Criogenización

Criogenización humana
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Concepto:La criogenización es un método por el cual se somete a una persona o animal a condiciones de frío intenso con el objetivo de preservar su cuerpo

Criogenización. Es el objeto de la ciencia criónica. El origen de esta palabra hay que buscarlo en el griego kryos cuyo significado es frío. La criogenización es un método por el cual se somete a una persona o animal a condiciones de frío intenso con el objetivo de preservar su cuerpo en condiciones para ser reanimado en el futuro. El término correcto para este proceso es criopreservar. La criopreservación de personas o grandes animales no es reversible con la tecnología actual y, por ley, sólo puede llevarse a cabo en humanos después de que se produzca la muerte legal, con la expectativa de que en el futuro los primeros estados de la muerte clínica sean reversibles.

Historia

En 1773, Benjamin Franklin insinuó en una carta que podría ser posible conservar la vida humana en estado suspendido durante siglos. Sin embargo, la era moderna de la criónica no surgió hasta 1962 cuando el profesor de física Robert Ettinger de la Universidad de Michigan, propuso en un libro que él mismo financió, The Prospect of Inmortality, que la congelación de personas sería un modo de llegar hasta futuras tecnologías médicas. Aunque congelar a una persona parezca mortal, Ettinger alega que lo que hoy puede parecer mortal, mañana puede ser reversible. Aplica el mismo argumento al proceso mismo de morir, diciendo que los primeros estadios de la muerte clínica pueden ser reversibles en el futuro. Combinando estas dos ideas, sugirió que la congelación de personas recientemente fallecidas podría ser un modo de salvar vidas.

A principios de los años setenta del siglo pasado la Cryonics Society of Michigan poseía una ambulancia con los suministros y la equipamiento necesario para los pacientes criónicos que incluía un “Iron Heart” de la Westinghouse que usaba un cilindro para suministrar oxígeno e impulsar un pistón que presiona el esternón con una fuerza y frecuencia ajustable, para obligar al corazón a bombear sangre. Actualmente el Cryonics Institute emplea un modelo más avanzado creado por el Michigan Instruments. El suministro de sangre bien oxigenada no sólo reduce la velocidad de degeneración, sino que además ayuda a distribuir el anticoagulante, y hace que el proceso de enfriamiento sea más rápido si el paciente o la cabeza están sumergidos en hielo o parcialmente inmersos en un baño con frío circulante como el que el CI está usando.

Aunque hay, al menos, un intento frustrado anterior, generalmente se acepta que la primera persona congelada con intenciones de una próxima resucitación fue el Dr. James Bedford, un profesor de psicología de 73 años que fue congelado de forma rudimentaria por el CSC el 12 de enero de 1967. Este caso se convirtió en portada de una edición limitada del "Life Magazine" antes de que las imprentas se pararan para informar de la muerte de tres astronautas en el incendio del Apollo I.

La criónica sufrió un gran revés en 1979 cuando en un cementerio de Chatsworth California se descubrieron nueve cuerpos almacenados por la CSC, descongelados por la reducción de fondos. Al parecer algunos de los cuerpos habían sido descongelados hacía años sin haberlo notificado. El director de la CSC fue demandado y la publicidad negativa ralentizó el crecimiento de la criónica durante años. De los 17 casos criónicos documentados entre 1967 y 1973, solamente James Bedford permanece criopreservado en la actualidad. Los estrictos controles de financiación y los requisitos adoptados en respuesta al escándalo de Chatsworth han dado como resultado el mantenimiento correcto de prácticamente todos los casos criónicos después de aquello.

Una investigación de los años noventa que revelaba con gran detalle los efectos dañinos de la congelación indujo a usar mayores concentraciones de glicerol crioprotector para prevenir las lesiones por congelación. En 2001 Alcor comenzó a utilizar la vitrificación (una tecnología tomada de la corriente principal en la investigación de la preservación de órganos) en un intento de evitar completamente la formación de hielo durante la preservación en frío. Puesto que en ese momento la tecnología de vitrificación sólo se podía aplicar a cerebros, estos eran en ocasiones separados del cuerpo para optimizar la preservación, lo que causó gran confusión pública.

