La pasión de Sacco y Vanzetti

La pasión de Sacco y Vanzetti
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A esos valientes estadounidenses que hoy como ayer han aceptado la presión y hasta la muerte antes que traicionar los principios en los cuales creían, la tierra que amaban, o el pueblo de cuya confianza eran depositarios.
Título originalThe passion of Sacco and Vanzetti
Autor(a)(es)(as)Howard Fast
Géneronovela
Primera edición1953
ISBN968-816-248-5
PaísEstados Unidos Bandera de los Estados Unidos de América

La pasión de Sacco y Vanzetti es una novela de carácter histórico realizada por el novelista y guionista estadounidense Howard Fast (1914-2003), en su primera edición en 1953. Cuenta la historia en 18 capítulos de Nicola Sacco y Bartolomeo Vanzetti, dos emigrantes italianos anarquistas que llegaron a Estados Unidos en 1908, fueron acusados injustamente del asesinato de un cajero y de un vigilante y del robo de más de 15000 dólares en una fábrica de zapatos de South Braintree (Massachusetts) el 15 de abril de 1920.

En 1971 fue adaptado al formato de docudrama, por el italiano Giuliano Montaldo. La película presenta una dramatización de los eventos que rodearon el caso de Sacco y Vanzetti.

Sinopsis

Proceso amañado por asesinato celebrado en Massachusetts, que duró desde 1920 hasta 1927. Nicola Sacco y Bartolomeo Vanzetti, dos emigrantes italianos anarquistas que llegaron a Estados Unidos en 1908, fueron acusados del asesinato de un cajero y de un vigilante y del robo de más de 15000 dólares en una fábrica de zapatos de South Braintree (Massachusetts) el 15 de abril de 1920. La ejecución de Sacco, zapatero de profesión, y de Vanzetti, vendedor ambulante de pescado, en 1927, suscitó una unánime repulsa internacional.

Argumento

Así como transcurrieron las últimas 18 horas de esos dos hombre, desde que ambos se despierta el 22 de agosto de 1927, hasta que son ejecutados en la silla eléctrica poco después de la medianoche.

Mientras transcurre los últimos momentos de sus vidas, ambos dan muestras de valerosa dignidad y de sólida fe en sus ideales políticos, la campaña mundial que en pro de su libertad se ha mantenido durante los siete años de proceso alcanza magnitudes sin precedentes: en todas las ciudades se efectuaron manifestaciones y huelgas; en muchas naciones se ejecutaron consultas a nivel de gobiernos, recomendaciones de clemencia.

Pero el único ser humano capaz de salvarlos, el gobernador de Massachusetts, un potentado lleno de histeria xenofóbica y anticomunista, permanece impertérrito en su lujosa mansión de Boston. Y es que Sacco y Vanzetti morían en realidad porque eran militares izquierdistas, además de inmigrantes, y la propaganda reaccionaria necesitaba asociarlos a crímenes comunes y deshumanizarlos. Tal es la clara lección de esta novela dolorosa y enaltecedora.

Resumen literario

En el año 1920, en Estados Unidos de América tras un ataque con bomba atribuido al movimiento anarquista y nunca reivindicado por anarquistas, las fuerzas de seguridad y las autoridades locales investigan a los inmigrantes, especialmente italianos. Este proceso fue celebrado en Massachusetts y duró desde 1920 hasta 1927. Nicola Sacco y Bartolomeo Vanzetti, dos emigrantes italianos anarquistas que llegaron a Estados Unidos en 1908, quienes son detenidos bajo cargos de asesinato del cajero Frederick Parmenter y del vigilante Alessandro Berardelli, además del robo a mano armada de 15 776,51 dólares de la fábrica de zapatos Slater-Morrill Show Company, en Pearl Street.

La ejecución de Sacco, zapatero de profesión, y de Vanzetti, vendedor ambulante de pescado, en 1927, suscitó una unánime repulsa internacional.[1] El proceso no sólo demuestra su inocencia, sino la voluntad de las autoridades de Estados Unidos para llevar a cabo un acto de represalia política, en forma de una condena a muerte, que castigue de una manera ejemplar a los dos anarquistas italianos. De nada sirvieron las numerosas movilizaciones y protestas de la comunidad local, no sólo italiana, sino también de miembros de numerosos comités de liberación.

Se explica además cómo Vanzetti, intentando colaborar y acogerse más tarde a la clemencia del tribunal, para arrepentirse después y la valentía de Sacco, que desde el primer momento no se plegó a las presiones, rechazó realizar peticiones de clemencia dando pruebas plenamente de su inocencia. Ambos, Vanzetti colaborando y Sacco en su posición, fueron condenados a morir en la silla eléctrica. Este proceso dejó claro que ambos fueron asesinados solo por su ideología anarquista, y un claro un ejemplo de la instrumentalización del sistema de justicia en defensa de los intereses políticos de la mayoría conservadora que entendió la condena como un escarmiento.

