Historia de México

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Historia de México
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Concepto:Historia de México desde sus inicios hasta la actualidad.

La historia de México se remonta a unos 14.000 años, en que se estima ocurrieron los primeros asentamientos de pobladores sedentarios. Antes de la conquista por los españoles en el siglo XVI, lo que es ahora México fue habitado por pueblos de culturas avanzadas que interactuaron entre ellos en diverso grado, en el tiempo y el territorio. De aquella época sobresalen la cultura olmeca, la tolteca, la teotihuacana, la maya, la náhuatl, la totonaca, la zapoteca, la mixteca, la tarasca, entre otras.

Después de la conquista, durante 300 años de coloniaje, se fue constituyendo un país con cierto grado de homogeneidad y rasgos comunes. A inicios del siglo XIX, tras la independencia del imperio español, se inicia el proceso de integración definitivo que da lugar al México contemporáneo. A lo largo del siglo XIX se suceden guerras y disputas intestinas, además de varios intentos de avasallamiento por parte de potencias extranjeras. En ese entonces México perdió cerca de la mitad de su territorio, después de lo cual empezó su consolidación como nación libre y soberana.

Vino, al iniciarse el siglo XX, un cruento movimiento social que sentó bases políticas, jurídicas y sociales del México actual. Al cabo de diversas crisis de corte fundamentalmente económico y político, la última de las cuales no aún superada, la nación evoluciona y se asienta hacia el fin de la primera década del siglo XXI, ocasión en que se cumplen 200 años de su independencia de España y 100 años de su revolución.

Mesoamérica

Artículo Principal: Mesoamérica

Civilización Olmeca, cultura mesoamericana considerada la madre de las culturas posteriores de los mayas y los aztecas.

El territorio de Mesoamérica[1] comprende el centro y sur del actual territorio mexicano y Centroamérica. En esta zona, con una gran variedad de riquezas naturales y tipos de hábitat (selvas tropicales, alta montaña, desiertos, manglares, valles, sabanas, etc.), se asentaron las civilizaciones mexicanas prehispánicas. Los especialistas y estudiosos de la historia antigua de México dividen a este territorio en diferentes regiones en las cuales predominó una cultura particular[1]:

A pesar de la poco información sobre el período en que habitaron estas civilizaciones, los historiadores han establecido tres grandes períodos que se detallan en la siguiente tabla[1]:

Período Años Civilizaciones
Preclásico 2.500 a.n.e. - 200 Olmecas, Zapotecas y Mayas
Clásico 200 - 900 Zapotecas, Teotihuacanos y Mayas
Posclásico 900 - 1521 Mayas, Toltecas, Mixtecas, Purépachas y Méxicas

Período Preclásico

Durante el inicio del período preclásico o preclásico temprano[2] aparece la cerámica, nuevos cultivos de maíz y la vida sedentaria. En el período preclásico intermedio se inicia la construcción de grandes complejos como por ejemplo, los templos religiosos. Las pequeñas aldeas devienen centros de importante política y religiosa. Con el pasar del tiempo se convierten en grandes ciudades.

En el año 800 a.n.e. surge en el golfo de México el pueblo Olmeca, la cultura más importante de este periodo. Otros de los pueblos de esta era, los zapotecas, innovan en los métodos utilizados para la agricultura y en la construcción en general, con la utilización de piedras, que representó una importante evolución en estas ramas. Desarrollaron un sistema de escritura y dieron muestras de profundos conocimientos astronómicos. (se encontraron los primeros calendarios que se cree, serían la base de los famosos calendarios mayas).

En el período preclásico tardío[2] surge un importante centro de ceremonias en Monte Albán que presentaba una gran influencia olmeca. En las tierras bajas mayas también aparecen algunos pequeños centros de ceremonia. Se construye la pirámide de Cuicuilco y comienza a erigirse Teotihuacan.

Período Clásico

El periodo clásico[2] esta comprendido entre los años 200 al 900 de nuestra era. Se caracteriza por la evolución de las instituciones sociales y políticas desarrolladas en el periodo anterior. La religión continúa siendo el centro de poder de las ciudades dominantes, en una sociedad que se sabe altamente estratificada. El señor de una ciudad era un hombre-dios que encarnaba en su persona a una de estas divinidades. Estos habitantes profundamente obedientes a dioses más poderosos e importantes que el periodo anterior debían el mismo servilismo a su representante en la tierra: el sumo sacerdote a que hacíamos referencia. Esta es una etapa marcada por los sacrificios y las ofrendas de toda índole. Se establecen relaciones comerciales entre las ciudades más importantes como Tlaxcala, Coliman, Oaxaca, Teotihacan, México y Puebla. En este período crecen las ciudades mayas de Palenque, Uxmal, Yaxchilán, Copán, Piedras Negras, Homul y Naranjo.

