Historia de la música

Historia de la música
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Concepto:Representación pictórica de un grupo de músicos con sus instrumentos, hacia el siglo XVI

La historia de la música es el estudio de las diferentes tradiciones en la música y su orden en el planeta.

Como en todas las civilizaciones conocidas hubo alguna forma de manifestación musical, la historia de la música abarca a todas las culturas y épocas.

A menudo se utiliza la expresión «historia de la música» para referirse exclusivamente a la historia de la música europea y su evolución en el mundo occidental.

La música de una determinada sociedad está estrechamente relacionada con otros aspectos de su cultura, como la organización económica, el desarrollo tecnológico, las tradiciones, las creencias religiosas, etc.

En un sentido amplio, la música nace con los seres humanos, ya que según algunos estudios estaba presente mucho antes de la migración de los primeros grupos que dejaron África hace más de 50 000 años.

Por lo tanto se puede considerar una manifestación cultural mundial.

Los antepasados del ser humano inventaron la música, tribus nómadas descubren los encantos de la vida sedentaria. Se afincan en valles fértiles o fundan pueblos y luego ciudades. Los pobladores de algunos valles como el Tigris y Éufrates, Nilo, Río Amarillo... fueron los primeros en muchas cosas: metales, carros de ruedas, escrituras, aritmética y música.

Origen de la música

La música tiene su origen en la búsqueda de lenguaje, esto es en la necesidad de comunicación, las teorías etnomusicológicas formuladas sobre todo a partir del último tercio del siglo XIX que han tenido que ampliar significativamente en la posterior centuria el marco cronológico a la hora de determinar la antigüedad del fenómeno musical del hombre: su capacidad de distinguir diferentes alturas de sonido y la facultad de proceder a la ordenación de estos, lo que remonta a unos 40 000 años, cuando el Homo Sapiens era capaz de imitar los sonidos de la naturaleza y diferenciarlos de los que constituían la estructura de su lenguaje, fue entonces con el llamado Homo musicus cuando comenzaron a perfilarse las primeras expresiones musicales asociadas a un hecho colectivo, rituales funerarios, cacerías y ceremonias vinculadas a la fertilidad, formaban parte de una cotidianidad de la que la música había entrado a formar parte por derecho propio.

Etnomusicólogos como Leo Frobenius y el rumano Constantin Brăiloiu (1893-1958) afirman que los humanos, que concebían el cielo como una bóveda de piedra, deseaban dominar la emisión de sonidos para que resonaran en todo su territorio.

Es probable que el primer instrumento musical fuese la propia voz humana misma, que puede emitir una gran variedad de sonidos, desde cantar, tararear y silbar hasta hacer clic, toser y bostezar. En cuanto a otros instrumentos musicales, en 2008 los arqueólogos descubrieron una flauta de hueso con cinco agujeros en la cueva Hohle Fels, cerca de la ciudad de [[Ulm (Alemania).[1][2] Se considera que tiene aproximadamente 35 000 años. Tiene una boquilla en forma de V y está hecha con el hueso del ala de un buitre.[3]

Las flautas de madera más antiguas conocidas se descubrieron cerca de Greystones (Irlanda), en 2004. Un pozo revestido de madera contenía un grupo de seis flautas hechas de madera de tejo, de entre 30 y 50 cm de largo, afiladas en un extremo, pero sin agujeros para los dedos. Es posible que alguna vez hayan estado atados juntos.[4]

Se considera que el instrumento musical más antiguo del mundo es la flauta de hueso encontrada en el sitio arqueológico de Divje Babe ―a 84 km al oeste de Liubliana (Eslovenia)―, que no fue producida por homo sápiens sino por neandertales.[5] Se trata del fémur de un oso de las cavernas (extinguido hace 25 000 años) y data de hace entre 50 000 y 60 000 años.

La música en la antigüedad

Es aquella en la cual las manifestaciones musicales del hombre consisten en la extereorización de sus sentimientos a través del sonido emanado de su propia voz y con el fin de distinguirlo del habla que utiliza para comunicarse con otros seres.

Los primeros instrumentos fueron los objetos o utensilios o el mismo cuerpo del hombre que podían producir sonidos.

