Donald Trump

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Donald Trump
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Donald Trump
Datos Personales
NombreDonald John Trump
Nacimiento14 de junio de 1946
Queens, Nueva York, Bandera de los Estados Unidos de América Estados Unidos
EducaciónBachelor of Science
Alma materUniversidad de Pensilvania
OcupaciónEmpresario y político
Partido políticoPartido Republicano
CónyugeIvana Zelnícková (1977 -1992)
Marla Maples (1993 - 1999)
Melania Knauss (2005-presente)
HijosDonald Jr., Ivanka, Eric, Tiffany, Barron.
PadreFred Trump
MadreMary Anne MacLeod

Donald John Trump. Es un un empresario y político, presidente electo número 45 de los Estados Unidos.

Síntesis biográfica

Donald Trump nació el 14 de junio de 1946 en la ciudad de Nueva York. Fue el cuarto hijo de Fred Trump, un empresario que se enriqueció en el sector inmobiliario de de la urbe construyendo viviendas para la clase media de Estados Unidos. Estudió en la universidad de Fordham en el Bronx durante dos años, continuando sus estudios en la Escuela de Negocios Wharton de la Universidad de Pensilvania donde se graduó como Bachelor of Science.

Carrera empresarial

Tras obtener su grado académico comenzó a trabajar en el mundo de la construcción en 1974 como continuador de los negocios inmobiliarios de su padre. Desde ahí giró hacia el sector hotelero, adquiriendo un viejo inmueble contiguo a la Grand Central Station que convirtió en uno de los mejores establecimientos de Nueva York. En una gran carrera de adquisiciones compró un gran número viviendas en la ciudad, sobre todo torres de apartamentos de lujo como la Trump Tower en la que reside. También adquirió otros hoteles como el histórico Plaza, el Saint Moritz y el Grand Hyatt.

Mas, su gran imperio empresarial no se consolidó en Nueva York, sino en Atlantic City, ciudad de Nueva Jersery, cerca de Filadelfia, donde se convirtió en dueño de los tres principales casinos: el Trump Castle, el Trump Plaza y el Taj Mahal. En 1990 la revista Forbes consideraba que Trump poseía la 19na fortuna más grande del mundo, más de mil millones de dólares.

Carrera política

Hasta finales de la década de 1980 en que comenzó a adquirir espacios en los principales periódicos del país para criticar algunos aspectos de la política exterior de Estados Unidos se mantuvo ajeno a estos temas.

Tras un largo impasse en los años 90 en los que tuvo que lidiar con algunos problemas financieros derivados de sus controvertidos proyectos de negocios renovó su interés por la política asumiendo un discurso conservador, racista, xenófobo y machista. Su candidatura para presidente de los Estados Unidos se manejó en los años 2004 y 2012 y en 2006 y 2014 se habló de una posible aspiración a gobernador de Nueva York, sin embargo en ninguno de los dos caso se concretó. Algunos años antes en 2000 había participado en la candidatura del Partido de la Reforma y ganado las primarias de esa agrupación en el estado de California.

Candidato republicano (2016)

Trump se relanzó políticamente durante la carrera por la Casa Blanca en 2015 compitiendo con otros 17 precandidatos republicanos que aspiraban a la nominación del partido para competir en las elecciones de noviembre de 2016. Aunque partió en las encuestas preliminares como uno de los candidatos más débiles y en algunos casos se consideró incluso como un aspirante antipartido, el discurso populista de Trump, unido a su lenguaje xenófobo y racista le fue ganando simpatías entre los elementos más conservadores del electorado, así como en algunos sectores de la población descontentos con los políticos tradicionales estadounidenses. Al final Trump logró imponerse a todos sus oponentes dentro del partido y, con la reticencia de muchos de sus correligionarios, y pesos pesados del Partido Republicano, en el supermartes del 1 de marzo de 2016, dejó por detrás a su principal competidor el senador por Texas, Ted Cruz en casi cien delegados. El 21 de julio de 2016, tras algunos escarceos, finalmente, la Convención Nacional Republicana lo designó candidato a la presidencia por el Partido Republicano.

