Vinos de grecia

Vinos de Grecia
Información sobre la plantilla
Grecia y sus vinos.jpg
Concepto:Vinos griegos se producen desde hace muchos años; probablemente, Grecia sea una de las regiones vitivinícolas más antiguas en el mundo.

Vinos griegos se producen desde hace muchos años; probablemente, Grecia sea una de las regiones vitivinícolas más antiguas en el mundo. Asimismo, los vinos de Grecia cuentan con gran calidad y, en consecuencia, gozan de una privilegiada reputación internacional. Al igual que en otras regiones, se clasifican en vinos blancos, tintos y rosados mientras que dependiendo el dulzor, es decir la cantidad de azúcar en su elaboración, se caracterizan como secos, semi-secos, dulces y semi-dulces.

Vinos blancos de Grecia

Assyrtiko

Las uvas Assyrtiko, que son reconocidas por ser la mejor variedad de uva blanca en Grecia, producen un vino completamente seco, con aromas a cítricos. Además, esta bebida se caracteriza por poseer un gusto terroso y mineral debido a que sus cultivos se encuentran en la isla Santorini, donde se halla el volcán del mismo nombre.

Athiri

Esta es una de las más antiguas variedades de uva griega. Además al igual que Assyrtiko y Aidani esta uva se cultiva en la isla de Santorini. Es de piel fina y dulce, por ello este vino de cepa blanca es ligeramente aromático y de baja acidez.

Aidani

Este tipo de uva que se encuentra principalmente en las islas Cícladas produce vinos aromáticos y se puede mezclar con la Assyrtiko, que contiene un alto contenido alcohólico y de acidez, ya que cuenta con volumen alcohólico y acidez medio.

Vinos tintos griegos

Agiorghitiko

Los cultivos de esta uva se encuentran en la región vitivinícola de Nemea en el Peloponeso. Con las uvas Agiorghitiko se produce vinos tintos que son reconocidos por su color intenso, mientras que en la nariz cuentan con una complejidad aromática importante. Además, este tipo de cepa también produce vinos rosados aromáticos y de sabor interesante y asombroso.

Xinomavro

El nombre de esta uva griega se traduce como ácido negro, y encontramos que esto se debe a que el color de la uva es rojo intenso mientras que es rica en taninos. Asimismo, se elabora un vino que en la nariz es de complejos aromas y se descubren notas de grosellas, especias, aceitunas y tomates secos.

Mandelaria

Se cultiva principalmente en las islas de Rodas y Creta, también se le conoce como Amorgiano. En su producción se encuentra vinos tintos notables.Existen muchas más variedades de uvas y por lo tanto de tipos de vinos griegos. Además, en Grecia se producen también otras bebidas alcohólicas como el Ouzo. Si conoces algún vino de Grecia que quieras recomendarnos, estaremos atentos a tus comentarios.

Su historia

En la antigüedad, los vinos griegos gozaban de una gran reputación y se exportaban en grandes cantidades. El arte de la vinificación y, sobre todo, la presentación de las cosechas en vasijas con la decoración artística proceden de Creta, Ática y Rodas. Fue entre los siglos XIII y XI a.C., cuando los viñedos se desarrollaron de manera más significativa. El cultivo de la viña se practicaba de manera muy parecida a la de hoy, con las cepas alineadas en filas paralelas. La poda se hacía de forma diferente, según las cepas, el suelo y la fuerza del viento. Sin embargo, durante los siglos que duró la dominación otomana, vid y vino pasaron a ser meros productos agrícolas locales. Tras la dominación turca, Grecia volvió a ser una nación soberana, moderna pero debilitada. Aparte de los problemas económicos, tuvo que enfrentarse a dos Guerras Mundiales y a una cruenta guerra civil.

Los viñedos griegos se extienden sobre 165.000 ha, entre 33º y 40º de latitud norte. El calor relativo de esta zona queda atemperado generalmente por la influencia del mar y por la altura. Las condiciones climáticas son bastante constantes. Los suelos son pobres, rocosos, contienen caliza, esquisto, mantillo, arcilla y arena. En algunas islas hay un subsuelo volcánico de piedra pómez.