Clasificación de instrumentos musicales primitivos

  • Autófonos o idiófonos: aquellos instrumentos que producen sonidos por medio de la materia con que la que están construidos. Son los instrumentos más sencillos construidos por los seres humanos. Son instrumentos de percusión. Por ejemplo, hueso contra piedra o hueso contra hueso.
  • Membranófonos: el material sonoro es una membrana (intestino de animal) tirante atado sobre un recipiente cualquiera o sobre un coco.
  • Cordófonos: instrumentos de cuerda (hecha con intestino de animal), el arpa.
  • Aerófonos: el sonido se origina en ellos por vibraciones de una columna de aire.

Uno de los primeros instrumentos: la flauta (en un principio construida por un hueso con agujeros).

La música en la Edad Media

La música en la Edad Media se divide en el Período Patrístico (hasta el año 840). En el Romántico (año 840 hasta el año 1250 en el siglo XII). En el Gótico (1250 a fín de la Edad Media y 1453, fines del siglo XV).

En el Período Patrístico apareció la Era Cristiana y la Era Media, en esta última la Historia de la música se encuentra íntimamente ligada a la forma en que se desarrolló la liturgia cristiana, ya que se consideraba a la música el vehículo por medio del cual los sacerdotes elevaban la palabra a Dios.

Las diversas formas musicales utilizadas en la liturgia cristiana debieron enfrentar la existencia de textos y melodías profanas que trataron de penetrar en los oficios religiosos. Los personajes de la música profana dedicados a la disposición de esta música fueron:

  • juglares: músicos ambulantes y plebeyos que divertían en fiestas y castillos.
  • trovadores: pertenecían a la nobleza y eran músicos y poetas que inventaban rimas y ritmos.
  • bardos: antecesor de los trovadores que cantaban proezas de sus héroes valiéndose del laúd.
  • ministeriles: verdaderos productores musicales que administraban música y formaban corporaciones o gremios dedicados a brindar espectáculos musicales.

Entre el año 374 y el 397, san Ambrosio reunió aquellos signos que debían ser aceptados en un credo antifonario naciendo así el canto ambrosiano. Entre el 540 y el 604 san Gregorio Magno recopiló himnos eliminando los que tenían origen popular o pagano, dando nacimiento al canto gregoriano. Desde su nacimiento la música cristiana fue una oración que se tenía que cantar con devoción tal como lo decía San Pablo “Cantando a Dios con vuestro corazón”, así pues el texto es la razón de ser del canto gregoriano ya que “el que canta reza dos veces”.

La melodía del canto gregoriano asimila tres estilos diferentes:

  • El silábico: cada nota representada por una sílaba.
  • el neumático: a una misma sílaba le corresponden 2, 3 o 4 sonidos diferentes.
  • Las secuencias: intercalación de un texto en las notas del aleluya.

El texto es el que da sentido a la melodía y no se puede concebir el canto gregoriano sin texto, lo que quiere decir que al interpretar el canto gregoriano, los cantantes han tenido que entender muy bien el sentido del texto. Esta música se canta a capella sin acompañamiento instrumental, se canta al unísono o lo que es lo mismo todos los cantores entonan la misma melodía. A esta forma de canto se le llama Monodia. Se canta con ritmo libre.

El Barroco musical

El Rococó

Es en siglo XVIII que el Barroco agotó un conjunto importante de sus posibilidades técnicas y expresivas para dar paso al Clasisismo por lo que se conoce el tránsito hacia este período con el nombre de Rococó. Se ha dicho que el Rococó es la última y desesperada manifestación estética de una aristocracia cuyo poder entraba en agonía. El reinado de Luis XV y el Palacio de Versalles pertenecen por entero al espíritu del Rococó francés.

Aunque no tuvo irradiaciones en el conjunto de los principales centros musicales de Europa, halló en Francia y Alemania sus principales escenarios de desarrollo. En ambos lugares surgieron, tanto en la Música como en la pintura, interesantes movimientos artísticos: Jean-Honoré Fragonard, François Boucher y Jean-Antoine Watteau son nombres claves de la pintura rococó.

