Nicasio Arsenio Sánchez Castillo

Plantilla:HechosNicasio Arsenio Sánchez Castillo. Participó en innumerables acciones en la Universidad de la Habana junto a José Antonio Echevarría y Pedro Esperón. Militante del Partido Ortodoxo en 1952. Destacada participación en la “Crisis de Octubre”; como “Jefe de la Unidad PNR” de Buena Vista o de “Jefe de Servicios” en el DAP junto al Comandante Orlando Pupo.


Nicasio Arsenio Sánchez Castillo

Síntesis Biográfica

Nació el 14 de Diciembre de 1922 en la finca “Alsola”, Ceiba del Agua. En el año 26, con 4 años de edad, sus padres se mudaron para la finca “El Retiro” en Capellanía, donde cursó sus primeros estudios en una Escuelita Rural de la zona. Allí conoció a Carmelo Noa (mártir) y a sus hermanas Pupa y Zenaida, y apenas con 12 años de edad, con la caída de Machado en el 1933, participó con ellos en la toma de la casa de un machadista, dándole candela a las pertenencias de este.
En el año 1935 se mudó para el Cayo “La Rosa” donde conoció a Bernabé Ordaz. Allí logró obtener el sexto grado, además de estudiar clarinete lo que le permitió entrar a la “Banda de Música de la Textilera” junto con Ordaz que tocaba la trompeta.

Muy pronto se vinculó a la "Dirección Estudiantil Universitaria" (DEU), y luego con la FEU, apoyando toda causa estudiantil y practicando en la Universidad de La Habana el manejo de armas. José A. Echevarría y otros líderes lo conocían bien. Con el también habanero Pedro J. Esperón , participó en innumerables acciones en la Universidad.
Poco tiempo después se hizo obrero textil laborando en Ariguanabo hasta el año 1945, en que se trasladó a trabajar como “Inspector de la Aduana” por encontrarse la Textilera en crisis financiera.

Actividad política y revolucionaria

En el 1946 su preocupación política lo llevó a ser militar en la “Organización Guiteras” junto con su amigo Israel Román “el prieto”, pero vio que muchos de los dirigentes de esta organización no seguían las verdaderas ideas de Guiteras y se alejó. Entre los elementos gansteriles del Gobierno estaban “El Colora´o”, y un bautense traidor llamado Evaristo Venereo quien vivió cerca del actual CUPET y que fuera quien introdujo a Arsenio en el guiterismo para después desviarse a oposiciones en contra de Guiteras. (Venereo, que trabajó en la Textilera “Ariguanabo”, se alzó incluso en la “Sierra” con la encomienda de asesinar a Fidel. Fue descubierto y fusilado.

Grau prometió armas para luchar y se dijo que las darían en Carlos III para diversas acciones. En Bauta sería acosar al “Cuartel de la Rural” disparando desde la línea férrea, cosa que a Arsenio no le pareció correcto.
Como “Inspector de Aduanas” estuvo poco tiempo, pues unos meses después pasó a trabajar a la “Textilera de Regla”, y más tarde regresó a Ariguanabo a finales del 1948.

En el 1949 participó con los huelguistas textiles que reclamaban la venta de productos nacionales, pues el mercado se llenaba de mercancía extranjera y apenas se vendían los tejidos que se hacían a escala nacional. Un grupo de huelguistas tomó la “Cámara de Comercio” de La Habana, entre los que estaba Arsenio.

Militancia en el Partido Ortodoxo.