Hay que destacar el papel de Teotihuacan como centro religioso y comercial de Mesoamérica y del mundo, de hecho, su máximo esplendor se dio durante la primera mitad del clásico. Teotihuacan es una de las civilizaciones, que junto con la de China, India, Perú y Egipto, representan los primeros estados complejos de la historia de la humanidad. Para el año 400 de nuestra era se cree que poseía alrededor de 200 000 habitantes, que le otorgaron a la ciudad un esplendor del que disfrutaría durante 300 años, desapareciendo repentinamente en virtud de causas que aún hoy no tienen explicaciones certeras.

Teotihuacanos

Artículo Principal: Teotihuacan

Ruinas de la Ciudad de Teotihuacan.

Los Teotihuacanos[3] fueron un pueblo que tenían por capital la ciudad de Teotihuacan, ubicada al noroeste de la ciudad de México a unos 48 kilómetros de distancia aproximadamente. Esta cultura se mantuvo durante un milenio pero tuvo su época de esplendor entre los años 300 y 600 siendo la civilización que mejor representa el período Clásico.

En sus primeros tiempos, Teotihuacan era gobernada por sacerdotes. Eran ellos quienes tenían acceso a la cultura y a los conocimientos legados a través de los años. Durante la época de auge los militares obtuvieron una gran importancia y compartieron el poder con los sacerdotes.

La influencia Teotihuacana traspasó sus propias fronteras. Estudios arqueológicos hallaron pruebas de ello en los estados actuales de Durango, Chihuahua, Zacatecas y Nayarit.

Civilización Maya

Artículo Principal: Civilización Maya

Pirámide Maya

Una de las civilizaciones más destacadas de este período, junto con la purepecha y la mexica, es la del pueblo Maya. Desarrollada en los actuales territorios de Honduras, Belice, Guatemala y los estados de Chiapas, Tabasco, Yucatán y Quintana Roo, esta cultura se caracteriza por la arquitectura absolutamente avanzada, la invención de la numeración larga y el cero. Lo mismo sucedió con su cerámica y la construcción de sus tumbas con techos abovedados. Sus edificios no eran construidos como albergue de la población sino como centros de observación astronómica, ciencia que desarrollaron con excelencia, logrando un gran conocimiento de las estaciones, que junto con las matemáticas y la botánica les permitieron mejorar mucho su calidad de vida (las cosechas por ejemplo).

Los mayas tenían un dios supremo además de otras deidades, a quienes prodigaban muchos sacrificios. Cada uno de los estados mayas ubicados en los distintos territorios antes descritos luchaban entre si y con sus vecinos para su anexión a los dominios del hombre-dios vencedor. Debajo de este gobernante (halach uinic) existía toda una jerarquía y estratificación social bien diferenciada, a la cabeza de esta se ubicaban los sacerdotes y nobles, por debajo de ellos el resto de la población.

El diseño urbano de Teotihuacan fue hecho a partir de una línea norte – sur en donde se ubicaba una gran avenida. A los costados de esta podían contemplarse los edificios más importantes.

Es también durante esta época en la que los Mayas alcanzan su máximo esplendor. Los mayas se organizaron en torno a ciudades independientes que poseían su propio centro religioso y político y estaban dirigidas por un cacique. Las capas sociales más altas estaban compuestas por militares y sacerdotes. Las relaciones entre ciudades eran muy comunes debido a la gran actividad de comercio. Igual que los habitantes de Teotihuacan no se conoce con certeza el motivo por el cual sucumbió el pueblo maya de manera intempestiva.

Período Posclásico

El periodo posclásico[2] está comprendido entre los años 800 hasta la conquista española (1521). Hay dos hechos de gran importancia que marcan el inicio de este período:

  • Incendio de Teotihuacan
  • Emigración de los mayas de las tierras bajas.

En este período varios pueblos llamados chichimecas, moradores de la zona allende al límite septentrional de Mesoamérica, avanzan hacia el sur en busca de los recursos de los que, por diferentes motivos, se vieron privados. El proceso, de 300 años de duración, provocó cambios estructurales en la geografía política y social de los territorios. Tula, centro de uno de los pueblos chichimecas: los toltecas, impuso la veneración por Quetzalcoatl, que tendrá gran trascendencia al momento de la conquista española.

Es precisamente en esta época en la cual los aztecas alcanzas su máximo esplendor. Es esta tribu chichimeca, la última en ingresar al Valle de México en el siglo XIV, fundan Tenochtitlan que se convierte rápidamente en un más que importante centro religioso, comercial y político.

