Donald Trump

Donald Trump
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Donald Trump
Presidente de los Estados Unidos de América
45.º Presidente de los Estados Unidos
20 de enero de 2017 - 20 de enero de 2021
VicepresidenteMike Pence
PredecesorBarack Obama
SucesorJoe Biden
Datos Personales
NombreDonald J. Trump
Nacimiento14 de junio de 1946
Queens,
ciudad de Nueva York,
estado de Nueva York,
Estados Unidos Bandera de los Estados Unidos de América
EducaciónBachelor of Science
Alma materUniversidad de Pensilvania
OcupaciónEmpresario y político
Partido políticoPartido Republicano
CónyugeIvana Zelnícková (1977-1992);
Marla Maples (1993-1999);
Melania Knaus (2005-presente)
HijosDonald Jr., Ivanka, Eric, Tiffany, Barron
PadreFred Trump
MadreMary Anne MacLeod

Donald John Trump. Es un magnate, empresario, economista y político estadounidense que ejerció como el 45.º presidente de los Estados Unidos desde el 20 de enero de 2017 hasta el 20 de enero de 2021.

Es el primer presidente en la historia que llega a la Casa Blanca sin ninguna experiencia política y sin ocupar ningún puesto electivo. En medio de manifestaciones masivas en su contra, tomó posesión del cargo el 20 de enero de 2017.

Síntesis biográfica

Firma de Donald Trump

Fue uno de los cinco hijos del matrimonio entre Mary Anne Mac Leod (una inmigrante escocesa nacida en la isla de Lewis) y Fred Trump (hijo de inmigrantes alemanes, que se enriqueció en el sector inmobiliario de la urbe construyendo viviendas para la clase media), que se habían casado en 1936.

Sus cuatro hermanos son Fred Jr. (fallecido), Robert, Maryanne y Elizabeth.

Con una infancia normal en Jamaica Estates, asistió al the Kew-Forest School en el barrio Forest Hills, en el distrito de Queens (dentro de Nueva York), junto a algunos de sus hermanos hasta que, a los 13 años, por tener problemas de conducta, sus padres lo enviaron a la Academia Militar de Nueva York.

Más tarde fue a la Universidad de Fordham (en el barrio Bronx) durante dos años, y continuó sus estudios en la Escuela de Negocios Wharton de la Universidad de Pensilvania, porque esta última tenía uno de los pocos programas de estudios dedicados al sector inmobiliario, donde se graduó en 1968 con un bachiller en Ciencias de la Economía.

Se ha casado en tres ocasiones y tiene cinco hijos; en 2020 tiene ocho nietos. En 1977 se casó con Ivana Zelníčková, con quien tuvo tres hijos: Donald Jr. (n. 1977), Ivanka (n. 1981) y Eric (n. 1984). Se divorció en 1992 y un año más tarde, en 1993, se casó con Marla Maples, con quien tuvo una hija, Tiffany (n. 1993). Se divorciaron el 8 de junio de 1999. El 22 de enero de 2005 contrajo nupcias con Melania Knauss (una inmigrante eslovena), y tuvo a Barron William (n. 2006), el quinto de sus descendientes.

Carrera empresarial

Tras obtener su grado académico comenzó a trabajar en el mundo de la construcción en 1974 como continuador de los negocios inmobiliarios de su padre, Elizabeth Trump and Son, centralizada en el arrendamiento de viviendas de clase media en Nueva York.[1]

Su patrimonio fue creciendo progresivamente bajo la égida de la Trump Organization, en altas y bajas, hasta convertirse en dueño de más de 500 compañías de negocios, una veintena de campos de golf, y un sin fin de productos comerciales con su marca: perfumería, muebles, ropas y libros, entre otros.

Desde ahí giró hacia el sector hotelero, llegando a tener más de veinte hoteles con la marca Trump en todo el mundo, comenzó adquiriendo un viejo inmueble contiguo a la Grand Central Station que convirtió en uno de los mejores establecimientos de Nueva York. En una gran carrera de adquisiciones compró un gran número viviendas en la ciudad, sobre todo torres de apartamentos de lujo como la Trump Tower en la que reside. También adquirió otros hoteles como el histórico hotel Plaza, el Saint Moritz y el Grand Hyatt.

Su gran imperio empresarial no se consolidó en Nueva York, sino en Atlantic City, ciudad de Nueva Jersey, cerca de Filadelfia, donde se convirtió en dueño de los tres principales casinos: el Trump Castle, el Trump Plaza y el Taj Mahal. En 1990 la revista Forbes consideraba que Trump poseía la 19.ª fortuna más grande del mundo, más de mil millones de dólares.

Aparte de los conglomerados de empresas de construcción, clubes, hoteles, casinos, campos de golf y otros tantos, compró acciones sobre los concursos de belleza femenina Miss Universo, Miss Estados Unidos y Miss Estados Unidos Adolescente en sociedad con la cadena televisiva NBC.

