Hermafroditismo

Para el personaje mitológico, véase Hermafrodito.

El hermafroditismo es un término de la biología y zoología, con el cual se designa a los organismos que poseen a la vez órganos reproductivos usualmente asociados a los dos sexos: macho y hembra.[1][2] Es decir, a aquellos seres vivos que tienen un aparato mixto capaz de producir gametos masculinos y femeninos.[3]

Aunque los seres hermafroditas produzcan los dos tipos de gametos rara vez se fecundan a sí mismos, sino que se dan cruces entre distintos individuos actuando ambos como hembra y macho en hermafroditismo simultáneo; o, en la adultez atraviesan períodos en los cuales sólo se reproducen con uno u otro sexo (o sea, como dioicos alternados).[2] Algunos peces pueden cambiar de sexo iniciando su vida con uno y, después de procrear varias veces, transformándose en el otro sexo, en un proceso llamado hermafroditismo secuencial.[4]

Con la excepción de las tenias, que pueden autofecundarse (de todas formas esta fecundación nunca se produce en el mismo aparato reproductor, dos proglótides se unirían para la fecundación), los restantes hermafroditas necesitan la colaboración de otro congénere para reproducirse. En las plantas sucede lo mismo, pues aunque muchas flores poseen los dos sexos, los gametos maduran a distinto tiempo, por lo que se requiere una polinización cruzada para llevar a cabo la fecundación.

Alcance del hermafroditismo

Como estrategia reproductiva, el hermafroditismo es ideal para animales a los que cuesta encontrar pareja, ya sea por su hábitat, su baja población, su aislamiento o su lenta traslación. La desventaja que presentaría es una menor eficiencia en las tareas reproductivas debido a la falta de especialización.[5]

Se dice que la mayoría de los hermafroditas no son funcionales porque aunque es posible, es raro (especialmente en animales) que suceda la autofecundación, la cual es un hecho sólo en algunas especies hermafroditas.[5]

Archivo:Snails mating.jpg
Apareamiento del caracol (Helix aspersa).

Especies

El hermafroditismo está ampliamente representado entre las plantas con flores (angiospermas).

En los animales el hermafroditismo verdadero como medio de reproducción se da en invertebrados como la estrella de mar,[6] caracoles[6] y lombrices de tierra; y, en varios peces.[7]

En artrópodos

En los artrópodos, la presencia de simbiontes intracelulares, transmitidos de generación en generación, pueden parasitar el sistema reproductor de los machos produciendo una feminización. En algunos casos esta feminización es incompleta por lo que pueden aparecer fenotipos intersexuales.

Las investigaciones revelaron que algunas hembras eran en realidad genotípicamente machos, con lo cual la determinación sexual estaba determinada por el simbionte y no por los cromosomas. Distintas bacterias, como Wolbachia, Paramixidia o Microspiridia, pueden ser endosimbiontes feminizantes.

Si, debido a estas bacterias simbiontes, se inhibe la diferenciación de la glándula androgénica, o sea, se bloquea la glándula que genera hormonas masculinas, aparece el fenotipo femenino en individuos genéticamente machos. Si, en cambio, este bloqueo es imperfecto, aparecen individuos intersexuales.[8]

Otras representaciones

Un dimorfismo sexual muy acusado puede confundirse con hermafroditismo, aunque no lo sea. Este es el caso de unos caracoles parásitos de equinodermos, entre los cuales el macho parásito (muy pequeño) se puede hallar en el interior de la hembra.[5]

Se denomina seudohermafrodita a aquellos animales que poseen internamente los órganos reproductivos de un sexo pero su apariencia externa es la del otro sexo.[2]

También existen hermafroditas secuenciales, aquellos que cambian de sexo en el transcurso de su vida, como en el caso de los peces róbalos y de la cabrilla.[7][9]

Hermafroditismo y humanos

En la especie humana hay varios casos que son similares al hermafroditismo, los cuáles se han identificado como pseudohermafroditismo por la incapacidad de la reprodución de las dos maneras; pero desde la perspectiva de género se insiste en que el término más correcto para referirse a una persona con estas condiciones es intersexual.

El síndrome de Klinefelter, una enfermedad que ataca solo a varones, a veces se manifiesta a través de características como ginecomastia (glándulas mamarias grandes), criptorquidia, azoospermia (producción deficiente de esperma) o micropene, pero difícilmente podría considerarse una forma de intersexualidad.[10][11]

El término médico hermafroditismo verdadero se aplica a los casos con gónadas de ambos sexos en distintas proporciones, ya que en algunos casos contienen folículos ováricos y túbulos seminíferos en la misma gónada (ovotestis). No obstante, raramente se ha constatado en humanos la capacidad de producir óvulos y espermatozoides al mismo tiempo, ya que típicamente uno de los dos tipos no se desarrolla correctamente. Se trata, en todos los casos de condiciones patológicas.[12]

Véase también

Notas y referencias

Enlaces externos