Aztecas

Artículo Principal: Azteca

Aproximadamente en el 1320 los mexicas (primer pueblo en la historia que implanta la educación obligatoria e igualitaria) realizan la construcción, al ver una serpiente siendo devorada por un águila, de una de las ciudades más espectaculares de la historia conocida: Tenochtitlan, cuya hegemonía se impondrá pronto sobre el área central de estos territorios y que extenderá hasta el sur. Gracias a construcciones ingeniosas sobre los lagos circundantes tornan a esta ciudad en un bastión militarmente inexpugnable.

La sociedad se hallaba estratificada (sacerdotes, funcionarios, militares y jueces constituían los niveles más altos). Uno de los avances que más se destaca de esta civilización es la confección de un calendario de 365 días de 20 períodos que se componían de 13 días. Tenían un sistema numérico vigesimal y sistemas de fracciones.

Su economía se basaba en la agricultura y en los tributos de los pueblos sometidos. El imperio azteca fue gobernado por Moctezuma Ilhuicamina, sucedido por Axayacatl, Tizoc y Ahuizotl. El sometimiento sobre los pueblos vecinos también hallaba justificación por los sacrificios humanos que realizaban, para los cuales necesitaban prisioneros. Setenta edificios rodeaban al Templo Mayor, muchos de ellos reservados para el gobierno y el culto, y algunos con forma piramidal; grandes calles y acueductos. Tenochtitlan fue un imperio que parecía no tener rivales. Su último gobernante, Moctezuma II, fue un verdadero tirano el cual sucumbió junto con sus dioses, ante los conquistadores españoles.

Civilización Mixteca

Artículo Principal: Mixteca

La civilización Mixteca tuvo su lugar de origen en la sierra oeste de Oaxaca durante el siglo VII y perduró hasta el año 1350[4]. Debido a las características geológicas del lugar (terreno muy accidentado), los mixtecas se organizaron en señoríos independientes. Los más importantes fueron Tilantogo, Coixtlahuaca, Teozacoacoalco y Yanhuitlán. A inicios del año 750[4] los mixturas comenzaron a poblar los valles del centro de Oaxaca y así tomaron el control de poblaciones zapotecas como Mitla, Yagul, Zaachila. La primera de estas se convirtió en el centro mixteca más importante.

La economía mixteca se sustentaba en la agricultura, aunque la artesanía, la caza, el comercio y el tributo que recibían de los pueblos sometidos también eran importantes para mantener el estilo de vida de la civilización.

En la política tenía un gobierno monárquico donde cada señorío era dirigido por un jefe hereditario que estaba auxiliado por varios funcionarios que eran designados por la clase dominante. La sociedad se encontraba estratificada, en la cima se encontraban los guerreros, los sacerdotes y los comerciantes, mientras que los artesanos y los campesinos eran los siervos.

Conquista Española

Primeros viajes

La conquista de México por los españoles comienza en 1517[5][6] cuando Diego Velazquez gobernador de la isla de Cuba autoriza al explorador Francisco Hernández de Córdoba realizar una expedición para encontrar tierras al sur de la isla; Hernández de Córdoba toca tierra en cabo Catoche en la actual península de Yucatán después de bordear la costa lo hace también en Campotón en el actual estado de Campeche, a su regreso a Cuba donde muere a consecuencia de las heridas causadas en un ataque indígena contó lo que vio y descubrió en las tierras nuevas.

Al año siguiente, Diego Velázquez envió 4 embarcaciones al mando de Juan de Grijalva que siguió la misma ruta que su antecesor, esta nueva expedición llegó a Tabasco y navegó el río que hoy lleva su nombre. En tierras mexicanas Grijalva se entera que existe un gran imperio tierra adentro pero la escasez de víveres lo obliga regresar a Cuba, donde es recriminado y destituido de su cargo por no establecer una colonia en las tierras descubiertas.

Una nueva expedición, la de 1519[6], encabezada por Hernán Cortés, llego a tierras mexicanas con unos 11 navíos, 508 soldados, 32 caballos y 10 cañones de bronce. Al igual que sus antecesores seguiría la misma ruta.

Conquista

Hernán Cortés, el Conquistador

Las fuerzas españolas tocaron tierra primero en Cozumel, donde se enteraron de dos españoles que habían naufragado y vivían entre los mayas estos eran Jerónimo de Aguilar y Gonzalo Guerrero a los cuales Cortés manda llamar consiguiendo que el primero se uniera a el.