Se hizo militante del Partido “Ortodoxo” a finales del 1952, participando en una reunión de los ortodoxos en “La Vallita”, Bauta, encabezada por el Dr. Fidel Castro donde este señaló que el camino a seguir para acabar con la dictadura era el de las armas. Se unió entonces al grupo de bautenses que comenzaron a acudir a la Universidad para recibir clases para el manejo de armas. Allí se encontró con Bernabelito Ordaz, quien le habló al grupo para que participara en la toma del “Cuartel Militar de Columbia” con los compañeros del MNR (“Movimiento Nacional Revolucionario”), dirigido por el Dr.Rafael García Bárcena. Aquella acción había sido planificada para el 5 de Abril del 1953, frustrándose por la falta de compartimentación, por lo que los miembros de aquel grupo fueron detenidos, juzgados y fichados por los órganos represivos de la dictadura. Específicamente, Arsenio fue a la acción con un grupo de compañeros de Bauta en su propio carro, que parqueó cerca de la posta 13. Lo acompañaron Fito Iturriaga, Manuel Núñez, Mongo Aguilar, y otros, que se esparcieron por el área donde ya se veía a alguna cantidad de gente merodeando. No llevaba el grupo bautense arma alguna; la idea era tomarlas al entrar a “Columbia ”, como estaba planificado. Arsenio para despistar levantó el capot del auto, fingiendo arreglar algo. Un auto patrulla se le acercó y les dijo que él era chofer de alquiler y que se le había descompuesto el carro. La patrulla siguió viaje. Al rato se notó un movimiento inusual dentro del enclave, y la soldadesca salió llevándose presos a los transeúntes, dentro de los cuales, incluso, había un bautense seguidor de Batista que por allí pasaba. Arsenio logró salir en el auto y lo detuvieron a la altura de la “Casa de Socorros” de Marianao. Le tomaron los datos de identificación y lo dejaron ir, pero al llegar a Bauta fue detenido y enviado a “El Príncipe” directamente, donde encontró a Valdés Zambrano, del MNR, herido y echando sangre por la boca, por esta razón lo llevó a rastras a la enfermería. Recuerda Arsenio que Eva Jiménez le dio a firmar un libro que ella llevaba, como recuerdo del juicio que se les siguió por este hecho en “La Estrella” de “El Príncipe”.

Después de salir de la cárcel se quedó en La Habana con Ordaz y otros revolucionarios, hasta el 1956 en que regresó a Bauta para organizar el “Movimiento 26 de Julio” junto a Jesús Soto, Mercedes Castro, Nilda Ravelo, Jorge Villafranca y otros. Hablando de Jorge Villafranca, estando este preso en Febrero de 1957, en su celda de “El Príncipe” recibió a Enrique Hart y otros compañeros aprehendidos. Arsenio fue uno de los Jefes de Células conjuntamente con Gerardo Socarrás y Manuel Otero. De Socarrás recuerda que en una ocasión en que tiraron cadenas a la línea del tendido eléctrico, Menocal les hizo una redada de la que pudieron escapar gracias a Eloy Reinoso que los llevó a su finca en “Cuatro Caminos de Pita”, escondiéndolos en un corral de cerdos que tenía algo retirado de la casa de viviendas, donde pasaron la noche durmiendo junto a los puercos.

Formó además el Grupo de Acción y Sabotaje de Bauta que realizó varias acciones, entre las que estaba el lanzamiento de cadenas a las líneas eléctricas, la quema de cañas, arrojar alcayatas en las carreteras de más tránsito, etc. En una ocasión fueron a secuestrar al Santo Patrón de la Iglesia Católica de Bauta, pero no cabía el mismo en el auto, por lo que lo devolvieron al cura. Esa vez estaban con Arsenio, Carlos Enríquez e Israel “El prieto” Román. Con Carlos dieron candela al prostíbulo que estaba en la “Curva de Anafe” –“El Bar de Eloy”.

En el pequeño auto de Guillermo Calderón, fueron a Aguacate(Caimito) a buscar armas de un señor que era armero, pero estas se encontraban en mal estado. Rememora Arsenio a un amigo cuya esposa hacía las banderas del 26, que vivía en Punta Brava, de apellido Vecino. Del grupo de revolucionarios del Movimiento de Bauta, le vienen a la mente Blanca Enríquez y Ofelia Rodríguez a quienes visitaba Melba Hernández.

