Narciso López

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Narciso López
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Narciso López era partidario de la anexión de Cuba a EE.UU.. Encargó el diseño de la Bandera y el Escudo Nacional de Cuba.
Escudo de Trinidad
Teniente Gobernador de Trinidad
27 de diciembre de 1841 - 21 de diciembre de 1842
PredecesorAntonio Buitrago
SucesorPedro de la Peña
Datos Personales
Nacimiento13 de septiembre de 1798
Caracas, Bandera de la República Bolivariana de Venezuela Venezuela
Fallecimiento1 de septiembre de 1851
La Habana, Bandera de Cuba Cuba
Causa de la muerteEjecutado en el Garrote Vil

Narciso López (Caracas, 13 de septiembre de 1798 - La Habana, 1 de septiembre de 1851). Militar y político venezolano leal en sus inicios al Imperio Español, con cuyas tropas combatió a los revolucionarios durante la guerra de independencia de Venezuela y tras la victoria de estos fue enviado a La Habana como oficial español. También participó en las denominadas guerras carlistas a favor del monarca Isabel II de España por lo que fue condecorado por el gobierno ibérico.

Narciso López fue uno de las principales figuras de la política anexionista norteamericana hacia Cuba, fue empleado por los Estados Unidos y como consecuencia de ello llevó a cabo varias expediciones a la isla caribeña con esa intención. Encargó el diseño de la Bandera y el Escudo Nacional de Cuba a Miguel Teurbe Tolón. Protagonizó una fracasada invasión, que duró sólo un día, con tropas de voluntarios de varios estados del sureste de los Estados Unidos que dejó en la historia a la ciudad de Cárdenas como "Ciudad Bandera", por ser allí donde se izara por primera vez la que luego sería la enseña nacional cubana.

Datos biográficos

Origen y primeras acciones

Narciso López nació en Caracas, Venezuela, el 13 de septiembre de 1798, en el seno de una familia rica de comerciantes. Cuando contaba apenas catorce años, le mataron los españoles al padre, quedando huérfano. Pero los asesinos del padre decidieron acogerlo y paso a ser el protegido de Francisco Tomás Morales, Mariscal de Campo de los Ejército Realistas que operaban en Venezuela y uno de los jefes más sanguinarios que combatían a los independentistas venezolanos, quien lo hace contendiente en favor de los ibéricos. De esta manera Narciso López se convirtió en un traidor a su patria y un soldado al servicio de los opresores de su pueblo.

El 15 de junio de 1814 ingresó en las milicias españolas de la Capitanía General de Venezuela. Pasa a combatir a los más famosos jefes de la redención sudamericana, ganando fama de valiente y abnegado. Por sus dotes militares gana más de un combate a favor de los españoles. Durante este tiempo obtuvo los siguientes ascensos:

Primeros años en Cuba

Una vez finalizada la guerra de independencia de Venezuela es enviado a la Capitanía General de Cuba, desembarcando en La Habana con el grado de Coronel el 28 de agosto de 1823, tras partir de Maracaibo, el 15 de agosto, junto con mil maracaiberos fieles al Imperio Español.

Durante sus primero año es La Habana se le veía pasar arrogante sobre sus corcel. Sus habilidades como jinete eran admirables. Parecía haber nacido a caballo. En la capital cubana contrajo matrimonio con una hermana de Francisco Frías y Jacott, Conde de Pozos Dulces, matrimonio cuya felicidad duró poco, su amor al juego, a la disipación, al bullicio, lo hacían incapaz de ser un buen marido.

Guerras carlistas

En 1833 estalló en España las denominadas guerras carlistas entre el noble Carlos María Isidro y la monarca Isabel II de España. Ante esta situación el Coronel Narciso López viaja a esta tierra y se pone al servicio del gobierno legitimo de Isabel II, haciéndose cargo del mando de un regimiento de la guardia real, con quien combate a los carlistas valientemente. En esta contienda tuvo a sus órdenes como teniente, a José de la Concha, el mismo que, años después y siendo Capitán General de la Isla de Cuba, ordeno su ejecución en garrote vil.