En 2005 Alcor comenzó a aplicar o a intentarlo el tratamiento de vitrificación a todo el cuerpo de forma simultánea y sin separar la cabeza del mismo. Ese mismo año, el Cryonics Institute comenzó a utilizar un nuevo procedimiento por el cual la cabeza era vitrificada mientras aún estaba unida al cuerpo, que era congelado sin crioprotectores. Un año después, el Cryonics Institute comenzó a perfundir el cuerpo con glicol de etileno.

Cuando en 2002 Alcor criopreservó a la estrella de béisbol Ted Williams, comenzó una disputa familiar sobre el método por el cual quería ser criopreservado el deportista. Tras la publicación de un artículo en Sport Illustrated en junio de 2003 que denunciaba que Alcor había tratado de manera incorrecta a Ted Williams, Alcor tuvo que luchar por su existencia bajo las leyes de Arizona. Como mínimo, Alcor podía haber desmentido el uso de la Uniform Anatomical Gift Act lo que podría haber perjudicado su capacidad para conseguir el acceso rápido a los pacientes criónicos. A pesar de no ser responsables de Ted Williams, el bombardeo mediático dio como resultado una orden del Estado de Michigan sobre el Cryonics Institute de “cese y abstención” con una duración de seis meses. Al final el gobierno de Michigan decidió regular al CI como a un cementerio.

Actualmente Alcor mantiene en torno a 70 pacientes criónicos en Scottsdale, Arizona; CI, el Cryonics Institute continúa siendo un líder en la industria en términos de membresía y la asequibilidad práctico para todos y la Organización criónica con el mayor número de miembros en la actualidad. El Cryonics Institute tiene 1.301 miembros (los pacientes incluidos) noviembre de 2014 (junto con unos 103 animales) en sus instalaciones de Clinton Township, Michigan. No hay proveedores de servicios criónicos fuera de Estados Unidos, aunque existen grupos de apoyo en Europa, Canadá, Australia y Reino Unido.

Sin embargo, en el verano de 2011 responsables de la Asociación Iberoamericana de Criopreservación informaron sobre su intención de construir un gran centro de investigación y alojamiento de cuerpos criopreservados en la localidad madrileña de El Escorial Madrid-España, donde habían iniciado contactos con las autoridades locales para lograr su objetivo. Posteriormente ha habido contactos con entidades políticas de la Comunidad de Madrid y con las de la Junta de Andalucía. el objetivo es intentar actuar sobre personas "vivas" que se encuentran en estado terminal. La Ley permite en Andalucía la eutanasia pasiva (desconectar de la ventilación asistida a las personas cuyo estado sea irreversible) y los responsables de AIBAC ofrecen una alternativa a una muerte segura y la dignificación de la vida.

Expectativas científicas

Gran parte de los científicos y médicos ven la criónica con escepticismo. Sin embargo, entre los crionicistas hay una elevada representación de científicos. El apoyo científico se basa en proyecciones de tecnología futura, especialmente nanotecnología molecular y nanomedicina. Algunos científicos creen que la medicina, dentro de algunas décadas o siglos, permitirá la reparación y regeneración a nivel molecular de los órganos y tejidos dañados. Se especula que en el futuro la enfermedad y el envejecimiento puedan ser reversibles La premisa principal de la criónica es que la memoria, la personalidad y la identidad se encuentran almacenadas en la estructura y la química cerebral. Esta premisa está generalmente aceptada en medicina. Además se sabe que la actividad cerebral puede detenerse y después reactivarse bajo determinadas circunstancias, aunque como regla general no se acepta que los métodos actuales preserven el cerebro lo suficientemente bien como para permitir la reanimación en el futuro.

Los crionicistas señalan estudios que muestran que la circulación de grandes concentraciones de crioprotectores por el cerebro antes del enfriamiento puede prevenir la mayoría de las lesiones producidas por la congelación, preservando las delicadas estructuras celulares del cerebro.

Para sus detractores la justificación de la práctica actual de la criónica no está clara, dadas las limitaciones actuales de la tecnología de preservación. Actualmente las [[células], tejidos, vasos sanguíneos, pequeños animales completos y algún órgano de pequeños mamíferos se pueden criopreservar de forma reversible. Algunas ranas pueden sobrevivir durante unos pocos meses en un estado parcialmente congelado unos grados por encima de la congelación pero no se trata de auténtica criopreservación. Los crionicistas responden que la demostración de la reversibilidad de la preservación no es necesaria para alcanzar el objetivo actual de la criónica, que es la preservación del cerebro y que puede ser suficiente para prevenir la muerte teórica de información hasta que sea posible repararla en el futuro.