Apoyado por Eloy Reinoso, de las cuatro banderas del 26 de Julio que había recibido de manos de la hermana de Carrillo (no recuerda su nombre), puso una en la “Cámara de Comercio Municipal” y otra en la Textilera “Ariguanabo”; las otras se las dio a Eloy para que las guardara, pues la situación se hacía cada vez más difícil. En la finca escondieron armas también; entre estas estaban fusiles recortados M-1 y hasta un M-3 con el que según el después mártir Pedro J. Esperón, “se podía ir al fin del mundo”.

Arsenio visitaba con frecuencia la Finca “El Retiro” en Capellanía, que era propiedad de sus padres, y donde instalaron un campo de tiro clandestino para las prácticas.

Aquellas armas con las que practicaban - incluyendo a Pedro J. Esperón - fueron enviadas a La Habana días antes del “Ataque a Palacio”, donde cayó Pedro. Anteriormente habían sido llevadas dentro de un saco en el jeep de la finca que manejaba Eloy Reinoso, hasta la finca de los padres de Eloy en “Cuatro Caminos de Pita”, y posteriormente fueron recogidas por compañeros de La Habana.

Muchas veces tuvieron que camuflar los orificios de las balas en las palmas reales que surgían en las prácticas de tiro.

Anécdotas revolucionarias

El 7 de marzo Arsenio fue a Guayabal con Pedro J. Esperón donde le hicieron una despedida secreta. Posteriormente fue a ver a sus tres pequeños hijos acompañados del futuro mártir. El 13 de Marzo estaban reunidos en 41 y 42 en Marianao para partir hacia Palacio, “... Pero Pedro me dejó fuera de los Comandos de Ataque y me mandó para el Hotel “Bruzón” donde estaba el refuerzo...”, cuenta Arsenio con pesar.

“...Aquella orden me la dio Pedro porque vio a mis hijos... Nunca me lo dijo, pero yo sé que fue por eso - nos manifestó Arsenio. Yo insistí, pero me dijeron simplemente que tenía que unirme al “Grupo de Apoyo” para reforzarlo, que fuera con Jesús Soto para cubrir la zona de Bellas Artes. Después que supimos lo acontecido, ya de noche, Soto me llevó en un auto hasta G y 17 donde me dejaron frente a una casa y me notificaron que en ella pasaría la noche. Cuando toqué, salió una compañera y me dijo que no podía quedarme porque el habitáculo estaba “quemado”. Entonces fui por mis medios hasta casa de mi cuñada que vivía en la Calle 34 en Marianao donde me quedé hasta el día siguiente que fui para Capellanía.”
Aquel “Grupo de Apoyo” del Hotel “Bruzón” nunca recibió las armas prometidas, ni tampoco les llegó la orden de entrar en acción.

“... En la madrugada del día 16, estando en la Finca de “Capellanía”, sentí un estruendo, y cuando fui a levantarme estaba rodeado de guardias rurales al frente de los que iba Menocal... Me sacaron a empujones hasta el carro militar en que también a empujones me metieron... ¡Todo esto delante de mis padres! De ahí me llevaron directo a los bosques de Baracoa... Cerca de donde después apareció el cadáver de Negrín... Allí me dieron golpes por todos lados y después me obligaron a abrir un hueco... Pensé que hasta allí llegaba yo, pero no. Apenas había paleado tres veces, para sorpresa mía, los guardias se montaron en el carro y me dejaron allí... No sé por qué lo hicieron, pero de buenas a primera me vi solo en aquel bosque lleno de mosquitos y jejenes. Pero en aquellos días - continuó narrando Arsenio - vino a verme Jorge Oscar Salazar de la Rosa al que apodábamos “Siquitrilla”- hoy Coronel de las FAR- y me dijo que necesitaba mi carro. Averigüé sobre este con Mario Martínez y me dijo que él conocía muy bien a Jorge, que era un revolucionario igual que yo, y entonces le di el carro que fue utilizado para cargar armas hacia Las Villas donde estaba Camilo. Después lo vi en otro auto y me dijo que se le había fundido el mío y que lo iba a reparar para devolvérmelo... Pero nada, yo estuve preso, me torturaron... y perdí el carro...”.
Asevera Arsenio que mucha gente apoyaba logísticamente a los revolucionarios, como el farmacéutico Luis López Ortega que le daba fósforo vivo para acciones que lo conllevaban, y en muchas ocasiones lo escondía en los dulces que se conocen como “Boniatillo”.