Influencia griega en el siglo VI a. C

La influencia de la Antigua Grecia sobre el vino es importante no solo para la industria del vino griego sino para el desarrollo de casi todas las regiones vinícolas europeas y para la propia historia del vino. La importancia que la vinicultura tuvo en la sociedad griega antigua puede verse en una cita del historiador Tucídides: los pueblos del Mediterráneo empezaron a emerger del barbarismo cuando aprendieron a cultivar olivos y vides. Los antiguos griegos fueron pioneros en nuevos métodos de viticultura y producción de vino que compartieron con las antiguas comunidades vinícolas en lo que actualmente es Francia, Italia y Rusia, así como otras a través del comercio y la colonización. Por el camino influyeron marcadamente en las antiguas culturas vinícolas europeas de los celtas, etruscos, escitas y finalmente los romanos.

El origen del vino

Más allá de las cifras, el nivel de producción y consumo demuestra la importancia que sigue teniendo en la civilización occidental el cultivo y la explotación de la vid. El lugar y momento del nacimiento del vino posee dos frentes distintos: uno desde la perspectiva académico-arqueológica y otro desde el punto de vista nacionalista. Los estudios arqueológicos han encontrado en Sumeria evidencias de la primera cosecha conocida ca. 3.000 a.C. que desembocó en la preparación del vino. Sin embargo, también se han encontrado restos de vino datados dos o tres milenios por detrás y que, aunque los estudiosos han sugerido que podría haberse tratado de una producción accidental, sin intencionalidad, algunos países se apoyan en la falta de consenso para reclamar para sí el mérito de haber inventado el vino. Se ha sugerido en más de una ocasión que, a raíz del comienzo de la producción de vino en Mesopotamia, éste se habría convertido en el adversario afrutado de la cerveza que se cultivaba en Egipto ya en torno al cuarto milenio. Asimismo, el vino no tardó en extenderse por otras regiones de la cuenca del Mediterráneo.

Orígenes

Un cáliz dorado de la época micénica

La viticultura ha existido en Grecia desde finales del periodo Neolítico, generalizándose el cultivo doméstico a principios de la Edad del Bronce. A través del comercio con el Antiguo Egipto, la civilización minoica de Creta tuvo acceso a los métodos vinícolas egipcios, una influencia que muy probablemente tuvieron sobre la Grecia micénica. Los palacios minoicos tuvieron sus correspondientes viñedos, como Spyridon Marinatos demostró en excavaciones justo al sur del yacimiento del palacio de Archanes, y el equivalente minoico de una villa rustica dedicada a la producción de vino fue desenterrada en Zakros en 1961. En la cultura minoica de mediados del II milenio a C., el vino y el toro sagrado estaban relacionados en la forma de copas con forma de cuerno llamadas rhyta; el nombre Oinops (de color de vino) aparece dos veces en tablillas en lineal B de Cnosos y se repite dos veces en Homero. Junto a la aceituna y el grano, la uva era un importante cultivo vital para el sostenimiento y desarrollo de la comunidad: el calendario griego antiguo seguía el curso del año del vinatero. Una de las primeras prensas de vino conocidas fue descubierta en el Palekastro, en Creta, y es esta isla desde donde se cree que los micénicos extendieron la viticultura a otras lugares del mar Egeo y bastante probablemente al continente griego. En la época micénica, el vino adquirió una mayor importancia cultural, religiosa y económica. Los registros inscritos en tablillas en lineal B incluyen detalles sobre vinos, viñedos y mercaderes de vino, así como una primitiva alusión a Dioniso, el dios griego del vino. Los griegos incrustaron la llegada de la cultura vinícola en las mitologías de Dioniso y del héroe Aristeo.Restos antiguos de ánforas en lugares como Chipre, Egipto, Palestina, Sicilia y el sur de Italia demuestran que los micénicos comerciaron activamente con vino por todo el mundo antiguo.

