Rudolf Spielmann

Rudolf Spielmann
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Jugador de ajedrez austríaco
NombreRudolf Spielmann
Nacimiento5 de mayo de 1883
Viena, Austria
Fallecimiento22 de Agosto de 1942
Estocolmo, Suecia.
OcupaciónJugador profesional de Ajedrez

Rudolf Spielmann. Jugador de ajedrez austríaco de origen judío de la escuela romántica. Apodado "el amo del ataque", también era conocido como "el último caballero del gambito del rey". Su juego temerario solía caracterizarse por un esquema de sacrificios, soluciones brillantes e ideas de gran riqueza estética.

Datos biográficos

Nació el 5 de mayo de 1883, en Viena (Austria), fue un niño prodigio del ajedrez, pero, al contrario de la mayoría, superó esta etapa para brillar, también, cuando fue adulto. Siempre fue un profesional del ajedrez y participó en más de ciento veinte torneos y cincuenta encuentros individuales, lo que supone más de mil ochocientas partidas.

El padre de Spielmann era judío, motivo por el cual su familia se vio obligada a desplazarse a Viena, ciudad donde en ese momento no existía el antisemitismo que se estaba extendiendo como un reguero de pólvora por toda Europa. Este es el motivo por el que Rudolf y sus 5 hermanos nacieron en Viena, ciudad que resultó fundamental para el desarrollo ajedrecístico de nuestro protagonista.

Spielmann aprendió a jugar al ajedrez siendo sólo un niño, enseñado por su padre. Pronto demostró un gran talento en el tablero y fue exhibido como niño prodigio; también su hermano Leopold lo era, pero destacando en la música, aunque quedó eclipsado por el talento de Rudolf.

Que aprendiese a jugar de niño explica su conocimiento natural del juego (como le ocurrió a otro niño prodigio: Capablanca), en posiciones complicadas Spielmann se movía como pez en el agua, como imbuido por un sexto sentido, mientras sus rivales perdían la cabeza y terminaban cediendo ante el empuje del austriaco.

Viena fue una ciudad ideal para poder progresar en su juego, en esta bella ciudad abundaban los cafés donde los aficionados podían reunirse para jugar, con un excelente ambiente ajedrecístico que databa de varias décadas atrás. Además, esto le sirvió para poder ganar algún dinero, ya que en varios de estos sitios se apostaban fuertes sumas de dinero en las partidas.

Rudolf decidió dedicarse al ajedrez profesionalmente a pesar de contar con estudios universitarios, su amor por este juego era demasiado grande y no pudo resistir la tentación de convertirlo en su forma de ganarse la vida. A lo largo de su carrera disputó más de 120 torneos y 50 matches individuales, lo que suponen unas 1800 partidas (aunque muchas de ellas no han llegado a nuestros días... que gran perdida para el ajedrez de ataque).

Sus primeras apariciones en los torneos de Europa fueron desiguales, Spielmann alternaba actuaciones espléndidas con resultados mediocres, esta seña de identidad le acompañaría a lo largo de toda su carrera. Su gran irregularidad hacía que perdiese torneos que tenía encarrilados, estropeando su actuación en las últimas rondas; o el caso contrario, torneos donde ya no contaba en la tabla los finalizaba con espectaculares remontadas.

Fue considerado el último jugador romántico, con él se cerró una época donde los jugadores sólo se preocupaban de producir partidas espectaculares y donde el resultado de las mismas era algo que carecía de importancia. Tras Spielmann aparecieron más jugadores de ataque, pero eran "rebeldes" que se salían del estilo posicional de su época y que no pueden ser encuadrados dentro de la época romántica.

Características de su juego

Según el propio Spielmann, su estilo se vio influenciado por las partidas de Tchigorin y Adolf Anderssen , dos de los grandes jugadores de la época romántica. No es de extrañar que su filosofía en los torneos fuese buscar la armonía y la belleza en sus partidas, de hecho opinaba que sólo pasarían a la historia las partidas con sacrificio de piezas.

No le faltaba razón al maestro austriaco, el placer que experimenta cualquier aficionado ante una partida llena de combinaciones no es comparable al que se puede tener ante una partida 'tranquila'. Incluso la mayoría de GM reconoce que en sus comienzos estudiaron las partidas de la época romántica para así progresar en su juego.

Spielmann conocía perfectamente sus límites como jugador. Llegó a declarar que pensaba que podía manejar el arte de la combinación tan bien como el campeón del mundo Alexander Alekhine, pero que no contaba con su técnica para conducir las posiciones críticas.

Influencia de la guerra en su carrera ajedrecística

Su carrera se vio muy afectada por las dos guerras mundiales, en la primera llegó a combatir bajo bandera austriaca, y en la segunda fue perseguido por los nazis por ser judío. Tuvo que huir de Viena a Praga y más tarde a Holanda donde ganó algo de dinero dando simultaneas. Su éxodo terminó en Estocolmo, ciudad donde fallecería en 1942.

