Faustino I

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Faustino I
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Emperador de Haití
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Emperador de Haití entre 1849 y 1859.
Reinado 25 de agosto de 184915 de enero de 1859. Nueve años, 4 meses y 20h.
Coronación 18 de abril de 1852
Nombre real Faustin-Élie Soulouque
Otros títulos Presidente Vitalicio
Nacimiento 15 de agosto de 1782.
Petit-Goave, Bandera de Haití Haití.
Fallecimiento 3 de agosto de 1873.
Petit-Goâve, Bandera de Haití Haití.
Entierro Fort Soulouque, Bandera de Haití Haití.
Predecesor Jean-Baptiste Riché.
Sucesor Fabre Geffrard
Consorte Elizabeth Adélina Levêque
Cónyuge/s Elizabeth Adélina Levêque
Descendencia Celita Soulouque
Oliva Soulouque
Dinastía Soulouque
Madre María Catalina Soulouque

Escudo de Faustino I
Escudo Soulouque


Faustin-Élie Soulouque. Conocido por todos como Faustino I. Emperador de Haití de 1849 a 1859. Liberto analfabeto, luchó en las revueltas negras bajo las órdenes de Alexandre Petion y Jean Pierre Boyer. Elegido presidente en 1847, se hizo proclamar emperador Faustin I en 1849. Déspota, cruel y megalómano, fue derrocado por Nicolas Geffrard, que proclamó la República de Haití. Exiliado a Jamaica, regresó a su tierra natal en 1867, donde falleció a la edad de 90 años.

Síntesis biográfica

Nace en Petit-Goave, Haití, el 15 de agosto de 1782. Hijo de María Catalina Soulouque y de padre desconocido, nació esclavo de casta Mandinga. Fue liberado en 1793 y tomó parte en las guerras civiles de fines del siglo XVIII y la insurrección contra los franceses.

Rangos militares

En 1810 se hizo teniente de la escolta de caballería del Presidente Alexandre Petion. El Presidente Jean Pierre Boyer lo ascendió a capitán, y en 1820 fue designado comandante del distrito de Plaisance. Se une en 1843 a los seguidores de Charles Rivière-Hérard, quien le dio el rango de coronel. Fue ascendido a brigadier general po el Presidente Philippe Guerrier y a teniente general por el Presidente Jean-Baptiste Riché. En 1845 fue designado Comandante de la Guardia Nacional.

Ascenso al poder

Aprovechando el exilio de Jean Pierre Boyer, una insurrección dominicana estalla y expulsa a los ocupantes militares haitianos de Santo Domingo el 27 de febrero de 1844, proclamando de nuevo su independencia como República Dominicana después de 22 años de ocupación.

Durante 75 años, Haití se hundió en la inestabilidad y la violencia política, desgarrada entre las élites mulatas del Sur y las élites negras del Norte. Para colmo, los dirigentes que sucedieron a Boyer no se preocuparon del pueblo como tampoco de su economía.

El que había sido el artífice de la caída de Boyer, Charles Rivière-Hérard, sería derrocado a los cuatro meses de tomar el poder. El senado se propuso entonces elegir a hombres mayores y débiles que pudieran manejar a su antojo. Tres viejos borrachos y analfabetos se sucedieron de esta forma mientras estallaban regularmente revueltas populares.

El 1 de marzo de 1847, el senado eligió a Faustin Soulouque, negro analfabeto que ni siquiera se había presentado como candidato, para ser presidente de la República de Haití. Los senadores Ardouin y Dupuy lo propusieron para la presidencia, argumentando a su favor que no sabía leer ni escribir y que sería fácil de manipular.

Rápidamente, Faustin Soulouque se reveló como un personaje ambicioso y determinado en conseguir sus propósitos. Para ello decidió exterminar a sus mentores, cosa que hizo con ayuda de su cuerpo de choque los Zinglings, una especie de precursores de los futuros temidos Tontons-Macoutes, al servicio de François Duvalier.

