Diferencia entre revisiones de «Calles de La Habana»

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'''Las Calles  de La Habana'''. Poseen el doble aspecto de una ciudad antigua y moderna. La llegada de los colonizadores españoles al continente americano enriquece la historia del urbanismo con la fundación de la nueva ciudad.  La necesidad de poblar no surge por un hecho fortuito, pues la empresa tuvo un carácter planificador desde su génesis. En todo momento se vinculan los intereses económico, político-jurídico, militar y religioso de la metrópoli y las características particulares de la colonia.
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'''Las Calles  de La Habana'''. Poseen el doble aspecto de una ciudad antigua y moderna. La llegada de los colonizadores españoles al [[América|continente americano]] enriquece la historia del urbanismo con la fundación de la nueva ciudad.  La necesidad de poblar no surge por un hecho fortuito, pues la empresa tuvo un carácter planificador desde su génesis. En todo momento se vinculan los intereses económico, político-jurídico, militar y religioso de la metrópoli y las características particulares de la colonia.
  
 
==Historia==
 
==Historia==

Revisión del 12:38 30 oct 2012

Calles de La Habana
Información sobre la plantilla
Calle de Cuba
EntidadCalle
 • PaísBandera de Cuba Cuba
 • ProvinciaLa Habana
Mapacalles.JPG

Las Calles de La Habana. Poseen el doble aspecto de una ciudad antigua y moderna. La llegada de los colonizadores españoles al continente americano enriquece la historia del urbanismo con la fundación de la nueva ciudad. La necesidad de poblar no surge por un hecho fortuito, pues la empresa tuvo un carácter planificador desde su génesis. En todo momento se vinculan los intereses económico, político-jurídico, militar y religioso de la metrópoli y las características particulares de la colonia.

Historia

Primeras poblaciones

Las primeras poblaciones no tenían un trazado intencional que marcara, por regla, la forma de las calles, los diferentes espacios y edificios públicos; estos se iban ubicando de acuerdo a las necesidades de los vecinos en el sentido que buscaban la cercanía al puerto, a las instituciones más importantes y para el aprovechamiento de los mejores terrenos, por lo que la ubicación caprichosa de las calles resultaba ser también una necesidad.

Trazado

Archivo:TrazadoHabana.jpg
Trazado de La Habana

La reconstrucción de la ciudad por los propios vecinos ante los estragos dejados por la piratería y el corso en 1538 y 1555, permitió la rectificación de las irregularidades del trazado, pero esto sólo puede ser un elemento coadyuvante, ya que posteriormente se convertirá en reglamento al orientarse la medida y orden del trazado urbano. La planificación del trazado de La Habana, aunque con cierta flexibilidad, corresponde al típico de las ciudades hispanoamericanas: trama cuadricular en forma de damero, cuyas manzanas de configuración cuadrada o rectangular y las calles relativamente orientadas respondían a un trazado casi rectangular que permitía a la ciudad una mejor adaptación a su medio.

Código Indiano

La principal característica de estas primeras calles es su estrechez. Con ella se cumplía la ley del Código Indiano de que: “En lugares fríos sean las calles anchas, y en las calientes angostas (…) cuidando… que no lleguen á dar en algún inconveniente que sea causa de afear lo reedificado, y perjudiquen a su defensa y comodidad”. La Habana, además de regirse por lo establecido, burlaba con ello los inconvenientes que el trópico le deparaba, de manera que sus moradores pudieran gozar de la sombra proporcionada por las calles estrechas de allí que “con todo y mal trazadas como pudieran estar, brindan una impresión de paz y frescor que difícilmente hallaríamos en donde los urbanistas conscientes ejercieran su ciencia”.

Desde una Plaza Mayor

Plano de la Plaza de La Habana

El damero fue una constante en las Ordenanzas de las nuevas poblaciones, el elemento central del urbanismo hispanoamericano sería la plaza mayor. Desde el punto de vista estructural la repartición del lugar se hacía como lo ordenaban las Leyes de Indias “…comenzando desde la Plaza Mayor, y sacando desde ellas las calles á las puertas y caminos principales…”, pero esta conformación de la estructura urbana respondía a un interés de carácter ideológico: concentrar las funciones públicas, administrativas y religiosas como símbolos de la ciudad y el poder cívico. La Plaza Mayor donde se ha de comenzar la población siendo de costa de mar, se debe hacer el desembarcadero del puerto, y si fuera el lugar en cuadro prolongado, que por lo menos tenga de largo una vez y media de su ancho porque será más a propósito para las fiestas de a caballo y otras: su grandeza proporcionada al número de vecinos, y teniendo consideración a que las poblaciones pueden ir en aumento (…) de la plaza salgan cuatro calles principales, una por medio de cada costado y de más de estas, dos por cada esquina.

Policentrismo

Es innegable que la Plaza Mayor era el núcleo alrededor del cual giraba la ciudad hispanoamericana, el centro principal estatuido por las Leyes de Indias, que La Habana infringiera con un desarrollo urbano descentralizado originando el policentrismo. Si La Habana cumplía con el trazado de las calles ordenado por la Corona, esta vez se animaba en torno a los centros de sus cinco plazas principales: Plaza de Armas, Plaza Nueva, luego llamada Plaza Vieja, Plaza de San Francisco, Plaza del Santo Cristo del Buen Viaje y Plaza de la Catedral. Las cuales marcarían, desde mediados del siglo XVI hasta finales del XVIII, la fisonomía de la ciudad, compartiendo entre ellas las funciones sociales, militares, religiosas, administrativas, comerciales y habitacionales.

Tarjas identificativas

Tarjeta colocada en la esquina de San Ignacio y Amargura (Año 1836)

No fue hasta bien entrada la segunda mitad del siglo XIX, por el 1862, que La Habana conoció de una numeración de casas y rotulación de calles más racional y científica.

Archivo:Calle tenienterey2.jpg
Tarjas identificativas

Muchas son las calles de la Habana Vieja cuyas tarjas identificativas tienen los nuevos nombres, como el Prado, llamado Paseo de Martí, Zulueta, hoy Agramonte o Galiano, ahora Avenida de Italia.

En 1935, cuando Emilio Roig de Leuchsering fue nombrado Historiador de la ciudad, uno de sus primeros trabajos fue el reordenamiento de los nombres de 104 calles del término municipal de La Habana. Roig abogó por la restitución de los nombres antiguos, tradicionales y populares, siempre y cuando no hirieran la sensibilidad o el patriotismo del pueblo, como los casos de Vives o Tacón gobernantes déspotas.

Con los años, nacieron otras zonas, otros barrios, otras avenidas, que le arrebataron el protagonismo a la parte más antigua de la villa.

Roig, inquieto por las calles del Vedado y sus ampliaciones, aconsejó que mantuvieran sus arterias denominadas por números y letras, por ser práctico.

Entregado el informe del Historiador al alcalde de La Habana, fue aprobado y enviado al Consejo de Secretarios (ministros), y con fuerza de decreto ley se publicó en la Gaceta Oficial de la República el 13 de enero de 1936.

Algunas calles habaneras

Fuentes