Figuras relevantes del rococó musical en Francia fueron Jean Phillipe Rameau (1683-1764) y François Couperin (1668-1773), sobre todo en la parte de su catálogo dedicada al clavecín. En Alemania se destacó Carl Phillip Emanuel Bach (1714-1788), tercer hijo de Johann Sebastian Bach. El italiano Domenico Scarlatti (1685-1757) impregnó sus Sonatas para clave de muchos de los elementos del estilo rococó como elementos decorativos, “adornos” en las melodías.

La música en el Clasicismo

A partir de la segunda mitad del siglo XVIII europeo es donde aparece lo mejor del Clasicismo, basado en elementos de estilo, el empleo de la dinámica graduada, la moderación expresiva y la supremacía de la esfera melódica sobre la armónica. Aceptar estos rasgos como los únicos que distinguen el Clasicismo, sería analizar parcialmente un período que, a pesar de su brevedad temporal, comparado con el Renacimiento o el Barroco, encierra diversas complejidades, derivadas en muchos casos de las peculiaridades de la vida social, política y filosófica de la época.

Durante las últimas décadas del año 1700 se produjo el derrumbe general del feudalismo, de la aristocracia y del régimen de las monarquías absolutas. Una nueva clase social –la burguesía- tomaba entonces el impulso final para alcanzar el poder político. Una aguda crisis religiosa surge en el período al debilitarse el poderío de la iglesia católica por diversos conflictos entre reyes y papas, con el aumento del protestantismo, al surgimiento de importantes descubrimientos científicos y a la aparición de una filosofía de orientación racionalista.

Se desarrolla la Ilustración y el Iluminismo los cuáles definen la razón como vía esencial del conocimiento. Se publica el “Diccionario razonado de las ciencias, artes y oficios” (escrito por los llamados enciclopedistas), el cuál constituye la mayor prueba de que el hombre, con su privilegiada capacidad de pensar, era capaz de rebatir los principios de la producción feudal, por lo que se conoce este siglo como "Siglo de las luces".

Los músicos del Clasicismo le dieron a sus obras una especie de orden y estructura más cerca posible del ideario de la perfección. Para ellos, el equilibrio de la composición, la pureza y transparencia sonoras y la proporción expositiva en el discurso fueron requisitos importantes en la labor creativa.

La Escuela de Mannheim

En la capilla de música de la corte del elector Carlos Teodorola de la ciudad alemana de Mannheim, nació un movimiento creativo e interpretativo conocido con el nombre de "Escuela de Mannheim". La orquesta del elector constituyó un estímulo para que compositores de la época fueran allí a desarrollar su trabajo: se destacan Jan Vaslav y Karel Stamitz, Franz Xavier Richter y Johann Christian Cannabich, todos responsables de la introducción definitiva de elementos de estilo clasicistas en la creación musical.

El formato de la llamada orquesta sinfónica, la instauración de la homofonía como textura protagónica, la inclusión del clarinete en la orquesta, la aplicación de la forma Allegro de Sonata en los primeros movimientos de sinfonías y obras de cámara, la utilización de la dinámica graduada (crescendi y diminuendi) y otros recursos expresivos estuvieron en manos de los compositores e intérpretes que acudieron a Mannheim.

Los dos grandes músicos de la etapa clásica fueron los austriacos Franz Joseph Haydn (1732-1809) y Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791).

A Haydn pertenecen muchos de los aportes relacionados con el origen de la música moderna, definida como el tipo de creación cuyos rasgos esenciales permanecen aún vigentes: estabilidad en la familias e instrumentos de la orquesta, aplicación de la forma Allegro de Sonata en los movimientos iniciales de conciertos, sinfonías, sonatas, cuartetos de cuerda y otros géneros camelísticos, y el empleo consciente del timbre de cada medio sonoro según las cualidades expresivas buscadas por el compositor en determinado pasaje de una partitura.