Probablemente el paciente criopreservado más famoso es Ted Williams. La popular leyenda urbana de que Walt Disney fue criopreservado es falsa; fue incinerado y está enterrado en el Forest Lawn Memorial Park Cementery.

Criogenización humana

Proceso

Cuando una persona es declarada legalmente muerta, la compañía de preservación criónica es informada y entra en acción un equipo de respuesta para tratar de mantener activo el bombeo de sangre a lo largo del cuerpo de la persona en cuestión. Su cuerpo se cubre de hielo y se inyecta con diversos productos químicos en un intento de reducir la coagulación de la sangre y el daño cerebral.

Una vez que el cuerpo llega a la instalación del centro de criogenización humana, se enfría hasta justo por encima del punto de congelación del agua y se extrae la sangre, reemplazándola por una solución de preservación de órganos. Posteriormente, los vasos sanguíneos son inyectados con una solución de crioprotectores para tratar de detener la formación de cristales de hielo en los órganos y tejidos, tras lo cual el cadáver se enfría a -130C El paso final es colocar el cuerpo en un recipiente que está rebajado en un tanque de nitrógeno líquido a -196C.

Ventajas

Defensores de la criogenia alegan que hay tres razones para tener esperanzas. En primer lugar, afirman que a pesar de ser necesario esperar a que el sujeto sea declarado como legalmente muerto antes de iniciar el proceso de criogenización, los daños cerebrales pueden ser reducidos manteniéndolo niveles óptimos de oxígeno.

En segundo lugar, el enfriamiento de un cuerpo a una temperatura lo suficientemente baja ralentiza los procesos químicos en las células y tejidos lo suficiente para evitar toda degradación del cuerpo.

Por último, si bien es cierto que el cuerpo se ve inevitablemente dañado por el proceso de enfriamiento y cualquier enfermedad o envejecimiento anterior, esperan que en el futuro la nanotecnología pueda ser capaz de reparar este daño.

Obstáculos

Si una persona se enfría por debajo 5 ⁰C el agua dentro de sus células se congela y crea cristales de hielo. Como el hielo es menos denso que el agua líquida, ocupa más espacio, y los cristales salen a través de las membranas de las células, perforándolas y provocando graves daños.

La criónica ha sido tradicionalmente rechazada por la corriente principal de la criobiología, de la que podría decirse que forma parte. La razón que suelen dar para este rechazo es que el proceso de congelación crea cristales de hielo. Algunos científicos han alegado que estos cristales de hielo producen daños en las células y en las estructuras celulares hasta el punto de hacer que cualquier reparación futura sea imposible. Los crionicistas llevan años defendiendo que el alcance de este daño ha sido enormemente exagerado por los detractores, teniendo en cuenta que se hace un intento de perfusión del cuerpo con crioprotectores químicos, habitualmente glicerol que inhibe la formación de cristales de hielo

Neuropreservación

La neuropreservación es la criopreservación del cerebro, habitualmente dentro de la cabeza, y separada quirúrgicamente del resto del cuerpo. La neuropreservación, en ocasiones denominada “neuro”, es una de las dos formas de preservación criónica; la otra es la preservación del cuerpo completo.

La neuropreservación viene motivada por la corriente principal de la medicina de que el cerebro es el depósito principal de la memoria y la identidad personal (por ejemplo, las víctimas de daños en la médula espinal, los pacientes trasplantados y los amputados parecen mantener su identidad personal). También está motivada por la creencia de que la inversión de cualquier tipo de preservación criónica es tan sumamente compleja que cualquier tecnología futura que sea capaz de ello también será capaz de regenerar tejidos, incluyendo la regeneración de un nuevo cuerpo alrededor del cerebro reparado. Algunos argumentos sugeridos para revivir a los pacientes completos suponen deshacerse del cuerpo original y regenerar uno nuevo por el mal estado en que se encontrarán los tejidos debido al proceso de preservación. Estas consideraciones, junto con costes más bajos, la facilidad de traslado en emergencias, y la importancia que se le ha dado a la calidad de la preservación de cerebro, han hecho que muchos crionicistas opten por la neuropreservación.