Colon y comercio

La crátera de Vix

A medida que las ciudades-estado griegas fundaban colonias por todo el Mediterráneo, los colonos llevaban vides consigo, además de cultivar las variedades salvajes que encontraban. Sicilia y el sur de Italia formaban algunas de las colonias más antiguas, siendo zonas que ya albergaban abundantes vides. Los griegos llamaron a la parte sur de la Península Itálica Oenotria (‘tierra de vides’). Los colonos en Massalia (Marsella, al sur de Francia) y a lo largo de la costa del Mar Negro siguieron pronto, con expectativas no solo de producir localmente el vino necesario para su propio consumo, sino también de crear oportunidades comerciales para satisfacer la demanda de las ciudades-estado cercanas. Atenas fue un gran y lucrativo mercado para el vino, formándose importantes viñedos en el Ática y en la isla de Tasos para cubrir su demanda. Los historiadores del vino han teorizado que los griegos pudieron haber introducir la viticultura en España y Portugal, pero también es probable que los fenicios alcanzaran estas regiones antes.

Las monedas griegas de épocas clásicas, acuñadas a menudo con diseños de uvas, vides y copas de vino, fueron testigos de la importancia del vino en la economía griega antigua. Con cada socio comercial importante, desde Crimea, Egipto, Escitia, Etruria y más allá, los griegos intercambiaron su conocimiento de viticultura y producción del vino, así como los frutos de su propia producción. Millones de unidades de ánforas, llevando los sellos distintivos de distintas ciudades-estado e islas egeas han sido desenterrados por los arqueólogos, demostrando el alcance de la influencia griega. Un naufragio descubierto cerca de la costa sur de Francia incluía cerca de 10.000 ánforas conteniendo unos 300.000 litros de vino griego, presumiblemente destinado al comercio con la Galia, subiendo por Ródano y el Saona. Se ha estimado que los griegos enviaban casi 10 millones de litros de vino a la Galia cada año a través de Massalia. En 1929, el descubrimiento de la Tumba de Vix cerca de Borgoña desveló varios objetos que demostraban los fuertes lazos entre los comerciantes de vino griegos y los habitantes celtas locales. El más importante era una gran crátera de manufactura griega, diseñada para contener más de 1000 litros de vino.

Influencias de la viticultura y la producción de vino

Los griegos antiguos llamaban a la vid cultivada hemeris, domada, pues sabría que podía crecer por sí sola. A partir de un enorme rizoma se talló una imagen de culto de la Gran Diosa que fue erigida en la costa de Frigia por los argonautas. La última Dionisíaca de Nono relata la primitiva invención de la prensa de vino, atribuida a Dioniso, y la descripción de Homero del escudo de Aquiles cuenta que parte de su decoración cincelada mostraba la vendimia de un viñedo protectoramente rodeado por una trinchera y una valla, estando las vides en filas apoyadas sobre estacas. El escritor griego del siglo IV a. C., Teofrasto, dejó un detallado registro de algunas de las influencias e innovaciones griegas en el ámbito de la viticultura. Una importante técnica fue el estudio de los suelos de viñedos y su correspondencia con las vides específicas. Homero escribió que Laertes, padre de Odiseo, tenía unas 50 variedades plantadas en distintas partes de su viñedo.

Otra fue el control de los rendimientos para la mejor concentración de sabores y calidad, más que una mayor producción; la economía contemporánea favorecía los rendimientos altos para la mayoría de los cultivos, y limitar intencionadamente la producción agrícola estaba lejos de ser una costumbre habitual en el mundo antiguo. Teofrasto también detalló la costumbre de usar chupones y estacas para plantar nuevos viñedos. Los griegos también practicaron el emparrado, con vides en estacas para facilitar su cultivo y vendimia, en lugar de dejarlas crecer como arbustos o sobre árboles. Aunque los ampelógrafos no han sido capaces de identificar a los ancestros exactos de ninguna variedad de uva actual entre las usadas por los antiguos griegos, diversas variedades como la Aglianico (también conocida como Helleniko), Grechetto y Trebbiano (también llamada Greco) tienen una distintiva herencia griega. No todas las técnica vitícolas griegas fueron adoptadas ampliamente por otras regiones vinícolas. Algunos viñedos griegos empleaban el misticismo como forma de protegerse de la enfermedad y el mal tiempo; un método implicaba que dos trabajadores del viñedo tomasen un gallo blanco vivo y lo partieran por la mitad, llevando cada uno su trozo alrededor del perímetro del viñedo en direcciones opuestas y enterrándolos en el punto en el que se encontrasen. Los griegos practicaron una forma primitiva de pisado de la uva.