A partir de ahí comenzó a vender su imagen como hombre público o «showman», y a participar en «reality shows» o programas de televisión como The apprentice (‘el aprendiz’), en el que participan de 16 a 18 empresarios que competían por un premio de 250 000 dólares y un contrato para dirigir una de sus empresas.

Posee también un equipo de fútbol en Nueva Jersey, patrocina combates de boxeo profesional, y una carrera ciclista denominada Tour de Trump.

En junio de 2015, la revista Business Insider, publicó un estado financiero suministrado por el propio Trump, último que se conoce públicamente, con fecha del 30 de junio de 2014. El documento afirmó que su fortuna es de 8700 millones de dólares. De esa cantidad, 3300 millones corresponden a «Negocios de licencias de bienes raíces, marcas y desarrollos basados en marcas». Su fortuna líquida está estimada en unos 4100 millones de dólares, lo que deja un capital en propiedades sobre los 4600 millones de dólares.

Publicaciones

Es autor de más de 17 libros, en su mayoría de aspectos financieros y autoayuda, incluyendo el libro El arte de volver, donde narra, desde su punto de vista, sus experiencias durante la debacle económica que sufrió en los años 1990 y la manera en que logró sobreponerse. También es coautor de un libro llamado Porque queremos que tú seas rico, escrito en sociedad con su amigo Robert Kiyosaki, autor de libros de ayuda financiera; aunque publicó lo que considera su obra cumbre al terminar el 2007 bajo el título: Piensa grande y patea traseros en los negocios y la vida.

Carrera política

Desde la década de los 80, apoyó financieramente diversas candidaturas, casi siempre de la derecha, desde Ronald Reagan hasta Mitt Romney en las elecciones de 2012.

A finales de 1980 comenzó a adquirir espacios en los principales periódicos del país para criticar algunos aspectos de la política exterior de Estados Unidos se mantuvo ajeno a estos temas.

Tras un largo impasse en los años 90 en los que tuvo que lidiar con algunos problemas financieros derivados de sus controvertidos proyectos de negocios renovó su interés por la política asumiendo un discurso conservador, racista, xenófobo y machista.

En 2000 participó en la candidatura presidencial del Partido de la Reforma, y ganó las primarias de ese partido en California, pero hasta ahí no avanzó más.

Su candidatura para presidente de los Estados Unidos se manejó en los años 2004 y 2012 y en 2006 y 2014 se habló de una posible aspiración a gobernador de Nueva York, sin embargo en ninguno de los dos caso se concretó. Algunos años antes en 2000 había participado en la candidatura del Partido de la Reforma, y ganado las primarias de esa agrupación en el estado de California.

Desde enero de 2013, profundizó sus inclinaciones hacia la derecha y publicó un video respaldando al primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu durante las elecciones parlamentarias de ese año, exponiendo abiertamente que «un primer ministro fuerte es un Israel fuerte».

En ese mismo año, fue un orador central en el Conservative Political Action Conference, con poca concurrencia y donde gastó más de un millón de dólares tratando de explorar una eventual candidatura presidencial. También varios republicanos de Nueva York circularon un documento donde se sugería que se lanzaría como candidato a gobernador del estado en 2014 contra Andrew Cuomo, a lo que respondió que no estaba interesado, pero siguió con su línea crítica y dura en contra de la administración demócrata de Barack Obama.

Fue demócrata hasta 1987, luego republicano (1987-1999), después transitó por el Partido de la Reforma (1999-2001), para regresar al Partido Demócrata (2001-2009) y llegar como renovado Republicano a las elecciones del 2016.

Candidato republicano (2016)

En febrero de 2015, no renueva su contrato en el programa The Apprentice, lo que generó especulaciones sobre una eventual candidatura presidencial, y el 16 de junio de 2015, en la ciudad estadounidense de Nueva York, anunció su precandidatura para las elecciones de 2016, por el Partido Republicano, bajo el eslogan «We are going to make our country great again» (‘haremos grande a nuestro país de nuevo’), compitiendo con otros 17 precandidatos republicanos que aspiraban a la nominación del partido para competir en las elecciones.

Aunque partió en las encuestas preliminares como uno de los candidatos más débiles y en algunos casos se consideró incluso como un aspirante antipartido, el discurso populista de Trump, unido a su lenguaje xenófobo y racista le fue ganando simpatías entre los elementos más conservadores del electorado, así como en algunos sectores de la población descontentos con los políticos tradicionales estadounidenses. Al final Trump logró imponerse a todos sus oponentes dentro del partido y, con la reticencia de muchos de sus correligionarios, y pesos pesados del Partido Republicano, en el supermartes del 1 de marzo de 2016, dejó por detrás a su principal competidor el senador por Texas, Ted Cruz en casi cien delegados. El 21 de julio de 2016, tras algunos escarceos, finalmente, la Convención Nacional Republicana lo designó candidato a la presidencia por el Partido Republicano con su compañero de fórmula Mike Pence.