Personajes

  • Nicola Sacco. Protagonista de la historia
  • Bartolomeo Vanzetti. Protagonista de la historia
  • Celestino Madeiro. Ladrón y asesino de veinticinco años, quien cumplirá su sentencia de muerte junto a Sacco y Vanzetti.
  • Alcalde de la cárcel de Charlestown. Hombre temerario de que nadie de las altas esferas, sus superiores lo tomarán como la representación de la ley que era dentro de la prisión, hombre de buen corazón hasta donde su trabajo le permitía, filósofo por demás.
  • El Duce. Hombre relativamente joven, musculoso, de fríos sentimientos, escaso de bondad, humanidad y poco respeto por las clases bajas.
  • Gobernador Massachusetts. Hombre de baja estatura, muy rico, cruel. Principal culpable de la injusta muerte de Sacco y Vanzetti.
  • Médico de la prisión. Encargado del cuidado de los reos.
  • Periodista'. Encargado de entrevistar la esposa de Nicola Sacco para ver cuáles eran sus sentimientos la mañana de la ejecución de su esposo.
  • Rosa Sacco. Esposa de Nicola Sacco.
  • Profesor de Derecho Penal. Judío, valiente, resuelto, de buen corazón y con gran sentido de la justicia, encargado de defender el caso de Sacco y Vanzetti.
  • Rector de la universidad. Hombre despiadado, con instintos y expresiones xenofóbicas marcadas, antisemita, detractor de la causa de los italianos.
  • Capitán de la policía estatal. Fiel militar, de carácter duro, que cumple su deber y no da explicaciones.
  • Electricista de la prisión. Encargado de revisar el buen funcionamiento de la silla eléctrica en la cual se llevaría a cabo la sentencia de Sacco y Vanzetti.
  • Ministro del Trabajo. Consejero personal del Gobernador del estado de Massachusetts, hombre frío, calculador, y anticomunista.

Carta de Nicola Sacco a sus hijos

Mi querido hijo y compañero:
Desde el día en que te vi por última vez he tenido la intención de escribirte esta carta, pero la extensión de mi huelga de hambre y el temor de no poder explicarme satisfactoriamente me hicieron postergarla todo este tiempo.
El otro día di por terminada mi huelga de hambre y tan pronto como lo hice, pensé en escribirte, pero descubrí que no tenía fuerzas, y que no podía escribirla de una sola vez. Sin embargo, quiero hacerlo antes de que nos lleven a la Casa de la Muerte, porque tengo la convicción de que tan pronto como el tribunal rehúse concedernos un nuevo juicio, nos llevarán allí. Y entre el viernes y el lunes, si nada ocurre, nos electrocutarán, minutos después de la medianoche. Por eso me dirijo a ti con los brazos abiertos y el corazón tan lleno de amor como siempre lo he tenido.
Si interrumpí mi huelga de hambre el otro día, fue porque ya no quedaba vi da en mí. Porque yo protesté con mi huelga de hambre ayer como protesto hoy por la vida y no por la muerte. ijo, en lugar de llorar, sé fuerte, para poder consolar a tu madre, y cuando quieras distraer a tu madre de su terrible pena, te diré qué es lo que yo solía hacer para ello. La llevaba a dar un largo paseo, a caminar por la campiña, a juntar florecillas silvestres aquí y allá, a descansar bajo la sombra de los árboles, entre la armonía del rumoroso arroyo y la serena tranquilidad de la Madre Natura. Estoy seguro de que a ella le gusta mucho esto, y sé que entonces los dos serán felices allí.
Pero recuerda siempre, Dante, ayuda a los débiles que piden ayuda, ayuda a los perseguidos y a las víctimas, porque ellos son tus mejores amigos; ellos son los camaradas que luchan y caen como tu padre y Bartolo lucharon, y cayeron ayer por la conquista de la alegría de la libertad para todos los pobres trabajadores. En esta lucha de la vida hallarás mucho amor y ser más amado.
Mucho he pensado en ti cuando estaba en la Casa de la Muerte –las canciones, las tiernas voces de los niños que jugaban en el patio, donde había toda la vida y la alegría de la libertad– apenas a un paso del muro que encierra la sepultada agonía de tres almas sepultadas. Me hacía acordar a cada instante de ti y de tu hermana Inés, y me hacía desear verlos continuamente. Pero me siento contento de que ustedes no hayan venido a la Casa de la Muerte, para que no hayan podido ver el horrible cuadro de tres hombres yaciendo en la agonía, esperando ser electrocutados, porque yo no sé qué efecto hubiera causado a vuestras sensibles almitas. Pero, por otra parte, si no fueran ustedes tan sensibles, les sería útil mañana cuando pudieran usar este horrible recuerdo para mostrar ante el mundo la vergüenza de este país en esta cruel persecución y en esta muerte injusta. Sí, Dante, ellos pueden crucificar nuestros cuerpos, tal como hoy lo hacen, pero no pueden destruir nuestras ideas; esas quedarán para las juventudes futuras.
Dante, te digo una vez más que ames y consueles a tu madre y a los seres queridos en estos días tristes y yo estoy seguro de que con tu valiente corazón y tu gran bondad se sentirán menos desgraciados. Y tampoco te olvides de quererme un poquito, porque yo te quiero. ¡Oh, hijito, pienso tanto en ti! Con los mejores cariños fraternales para todos los seres queridos, mi cariño y mis besos para la pequeña Inés y para mamá.
El abrazo más fuerte.
Tu padre y compañero.