Se ponían cestas de mimbre llenas de uvas en cubas de madera o barro cocido con una cuerda o tablón encima. Los trabajadores del viñedo se sujetaban de la cuerda para mantener el equilibrio y aplastaban las uvas con sus pies. A veces esto se hacía con el acompañamiento de otro obrero tocando la flauta de forma festiva. Tras el prensado, las uvas se ponían en grandes pithoi para que fermentasen. Las obras de Hesíodo y la Odisea de Homero incluyen algunas de las primeras menciones a la producción de vino de pasas, dejando las uvas recién vendimiadas en esteras para que se sequen hasta casi pasas antes de prensarlas.

Un vino lesbio conocido como Protropon fue uno de los primeros conocidos hechos exclusivamente con zumo libre, tomado solo de racimos de uva prensados bajo su propio peso. Otras innovaciones griegas incluyen la cosecha deliberada de uvas sin madurar para obtener un vino más ácido para mezclar. La cocción del mosto de uva fue descubierta como otro medio de añadir dulzor al vino. Los griegos creían que el vino también podía mejorarse añadiendo aditivos como resina, hierbas, especias, agua marina, salmuera, aceite y perfume. El Retsina, el Glühwein y el vermú son ejemplos modernos de esta costumbre.

Tan tarde como en el Segundo Concilio de Constantinopla en el 691 d. C., exactamente tres siglos después de que Teodosio clausurase los templos, hubo de dictarse un canon prohibiendo expresamente los gritos de Dioniso entre quienes pisaban la uva, que seguían usando máscara, recomendándose en su lugar el Kyrie Eleison.

Las variedades

Grecia cuenta con cerca de 300 variedades autóctonas, la mayoría de las cuales están muy localizadas y dotadas de un carácter propio. La mitad de los viñedos está destinada a la producción de vinos y, el resto, a uva de mesa y pasas.

Las cepas blancas

  • Assyrtico, posee una buena acidez, se encuentra en Santorín y empieza a extenderse en otras regiones.
  • Roditis, variedad de piel rosada, procedente del Peloponeso y que empieza a cultivarse en otras regiones.
  • Savatiano, originaria del centro de Grecia y del Ática. Es la cepa base del retsina. Puede dar buenos vinos blancos secos si crece en terrenos adecuados.
  • Moschophilero, variedad de piel rosada, delicada y aromática. Procede de Mantinia.
  • Robola, originaria de Cefalonia.
  • Vilana, originaria de Creta.
  • La chardonnay y la sauvignon se mezclan con las cepas locales.

Las cepas tintas

  • Agiogitiko o sanjorge, produce los vinos de Nemea.
  • Limnio, variedad antigua originaria de Lemnos. Da vinos corpulentos y buenos para guardar. Actualmente crece bien en Calcídica (Halkidiki), al norte del país.
  • Xinomavro, originaria del norte de Grecia.
  • Mamdilaria, se cultiva mucho en las islas. Da vinos muy pigmentados pero con poca fuerza.
  • Mavrodaphne, la encontramos en los alrededores de Patrás. Produce un tinto generoso lleno de carácter.
  • La cabernet franc, la cabernet sauvignon, la merlot, la garnacha y la syrah se mezclan con las cepas locales.