Faustino empezó a favorecer a los negros contra los mulatos. Una conspiración de mulatos fue reprimida con confiscaciones, proscripciones y ejecuciones. Los soldados negros efectuaron una matanza general en Puerto Príncipe, que solo cesó cuando el cónsul francés Charles Reybaud amenazó con un desembarco de soldados de su país.

El 18 de abril de 1852, en unión de su consorte, fue coronado con gran pompa por el vicario de Puerto Príncipe.

Ejerció una feroz dictadura durante dos años, y continuó la agresiva política hacia sus vecinos de la República Dominicana, cuya identidad nacional y animadversión hacia Haití curiosamente contribuyó a crear. Regresó derrotado de su aventura dominicana en el año 1849, pero creyó conveniente hacer pasar por victoria una derrota vergonzante. Para conmemorar semejante acontecimiento pues se hizo coronar Emperador. El 25 de agosto de 1849, emplazó al Parlamento a que le proclamasen emperador de Haití.

Coronación

El 26 de agosto de 1849 el Senado proclamó el Imperio de Haití y al general Soulouque como emperador con el nombre de Faustino I, por decisión unánime del poder legislativo.

Se rodeó de una lujosa corte y creó una nueva nobleza haitiana. Fundó órdenes civiles y militares y emitió una constitución de caracter autoritario. En diciembre de 1849 contrajo nupcias con Adélina Léveque, que le dio una hija, la princesa Celita Soulouque.

El 18 de abril de 1852, en unión de su consorte, fue coronado con gran pompa por el vicario de Puerto Príncipe. La ceremonia de coronación vino seguida de 8 días de festejos en los que la corona de cartón dorado, con la que se había hecho entronizar, quedó destrozada. No así el cetro, para el que uso una pieza de madera de ébano que le ayudó a articular con gran energía los pormenores de su primer mensaje como tal emperador.

En la ceremonia, hubo tanto despliegue de lujo y boato, que se dice emuló con la coronación los franceses de Napoleón I de Francia. Fue menester suspender el pago de la deuda nacional, al no poder hacer frente a los gastos generados por el nuevo monarca.

Faustino I y la emperatriz Adelina.

En un semanario de la época aparecía una pequeña reseña sobre los gustos de la consorte, que siendo del tamaño de un tambor mayor, gustaba de arrastrar por el suelo los trajes confeccionados para la coronación. Hasta una docena de telas se elaboraron, enriquecidas con encajes de oro y plata en el taller de madame Duguet en París. Estos encajes se mostraron a la sazón extremadamente incómodos, toda vez que solían ser utilizados, sobre todo por los más jóvenes, como servilletas.

Curiosidades

Los soldados del emperador

El Emperador tenía una debilidad: sus soldados. Los tenía en tan alto concepto por su marcialidad y buena presencia que se negaba a hacerlos entrar en combate. Faustino se mostraba muy satisfecho de sus batallones “tricolores”, unidades llamadas así por estar formadas de blancos, negros y mulatos.

Había encargado la uniformidad completa de su batallón de la guardia a unos talleres en Gran Bretaña, incluido armamento y condecoraciones. Como buena parte de su corte era analfabeta, por no decir la totalidad de sus soldados, nadie reparó, excepto un comerciante francés, en que varias de las medallas que lucían en su pecho los gastadores de “la guardia” conservaban acuñada la huella de su primitivo uso: sardinas en aceite.

Medalla del imperio de Faustin I.

Familia

Adelina era la hija de Marie Michel Lévêque y un haitiano de la herencia mestiza. Ella mantenía una relación de hacía algún tiempo con Faustin Souloque. Fue en diciembre de 1849 cuando se casó con el emperador Faustino. El 26 de agosto de 1849 se le dio el título de Emperatriz Consorte de Haití con el trato de Su Majestad Imperial, y coronada con su marido en la capital, Puerto Príncipe, el 18 de abril de 1852. Su hermana fue tratada como Su Alteza Serenísima la Princesa Clélia.