Fue una época de grandes calamidades para Spielmann ya que no tenía forma alguna de ganarse la vida y tuvo que pedir ayuda a sus amigos para poder subsistir.

Spielmann trató de volver a poner de moda los gambitos, aperturas muy utilizadas durante la época romántica. Su juego, lleno de destellos, destacaba entre el oscurantismo de los fríos dogmas de Siegbert Tarrasch y sus múltiples seguidores, el juego posicional se estaba imponiendo, pero aun existían rebeldes capaces de no dejarse llevar por las tendencias de su época. Como gran apasionado de las partidas de ataque hizo una exhaustiva clasificación de todos los tipos de sacrificio en su libro "El arte del sacrificio en ajedrez".

Para Spielmann, los sacrificios verdaderos son aquellos donde no se obtiene ventaja material en las 4 ó 5 jugadas siguientes, sino aquellos que debilitan la posición del rival. Spielmann daba 4 claves para realizar un sacrificio: hay que fiarse de la intuición, de la experiencia, del análisis de la posición y del valor.

A pesar de que el sacrificio da ventaja material al rival, éste se ve obligado a realizar movimientos que se salen de su plan y que por tanto son movimientos inconvenientes, lo que conduce a que su posición se vuelve desordenada.

Mejores resultados

A pesar de jugar en una época marcada por otros jugadores de enorme talento como Alexander Alekhine, José Raúl Capablanca, Emanuel Lasker, Siegbert Tarrasch, Akiba Kivelovic Rubinstein, Aaron Nimzowitch, y Savielly Grigorievich Tartakower, Spielmann estuvo entre el puñado de jugadores que pudieron ganar más de un juego contra Capablanca, y uno de un número incluso más pequeño en tener paridad con él (+2 -2 =8).

Ambos triunfos de Spielmann vinieron poco después de que Alekhine destronara a Capablanca como campeón del mundo en 1927: en Bad Kissingen 1928 y Karlsbad 1929. Entre los grandes jugadores, solamente Paul Keres (+1 =5) obtuvo ventaja contra el gran campeón cubano.

En encuentros individuales venció a Aaron Nimzowitch, Jacques Mieses, Richard Reti, Savielly Tartákover, Simón Alapín, Gösta Stoltz, Gideon Stahlberg, Vasja Pirc, Eufim Bogóljubov, Alexánder Petrov, Vladas Mikenas, y otros muchos jugadores de menor categoría.

Spielmann se las arregló para obtener excelentes resultados en numerosos torneos, ganando 33 de los aproximadamente 120 en los cuales jugó, como por ejemplo Mal Pistyan 1912, Estocolmo 1919, Mal Pistyan 1922 y Semmering 1926.

Otros resultados importantes fueron la primera posición en los torneos de Abbazis 1912 y Baden-Baden 1913, el primer puesto en el torneo cuadrangular de Estocolmo de 1919, en Tepliz-Schönau de 1922, el segundo lugar en San Sebastián en 1912 y en Piestany 1922, el tercer lugar en San Petersburgo 1909, y el quinto lugar en Moscú en 1935. Pero sólo el torneo de Semmering de 1926 fue de auténtica primera categoría, por delante de Nímzovitch y Alexander Alekhine

Los grandes éxitos de su carrera fueron su triunfo en Semmering en 1926 y su segunda posición compartida con Capablanca en Carlsbad en 1929, por detrás de Aarón Nímzovitch y delante de Akiba Kivelovic Rubinstein, Max Euwe, Milan Vídmar, Albert Becker y Efim Bogóljubov.

Opinión Réti

Según Richard Réti, Spielmann "demostraba poseer inusual cantidad de recursos, incluso en las situaciones más complicadas, en las que se sentía perfectamente cómodo".

Lo define como un jugador nervioso, de temperamento impresionable, lo que trajo aparejado que sus resultados fuesen muy desiguales. Pero Réti también comentó de él que era el último poeta de las partidas de gambito, que aportó a sus partidas el necesario don: no solamente gran imaginación y talento para las combinaciones, sino también infinidad de recursos en las situaciones complicadas, en las que se sentía en su elemento.

Spielmann siempre intentó ganar sus partidas con el mayor grado de belleza posible, ya que no sentía la dicotomía entre arte y técnica. Era muy fuerte en las posiciones complicadas pero nunca pudo derrotar a los Capablanca y Aliojin. Spielmann era un jugador muy temperamental, lo que le hacía perder los nervios y caer en la clasificación de un torneo muy abajo; sin embargo siempre se recuperaba con maestría.

Aportes

Su producción literaria fue escasa. El libro más notable fue «Richtig Opfren!», traducido al español como «El arte del sacrificio».

Muerte

Los últimos años de su vida los pasó en Suecia, huyendo de la barbarie nazi. Como judío, donde moriría inmerso en una gran pobreza el 20 de agosto de 1942..

Enlaces Externos

Fuente

Folleto de Universidad para Todos.