Alcibíades Bermúdez Morales

Alcibíades Bermúdez
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NombreBermúdez Morales, Alcibíades

Nacimiento17 de mayo de 1936
La Cuchilla de Cuatro Veredas,
municipio de Puerto Padre,
provincia de Las Tunas,
República de Cuba Bandera de Cuba
Fallecimiento24 de mayo de 1964 (28 años)[1]
San Pablo de Yao,
municipio de Buey Arriba,
estribaciones de la Sierra Maestra,
provincia de Granma,
República de Cuba Bandera de Cuba
Causa de la muerteasesinato por la espalda

Alcibíades Bermúdez (Puerto Padre, 17 de mayo de 1936 - Buey Arriba, 24 de mayo de 1964) fue un militar cubano. Estuvo entre los primeros en integrar el Movimiento 26 de Julio en Puerto Padre y en 1957 se incorporó al Ejército Rebelde.[1]

Síntesis biográfica

Alcibíades Bermúdez Morales nació el 17 de mayo de 1936 en el barrio rural La Cuchilla de Cuatro Veredas (municipio de Puerto Padre). Eulogio Bermúdez, su padre, era un campesino pobre, y Gerencia Morales, su madre, ama de casa. Familia numerosa de 8 hermanos, Alcibíades debió trabajar desde pequeño para ayudar en la economía familiar, sin embargo, logró estudiar hasta el sexto grado en la escuelita de Santo Domingo # 2, limítrofe con La Cuchilla. Alrededor de 1955 la familia se muda para La Pedrera (municipio Delicias), donde tienen parientes, en busca de mejorar la situación.

El joven Alcibíades, que ya pertenece a la Juventud Ortodoxa, establecerá nexos con otros jóvenes de La Pedrera que también tienen inquietudes intelectuales y políticas. Sus amigos serán Guillermo Domínguez, Armando Garcés, Ceferino Pomeda, Herminito Zayas, con los cuales comparte proyectos y aspiraciones. El y Herminito Zayas matriculan inglés con el profesor Samuel Title, antillano radicado en Delicias, frente a la estación de ferrocarril que fuera luego demolida. Su objetivo era viajar a Estados Unidos para abrirse paso o enrolarse en la marina mercante y conocer mundo. Alcibíades y sus amigos se preocupan por diversos asuntos, son buenos lectores, aficionados al cine, estudian inglés y siguen por la libre un curso de fisicultura de Charles Atlas. Alcibíades es de carácter afable, alegre, pero al mismo tiempo exigente y maduro. Físicamente es alto, fuerte, de piel blanca y ojos pardos, con una innata condición de líder. Su primer trabajo en Delicias será de jardinero en el barrio de los americanos donde también trabajó su hermano Miguel.

Alcibíades es el responsable de grupo y sufrirá en carne propia la discriminación y prepotencia de los ejecutivos de la compañía norteamericana. A inicios de 1956 se incorpora a la célula del Movimiento 26 de Julio en Santo Domingo junto a otros jóvenes.

Este grupo realizará acciones en toda la zona, incluyendo La Cadena. Alcibíades era el enlace por su amistad con Nina Pino, madre de Armando Garcés, dirigente del movimiento en Delicias. Su relación con Guillermo Domínguez, coordinador y jefe de acción y sabotaje municipal, continúa. Ambos se trasladan a pie hasta las Cruces de Purnio para entrevistarse con Pedro Mulet con quien Guillermo tenía contactos. Mulet al parecer poseía algunas armas y Guillermo pensaba conseguirlas para la lucha en el municipio. El 29 de noviembre de 1956 se produce el asalto al polvorín de La Cadena en apoyo al desembarco del Granma. Sus ejecutores son Luís Alfonso Zayas, Raúl Castro Mercader y Orlando Pupo. Guillermo Domínguez y los asaltantes deben esconderse ante la represión batistiana y posteriormente integran el primer grupo del llano que organizado por Frank y Celia sube a la cordillera para sumarse a los expedicionarios del Granma. Alcibíades trata de subir, pero no es posible en ese momento.

El 24 de diciembre de 1956 junto a otros revolucionarios participa en varios sabotajes, entre ellos el lanzamiento de hondas para interrumpir el fluido eléctrico hacia Holguín. Permanece escondido e intenta de nuevo subir a la Sierra. Con ese objetivo viaja a Santiago de Cuba en unión de Rolando Parra y un ex-sargento del ejército constitucional de apellido Laffite. No pueden establecer contacto con el movimiento en esa ciudad y Laffite desaparece misteriosamente. Deben regresar a Puerto Padre. El 1 de abril de 1957 efectúan un segundo intento.

Viajan ahora Paco Cabrera, Alcibíades que ha ido a buscar a Paco a la loma de Marchán y Herminito Zayas. En Santiago se hospedan en el hotel San Carlos y contactan con Armando García Aspuru. Alcibíades y Paco, por decisión del movimiento, pasan varios días escondidos en casas de confianza en la ciudad hasta que en los últimos días de abril de 1957 suben a la Sierra Maestra. Alcibíades Bermúdez se distingue pronto por sus méritos indudables y es ya teniente cuando se le hace responsable del campamento de El Dorado en las estribaciones de la Sierra Maestra.