Los estilos del vino

La gama de vinos griegos es amplia, blancos secos, tintos, moscateles dulces, tintos generosos e, incluso, espumosos. La producción anual alcanza los 600 millones de botellas, de la cual el 65-70% es vino blanco, incluido el famoso retsina. La mayoría de los vinos griegos y los blancos en particular, se disfrutan más cuando son consumidos jóvenes, con la excepción de unos cuantos como los Naoussa y los Nemea que deben más bien envejecer, algunos incluso durante mucho tiempo. El Retsina (vino resinado) es un vino aromatizado exclusivo de Grecia. Su origen se remonta a la antigüedad, cuando el vino era transportado en ánforas de barro cocido selladas. Los sellos, una pasta compuesta de yeso y resina, impedían la entrada del aire y permitían conservar el vino por más tiempo. Como esto le daba un poco de sabor, los griegos llegaron a pensar que los vinos envejecían gracias a la resina: es así como nace la tradición de añadir resina al vino.

Las zonas vitícolas

El norte

El norte de Grecia abarca Macedonia y Tracia y es una región de vinos tintos.

El centro

El centro de Grecia, Epiro y Tesalia, posee tres denominaciones: Zitsa, Rapsani y Ankialos. Zitsa, al noroeste de Ioánnina, produce un vino blanco de aguja seco o semiseco. A los pies del Olimpo, Rapsani produce vinos tintos. Cercana a Volos, Ankialos produce vinos blancos secos de las cepas roditis y savatiano.

El Peloponeso

Cuenta con numerosas denominaciones. En una meseta cerca de Trípolis, en Mantinia, se produce un vino blanco aromático hecho de la cepa moscophilero. Cerca de Corinto se produce el Nemea un tinto afrutado hecho de la cepa sanjorge, generalmente seco. La denominación Patrás se aplica a vinos blancos secos elaborados con la cepa roditis. El moscatel de Patrás es un vino licoroso, mientras que el mavrodaphne de Patrás es un vino generoso envejecido por mucho tiempo en barrica de roble.

Las islas

  • Cefalonia Perteneciente a las islas Jónicas, es la única de estas islas que posee denominaciones. La denominación más importante es Robola, donde se elabora un vino blanco seco y fuerte.
  • Lemnos Produce muy buenos vinos a partir de la variedad moscatel. El moscatel de Lemnos es licoroso. Se produce también un vino natural seco, pero desconocido fuera de las islas.
  • Samos Aquí el vino se elabora como un vino de licor (Samos dulce), como vino natural (interrumpiendo la fermentación) o como samos néctar (a partir de uvas secadas al sol).
  • Paros Se elabora un vino tinto seco a partir de un mezcla de mandilaria, una uva tinta de mucho color, y de una uva blanca, la monemvassia.
  • Santorín: Se elabora un vino blanco seco y fuerte a base de assyrtico, y un blanco dulce llamado "vino santo".
  • Rodas: Produce un vino blanco seco, con athiri, y un tinto, con mandilaria. En esta isla se hacen también vinos de mesa espumosos.
  • Creta: Posee tres denominaciones de vinos tintos secos o dulces: Archanes, Dapnes y Sitia.
  • Peza: En esta isla, los vinos que se producen son tintos o blancos. Las cepas locales, kotsifali, liatko (tinta) y vilana dan, en general, vinos fuertes y generosos.

El antiguo estilo

El estilo más común de vino en la Antigua Grecia era dulce y aromático, aunque también se producían vinos más secos. Su color iba de oscuro, casi negro a leonado y hasta blanco. La oxidación era un defecto frecuente y muchos vinos no duraban más allá de la siguiente cosecha. Los vinos que se conservaban bien y envejecían eran muy apreciados, con Hermipo describiendo los mejores vinos maduros con un buqué de violetas, rosas y jacinto. Los poetas cómicos señalaban que a las mujeres griegas les gustaba el vino viejo pero los hombres jóvenes. El vino casi siempre se diluía, normalmente con agua o nieve cuando se quería servir frío. Los griegos creían que sólo los bárbaros bebían vino sin mezclar ni diluir, y que el rey espartano Cleómenes I enloqueció una vez tras beber vino de esta forma. Los griegos valoraban su costumbre de diluir el vino con agua como un rasgo de comportamiento civilizado, cuyo contraste venía encarnado por el mito de la batalla de los lápitas con los centauros, quienes se vieron empujados a la violación y el caos por no estar acostumbrados al vino, que bebieron sin mezclar.