El bodeguero Teodoro Pérez, fue también de su Célula. De igual forma recuerda a chivatos como Bola de Gofio que se hacia pasar por amigo, dándole consejos a Arsenio para ver su reacción.

“... En los primeros días de abril del 57 fuimos detenidos casi todos los del 26 en Bauta; personalmente el Cabo Mezquída me torturó y me partió la cabeza. A Castillo le dio una patada en los testículos por lo que estuvo más de una hora revolcándose en el piso del calabozo. Después de aquello fuimos llevados a la 5ª Unidad donde nos encerraron en un calabozo en el que la única agua que había era la de la taza del excusado. Recuerdo que una noche sacaron a Gerardo Socarrás y a mí para una pequeña celda y nos dijeron que si esa noche sonaba alguna “bombita”, pagaríamos nosotros dos con nuestras vidas... Por suerte, esa noche no sonó nada. Como al mes nos trasladaron para El Príncipe donde estuve 9 días en huelga de hambre; cuando terminamos la huelga las “Mujeres Martianas”, a las que recordaré siempre, nos dieron sopa después que cumplimos el objetivo. Salimos en libertad condicional el 8 de diciembre del 1957 y fui directo a 25 y Hospital, a casa de “Jesusa la Gallega” quien era nuestro contacto, con el objetivo de alzarme en la “Sierra de los Órganos”, en Pinar del Río, pero el compañero Faustino Pérez me dijo que no, que el Movimiento tenía trabajo para mí en La Habana. Esperé el “trabajo” y el día 9 de abril del 58, cuando la huelga, me mandó para Infanta y Valle con la misión de parar el Banco de Infanta. El día antes me había encontrado con Pedro Gutiérrez, Machaco Ameijeiras, y Fructuoso Rodríguez, todos mártires. Para la toma del banco orientada, tenía un revólver pequeño con 4 balas, por lo que pregunté a Elpidio Aguilar - quien después fuera mártir de Punta Brava - cómo iba a ser la cosa con esas armas, recibiendo la respuesta clara de que las armas había que quitárselas al enemigo... Con Elpidio y Arístides Viera – mártires - me reunía a menudo en un parque en La Lisa. Al fallar la huelga, regresé a 25 y Hospital donde me reunía a veces con Faustino Pérez y le dije a la Gallega que me iba para Pinar. Recuerdo que en esa misma casa estando con Francisco “Chin” Guzmán Figueroa - que llegara a ser “Comandante Jefe de los Bomberos de La Habana” al triunfo - y con otro combatiente conocido por “Güiro” - quien llegó a ser “Comandante de la Tropa de Almeida” y que traicionó más tarde yéndose a EUA bajo las ordenes de “Alpha 66”- llegó un grupo de esbirros que estaban haciendo registros luego del asesinato de los “Mártires de Humboldt 7” motivado por la traición de un cobarde. Jesusa nos dijo que ella los haría entrar y que estuviéramos alerta para que les disparáramos sin tenerla a ella en cuenta. Solo Chin tenía una pistola. La valiente mujer se acercó a la puerta con un perrito que tenía y la abrió a medias mostrando al can, lo que sirvió para que los ya no tan osados militares se marcharan.