En cuanto al “estilo mozartiano”, suele ser comparado con la música de Haydn. Mozart y Haydn se profesaron una admiración recíproca y hay quien señala que si bien Wolfgang Amadeus creó muchas de sus obras inspirado en la producción del llamado “padre de la sinfonía”, este último concibió algunas de sus obras de madurez siguiendo el delicado espíritu del estilo mozartiano. En efecto, tanto Haydn como Mozart –a pesar de los 24 años que los separaban cronológicamente y la individualidad de sus propios estilos- representan una unión de potencialidad creativa, sin cuya existencia resultaría imposible considerar la producción musical del Clasicismo.

La Revolución Beethoven

Han existido históricamente una serie de polémicas relacionadas con la estética del músico alemán Ludwig van Beethoven, las cuales plantean si se clasifica dentro del Clasicismo o dentro del Romanticismo. Beethoven unió la creación musical de dos siglos, las particularidades con que dicha unión fue realizada, el talento del artista que extendió los horizontes del Clasicismo hasta introducirlos en el Romanticismo.

La Revolución Francesa de 1789 significa la toma de poder político por parte de la burguesía. El incumplimiento de sus postulados iniciales y “Libertad, igualdad, fraternidad”, causa un profundo sentido de frustración que se revela en la creación artística.

Beethoven encarna el transito del Clasicismo al Romanticismo. Identificado originalmente con los ideales de la Revolución Francesa de 1789, concibe obras de gran fuerza expresiva donde suele aparecer la categoría de lo heroico.[6]

La música en el Romanticismo

La palabra Romántico comenzó a utilizarse hacia mediados del siglo XVI. En los últimos años del siglo XVII, comienza como una reacción contra el clasicismo.

Dentro de los conceptos de un alto idealismo, el romanticismo no solamente acepta si no alienta la sobreposición de extremos opuestos: amor a la soledad del individuo y a la vez amor al prójimo; un disfrute de lo exótico junto a una nostalgia por lo familiar; una afición a lo novedoso y al desarrollo junto con ansia por el pasado.

El romanticismo es claramente universal y de todo los tiempos y no puede limitarse a solo un período de la historia. Por una parte, la nueva sociedad del siglo XIX, hija de las ideas de la revolución francesa, desea liberarse del pasado y, así, conseguir un arte que exprese el comportamiento y las ideas de su tiempo.

A medida que avanza el siglo XIX, hay una gran influencia, que va creciendo, cada vez más, de la literatura en la música: en Alemania los poemas de Wolfgang Von Goethe y Friedrich Von Schiller, fueron utilizados por Schubert, Schumann, Brahms, etc., para producir una de las manifestaciones musicales-poéticas más importantes de todos los tiempos, el Lied Alemán. Asimismo escritores franceses y británicos fueron los inspiradores de diversas obras de Beethoven, Berlioz, Verdi y otros.

El romanticismo supone el desarrollo de los nacionalismos. Esto se nota en la acentuación de las diferencias entre los estilos musicales nacionales, y llega a venerarse a la canción popular como expresión espontanea del alma nacional.

También aparece el drama musical. Hay un sentido profundo y definitivo del “colorido” sonoro, lo que permite enriquecer el vocabulario musical con los medios que transforman y amplían el arte sinfónico de los tiempos modernos.

El siglo XIX será el siglo del piano, gracias a sus posibilidades polifónicas, sonoras y de virtuosismo extraordinario.

Postromanticismo

Los finales del siglo XIX, y los comienzos del siglo XX fueron testigos de las últimas etapas del romanticismo, y de la transformación del lenguaje romántico en el nuevo lenguaje musical. Este movimiento se produjo principalmente en Alemania. Sin embargo dos fuerzas desafiaban la posición musical en Alemania. Una era el nacionalismo, y la otra era el surgimiento de una nueva escuela de composición en Francia. Los últimos treinta años del siglo XIX fueron relativamente pacíficos en Europa, el comienzo del siglo XX se caracterizó por un creciente desasosiego social y un aumento de la tensión internacional: la primera guerra mundial (1914-1918). En el reino de la música hubo tensiones e inquietudes similares, y durante estos años, concluyó el período clásico-romántico.

Uno de los rasgos característicos de este período en Alemania fue una resurrección del interés por la ópera sobre el cuento de hadas.