El vino en la cultura griega

El vino en Grecia nunca estuvo alejado de su relación mística con el culto a Dioniso. Kílix ático de figuras negras, c. 530 a. C., representando a Dioniso a bordo de un buque con vides enredadas entre sus raptores transformados en delfines. Además de su presencia como bien de consumo, el vino también desempeñaba importantes papeles religiosos, sociales y medicinales en la sociedad griega. La fiesta del vino (me-tu-wo ne-wo) era una fiesta de la Grecia micénica que celebraba el mes del vino nuevo. El culto de Dioniso era muy activo, si no misterioso, y fue inmortalizado en la obra de Eurípides Las bacantes. A lo largo de todo el año se celebraban varias fiestas en honor del dios del vino. La Antesteria se celebraba en febrero y señalaba la apertura de las jarras de vino de la vendimia del otoño anterior. La fiesta incluía una procesión por Atenas portando jarras de vino y concursos de bebedores. Las Dionisias incluían representaciones teatrales tanto de comedias como de tragedias en honor del dios del vino. Esta bebida era un componente frecuente en el simposio que a veces incluía el juego del cótabo, que implicaba lanzar las heces del vino desde una copa vacía a un blanco. El uso medicinal del vino fue estudiado con frecuencia por los griegos. Hipócrates realizó una investigación exhaustiva al respecto, usando vino como cura para las fiebres, la convalecencia y como antiséptico. También estudió su efecto sobre las heces de sus pacientes.1 Los médicos griegos prescribían varios tipo de vino para usarlos como analgésicos, diuréticos, tónicos y digestivos. Los griegos también eran conscientes de algunos efectos negativos para la salud, especialmente cuando se consumía sin moderación. Ateneo hizo frecuentes menciones a la resaca provocada por el vino y diversos remedios para la misma. El poeta Eubulo advirtió que tres cuencos kílix eran la cantidad idónea de vino a consumir. El número de tres cuencos como moderación es un tema común en toda la literatura griega: la actual botella de vino de 75 cl contiene aproximadamente tres vasos para dos personas. En su obra de c. el 375 a. C. Sémele o Dioniso, Eubulo hace que Dioniso diga: Tres cuencos mezclo para los moderados: uno para la salud, que vacían primero, el segundo para el amor y el placer, el tercero para dormir. Cuando este cuenco se bebe, los invitados sabios se van a casa. El cuarto cuenco ya no es nuestro, sino que pertenece a la violencia; el quinto al tumulto, el sexto al regodeo beodo, el séptimo a los ojos negros, el octavo es el de la policía, el noveno pertenece a la bilis, y el décimo a la locura y el lanzamiento de muebles.

La importancia del vino

Según los datos recogidos en los Registros Vitícolas de España, la superficie plantada de viñedo en este país se acerca al millón de hectáreas 957.573 en julio de 2013, y su producción no baja desde hace más de veinte años de los 21 millones de hectolitros sumando el mosto y el vino, aunque el primero se produce en un porcentaje muy inferior al segundo. Si nos acercamos a las cifras del consumo de vino a nivel internacional, éste oscila en torno a un total de 240 millones de hectolitros anuales, de los que EEUU se lleva la palma con un consumo de 31 millones de hectolitros, seguido de Francia 27 mill., Italia 20 mill. y Alemania 20 mill. España se queda en octavo lugar con un consumo de 10 millones de hectolitros de vino al año. Este récord opera sobre números absolutos, por lo que si hiciéramos el cálculo, nos desvelaría que en Estados Unidos cada persona bebería algo más de 9 litros de vino anualmente, mientras que en España tocarían más de 21 litros a cada persona. En España nos bebemos entre la mitad y un cuarto de lo que producimos. El simple cálculo para el caso de Francia tendría efectos cirróticos, por lo que lo dejaremos en suspenso.

Fuentes