Santa Ana (madre de la virgen María)

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Santa Ana
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Santo
Santa Ana.jpg
Religión o MitologíaCatólica
SincretismoNaná Burukú
Día celebración26 de julio
Patrón(a) o Dios(a) dePatrona de los carpinteros
País o región de origenJudía
Venerado enCanadá, España, Estados Unidos,Puerto Rico, Francia, Italia, Cuba, Austria, Alemania, El Salvador, México

Santa Ana (Ana; Hebreo, Hannah, significa gracia). Madre de la Santísima Virgen María. Fiesta patronal: 26 de julio.

Una antigua tradición, que arranca del siglo II, la conoce como Santa Ana o Ana, casada con Joaquín, siendo la madre de María y por tanto la abuela de Jesús de Nazaret. El culto a santa Ana se introdujo ya en la Iglesia oriental en el siglo VI, y pasó a la occidental en el siglo X.

La tradición

Una antigua tradición le atribuye el nombre de Santa Ana o Ana (en hebreo es Hannah), casada con Joaquín, siendo la madre de la Virgen María y por tanto la abuela de Jesús de Nazaret. Santa Ana era natural de Belén. Sus padres eran Mathan y Emerenciana. Descendía de David y de Levi (Línea sacerdotal).

Todo lo que se conoce de su vida, incluso su nombre, procede de literatura apócrifa: el Evangelio de la Natividad de María, el Evangelio apócrifo de Mateo y el Protoevangelium de Santiago. El más antiguo de estos se remonta alrededor del 150 a.n.e.

Los evangelios apócrifos como también son conocidos no fueron admitidos por la Iglesia dentro de sus libros canónicos porque contienen muchos datos que no son confiables. Pero si contienen algunos datos de documentos históricos.

Según estos en Nazaret vivían Joaquín y Ana, una pareja acomodada pero que no tenía hijos. Joaquín fue rechazado cuando se presentó en el Templo para llevar una ofrenda, bajo el pretexto de que hombres sin descendencia no eran dignos de ser admitidos. Este apenado no volvió a su casa sino que se fue a las montañas donde rogó a Dios que le diera un hijo; ayunando durante 40 días y 40 noches.

Ana, mientras tanto, habiendo conocido la razón de la prolongada ausencia de su esposo, clamó al Señor pidiéndole que retirase de ella la maldición de la esterilidad y prometiéndole dedicar su descendencia a Su servicio. Entonces un ángel se les apareció simultáneamente, anunciando que sus ruegos habían sido escuchados y el fruto del vientre de Ana sería bendecido por todo el mundo. Ana dio a luz a una hija llamada Miriam (María).

Según una tradición antigua, Ana y Joaquín, siendo Galileos, se mudaron a Jerusalén. Allí, según la misma tradición, nació y se crió la Virgen María. Allí también murieron estos. La cripta, que originalmente contenía las santas tumbas, fue descubierta el 18 de marzo de 1889.

Veneración a Santa Ana

En la Iglesia del Oriente ya se veneraba a Santa Ana en el siglo IV. La devoción a Santa Ana se encuentra en los más antiguos documentos litúrgicos de la Iglesia griega. En el Occidente no se venera a Santa Ana, excepto quizás en el sur de Francia, hasta el siglo XIII. Su fiesta, bajo la influencia de la "Leyenda Dorada", aparece en el siglo XIII donde se celebraba el 26 de julio.

En 1382, Urbano VI publicó el primer decreto pontificio referente a Santa Ana, concediendo la celebración de la fiesta de la santa a los obispos de Inglaterra exclusivamente, tal como se lo habían pedido algunos ingleses. Muy probablemente la ocasión de dicho decreto fue el matrimonio del rey Ricardo II con Ana de Bohemia, que tuvo lugar en ese año. La fiesta fue extendida a toda la Iglesia de Occidente en 1584.

En la actualidad cientos de ciudades y pueblos la tienen como patrona. Santa Ana es venerada en Notre Dame D'Auray, en la diócesis de Vannes. También en Canadá, donde es la principal patrona de la provincia de Quebec. En España es venerada en diversas provincias o departamentos como en Cuenca, Burgos, Asturias, Tenerife. En muchos otros países es también motivo de culto como en Estados Unidos,Puerto Rico, Francia, Italia, Cuba, Austria, Alemania, El Salvador, México.

Santa Ana es considerada como la patrona contra pobreza, de los carpinteros, las personas sin hijos, caseros, amas de casa, abuelas, trabajadores del cordón, artículos perdidos, mineros, madres, pobreza, mujeres embarazadas, Quebec, Santa Ana Pueblo indio, costureras, esterilidad, mujeres trabajadoras.

Oraciones a Santa Ana

Por los hijos

Gloriosa Santa Ana, Patrona de las familias cristianas, a Ti encomiendo mis hijos. Se que los he recibido de Dios y que a Dios les pertenecen por tanto te ruego me concedas la gracia de aceptar lo que su Divina Providencia disponga para ellos.

Bendíceles oh Misericordiosa Santa Ana, y tómalos bajo tu protección. No te pido para ellos privilegios excepcionales; sólo quiero consagrarte sus almas y sus cuerpos, para que preserves ambos de todo mal. A Ti confío sus necesidades temporales y su salvación eterna.

Imprime a sus corazones, mi buena Santa Ana, horror al pecado; apártales del vicio; presérvales de la corrupción; conserva en su alma la fe, la rectitud y los sentimientos cristianos; y enséñales, como enseñaste a Tu Purísima Hija la Inmaculada Virgen María, a amar a Dios sobre todas las cosas.

Santa Ana, Tu que fuiste Espejo de Paciencia, concédeme la virtud de sufrir con paciencia y amor las dificultades que se me presenten en la educación de mis hijos. Para ellos y para mí, pido Tu bendición, oh Bondadosa Madre Celestial.

Que siempre te honremos, como a Jesús y María; que vivamos conforme a la voluntad de Dios; y que después de esta vida hallemos la bienaventuranza en la otra, reuniéndonos Contigo en la gloria para toda la eternidad.

Así sea.

Para todos los días

¡Oh gloriosa Santa Ana que estas llena de compasión por quienes te invocan y de amor por los que sufren! Agobiado con el peso de mis problemas, me postro a tus pies y humildemente te ruego que tomes a tu especial cuidado esta intención mía... Por favor, recomiéndala a tu hija, Santa María, y deposítala ante el trono de Jesús, de manera que El pueda llevarlo a una feliz resolución. Continúa intercediendo por mí hasta que mi petición sea concedida. Pero por encima de todo, obtenme la gracia de que un día pueda ver a Dios cara a cara para que contigo, la Virgen y todos los santos pueda alabarle y bendecirle por toda la eternidad.

Amén.

Jesús, María y Santa Ana, ayudadme ahora y en la hora de mi muerte.

Santa Ana ruega por mí.

Memorare a Santa Ana

Recuerda, gloriosa Santa Ana, pues tu nombre significa gracia y misericordia, que nunca se ha oído decir que uno solo de cuantos se acogieron a tu protección o han implorado tu auxilio y buscado tu intercesión hayan sido desamparados.

Yo, pecador, animado de tal confianza, acudo a ti, santa madre de la Inmaculada Virgen María y encantadora abuela del Salvador. No rechaces mi petición, antes bien escucha y accede a mis ruegos.

Amén.

Fuentes