Los servicios que Narciso López prestó entonces a Isabel II fueron recompensados con varios títulos militares y algunas cruces de mérito y diversas condecoraciones. Recibió los ascensos a General de Brigada el 7 de junio de 1834, y a Mariscal de Campo el 10 de julio de 1838. Entre otras condecoraciones se le otorgaron la Cruz de Primera y Segunda Clase de la Orden de San Fernando y de la Orden de San Hermenegildo.

En 1836 le hicieron Brigadier y en 1839 Mayor General y gobernador designado de Valencia.

Regreso a Cuba

En 1841 el general Valdés fue designado gobernador de Cuba y tomó con él a López, quien fue entrenado en varios puestos importantes, entre ellos Teniente Gobernador de Trinidad (1841-1842). Durante su estancia en la sureña villa se gana el afecto y la simpatía de los pobladores gracias a su carácter franco y a las obras de bien público que impulsó, esta simpatía es mal vista por el gobierno nacional y es relevado de su cargo en 1843, cuando el general O'Donnell asumió el mando. López decide entonces retirarse a la vida civil y conspirar contra las fuerzas ibéricas que gobernaban la Isla de Cuba.

En 1845 pasó a la condición de cuartel (excedente) y emprendió negocios particulares. Para llevar a cabo sus propósitos se hizo acompañar por cubanos ilustres que también deseaban la independencia de Cuba aunque fuese para anexarla a los territorio de la Unión como deseaba el venezolano López.

Movimiento anexionista

En 1847 organizó la conspiración conocida como la Mina de la Rosa Cubana, de carácter anexionista, la cual quedó fundada en Manicaragua, Las Villas. En ella se preveía la realización de un pronunciamiento armado el 24 de junio de 1848 el cual fue posteriormente pospuesto para julio, pero el movimiento fue descubierto. Para organizar este conspiración se dedicó durante un tiempo a celebrar reuniones, instruir a sus subalternos y preparar la operación militar. El movimiento debía estallar simultáneamente en Trinidad, Cienfuegos, Sancti Spíritus y Villa Clara.

El insurreccionar plan fue descubierto tras un aviso que llegó a manos españolas, pero tuvo suerte Narciso al recibir el mensaje su amigo el Capitán General Federico Roncali Ceruti, quien le comunico de la orden de arresto en su contra y le pidió que abandonase suelo cubano pues de ser capturado sería ejecutado por las fuerzas españolas.

Logró evadir las detenciones y escapar hacia Nueva York el 7 de julio de 1848, de donde se trasladaría más tarde a la ciudad de Nueva Orleans. Mientras esto ocurría en el norte, en el territorio cubano un tribunal español lo juzgaba de rebelde y lo condenó a muerte. Su estancia en Estados Unidos fue aprovechada por los cubanos que deseaban una Cuba independiente de España y anexada a los Estados Unidos para proponerle que fuese el jefe militar de un futura invasión libertadora a suelo cubano, lo cual aceptó.

Toma de Matanzas por las fuerzas de Narciso López en 1850.

En agosto de de 1849 organizó una invasión a Cuba, la que fue frustrada por la negativa del presidente de los Estados Unidos, Zacarías Taylor, como consecuencia de su cambio de política con respecto a la anexión de Cuba. Pero los planes conspirativos no se detuvieron y entre el 15 y el 16 de mayo de 1850, a bordo del Creole, emprende, al frente de más de seiscientos hombres, el camino de Cuba, y en la madrugada del 19 efectúa el desembarco en la ciudad de Cárdenas, Matanzas, la cual es tomada por los expedicionarios por cuarenta y ocho horas, tiempo en que se hizo por vez primera la actual bandera de Cuba. Transcurrido ese tiempo reembarca a sus hombres y regresa a Cayo Hueso, llevando consigo la decepción de solo haber sumado a dos hombres de Matanzas a sus fuerzas, las cuales estaban compuestas por voluntarios de varios estados del sureste de los Estados Unidos y el general Ambrosio José González como segundo al mando. Durante la travesía de regreso a aguas estadounidenses estuvo perseguido muy de cerca por un barco de guerra español.

