cristalinas. Hacia el este de cayo Blanco hay un cayuelo excelente para la observación de pelícanos, gaviotas y corúas que acuden en grandes bandadas. Tambien se puden observar gran cantidad de iguanas y jutías que se pasean por todo el cayo.
Hacia el oeste de Cayo también existen grandes colonias de coral a profundidades entre 18 y 40 metros. En algunos sitios la pared del canto submarino sobresale hacia el océano y forma gigantescas solapas donde existe gran variedad de pargos, chernas, cuberas, caguamas tortugas y careyes así como langostas y cangrejos.

Véase también

Fuentes

Enlaces Externos