En las elecciones del 8 de noviembre de 2016 se enfrentó a la candidata democrata Hillary Clinton, esposa del expresidente Bill Clinton, quien había sido senadora y secretaria de Estado; una mujer representante del establishment que todas las encuestas daban como virtual ganadora de la contienda electoral hasta el mismo día de las elecciones presidenciales. Sin embargo, Trump se impuso a Clinton, ganando los estados indecisos y arrebatando a Hillary algunos otros que históricamente habían constituido bastiones demócratas. Trump se impuso en los estados Texas, Kansas, Dakota del Sur, Wyoming, Dakota del Norte, Misisipi, Alabama, Tenessee, Kentucky, Indiana, Montana, Virginia Occidental, Carolina del Sur, Oklahoma, Arkansas, Luisiana, Nebraska, Idaho, Ohio, Carolina del Norte, Florida, Utah, Pensilvania, Georgia, Iowa, Alaska, Wisconsin y Misuri y fue derrotado por Hillary en Ilinois, Nueva York, Maryland, Delaware, Nevada, Nueva Jersey, Massachusetts, Connecticut, Colorado, California, Vermont, Oregon, Washington y Nuevo México[1]. En la noche del 8 al 9 de noviembre y faltando por conocer aún el resultado de algunos estados indecisos, Donald Trump conquistó los votos electorales necesarios y se convirtió de esa forma en el presidente electo número 45 de los Estados Unidos[2].

Durante la campaña electoral no solo tuvo que sortear sus constantes escándalos, incluido una grabación con comentarios ofensivos hacia las mujeres, sino la falta de respaldo de importantes figuras republicanas que se desmarcaron de su campaña y una fuerte ofensiva de los principales periódicos y canales de televisión de Estados Unidos[3].

Supo capitalizar a su favor, a pesar de ser un conocido multimillonario, la brecha cada vez más grande que existe entre la clase dirigente y los ciudadanos de Estados Unidos, movilizando a millones de ciudadanos, principalmente blancos y de zonas suburbanas, que tradicionalmente no asisten a las urnas.

A nivel del mapa político y el complicado sistema electoral del país, los republicanos lograron superar la barrera de los 270 votos de colegio electoral gracias a su capacidad de romper el llamado «muro azul», una agrupación de 18 estados que tradicionalmente votan demócrata en el nordeste del país y la costa oeste, lo cual ponía a Clinton en cierta ventaja.

La campaña de la demócrata dedicó esfuerzo y dinero a estados que ella no necesitaba para ganar, como Carolina del Norte y Ohio, en lugar de centrarse en apuntalar las regiones que le vienen dando la victoria a su partido desde que su esposo Bill Clinton ganara los comicios en 1992. Trump, con la ayuda de los votantes blancos de clase trabajadora, demolió en parte ese muro al lograr Pensilvania y Winconsin, un estado este último que no había votado por los republicanos desde 1984.

Varios de los miembros del «muro azul» conforman también el llamado rust belt o «cinturón de óxido», una región tradicionalmente manufacturera con grandes industrias que no se ha logrado levantar de sucesivas crisis económicas desde la década de los 80 del siglo pasado.

Cientos de miles de trabajadores de clase media perdieron sus empleos cuando las empresas comenzaron a mudar sus fábricas a naciones con fuerza de trabajo menos costosa. Ese habría sido el caldo de cultivo en el que caló el discurso proteccionista de Trump y su llamado a que las corporaciones creen puestos de trabajo en el país.

También sorprendió en los llamados «estados pendulares», que son aquellos que en las últimas décadas han cambiado su color político en dependencia de los candidatos. Triunfó en Carolina del Norte y Ohio, un estado clave que algunos consideran tiene la llave de la Casa Blanca. También ganó en la Florida a pesar de que millones de latinos e inmigrantes salieron a votar y los pronósticos indicaban que Hillary saldría beneficiada.

Además de la estrepitosa falta de tino de las encuestadoras y los medios a la hora de predecir el estado de opinión entre la población, el candidato republicano fue inmune a fuertes trabajos tanto informativos como de opinión contra su campaña.

El verdadero escenario electoral se dirimió en internet. No importó que 229 diarios norteamericanos y 131 semanarios llamaran a votar por Hillary Clinton. Trump se erigió en el magnate de las redes sociales, capaz de sacudir las noticias y a los medios tradicionales a base de tuits y parrafadas en Facebook.

Trump asumirá el cargo el 20 de enero de 2017, pero él no fue el candidato más votado en los comicios pues sólo tuvo el respaldo efectivo del 27% de todos los estadounidenses en edad de elegir, Hillary Clinton obtuvo casi 390 mil votos más que el mandatario electo. Es la quinta vez en la historia electoral estadounidense que esto sucede y la segunda ocasión en 16 años. Es el resultado del método indirecto de elección en el que deciden los llamados votos electorales y no el voto popular[4].

El 70% de los votantes fueron blancos. De ellos, el 58% votó por su candidatura.

Ocho de cada diez blancos evangélicos votaron por Trump, mientras la Clinton sólo captó el 16%.

Conquistó el 53% del voto masculino en todo el país; y resultó sorprendente que, pese a los escándalos con varias féminas y sus declaraciones vulgares sobe las mujeres, se llevó el 42% del voto femenino; apenas ligeramente inferior a los resultados de los dos últimos candidatos republicanos: John MacCain (45% en 2008) y Mitt Romney (44% en 2012).

Referencias