  • Richard Strauss (1864-1949), compositor y director de orquesta alemán, y uno de los orquestadores y polifonistas modernos más excepcionales. Su obra puede dividirse en 3 periodos: en el primero creo su Sonata para violonchelo y piano. En el segundo período perfeccionó el poema sinfónico y creo su famosa obra “Don Juan”, al Tercer Período pertenecen sus operas “Salome” y “Electra”.

La música del siglo XX

Para comprender la música en el siglo XX, es importante acercarse primero a la del siglo XIX, y en especial a una corriente llamada impresionismo. Esta corriente supuso una auténtica liberación, se va a luchar por una música más individual y personal, saliéndose para ello de las normas establecidas, la música impresionista pretende destacar el impacto que provoca la obra al ser escuchada. Se aplican nuevos acordes, colores y sonoridades. En esta música el sonido va a constituir el alma de la música.

Claude Debussý, compositor y pianista francés.
  • Claude Debussy (1862-1918), nacido en Francia generó ideas completamente nuevas en la forma, la orquestación y fue uno de los renovadores más eficaces de la Historia de la música en el mundo occidental. A partir de la ruptura que supuso el impresionismo, el panorama artístico europeo, lo mismo en arte que en música va a cambiar enormemente. Cada músico tiende a crear su arte independiente, además los diversos estilos se irán sucediendo a gran velocidad.
  • Ígor Stravinsky (1882-1971), una de las figuras más importantes del siglo XX. Toco en su obra los aspectos más variados, investigó en todos los aspectos de la música, se subió al carro del neoclasicismo donde trata de acomodar su música a la de la finales de barroco. Si hay algo que caracteriza al siglo XX es la ruptura con la tonalidad “Atonalismo”. Esta regla consiste en crear una Música completamente distinta, obviando las reglas que rigieron durante siglos de ceñirse a una tonalidad. Primero se rompe con la armonía, luego con la melodía, el ritmo y con todo lo establecido.
  • Bela Bártok (1881-1945), músico húngaro, es uno de los músicos que más va a influir en la música del siglo XX. Bartok consigue unir la música moderna con la tradicional, creando un lenguaje nuevo.

Mientras tanto en Italia aparecen una serie de músicos que incorporan a su música, nuevos objetos sonoros: la incorporación de ruidos. Esta corriente se llamó Futurismo y afecto tanto a la música como a la literatura y al arte. El futurismo pone como punto de partida el ruido, no el sonido. En Francia mientras tanto, surgió paralelamente el Bruitismo (del francés Bruit, ruido), que parte de ese mismo punto.

Desarrollo en la tecnología

Música electrónica

El vertiginoso desarrollo de la tecnología a partir de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) trajo como fruto la incorporación de sintetizadores y a la música creada por computador (que se podría llamar «música cibernética»).

La primera manifestación de la música asistida por medios electrónicos fue la «música concreta», que se creaba a partir de grabaciones magnetofónicas de ruidos y de sonidos naturales.

En 1952 se creó en Alemania el primer estudio exclusivo de música electrónica. Esta música esta exclusivamente creada con sonidos producidos electrónicamente y parte desde lo que se llama “tono sinusoidal”, un sonido puro, sin armónicos, que es físicamente desagradable y que hay que elaborar con aparatos muy complicados.

Entre las primeras obras puramente electrónicas se encuentran Estudio I y Estudio II del compositor alemán Karlheinz Stockhaussen.

Sin embargo la música electrónica creó descontento en los compositores desde el principio ya que aunque permitía un control exacto y una precisión absoluta sobre la obra, este resultaba pobre y parecía carecer de vida. Por ello, muchos compositores unieron la música concreta y la electrónica, para crear un género que goza de gran popularidad desde entonces y hasta hoy en día, la música electroacústica.

En nuestros días, el panorama musical mundial se caracteriza por un pluralismo cultural y por la irrupción de las culturas y músicas populares en la vida diaria de todos.

El abismo entre compositor y público es hoy más acusado que nunca y la música «académica» parece haberse distanciado de los gustos y preferencias del público, más interesados por las músicas más populares y cercanas, tales como el rock, el pop, etc.

Referencias


Fuentes