El matrimonio de Faustino y la emperatriz Adelina produjo una hija, la princesa Celita Soulouque. El emperador también adoptó la hija anterior de Adelina,Oliva, en 1850 y se le concedió el título de Princesa con el estilo de Su Alteza Serenísima. Se casó con Jean Philippe Lubin, Conde de Pétion-Ville.

El hermano de Faustino, el príncipe Alejandro Juan José Soulouque dejó un hijo, el también príncipe Manville Joseph que falleció en 1875.

La Real Academia de la Lengua Haitiana

Faustino I no era una ejemplo de locuacidad. Probablemente su falta de soltura en el uso de la palabra le llevó a convocar un concurso con el fin de cubrir todas plazas de la futura Real Academia de la Lengua Haitiana que pensaba crear.

La presencia de más de 3500 candidatos hizo precisa una prueba de selección con el fin de determinar la competencia de los aspirantes. A tal efecto, se elaboró un breve cuestionario, deberían de escribir correctamente la palabra citron (limón). Sólo 39 personas lo hicieron correctamente, (la mayoría se decantó por sitron por perversión fonética) de forma que; la Academia Haitiana de la Lengua quedó formada por éste numero de académicos: 39, los únicos que habían escrito citron correctamente.

Había sin embargo un problema: ¿quién presidiría a aquel grupo de ilustrados?. La prensa de la época sostiene que consultado el emperador se consideró capaz de presidir la Academia él mismo. Para lo cual, y por propia iniciativa, pensando que no podía ser menos que sus súbditos escribió con dificultad la respuesta a la pregunta, decidiéndose por "xitron", siendo por ello nombrado Secretario Perpetuo de la Academia Haitiana (revista el Museo Universal. Número 2), a petición del resto de los académicos que aplaudieron a rabiar.

La Constitución del emperador

También elaboró una Constitución. Un autentico pandemónium, basada en el derecho divino, en el constitucional y en el republicano, y por fin, en la ley del puño, esa que consiste en aporrear violentamente una superficie, y que a la postre se convirtió en la máxima inspiradora de los desafueros de Faustino.

Para mantener la tensión escénica entre los suyos, regularmente hacia fusilar a alguno de sus ministros, consejeros o afines. Puede decirse también que fue el iniciador de la Marina de Guerra haitiana. Construyó tres o cuatro fragatas al mando de las cuales colocó a oficiales de tierra, y las cargó con tal número de cañones que a punto estuvo de hacerlas zozobrar. Con barcos de estas características pretendía neutralizar los puertos de la Republica Dominicana, además de hacer algún que otro alarde ante los Estados Unidos.

Fin del imperio

A fines de 1855 intentó invadir nuevamente la República Dominicana y otra vez fue derrotado por Pedro Santana. Al año siguiente fracasó en otro intento.

Haití cayo entonces en una nueva crisis económica, lo que trajo varias insurrecciones que fueron duramente reprimidas. En diciembre de 1858 estalló una nueva revuelta, encabezada por el general Fabre Geffrard, duque de Tabara, que tras varios choques con las fuerzas imperiales entró en la capital el 15 de enero de 1859.

Los soldados de Faustino I se negaron a combatir y el monarca se refugió en el consulado francés. Poco después se le permitió abandonar el país con rumbo a Jamaica a bordo del buque británico Melbourne, llevando consigo a su familia y una gran cantidad de dinero y piedras preciosas. Sus bienes en Haití fueron confiscados por las nuevas autoridades.

Muerte

En marzo de 1867 Faustino y familia pudieron regresar a Haití. Murió en Petit Goave el 3 de agosto de 1873, a los noventa años de edad.

Fuentes

Consultados en junio de 2014.