P. D.: Bartolo te manda muchos saludos. Yo espero que tu madre te ayudará a comprender esta carta, porque yo podría haber escrito mejor y de un modo más simple si me sintiera bien. Pero estoy muy débil.
Nicola Sacco
Mi querida Inés
Me gustaría que pudieras comprender todo lo que voy a decirte, y yo quisiera poder escribir de un modo muy sencillo porque ardo en deseos de que tú recibas todos los latidos del corazón de tu padre, porque te quiero mucho y tú eres lo que de más caro hay para mí en la tierra.
Es muy duro en verdad hacerte comprender algunas cosas a tu tierna edad, pero voy a tratar desde el fondo de mi corazón de hacerte entender cuán cara eres para el alma de tu padre. Si no lo logro, sé que tú guardarás esta carta y la leerás en los años futuros y verás y sentirás el mismo latido de amor que tu padre siente al escribírtela.
Fue el más grande tesoro y dulzura en mi vida de lucha el haber podido vivir contigo y con Dante y con tu madre en esa pequeña quinta, y recibir de todos ustedes palabras sinceras y tiernos afectos. Después, en el verano, sentarme con ustedes en la glorieta, a la sombra del roble grande, empezar a enseñarles las cosas de la vida, y a leer y escribir, a verlos correr, reír, llorar y cantar por esos campos verdes, cortando flores silvestres aquí y allá, trepándose a un árbol, corriendo del claro arroyuelo al abrazo de su madre.
Yo sé que tú eres buena y que quieres a mamá, a Dante y a todos los seres queridos; y estoy seguro de que también a mí me quieres un poquito, porque yo te quiero mucho. No sabes, Inés, cuántas veces pienso en ti en el transcurso de un día. Estás en mi corazón, en mis ojos, en cada rincón de mi triste celda, en el cielo y en dondequiera que yo pose la mirada.
Mientras tanto, da mis saludos a todos los amigos y camaradas, y el doble a los seres queridos. Mi amor y mis besos para tu hermano y para tu madre.
Con el beso más cariñoso y la inefable caricia de aquel que te quiere tanto que piensa en ti constantemente. Con saludos de Bartolo para todos ustedes.
Tu padre
Nicola Sacco

Palabras textuales citadas por los personajes

Nicola Sacco: «Yo nunca supe, nunca oí ni leí en la Historia de algo tan cruel como este tribunal. Después de seis años de perseguirnos todavía nos creen culpables…» o entra franca acusación social: «Yo sé que el fallo va a ser entre dos clases: la clase oprimida y la clase rica. Nosotros le damos al pueblo libros, literatura. Ustedes persiguen al pueblo, lo tiranizan y lo matan. Nosotros siempre tratamos de darle educación al pueblo. Ustedes tratan de poner una barrera entre nosotros y otras nacionalidades, para que nos odien. Por eso yo estoy aquí en este banquillo, por haber sido de la clase oprimida. Y ustedes son los opresores».

Previo a las fiestas navideñas Bartolomeo Vanzetti dice al juez: «Usted esperó un mes, no, un mes y medio, y comunicó su decisión en víspera de la Navidad, exactamente en Nochebuena… Yo creo que usted ha hecho eso, comunicar su decisión en la víspera de Navidad, para envenenar el corazón de nuestros familiares y demás seres queridos». Además en ese discurso el final es considerado un poema en las antologías de Estados Unidos. También las palabras de Vanzetti y que reproduce Howard Fast, son una proclama actual: «Yo he sufrido y sufro porque soy un militante izquierdista, y es cierto, lo soy. Porque soy italiano, y es cierto, lo soy. He sufrido más por lo que creo que por lo que soy; pero estoy convencido de estar en lo cierto, que si ustedes pudieran matarme dos veces, y yo pudiera renacer otras dos volvería a vivir como lo he hecho hasta ahora».

Para los derechistas y conservadores anglosajones la muerte de Sacco y Vanzetti aún es un problema. Para los luchadores sociales de todo el mundo, son una muestra del oscurantismo radical de los gobernantes de EU. Los dos italianos son un símbolo de la resistencia civil, la lucha social y la demanda de justicia. Al igual que el escritor Howard Fast es para el grupo social de pudientes explotadores, una molestia. Y por lo tanto su obra es poco difundida. Lo mismo en México, y más ahora cuando la derecha, los imitadores de los explotadores yanquis, llegaron a los altos cargos gubernamentales. Aunque también lo fue en el pasado reciente. Se consiguen varias ediciones de sus novelas, narraciones y hasta reproducciones de sus artículos periodísticos de la década pasada y principios de este siglo XXI, en donde enfrenta la política represora y bélica de Bush y su cuadrilla.

Fuentes

  • Fast, Howard ([1953]: La pasión de Sacco y Vanzetti. Buenos Aires (Argentina): Siglo Veinte (colección Cocuyo), 1955. 168 págs. ISBN 968-816-248-5.