San Cirilo y san Metodio

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Cirilo y Metodio
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SanCirilo San Metodio.jpg
NombreConstantino y Mijaíl
NacimientoCirilo:
826 u 827,
Metodio:
815,
ciudad de Tesalónica,
Grecia,
Imperio bizantino
FallecimientoCirilo:
ciudad de Roma,
14 de febrero de 869
(43 años)
Metodio:
villa de Velehrad (Moravia),
6 de abril de 885
(70 años)[1]
Nacionalidadgriega
Ciudadaníabizantina

Constantino/Cirilo (Tesalónica, 827 - Roma, 14 de febrero de 869) y Metodio (Tesalónica, 815 - Moravia, 6 de abril de 885) fueron dos hermanos obispos, que predicaron el cristianismo en los países eslavos.

Síntesis biográfica

Pertenecientes a una familia senatorial, recibieron una esmerada educación, Constantino (Cirilo) estudió en Constantinopla, donde ocupó el cargo de bibliotecario de la catedral de Santa Sofía, mientras que Metodio obtuvo el cargo de gobernador de la provincia bizantina de Slavinia.

Los estados eslavos deben su propia existencia a los santos Cirilo y Metodio, quienes crearon un alfabeto común que hizo posible representar por escrito los sonidos de los dialectos eslavos locales y elaborar una lengua literaria estandarizada: el eslavo antiguo.

Constantino (Cirilo) y Metodio tradujeron textos religiosos (evangelios seleccionados, epístolas de los Apóstoles y el Libro de los Salmos, entre otros) del griego al eslavo antiguo, con lo que contribuyeron a introducir y expandir los oficios religiosos en eslavo.

Vida de los santos

Constantino (que 50 días antes de morir fue bautizado como Cirilo, 827-869) y Metodio (Mijaíl, 815-885) fueron dos hermanos de una familia hacendada de siete hijos de la ciudad de Tesalónica, en el Imperio bizantino: Constantino era el menor y Mijaíl, el mayor. Se desconocen sus orígenes: una versión asegura que eran eslavos, otra dice que eran "protobúlgaros", es decir, búlgaros antiguos. Una tercera versión afirma que eran de origen griego.

Fueran cuales fueran sus raíces, de lo que no cabe duda alguna es de que desde la infancia hablaban varias lenguas. En aquella época, Tesalónica era el centro cultural de Macedonia y una ciudad multicultural y multilingüe, donde, además del idioma griego, estaba muy difundido el idioma protoeslavo, aunque carecía de forma escrita.

Al llegar a la mayoría de edad, Mijaíl optó por la carrera militar, y alcanzó el puesto de stratego (general) de la provincia macedonia de Slavinia. Mientras tanto, Constantino recibió clases de Filosofía, Geometría, Retórica, Astronomía y lenguas extranjeras. Al terminar sus estudios, recibió las órdenes y obtuvo un puesto de gran prestigio: custodio de la biblioteca de la catedral de Santa Sofía en Constantinopla. Sin embargo, al cabo de un tiempo prefirió retirarse y, al dejar el puesto, partió a uno de los monasterios de la costa del mar Negro.

Las autoridades eclesiásticas no pudieron conformarse con tal decisión y pronto lo requirieron en Constantinopla. Le encomendaron las clases de Filosofía en la misma universidad donde había estudiado.

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En 850 el emperador bizantino Miguel III envió a Constantino a Bulgaria en misión evangelizadora. En 851, Constantino se trasladó a Mileto, una ciudad griega de la costa occidental de Anatolia (en la actual provincia de Aydin, Turquía), para continuar ahí con la misma misión.

En 855, ambos abandonaron la vida pública, tomaron las órdenes (se convirtieron en religiosos), y se retiraron a un monasterio en Bitinia, desde donde fueron enviados a evangelizar a los cátaros de Crimea. Aprendieron su idioma y lograron muchas conversiones.

Por su parte, Mijaíl dejó su carrera militar. En 856 fue asesinado un amigo de la familia que le había ayudado a obtener el puesto de general, y sus «aliados» fueron perseguidos. Para no arriesgar su vida, Mijaíl dejó el puesto y se ordenó monje. Se enclaustró en un monasterio en el monte Olimpo.

En 860 el rey Borís I de Bulgaria abrazó el cristianismo y se bautizó con el nombre de Mijaíl y con ello empezó la segunda etapa de la misión búlgara de Constantino. Aquella vez ya estaba acompañado por su hermano mayor.

En 862, Constantino (Cirilo) y Metodio, apoyados por sus discípulos, compusieron un alfabeto que correspondía a los sonidos del habla eslava y tradujeron del griego numerosos textos religiosos.

Sin embargo, algunos expertos opinan que los apóstoles no pudieron contribuir tanto a la expansión del cristianismo en Bulgaria, y que tampoco compusieron el alfabeto en el territorio de ese país, dado que aquel tiempo estarían ya al cargo de la misión morava.

La misión en Moravia (región de la actual República Checa) nace a raíz de que en 862 el soberano moravo Rostislav enviase a sus embajadores al emperador bizantino, solicitando que les mandase maestros para que los instruyeran en su lengua natal en los dogmas del cristianismo, que profesaban ya en aquella época. A petición del príncipe Ratislao, en 863 Constantino (Cirilo) y Metodio pasan a Moravia, entre cuyos habitantes trabajaban ya ―aunque con escaso éxito― misioneros alemanes. Hay que señalar que aunque son enviados por el patriarca de Constantinopla, el patriarca de Roma ―con quien en ese momento reinaba la armonía―, confirmó los nombramientos.