El Dorado era un caserío situado a 21 kilómetros de Bayamo, entre esta ciudad y la cordillera. Históricamente había sido camino seguro para ascender a la Sierra y al operar las fuerzas del Che en la cercana zona de San Pablo de Yao fue necesario un campamento en este lugar, que facilitara los suministros a los rebeldes y al mismo tiempo sirviera de estación entre la sierra y el llano.

Fotografía del capitán Alcibíades Bermúdez Morales (f. 1964).

Visitantes importantes subieron a la Sierra con la cooperación de los hombres de El Dorado, entre ellos los periodistas Jorge Ricardo Massetti y Andrews Saint George. El campamento se organizó en el primer trimestre de 1958 con la colaboración de Lidia Doce, mensajera del Che. Rápidamente alcanzó mucha importancia por el trasiego de armas, ropa, medicinas, correspondencia, personajes y combatientes que subían y bajaban de la Sierra Maestra a través de El Dorado”. El Che apreciaba los méritos y el valor personal de Alcibíades.

Ribalí Rivero, combatiente de la guerrilla de Bermúdez, cuenta que en una ocasión Alcibíades mandó a su hermano Miguel a la comandancia para que se incorporara a las guerrillas pues era muy perseguido en Delicias.

El Che conversó un rato con Miguel y luego le pidió a Sergio del Valle unas pinzas. Se acercó a Miguel y le ordenó abrir la boca. Al preguntarle por qué el Che le contestó que iba a sacarle una muela sin anestesia para ver “si tiene los cojones de su hermano”.

En los primeros días de abril de 1958 el comandante Camilo Cienfuegos baja a la zona del Cauto por órdenes de Fidel para operar en Bayamo, Holguín y Las Tunas. Camilo se entrevista con los jefes rebeldes locales y también con el teniente Alcibíades Bermúdez que recibe orientaciones del jefe guerrillero.

Se espera la huelga de abril de 1958 y los revolucionarios están en tensión por la posible reacción del ejército. En la mañana del 14 de abril fue atacado por sorpresa el campamento de Alcibíades Bermúdez y Lidia Doce en El Dorado.

Se produce la dispersión y en el enfrentamiento cae Guillermito Geilín quien con su M-1 enfrenta al enemigo y posibilita la retirada. Guillermito había bajado algunos días antes al campamento, enviado por el Che para recuperarse de una enfermedad.

Camilo recibe la orden de regresar a la Sierra donde Fidel concentra fuerzas para contrarrestar la ofensiva de verano del ejército batistiano.

El regreso se produce entre el 25 y el 27 de mayo de 1958. Alcibíades se incorpora de nuevo a la columna No. 1. Participará en diversas acciones y cuando se produce la batalla de Guisa, “un Jigüe a las puertas de Bayamo”, como la calificara Fidel, el teniente Alcibíades Bermúdez está entre los combatientes de vanguardia. La batalla por Guisa dura diez días, entre el 20 y el 30 de noviembre de 1958. En el parte de la batalla el Comandante en Jefe nombra al teniente Alcibíades Bermúdez entre “los que se destacaron principalmente”. Alcanza entonces los grados de capitán.

Al triunfo de la Revolución, Alcibíades regresa a Delicias y permanece 6 o 7 días con su familia, luego marcha hacia La Habana a incorporarse a la diversidad de tareas que deben asumir los oficiales rebeldes en esos días turbulentos. En el campamento de El Dorado había establecido relaciones de amistad con el comandante Humberto Sorí Marín, jefe del Departamento Jurídico y auditor general del Ejército Rebelde. Sorí Marín, que luego traicionaría la Revolución, sentía algún afecto por el joven oficial. A mediados de 1960, Alcibíades fue informado por dos antiguos subordinados sobre su incorporación a un grupo contrarrevolucionario. Alcibíades se integró al grupo conspirativo. Su hermano Juan José estaba infiltrado también en otro grupo en Puerto Padre.

Ambos lo comunicaron a Celia Sánchez quien decidió que Fidel debía conocer el problema. Fidel se entrevistó con ellos en horas de la madrugada y les orientó seguir conspirando. Les atendería el oficial del G-2 Federico Mora. Fidel mismo dirigiría las operaciones. Durante enero y febrero de 1961 Alcibíades y Juan José trabajaban febrilmente en la preparación del alzamiento. En diciembre de 1960 Sorí Marín, que había sido recluido domiciliariamente, escapa a Estados Unidos. Antes de hacerlo envía una nota a Alcibíades haciéndole conocer que confiaba en él para las actividades conspirativas.