Llegué a Bauta y contacté enseguida con Carlos Enríquez y Jesús Álvarez, con los que me fui para los cañaverales de Baracoa con vistas a incorporarnos al I Frente de la Sierra de los Órganos “Hermanos Saíz”-por los combatientes pinareños de ese apellido mártires de San Juan y Martínez - que estaba bajo el mando del Comandante Dermidio Escalona. Desde Bauta, salimos ya vistiendo uniformes verde olivo dotados por Arturo Delgado,”el sastre”, y le dimos candela a dos autos de esbirros, y también al prostíbulo de Anafe. Atravesando la finca de mi cuñado, llegamos a Caimito donde un vecino de los amigos Talavera nos llevaría a Pinar en su carro alquilado en el que iría, además de nosotros, un contacto llamado Salvador que después traicionó cuando el triunfo... Monté junto al chofer y Salvador, mientras que Carlos y Jesús se sentaron detrás. Llegando a Quiebra Hacha, un grupo de soldados estaba haciendo registros a una fila de vehículos, por lo que les dije a todos que estuvieran con las armas listas. Conminé al chofer a que siguiera por la izquierda sin parar y por suerte no nos detuvieron. Más adelante paramos y le pagamos al chofer, comenzando una lenta marcha por la lluvia. Pasamos una guarnición de “casquitos” apostados en una vaquería, que creo no nos pararon por el temporal. Llegamos a casa de una campesina llamada Emiliana donde fuimos atendidos por un Jefe alzado conocido por Capitán Blanco Martínez, que resultó un oportunista que traicionó al proceso después del triunfo, con quien continuamos viaje a pie, llegando casi de noche al Puesto de Mando Rebelde en Rancho Mundito guiados por un campesino. Allí estaba la Comandancia del Comandante Escalona. Estábamos empapados. Al comprobarse la identidad de nosotros, aunque me conocían ya por las actividades que hacíamos, quedamos en la Tropa. Bernabelito Ordaz me mandó a buscar para que fuera para Oriente, pero no creí oportuno hacerlo entonces. En el campamento, había un bautense de apellido Castillo que vivía entre Bauta y Punta Brava, que se ocupaba de los abastecimientos en un caballo que tenía y que era imposible de detener a pesar de lo inhóspito de los parajes. Esos abastecimientos los repartía el Teniente Alejo Peraza. Al triunfo, fui llamado por el Comandante Ordaz, quien por orden de Efigenio Ameijeiras me dio los grados de Capitán y me nombró Jefe de la Unidad de PNR de Bauta, lo que fue registrado por Eusebio Blanco en su carácter de notario o algo así... Eso fue a principios del mes de Febrero del 59. Posteriormente fui trasladado para San Antonio de los Baños, y un tiempo después me pidieron que fuera para Güines porque allí había mucha contrarrevolución, participando en la “Limpia de Ceiba Mocha”. Cuando asesinaron a Vicente Pérez Noa en Capellanía, participé en la captura de los bandidos. Después fui a la limpia del Escambray con el grupo en el que Tomasevich estaba al frente...”
Muchas fueron las acciones en las que Arsenio participó, entre las que se destacan su participación en la “Crisis de Octubre”; como “Jefe de la Unidad PNR” de Buena Vista o de “Jefe de Servicios” en el DAP con el Comandante Orlando Pupo, responsable del traslado de reos a otras Provincias, entre otras, hasta que en el 1986, con 64 años de edad, se jubiló.

“...Pero que me haya jubilado no quiere decir que esté retirado, porque aún le doy algún apoyo a la PNR, de la que soy fundador”, nos dijo sonriente el Mayor del MININT Nicasio_Arsenio_Sánchez_Castillo con sus 84 años de edad ya cumplidos.


Fuente

Ing. Ríos González,Omar Dr. Ordaz Callejón,Eduardo. 2008. Catauro bautense.