En las elecciones del 8 de noviembre de 2016 se enfrentó a la candidata demócrata Hillary Clinton, esposa del expresidente Bill Clinton, quien había sido senadora y secretaria de Estado; una mujer representante del establishment que todas las encuestas daban como virtual ganadora de la contienda electoral hasta el mismo día de las elecciones presidenciales. Sin embargo, Trump se impuso a Clinton, ganando los estados indecisos y arrebatando a Hillary algunos otros que históricamente habían constituido bastiones demócratas. Trump se impuso en los estados Texas, Kansas, Dakota del Sur, Wyoming, Dakota del Norte, Misisipi, Alabama, Tennessee, Kentucky, Indiana, Montana, Virginia Occidental, Carolina del Sur, Oklahoma, Arkansas, Luisiana, Nebraska, Idaho, Ohio, Carolina del Norte, Florida, Utah, Pensilvania, Georgia, Iowa, Alaska, Wisconsin y Misuri y fue derrotado por Hillary en Illinois, Nueva York, Maryland, Delaware, Nevada, Nueva Jersey, Massachusetts, Connecticut, Colorado, California, Vermont, Oregón, Washington y Nuevo México[2] En la noche del 8 al 9 de noviembre y faltando por conocer aún el resultado de algunos estados indecisos, Donald Trump conquistó los votos electorales necesarios y se convirtió de esa manera en el presidente electo número 45 de los Estados Unidos.[3]

Durante la campaña electoral no solo tuvo que sortear sus constantes escándalos, incluido una grabación con comentarios ofensivos hacia las mujeres, sino la falta de respaldo de importantes figuras republicanas que se desmarcaron de su campaña y una fuerte ofensiva de los principales periódicos y canales de televisión de Estados Unidos.[4]

Supo capitalizar a su favor, a pesar de ser un conocido multimillonario, la brecha cada vez más grande que existe entre la clase dirigente y los ciudadanos de Estados Unidos, movilizando a millones de ciudadanos, principalmente blancos y de zonas suburbanas, que tradicionalmente no asisten a las urnas.

A nivel del mapa político y el complicado sistema electoral del país, los republicanos lograron superar la barrera de los 270 votos de colegio electoral gracias a su capacidad de romper el llamado «muro azul», una agrupación de 18 estados que tradicionalmente votan demócrata en el nordeste del país y la costa oeste, lo cual ponía a Clinton en cierta ventaja.

La campaña de la demócrata dedicó esfuerzo y dinero a estados que ella no necesitaba para ganar, como Carolina del Norte y Ohio, en lugar de centrarse en apuntalar las regiones que le vienen dando la victoria a su partido desde que su esposo Bill Clinton ganara los comicios en 1992.

Trump, con la ayuda de los votantes blancos de clase trabajadora, demolió en parte ese muro al lograr Pensilvania y Winconsin, un estado este último que no había votado por los republicanos desde 1984.

Varios de los miembros del «muro azul» conforman también el llamado rust belt o «cinturón de óxido», una región tradicionalmente manufacturera con grandes industrias que no se ha logrado levantar de sucesivas crisis económicas desde la década de los 80 del siglo pasado.

Cientos de miles de trabajadores de clase media perdieron sus empleos cuando las empresas comenzaron a mudar sus fábricas a naciones con fuerza de trabajo menos costosa. Ese habría sido el caldo de cultivo en el que caló el discurso proteccionista de Trump y su llamado a que las corporaciones creen puestos de trabajo en el país.

También sorprendió en los llamados «estados pendulares», que son aquellos que en las últimas décadas han cambiado su color político en dependencia de los candidatos. Triunfó en Carolina del Norte y Ohio, un estado clave que algunos consideran tiene la llave de la Casa Blanca. También ganó en la Florida a pesar de que millones de latinos e inmigrantes salieron a votar y los pronósticos indicaban que Hillary saldría beneficiada.

Además de la estrepitosa falta de tino de las encuestadoras y los medios a la hora de predecir el estado de opinión entre la población, el candidato republicano fue inmune a fuertes trabajos tanto informativos como de opinión contra su campaña.

El verdadero escenario electoral se dirimió en internet. No importó que 229 diarios norteamericanos y 131 semanarios llamaran a votar por Hillary Clinton. Trump se erigió en el magnate de las redes sociales, capaz de sacudir las noticias y a los medios tradicionales a base de tuits y parrafadas en Facebook.