En marzo de 1961 Sorí Marín se infiltró clandestinamente en Cuba. Había sido designado por la CIA coordinador militar del Frente Unido Revolucionario, organización que pretendía unificar a todos los contrarrevolucionarios en vísperas de la invasión inminente. Alcibíades, por mediación de su hermano Juan José, se había entrevistado con dirigentes de grupos, disidentes de Puerto Padre y Las Tunas. También en Güira de Melena. Mediante los elementos de Güira contactó con Eufemio Fernández, alto dirigente de la Triple A. Ese contacto posibilitó cerrar el cerco a Sorí Marín y los más destacados dirigentes de la CIA en el país.

A partir del 2 de marzo de 1961 Alcibíades Bermúdez mantiene diversos contactos con los más altos dirigentes de la contrarrevolución interna y representantes de la CIA que habían llegado con la orientación de provocar alzamientos en Pinar del Río. Ya era probable la presencia de Sorí Marín en La Habana. Comenzó entonces la Operación 700 de la inteligencia cubana. Fidel decide que Alcibíades se alze en la Sierra de los Órganos. Le acompañarían 10 cadetes de Managua, en el occidente del país. El 6 de marzo de 1961 Alcibíades se alza.

Su objetivo era garantizar una cabeza de playa con soldados rebeldes para recibir el armamento y a los hombres que desembarcaran. El 6 de marzo de 1961, Alcibíades subió a las lomas de Pinar del Río acompañado por otros siete “alzados”. Al campamento fueron llegando rápidamente verdaderos contrarrevolucionarios hasta el punto de triplicar los efectivos revolucionarios. Informado Fidel decide entonces el envío de los reclutas.

El alzamiento de Alcibíades reforzó la confianza de Sorí Marín quien, oculto en una casa de la calle Ayestarán, decidió reunirse con Juan José. De esa manera el G-2 conoció que en los próximos días se produciría una reunión de los principales jefes de la contrarrevolución.

El 18 de marzo de 1961, una eficaz operación dio un golpe decisivo. Fueron capturados los más altos jefes conspiradores y eliminadas varias organizaciones clandestinas. Mientras tanto Alcibíades permanecía alzado en Pinar del Río. Había eludido a la milicia, incluso en una ocasión les atacaron con morteros. El 9 de abril de 1961 decidió terminar la operación. Ordenó a los 10 reclutas que se situaran convenientemente y con ráfaga de ametralladora, gritó:

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«¡Arriba las manos, este es el Ejército Rebelde y en esta Sierra se acabó la contrarrevolución!». Los alzados fueron hechos prisioneros y juzgados por la justicia revolucionaria. Los diez cadetes regresaron a Managua. La CIA no pudo contar ya con sus hombres en Pinar del Río.

El 17 de abril de 1961 se produjo la invasión mercenaria por Playa Girón. Alcibíades se incorporó sin autorización a las fuerzas combatientes, a pesar de su estado físico.

Durante 1962 y 1963 participó en la lucha contra bandidos en el Escambray. Visitó a su familia en La Pedrera de Delicias en algunas ocasiones. En Alcibíades se habían intensificado sus conceptos de la exigencia, de la rectitud y de su deber revolucionario.

Herminito Zayas, su compañero de lucha, recuerda una anécdota ilustrativa. Estando él, Alcibíades y Juan José en un bar de Puerto Padre, se presentó un teniente rebelde borracho y fanfarrón. Alcibíades, que sólo tomaba refresco, le dejó hacer y al final lo detuvo y lo condujo personalmente a la unidad de policía donde lo hizo encerrar hasta que pasara la borrachera. En su concepto, el oficial estaba desprestigiando el uniforme que vestía. Por esta época contrajo matrimonio en ciudad de La Habana y tuvo una hija. El resto de sus hermanos se integran a la Revolución cubana.

Sus hermanos Juan José, Miguel y Elina serán oficiales de los cuerpos armados revolucionarios.

Asesinato

En mayo de 1964 Alcibíades Bermúdez mandaba una unidad militar en Camagüey (o en San Pablo de Yao, un caserío a 4 km al sureste del pueblo de Buey Arriba, en las estribaciones de la Sierra Maestra.

El 24 de mayo de 1964, problemas personales con un subordinado provocaron que este, desde una garita, le disparara por la espalda. Alcibíades Bermúdez Morales murió de inmediato, a los 28 años. Se perdía un joven de fidelidad comprobada a la Revolución, de un valor personal extraordinario y con inmensas posibilidades de seguir siendo útil a la patria.

Alcibíades fue velado en la funeraria de Calzada y K (en la ciudad de Camagüey, 242 km al noroeste de Buey Arriba), y asistieron a su velorio altos dirigentes de la Revolución cubana.

Fue llevado a La Habana, y enterrado en el panteón de las FAR en el cementerio de Colón.

Fuentes

  • Molina, Gabriel (2006): «Hacer arder Santiago y La Habana (XX)», artículo de 2006 en el diario Granma (La Habana). Afirma que en 1961 el capitán Alcíbiades Bermúdez Morales se infiltró entre los militares cubanos empleados de la CIA estadounidense.
  • Carralero Bosch, Ernesto, historiador de la ciudad de Puerto Padre.
  • Archivos guadados en la Biblioteca del Municipio Puerto Padre.