Instrumento de viento

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Instrumento de viento
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Concepto:Instrumento de música

Aerófono. Los aerófonos propios de la música folclórico-popular cubana, resultan menos significativos en número de especies que los instrumentos comprendidos en las restantes clases. Sin embargo su heterogeneidad tipológica se erige como su elemento caracterizador. En esta sección se tratarán cuatro instrumentos- el Guamo, el Basin, la Corneta china y el Órgano oriental-, en tanto su uso se adscribe a formas muy raigales de la práctica tradicional cubana y han generado, junto con particularidades de ejecución y función musical, una tradición constructiva. Esto no quiere decir que la música folclórico-popular cubana sólo emplee los referidos aquí; pues como otros como la trompeta, por citar un ejemplo, han trascendido el ámbito de la música profesional para integrarse a conjuntos instrumentales de indudable raíz folclórica, que denotan la constante confrontación entre la tradición y la modernidad, entre la permanencia y la renovación, éntrelo ajeno y lo propio. Retomando el concepto heterogeneidad expresado al inicio, en estos cuatro aerófonos tenemos desde la manifiesta sencillez del guamo y el basin como trompetas naturales, hasta la creciente complejidad tipológica de la corneta china, instrumento de lengüeta o caramillo, y, finalmente, el órgano oriental, al cual en el medio cubano puede adjudicársele el antiguo epíteto de “instrumento rey”, asignado a los órganos, en los cuales se conjuga su condición de instrumento de filo o Flautas y de lengüetas, con una notable variedad de calidades tímbricas.

Terminología

En cuanto a la terminología para nombrarlos se observa la utilización de vocablos asociados a la forma propia de designación del objeto mismo: [[guamo], Caracol, Cobo, Trompeta o Corneta y Órgano, con la particularidad en los dos últimos casos de asociar estos términos con otros que denotan la zona geográfica de procedencia o difusión del instrumento-corneta china, u órgano oriental o de Manzanillo-. También pueden distinguirse palabras en créole, vinculadas con las especificidades lingüísticas de la población de ascendencia haitiana en Cuba: lanbí, Kón y basin.

Construcción

Otro aspecto igualmente diverso se refiere a las particularidades constructivas, pues cada uno constituye una unidad específica en el quehacer artesanal. Aquí se observa desde la propia diversidad de materiales de construcción, algunos tomados directamente del medio natural, casi sin elaboración alguna-el caracol o la caña de bambú- hasta aquellos que, como los empleados para confeccionar la corneta china y el órgano oriental, deben ser cuidadosamente seleccionados y procesados a partir de la aplicación de conocimientos y métodos muy diversos. La ejecución también permite reafirmar la existencia entre estos aerófonos de diversos niveles de complejidad técnica, vinculados no sólo con la forma de emisión del sonido-por el soplo directo del instrumento o mediante la insuflación mecánica de aire-, sino con las especificidades expresivas del repertorio al cual están relacionados. En cada caso, las modalidades de ejecución se corresponden de manera directa con la destreza de los intérpretes.

Funciones musicales y uso social

Desde le punto de vista acústico, los formantes espectrales de estos instrumentos difieren obviamente entre sí. En casos como le Basin, que suele ejecutarse en grupos de dos o más, se aprecian rasgos diferenciables en el ámbito de las bajas y medias frecuencias; aunque, a veces, las diferencias entre algunos de los basines no estriban, precisamente, en criterios de varianza acústica, sino de diversidad en la función musical desempeñada. El Guamo muestra características que lo ubican en el rango de las medias frecuencias, mientras la Corneta china con su peculiar, y no pocas veces estridente sonido, se define como un instrumento de altas frecuencias. Por su parte, la cantidad y diversidad de tubos del Órgano, su complejidad constructiva y mecánica, hacen notable la amplitud del campo frecuencial que describe, con un rango abarcador desde las bajas hasta las altas frecuencias. De acuerdo con el tiempo de reverberación sonora pueden agruparse como:

  • de reverberación muy corta: guamo y basin;
  • de reverberación corta: corneta china, y
  • de reverberación larga: órgano oriental.