El 70% de los votantes fueron blancos. De ellos, el 58% votó por su candidatura. Ocho de cada diez blancos evangélicos votaron por Trump, mientras la Clinton sólo captó el 16%. Conquistó el 53% del voto masculino en todo el país; y resultó sorprendente que, pese a los escándalos con varias féminas y sus declaraciones vulgares sobe las mujeres, se llevó el 42% del voto femenino; apenas ligeramente inferior a los resultados de los dos últimos candidatos republicanos: John MacCain (45% en 2008) y Mitt Romney (44% en 2012).

No fue el candidato más votado en los comicios pues sólo tuvo el respaldo efectivo del 27% de todos los estadounidenses en edad de elegir, Hillary Clinton obtuvo casi 390 mil votos más que el mandatario electo. Es la quinta vez en la historia electoral estadounidense que esto sucede y la segunda ocasión en 16 años. Es el resultado del método indirecto de elección en el que deciden los llamados votos electorales y no el voto popular.[5] Será el primer presidente en la historia que llega a la Casa Blanca sin ninguna experiencia política y sin ocupar algún puesto electivo.

Investidura presidencial

El Comité de Investidura Presidencial de Trump recaudó más de 90 millones de dólares en donaciones privadas, cifra récord y muy superior a la de las dos juramentaciones de Barack Obama, quien recaudó 55 millones de dólares en 2009 y 43 millones en 2013. Según estimados, el acto excederá los 100 millones de dólares.

En medio de protestas y manifestaciones organizadas por activistas de derechos civiles y organizaciones comunitarias, así como por la actitud de medio centenar de congresistas demócratas que decidieron no asistir a la ceremonia, Trump tomo posesión del cargo el 20 de enero de 2017 en una ceremonia celebrada en el Capitolio, la sede del Congreso, donde los asistentes presenciaron un breve juramento del mandatario ante el magistrado John Robert, de la Corte Suprema, y un discurso del gobernante. El juez asociado de esa máxima instancia judicial, Clarence Thomas, recibió la juramentación del vicepresidente electo, Michael Pence, quien después acompañó a Trump en una caminata hasta la Casa Blanca.[6]

Sobre la misma Biblia que utilizó el presidente Abraham Lincoln para asumir el puesto en 1861, Trump pronunció las siguientes palabras:

Yo, Donald Trump, juro solemnemente que desempeñaré con fidelidad el cargo de presidente de Estados Unidos, utilizando al máximo mis capacidades para preservar, proteger y defender la Constitución.
Donald Trump[7]

Proyecto de gobierno

La intención y política de su gobierno lo refleja la elección de su gabinete presidencial, integrado por empresarios multimillonarios y militares condecorados, considerados de línea dura y conservadora.

A pesar de la incertidumbre de la sociedad norteamericana y el resto del mundo sobre aspectos medulares de su futura gestión y debido a sus incendiarias promesas electorales, su gobierno se perfila como pragmático, proteccionista, centrado en la economía y las finanzas, y con un fuerte sentimiento nacionalista de derecha.

Anunció que se desvincularía de la gestión de sus conglomerados de empresas mientras esté en la presidencia, para evitar conflictos de intereses, y los agrupará en una sociedad que dirigirán sus hijos Donald y Eric. Aunque el presidente no está obligado a abandonar sus actividades empresariales, él lo hará y no lanzará nuevos proyectos empresariales en el extranjero, sino que mantendrá los que ya tiene y en Estados Unidos sus empresas continuarán con sus planes de expansión normales. También donará al Tesoro de Estados Unidos lo que recaude por concepto de utilización de sus hoteles como forma de pago de países extranjeros y para no violar la Constitución.

Pésima gestión de la pandemia en Estados Unidos

Según el filósofo y politólogo estadounidense Noam Chomsky, Donald Trump está apuñalando a los estadounidenses promedio por la espalda, mientras finge ser el salvador del país durante la pandemia de coronavirus de 2020, la peor crisis de salud en al menos un siglo. Trump ―que buscará la reelección a finales de 2020― ha recortado los fondos gubernamentales para la atención médica y la investigación de enfermedades infecciosas en beneficio de las corporaciones multinacionales.

Eso es algo que Trump ha estado haciendo cada año de su mandato, reduciéndolo aún más. Entonces [su plan es] continuemos reduciéndolo, sigamos asegurándonos de que la población sea tan vulnerable como podamos, que pueda sufrir tanto como sea posible, pero que, por supuesto, aumente las ganancias para sus constituyentes principales en riqueza y poder corporativo. [...]
Trump ha abandonado sus deberes al obligar a los gobernadores estatales individuales a asumir la responsabilidad de combatir el virus. Esa es una gran estrategia para matar a mucha gente y mejorar su política electoral. [...]
Para tratar de encubrir sus ataques criminales contra el pueblo estadounidense, que han estado sucediendo todo este tiempo, él está tratando de encontrar chivos expiatorios.
Noam Chomsky[8]

Fuentes