Combate de Alegría de Pío (1956)

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Combate de Alegría de Pío
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Parte de Guerra de Liberación Nacional de Cuba
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Fecha 5 de diciembre de 1956
Lugar Alegría de Pío, Niquero, Oriente, Bandera de Cuba Cuba
Resumen Enfrentamiento entre una compañía del Ejército Constitucional de Cuba y los 82 hombres de la expedición del yate Granma
Resultado Dispersión de los expedicionarios del Granma
Beligerantes
Ejército Constitucional de Cuba Movimiento 26 de Julio
Comandantes
- Fidel Castro Ruz
Fuerzas en combate
1 Compañía 82 expedicionarios del Granma
Bajas
- 3 muertos[1]

Combate de Alegría de Pío. Combate librado por los expedicionarios del Granma con las fuerzas del Ejército Nacional de Cuba en una zona de Niquero, Oriente, conocida como Alegría de Pío.

Las fuerzas expedicionarias fueron sorprendidas por el ejército, y en la dispersión posterior dos decenas de revolucionarios capturados fueron asesinados para ser presentados como muertos en combate. Pequeños grupos pudieron escapar por diferentes vías, algunos descendieron al llano y otros se reagruparon en torno al líder de la expedición, Fidel Castro y formaron el núcleo principal de lo que posteriormente sería el Ejército Rebelde.

Acciones previas

Movimiento de los expedicionarios

La expedición del yate Granma desembarcó en una punta de mangle conocida como Los Cayuelos a dos kilómetros de playa Las Coloradas el 2 de diciembre de 1956 perdiendo casi todo el alijo. El terreno cenagoso, cubierto de manglares hizo que la marcha fuese muy difícil y provocó ulceraciones en los pies de los combatientes que retrasaron su avance.

La mayoría de ellos se fueron deshaciendo en los pantanos del pesado equipo de guerra hasta quedar con lo mínimo indispensable para combatir[2]. Durante la noche del 4 de diciembre alcanzaron las guardarrayas del central Niquero dejando un rastro de bagazo de caña que hizo muy fácil al ejército seguirlos.

El campesino que les sirvió de guía fue dejado en libertad y dio parte al ejército de la presencia de los expedicionarios en la zona, guiándolos hasta el punto exacto donde estos se encontraban.

El Combate

En la mañana del 5 de diciembre de 1956, los 82 expedicionarios del Granma acamparon a la orilla de un cañaveral, en un lugar conocido como Alegría de Pío, preparándose para descansar del extenuante recorrido desde los mangles cenagosos de playa Las Coloradas, y esperar la noche.

Poco después del mediodía se escucharon los primeros disparos, generalizándose de inmediato un cerrado tiroteo. Los expedicionarios habían sido sorprendidos por el ejército, y bajo el intenso fuego, se dispersaron. En medio de la confusión y la balacera fueron inútiles todos los intentos por reagruparlos.

Los bisoños combatientes no habían valorado la importancia de los vuelos de aviones y avionetas del Ejército que empezaban a rondar en las cercanías. Algunos grupos de los revolucionarios tranquilamente cortaban y comían cañas sin importarles ser vistos por los pilotos del régimen que andaban en su busca desde el mismo momento del desembarco. Localizados con exactitud, las fuerzas del régimen iniciaron con gran rapidez un cerco a su alrededor y, cuando más tranquilamente se encontraban los expedicionarios, fueron objeto de un fuerte ataque por parte de las tropas enemigas, creándose una fuerte confusión y una total dispersión de las fuerzas del naciente Ejército Rebelde.

El fuego intenso del Ejército fue combinado con frecuentes llamadas para que los sitiados se rindieran, y en aquellos instantes se oyó la voz del capitán Juan Almeida Bosque[3]:

“Aquí no se rinde nadie”

Fidel Castro trató de reagrupar a los expedicionarios en un cañaveral cercano, al que sólo había que llegar cruzando una guardarraya, pero no pudo lograrlo [2] y cada cual se retiró como pudo, solo o formando pequeños grupos.

Bajas de los expedicionarios

Aunque la mayor parte de la historiografía reconoce como caídos en este combate a los expedicionarios Humberto Raimundo Lamothe Coronado, Carlos Israel Cabrera Rodríguez y Oscar Rodríguez Delgado; otros estudios argumentan que los dos últimos fueron asesinados más tarde, y luego trasladados allí para presentarlos como muertos en combate. Muchos otros combatientes fueron heridos de diversa gravedad.

Los días que sucedieron a esta acción armada se tornaron sumamente trágicos para los derrotados, pues el ejército de la dictadura asesinó a una parte de sus prisioneros, haciendo elevar el número de muertos hasta 21.

Referencias

  1. Otras Fuentes afirman fue sólo un muerto y los otros dos fueron prisioneros asesinados presentados como muertos en combate
  2. 2,0 2,1 Guevara de la Serna, Ernesto. Alegría de Pío. Revista Verde Olivo. 26 de febrero de 1961
  3. En el artículo «Alegría de Pío» publicado en la revista Verde Olivo en 1961 el Che afirma que la frase fue dicha por Camilo Cienfuegos

Fuentes