Severino Rosell González

Severino Rosell González
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NombreSeverino Leonardo Rosell González
Nacimiento6 de noviembre de 1928
Artemisa, Bandera de Cuba Cuba
Fallecimiento7 de junio del 2000
Artemisa, Bandera de Cuba Cuba
NacionalidadCubano
Conocido porVero
PadresJosé y Hilaria

Severino Rosell González (Vero).Nació el 6 de noviembre de 1928 en Artemisa, en plena república neocolonial. La situación obligó a Vero y a sus hermanos a asistir a la escuela y realizar algunos trabajos para cubrir las necesidades de la familia.

Formó parte del Movimiento Revolucionario de Artemisa junto a Ciro Redondo, Julito Díaz, Ramiro Valdés, José Suárez Blanco y otros compañeros, con los cuales participó el 26 de julio de 1953, en el asalto al cuartel Moncada; fue uno de los sobrevivientes y se internó en las montañas con Fidel y otros moncadistas hasta cerca de la Gran Piedra. Luego partió al exilio.

Después del triunfo de la Revolución en 1959, desempeñó diferentes funciones y recibió diversas condecoraciones y reconocimientos.

Síntesis biográfica

Primeros años

Severino Rosell González (Vero), nació el 6 de noviembre de 1928 en Artemisa, en plena república neocolonial, llena de dirigentes gubernamentales corruptos y sumisos a los designios del norte. Su padre José, dedicado al comercio y la madre Hilaria, ocupada en los quehaceres domésticos, y la atención a sus cinco hijos.

En esa época la familia residía en la popular barriada de la Matilde, en Artemisa. Desde niño Vero tuvo inclinaciones por la pintura y el deporte, como pelotero en su zona.

La situación obligó a Vero y a sus hermanos a asistir a la escuela y realizar algunos trabajos para cubrir las necesidades de la familia.
En 1942 Vero era aprendiz de dependiente en la tienda la Mina de Oro, trabajaba en la quincalla de Jai Alai, recibiendo seis pesos al mes en largas jornadas laborales. En los años 1945 - 1946 es estibador en los Almacenes Carvajal, de ahí pasó a trabajar con su hermano Eusebio en el bar Los Aliados y en dos quincallas, hasta el año 1953. También realizó labores agrícolas en la cosecha de papas y en el envase de piñas.

Trayectoria revolucionaria

En 1948, al formarse el Partido Ortodoxo en Artemisa, ingresó en la Juventud Ortodoxa ocupando diferentes responsabilidades. Vero fue de los primeros jóvenes artemiseños en mostrar su repulsa al golpe de Estado de Fulgencio Batista el 10 de marzo de 1952, demostrándolo con otros jóvenes en el parque de Artemisa, en el trabajo, en las reuniones de los ortodoxos y en otros lugares que frecuentaba en el barrio de La Matilde.

A mediados de 1952, es reclutado por Julio Díaz González, ingresando en el Movimiento Revolucionario que se gestaba en Artemisa por indicaciones de Fidel Castro. Es designado Jefe de célula, la que componían los también artemiseños Guillermo Granados Lara, Mario Collazo Cordero, Marcos Martí Rodríguez, Félix Córdoba (Felo compañía), el gago y Eutimio (trabajador del almacén Carvajal), estos tres últimos no participaron en el Ataque al cuartel Moncada en Santiago de Cuba, ni en el Asalto al cuartel Carlos Manuel de Céspedes en Bayamo, el 26 de julio de 1953.

Severino Rosell captó a varios jóvenes para el Movimineto Revolucionario, entre ellos a Ricardo Santana Martínez.

“Severino Rosell captó a Santana para la causa revolucionaria y le habló de otros compañeros que pensaban igual que él. Acordaron volver a reunirse. A través de Rosell conoció al también artemiseño José Suárez Blanco, Pepe, dirigente nacional de la Juventud Ortodoxa y su secretario en el poblado de Artemisa. Éste, una vez comprobada la disposición firme de Santana, le explicó la idea que perseguía el movimiento en formación. Le aclaró que para ingresar en él se debían cumplir dos requisitos indispensables: ‘No tener ambiciones personales y ser discreto”.[1]

El joven revolucionario artemiseno Ramiro Valdés Menéndez, era Jefe de Célula Central en Artemisa, que la integraban otros cinco artemiseños: Carmelo Noa Gil, Rigoberto Corcho López, Julio Díaz, Ciro Redondo y Vero. Pepe Suárez es el organizador en la provincia de Pinar del Río.

En diciembre de 1952, Fidel convocó una reunión en horas de la noche en el local de la Logia Evolución, donde participaron seis jefes de células de Artemisa, en la cual hablaron Fidel Castro y Pepe Suárez. Varios miembros del movimiento en Artemisa participaron en el Marcha de las antorchas en la capital del país en enero de 1953, Vero estaba entre ellos.

Armamento con el que realizaban las prácticas de tiro.

Continuaron la preparación del tiro en varios lugares de Artemisa, en la Universidad de La Habana y en otros sitios seleccionados.