El gran conocimiento lingüístico de los hermanos conducirá a que Constantino (Cirilo) acabe inventando un alfabeto para la transcripción de los evangelios y de los libros litúrgicos al idioma moravo, el que aún hoy utilizan la mayoría de las lenguas eslavas, llamado no por casualidad "cirílico", trabajo que realizará con la ayuda de Metodio y con el que se convierten no sólo en evangelizadores de los eslavos sino también en padres de su lengua y de su literatura. En Moravia permanecen cuatro años y medio en los que despiertan los recelos de sus compañeros alemanes en la misión.

Convocados a Roma por el Papa Nicolás I, a su llegada a Roma se lo encuentran muerto y son recibidos por su sucesor, Adriano II, quien aprueba sus trabajos entre los moravos, sanciona la liturgia en eslavo y los consagra obispos, un empleo que Constantino (Cirilo) ejercerá por poco tiempo pues fallecerá 50 días después, siendo enterrado en la Iglesia de San Clemente.

Adriano II funda la Archidiócesis de Moravia y Panonia, con sede en Sirmium, independizándola de la Iglesia alemana, cuyo primer obispo será precisamente Metodio, el cual habrá de sufrir todavía los sinsabores de la incomprensión. Así, apenas un año después, los obispos alemanes lo convocan a un sínodo en Ratisbona donde lo deponen y lo encierran en prisión. Liberado por orden del Papa Juan VIII se reintegrará a su diócesis, desde donde trabaja en la evangelización de bohemios y polacos.

Convocado de nuevo a Roma por las acusaciones del alemán Wiching, Juan VIII ratifica la liturgia en eslavo, eso sí, decretando que el Evangelio se lea en latín en las iglesias antes de hacerlo en eslavo.

De vuelta en Constantinopla, Metodio completa la traducción de las Santas Escrituras, todo el Antiguo Testamento a excepción de los Libros de los Macabeos, así como el Nomocanon, es decir el código de derecho canónico griego.

En Moravia, Constantino (Cirilo) y Metodio siguieron traduciendo la literatura eclesiástica del griego al eslavo antiguo, enseñaron a los eslavos a leer y escribir, y oficiaron en esa lengua.

Constantino (Cirilo) y Metodio viajaron a Roma. El día de Navidad (25 de diciembre) de 868 ―50 días antes de su muerte―, Constantino (42) se convirtió en monje de la orden de san Basilio y su nombre fue cambiado por Cirilo.

Tras la muerte de Constantino (Cirilo) el 14 de febrero de 869, Metodio prosiguió solo con la misión. Pero la situación política en la región cambió drásticamente. Llegó al poder un nuevo soberano, Sviatopolk, que, bajo la fuerte influencia del clero alemán, prohibió la liturgia en eslavo antiguo.

Metodio fue perseguido por el clero alemán latino y durante tres años incluso permaneció «recluido» en un monasterio. Entre los años 881 y 883, Metodio residió en Constantinopla invitado por el emperador Basilio I y después volvió a Moravia. Entre sus labores más destacadas de la época está la traducción al eslavo del Antiguo testamento de la Biblia. Murió en la villa de Velehrad (en Moravia) el 6 de abril de 885 a los 70 años de edad.

Canonización

El papa León XIII los canonizó en 1880. Fueron conocidos como los «apóstoles de los eslavos». León XIII dedicó a los hermanos su encíclica Grande munus, del 30 de septiembre de 1880.

Fiestas

La Iglesia ortodoxa conmemora a san Cirilo el 14 de febrero, mientras celebraba la festividad de ambos hermanos el 11 de mayo.

La Iglesia católica celebraba la festividad de ambos el 9 de marzo, hasta que el papa Pío IX la trasladó al 5 de julio. En esa fecha aún hoy se celebra en República Checa y en Eslovaquia, donde es fiesta nacional.

El papa Pablo VI trasladó la fiesta de ambos al 14 de febrero (fecha en la que la Iglesia Ortodoxa conmemora a san Cirilo, mientras celebra a los dos hermanos el 11 de mayo).

Cirilo y Metodio fueron elevados a «santos patronos de Europa», una categoría que comparten con Benito de Nursia, nombrado por Pablo VI en 1964 y por Juan Pablo II, que lo hace mediante la Carta Apostólica Egregiae Virtutis de 31 de diciembre de 1980 con estas palabras:

Con nuestro pleno conocimiento y madura deliberación, con la plenitud de la potestad apostólica, en virtud de esta Carta y para siempre, constituyo y declaro «celestes copatronos de toda Europa junto a Dios a los santos Cirilo y Metodio
Juan Pablo II

El alfabeto cirílico y el glagolítico

Sin embargo, a día de hoy los especialistas siguen sin llegar a un acuerdo sobre cuál de los dos alfabetos eslavos, el glagolítico o el cirílico, fue el que compuso Cirilo. Los dos se distinguían exclusivamente por el trazo de las letras. Durante cierto tiempo se pensó que el alfabeto original fue el cirílico, mientras que el glagolítico sería una forma de escritura clandestina, inventada después de que en 885 el papa prohibiera el uso del eslavo antiguo en el servicio religioso y de que más tarde las autoridades moravas prohibieran la escritura cirílica.

Actualmente, prevalece la versión de que el alfabeto glagolítico fue el original, mientras que el cirílico fue creado por la escuela literaria búlgara: muchos científicos lo asocian con san Clemente de Ojri, uno de los discípulos de los hermanos Cirilo y Metodio.

Fuentes