Los crionicistas debaten a menudo sobre las ventajas y los inconvenientes de la neuropreservación. Los detractores de la neuropreservación apuntan que el cuerpo es un registro de experiencia vital e incluyen el aprendizaje de las habilidades motoras. Mientras un sector de los crionicistas duda que un neuropaciente reanimado pueda ser la misma persona, se cuestiona ampliamente cómo un cuerpo regenerado puede sentirse diferente que el cuerpo original. En parte por estas razones (así como por una mejora en la imagen), el Cryonics Institute preserva sólo cuerpos completos. Algunos defensores de la neuropreservación están de acuerdo con esta preocupación, pero siguen opinando que el abaratamiento de los costes y la mejor preservación del cerebro justifican la neuropreservación. Alrededor de tres cuartas partes de los pacientes de Alcor son “neuros”.

Aunque los medios de comunicación digan en ocasiones que se espera que la clonación sea capaz de generar cuerpos nuevos, los expertos en criónica descartan la clonación por ser una tecnología primitiva que devendrá obsoleta mucho antes de que sea posible cualquier tipo de reanimación. De forma similar, aunque el neurocirujano Robert J. White demostró que los trasplantes de cuerpo eran posibles en primates, el trasplante se descarta en favor de la regeneración de tejidos como método más elegante para tratar la neuropreservación y otro tipo de traumas en el futuro.

Filosofía y ética

La criónica considera a la muerte como un proceso que puede detenerse en los minutos, o quizás horas, posteriores a la muerte clínica. Si la muerte no es un evento que ocurre repentinamente cuando se para el corazón, esto suscita cuestiones filosóficas sobre qué es exactamente la muerte. En 2005 un debate ético que tuvo lugar en el diario médico Critical Care, decía: "… muy pocos o quizás ningún paciente que haya sido declarado muerto por los médicos actuales, está en realidad muerto bajo ningún criterio rigurosamente científico". Thomas Donaldson, defensor de la criónica, ha argumentado que la "muerte" basada en la parada cardiaca o en el fracaso en la reanimación es una interpretación puramente social para justificar el cese de los cuidados en pacientes moribundos. Desde este punto de vista, la muerte legal y sus consecuencias son una forma de eutanasia en la cual se abandona a las personas enfermas. El filósofo Max More propuso una diferenciación entre la muerte asociada a las circunstancias y la intencionalidad, y la muerte absolutamente irreversible. La muerte absolutamente irreversible también recibe el nombre de muerte teórica de información. El bioético James Hughes ha escrito acerca de los derechos que corresponderán a los pacientes criónicos a la hora de la reanimación, dado que la recuperación de una persona legalmente muerta tiene precedentes en la aparición de personas desaparecidas.

Las opiniones éticas y teológicas sobre la criónica tienden a girar en torno al asunto de si se ve como entierro o como medicina. Si la criónica es un entierro deben tenerse en consideración las creencias religiosas sobre la muerte y la vida después de la muerte. La resucitación se considera imposible porque el alma se ha ido y, de acuerdo con la mayoría de las religiones, sólo Dios puede resucitar a los muertos. Un entierro caro se ve como un desperdicio de recursos. Si la criónica se ve como medicina con la muerte legal como único mecanismo autorizante, entonces la criónica es un largo coma de prognosis incierta. Es la continuación de los cuidados ofrecidos a enfermos cuando otros han abandonado, y un uso legítimo de recursos para mantener la vida humana. Los partidarios se quejan de que el rechazo teológico hacia la criónica por ser un entierro, es un argumento circular ya que denominar “entierro” a la criónica es como decir que no puede funcionar. Creen que los futuros avances técnicos darán validez a su punto de vista, según el cual los pacientes criónicos son recuperables y, por lo tanto, nunca han estado muertos.

Alcor ha publicado una rotunda defensa cristiana de la criónica, incluyendo extractos de un sermón del reverendo luterano Kay Glaesner. John Warwick Montgomery, renombrado apologista católico, ha defendido la criónica. En 1969 un sacerdote católico consagró la cápsula criónica de Ann DeBlasio, uno de los primeros pacientes criónicos. En el año 2002 un clérigo musulmán señaló en una entrevista para un medio de comunicación que la criónica podría ser compatible con el Islam si se considerara medicina.

Fuentes