“El incremento de la preparación incluyó, además, la intensificación de los entrenamientos y las prácticas de tiro en diversos lugares dentro y fuera del territorio, principalmente en las fincas Larrazábal, cerca de Candelaria, San Miguel, del barrio Capellanías, donde vivía Carmelo Noa Gil; La Tentativa, entre Artemisa y Guanajay, donde vivía Ismael Ricondo; Las Tumbas, Cayajabos; la finca Sánchez, perteneciente a Francisco Chirino, padre de la novia de Santana y otros lugares”. [2]

El 21 de julio de 1953 Pepe Suárez le comunicó a Vero que el 24 de julio los compañeros seleccionados de su célula debían partir para la ciudad de La Habana, instrucciones que también recibieron los otros cinco Jefes de células. Son 30 los artemiseños convocados por Fidel y la Dirección Nacional del Movimiento, trasladándose en su mayoría en ómnibus de la ruta 35. Ya en la Habana, Fidel dio orientaciones de partir para Santiago de Cuba, de inmediato utilizaron automóviles, ómnibus y en tren.

“El grupo de artemiseños, encabezados por Pepe Suárez, subieron a un Chevrolet del 48, propiedad del trabajador ferroviario Mario Dalmau, que lo conducía, y en la madrugada partieron hacia un destino desconocido. Viajaban, además, Gregorio Careaga, Severino Rosell y Ricardo Santana”. [3]

Se alojaron en distintos lugares en Santiago de Cuba y ya en la Granjita Siboney, momentos antes de salir para el Cuartel Moncada, Fidel les habló infundiéndoles nuevos ánimos. En el viaje hacia el Cuartel Moncada, Vero lo hizo en compañía de los hermanos Roberto Galán Betancourt y Orlando Galán Betancourt, Ricardo Santana Martínez y Mario Collazo Cordero (todos fallecidos después de 1959) y artemiseños como él. Se produjo el ataque al Cuartel Moncada el 26 de julio y en un momento del combate, Vero estuvo a punto de perder la vida cuando estaba disparando, a no ser por Roberto Galán Betancourt, que lo quitó del lugar donde estaba, evitando que fuera blanco de los disparos de los soldados a ese lugar.

Mario Mencía señaló:

“Severino Rosell estaba ocupado en disparar detrás de un automóvil, cuando se sintió tirado con violencia hacia atrás y cayó de rodillas. Roberto Galán había visto a un soldado que le apuntaba desde lo alto de una ventana. Cuando Rosell se levantó, vio un agujero en la carrocería en el lugar exacto donde un segundo antes se encontraba su cabeza. Galán le salvó la vida.[4]

Al producirse la retirada de los asaltantes, Vero va en el automóvil de Oscar Alcalde Valls, regresando a la Granjita Siboney donde se reagrupan 20 asaltantes, de ellos ocho son artemiseños. Con estos, Fidel comenzó a escalar las estribaciones de La Gran Piedra. Dos días después se envía un grupo para Santiago de Cuba, compuesto por Jesús Montané Oropesa, Benítez, Israel Tápanes, Rosendo Menéndez García, Mario Lazo Pérez (herido) y Vero. En el trayecto se dividieron en dos grupos, Mario Lazo y Vero formaron uno, siendo socorridos por la familia Fermín Arza, en su finca, donde permanecieron un mes. Son enviados a Santiago de Cuba y allí son separados a los tres días, Vero es llevado para la casa de descanso de Vilma Espín Guillois, hasta el 30 de noviembre de ese año, en que se trasladó para La Habana en ómnibus de la ruta 80. Trataron de exiliarlo en la embajada de Guatemala y por gestiones de Hipólito Puentes y la Dra. Borroso lo logran en la embajada del Uruguay.

Desde 3 de noviembre de 1953, está en Costa Rica hasta febrero del siguiente año, allí conoció a Ernesto Guevara de la Serna, que también estaba en ese país de paso, siendo el primer cubano que lo conoció y con el cual hizo algunos trabajos fotográficos. En ese país varios cubanos se unieron al Movimiento Nicaragüense, entre ellos Calixto García.

En el año 1955 se efectuaron los Segundos Juegos Centroamericanos en México, el Che y Vero trabajaron como fotoreporteros, cubriendo los mismos. Se produce la amnistía en mayo de 1955 para los moncadistas y Vero regresó a Cuba para trabajar en la Organización del Movimiento 26 de julio, lo que realizó en Sancti Spíritus, Placetas y Cabaiguán. Al regresar a Artemisa es detenido, estuvo en el calabozo y de allí lo remitieron a la cárcel de Pinar del Río. Posteriormente en el cuartel de Guanajay es liberado, pero continuaron las persecuciones y vejaciones, por los sicarios batistianos.

En boda a escondidas de los esbirros batistianos, en 1956, contrajo matrimonio con Juana Pérez. A decir de Vero:

“…hasta en eso tenía que andar clandestino.”

De esa unión tuvieron tres hijos, una hembra y dos varones.

En el Ejército Rebelde estuvo cuatro meses como voluntario.

Después del triunfo de la Revolución

  1. «Enrique Garcés Montero: El artemiseño que rescató a Fidel. Editora Política, Ciudad de La Habana, 2012, pp. 15-16.»
  2. «Enrique Garcés Montero: El artemiseño que rescató a Fidel. Editora Política, Ciudad de La Habana, 2012, p. 20.»
  3. «Enrique Garcés Montero: El artemiseño que rescató a Fidel. Editora Política, Ciudad de La Habana, 2012, p. 27.»
  4. «Mencía, M. El Moncada. La respuesta necesaria. Oficina de Publicaciones del Consejo de Estado. La Habana. 2013. Pág. 471.»