En la práctica folclórico-popular participan dentro de diversos conjuntos instrumentales. Dos de ellos- el guamo y el basin- constituyen elementos integrantes de agrupaciones arraigadas en Cuba como parte de las tradiciones de haitianos y su descendencia cubana, en eventos, en los cuales se combinan formas expresivas de carácter religioso-festivo. Los timbres de la corneta y el órgano devienen rasgos distintivos de modos de hacer en los cuales también emerge con fuerza el carácter festivo-exento de elementos religiosos-, aglutinador en ocasiones de multitudes en franca euforia danzante. Otros aspectos de interés que se expondrán en esta sección, son las diferencias funcionales observadas entre estos aerófonos. Unos, como el guamo y el basin, se ubican en el plano rítmico-armónico; la corneta dialoga, improvisa y canta en medio de las agrupaciones de conga; mientras el órgano asume, cual peculiar orquesta, funciones de canto, acompañamiento y bajos, complementadas por un pequeño núcleo de instrumentos acompañantes. En áreas de presencia del órgano-sobre todo, en la provincia Granma y, en particular, en las proximidades de Manzanillo- se localizaron agrupaciones musicales llamadas popularmente Melcochas, que con sus ejecuciones reeditan, en lo fundamental, el repertorio de los conjuntos de órganos. Con melcocha o melcochita se aludía al Acordeón, instrumento aerófono que constituye el eje principal de la agrupación; pues según escuchamos una y otra vez, tal denominación de debía a que ese instrumento “se estira y encoge”, tal como ocurre con el tradicional dulce cubano. La integración de estas agrupaciones resultaba una forma de propiciar el baile en zonas intrincadas a las cuales no llegaban los conjuntos de órgano, o simplemente por razones económicas no podían contratarse. Hoy día, aun se hallan presentes en varias zonas de las provincias orientales.

Tipos de repertorio

En su repertorio, los grupos de Melcocha incluyen especies caribeñas como la Cumbia y el Merengue, muy populares en la región sudoriental como parte de la afinidad cultural y la audiencia- a través de las ondas radiales- de las emisoras de Colombia, Venezuela y República Dominicana. Debe apuntarse que, aunque en la actualidad el uso del Acordeón no está extendido ampliamente en el país, no puede desconocerse su presencia como parte de algunas agrupaciones de punto y son, en poblados de las provincias occidentales y centrales, así como entre comunidades de haitianos y sus descendientes, quienes lo hacen sonar en sus interpretaciones de merengues, valses, polkas y laceros. También se toca de manera ocasional en las agrupaciones de violines espirituales. Desde el siglo pasado se conoce la existencia de las llamadas Charanguitas de acordeón, Timbal y Güiro, que amenizaban los bailes, según testimonio recogido por María Teresa Linares a una anciana informante de 90 años de edad, en San Cristóbal, Pinar del Río (1982:275). Por nuestra parte pudimos corroborar que se uso en gran medida en aéreas rurales de Cuba, como en la zona de Las Casimbas, Najasa, Camagüey, ”donde de daban guateques que se tocaban con acordeón y bongó”, José Céspedes, residente en Holguín, quien falleció en 1961 a la edad de 90 años tocaba punto acompañándose con el acordeón, o en San Diego de los Baños, Los Palacios, Pinar del Rio, en ocasiones se incorporaba a los conjuntos instrumentales que acompañaban las fiestas campesinas en las décadas del 40 y 50. En realidad era amplio y diverso el repertorio interpretado con este instrumento, por intermedio del cual se hacían escuchar Contradanzas, Danzones, Polkas, Pasodobles, Boleros, Música mexicana, y en sus diversas especies, el punto y el son. Teniendo en cuenta estos y otros testimonios ubicados epocalmente en períodos distintos, estimamos que se utilizaron instrumentos de diferentes características constructivas y técnicas, desde los provistos sólo de botones hasta los actuales, en los cuales se ha aplicado el teclado del piano. Todos eran importados, provenientes de distintas firmas; en particular, europeas. Tras 1959, por intermedio de las instituciones municipales y provinciales de Cultura, se distribuyeron acordeones que se sumaron a la práctica tradicional de algunas áreas del país. La Filarmónica también se empleo, pero en menor medida, para acompañar algunas modalidades de música bailable; sobre todo, entre individuos venidos de diferentes zonas del Caribe insular, como jamaicanos y caimaneros. En la población cubana halló receptividad y se conoce de su empleo en conjuntos integrados por filarmónica de boca, güiro, bongó y Cencerro (o juegos de pedazos de tubería) (León 1974:222). Su uso nos fue referido acompañado rítmicamente del sonido de un taburete para propiciar el baile, o en las parranditas que salían a la calle en el poblado de Velazco, provincia Holguín, alrededor de la década del 40. La historia de los instrumentos incluidos en esta sección, resulta tan diversa como ellos mismos, pues llegaron a nuestro país de zonas y latitudes diferentes, y en algunos casos, como la corneta y el órgano, fue apasionante atar los cabos que los afianzan a las tradiciones musicales de Cuba. Todos y cada uno de estos aerófonos, aunque reducidos en número, también resultan altamente significativos para la música cubana.

Fuente

Victoria Eli Rodríguez: “Aerófonos”. Centro de Investigación y Desarrollo de la Música Cubana. Instrumentos de la Música Folclórico-Popular de Cuba. Volumen2. La Habana. Ciencias Sociales. 1997.