Invasión a Pinar del Río
Mapa del desembarco de las fuerzas revolucionarias al mando de Narciso López por Pinar del Río.

Después del fracaso regresa a Nueva Orleans para preparar una nueva expedición. También vivió un tiempo en Pau-Christian, lugar donde se empieza a gestar el movimiento libertario. López, más activo que nunca, logro reclutar cerca de mil hombres para invadir la isla de Cuba. A la hora de la partida, en Nueva Orleans, sólo seiscientos hombres lo acompañan, y más tarde, debido a que el barco expedicionario necesitaba aligerarse de peso, deja en el puerto de Belice ciento cincuenta más. Así, al frente de cuatrocientos ochenta, número de soldados que contaba el ejército invasor al llegar a aguas cubanas, llega en breves días (12 de agosto de 1851) a Playitas, lugar perteneciente a la tenencia de Bahía Honda, en Pinar del Río, en la costa norteña de Cuba, al oeste de La Habana.

El plan inicial era desembarcar en la parte central de Cuba, donde existían seguidores de Narciso López esperando su llegada para comenzar la lucha insurreccionar. Pero noticias llegadas a sus oídos sobre la existencia de sublevados en el territorio de Pinar del Río hicieron que el contingente revolucionario se dirigiese hacia esa zona. Los que una vez llegados a tierra sostienen un intercambio de disparos con algunos vecinos del Morrillo. Desde donde emprenden la marcha hacia las Pozas, siendo el contingente insurrecto de unos trescientos sesenta hombres, dejando el resto de la fuerza custodiando parte del armamento y provisiones de guerra y víveres.

Mientras esto ocurría en suelo pinareño, a la comandancia del Gobierno español ubicada en La Habana llegaban noticias que por las costas occidentales de la isla se había visto un vapor sospechoso, por lo que se ordena la salida del buque de guerra Pizarro, llevando una fuerte columna de cazadores, al mando del Comandante General del Apostadero de Marina, Manuel de Enna. Desembarcando en Bahía Honda el mismo día que las fuerzas revolucionarias llegan a Playitas, desde donde se dirigieron a las Pozas como hicieron los insurrectos pero aprovechando el camino las fuerzas hispanas llegan primero y se atrincheran en el poblado, desde donde le ordenan a un capitán, con su compañía, salir a efectuar un recorrido. Apenas sale el capitán a cumplir lo ordenado comienza un nutrido fuego entre la gente de López y la del referido capitán. En este primer encuentro las tropas insurrectas fueron las vencedoras.

Pero fue atacado por las tropas españolas al día siguiente y se retiró por el interior de la zona. Pronto sus fuerzas fueron divididas y exterminadas. Los españoles lo atacaron y López, cayó en las manos de enemigo.

Muerte

El 28 de agosto de 1851, cuando se encontraba acompañado por siete de sus compañeros, es traicionado por su compañero de lucha José Antonio Castañeda en los Pinos del Rangel, quien lo captura y lo entrega a las fuerzas españolas. Desde este punto es remetido a La Habana, donde llega a las ocho de la noche del día 29. A las once entra en la capilla para confesarse y a las cuatro de la madrugada hacía sus disposiciones testamentarias. Sobre las siete de la mañana, aun sin salir el sol, subía las gradas del patíbulo y ponía el cuello en el garrote vil. La orden de su ejecución fue emitida por el entonce Capitán General de Cuba, José Gutiérrez de la Concha, quien había combatido bajo el mando de Narciso López durante el estallido de las guerras carlistas.

Era el día 1 de septiembre de 1851 cuando Narciso López fue ejecutado en el garrote vil, en la Explanada de La Punta. Antes de morir sus palabras fueron:
Mi muerte no cambiará los destinos de Cuba.

Fuente