Las tropas al mando de Hernán Cortés siguieron navegando hasta alcanzar las costas de Tabasco, al llegar a la desembocadura del Río Tabasco (hoy Río Grijalva Cortés), Cortés y sus hombres enfrentarían la primera gran batalla en su camino hacia la conquista de México cuando el 14 de marzo de 1519 se produce la batalla de Centla contra los mayas de Potonchán, de la cual salen victoriosos y funda la primera villa española en México, Santa María de la Victoria[5], primera población española en México. En ese punto los indígenas obsequiaron a Malintzin, cuyo papel como intérprete, fue de gran ayuda para la conquista de los mesoamericanos. De ahí, los españoles se embarcaron rumbo a Villa Rica de la Vera Cruz, segunda villa española fundada en territorio mexicano el 10 de julio de 1519[5].

Tras la victoria en Centla, Cortés esclavizo jóvenes mujeres mexicanas, encontrándose entre estas Malinalli Tenépatl que fue bautizada como doña Marina por los españoles, la malinche como hoy día se le conoce hablaba maya y nahuatl y sirvió como interprete de Cortés junto con Jerónimo de Aguilar que hablaba maya, este hecho facilito a Cortés establecer alianzas con varios pueblos indígenas, entre ellos los totonacas y los tlaxcaltecas. Juntos avanzaron hacia el centro de México y en el camino derrotaron a algunos aliados de los mexicas, como Cholula. Moctezuma Xocoyotzin recibió pacíficamente a los recién llegados. Pensaba que se trataba de la realización de una profecía antigua. Tras la matanza de Tóxcatl los mexicas se levantaron contra los españoles y sus aliados. Cuitláhuac derrotó a los invasores el 30 de junio de 1520, y murió poco después durante la epidemia de huey cocoliztli. Cuauhtémoc, abandonado por la mayor parte de sus aliados, fue capturado el 13 de agosto de 1521[5], y ejecutado por los españoles en 1525. Capturada la ciudad de México-Tenochtitlán (13 de agosto de 1521), los españoles procedieron al sometimiento de otros pueblos. Algunos se sometieron voluntariamente, y otros opusieron resistencia militar. Algunos pueblos indígenas no se sometieron hasta el siglo XIX.

Con los militares españoles llegaron también misioneros que tuvieron un papel importante en la conquista al tiempo que evangelizaban a los indígenas. De los religiosos que llegaron al país destacaron Vasco de Quiroga, Motolinía, Martín de Valencia, Bernardino de Sahagún, Diego de Landa, Junípero Serra, Sebastián de Aparicio y Bartolomé de las Casas.

Virreinato de Nueva España (1521-1810)

Artículo Principal: Virreinato de Nueva España

Antonio de Mendoza y Pacheco, primer virrey de Nueva España.

Una vez que Tenochtitlan fue sometida, Hernán Cortés asumió el gobierno como capitán general de Nueva España. En 1527 se estableció la Audiencia de México. El primer virrey fue Antonio de Mendoza y gobernó a partir de 1535[7]. Nueva España fue gobernada por 63 virreyes durante los casi 300 años de dominación española.

A lo largo de la época virreinal, el poder de los españoles se fue consolidando mediante el sometimiento de los pueblos indígenas. La Guerra del Mixtón (1540-1551) y la Guerra Chichimeca (1546) manifiestan los conflictos que enfrentaron los españoles al ampliar sus dominios hacia el norte de Nueva España. El proceso de expansión hacia el norte continuó hasta la independencia de México. En las Californias y Nuevo México, este proceso fue reforzado por el sistema de misiones para cristianizar a los indígenas, lo que causó episodios de violencia como la Rebelión de los Pericúes (1734-1737).

La minería permitió el desarrollo de otras actividades asociadas, especialmente los obrajes y la agricultura, que convirtieron a las regiones del Bajío y los valles de México y Puebla en regiones agrícolas y de actividad industrial incipiente[8].

El comercio del virreinato era realizado a través de dos puertos: Veracruz (golfo de México) y Acapulco (Océano Pacífico)[8]. A éste último llegaba la Nao de China que transportaba productos de las Filipinas a Nueva España y de ahí se transportaban por tierra, llegando a Puebla, donde la influencia oriental es notoria en su artesanía y en sus tradiciones como la de la "china poblana", al Ayuntamiento de México y a Veracruz de donde se enviaba a España o a los puertos del Atlántico. El comercio coadyuvó al florecimiento de estos puertos, de la Ciudad de México y las regiones intermedias. Hay que señalar que hasta finales del siglo XVIII, con la introducción de las reformas borbónicas, el comercio entre los virreinatos españoles no estaba permitido.

El virreinato fue la base del mosaico cultural y racial del actual Mexico. En su seno se fusionaron a lo largo de los 300 años las culturas indigenas y europeas. Así mismo, se dio una gran cantidad de mezclas raciales. Figuras como Sor Juana Inés de la Cruz y Juan Ruiz de Alarcón destacan como sus más notables contribuyentes a la literatura novo hispana, así como Manuel Tolsá en la arquitectura. Relativo a instituciones financieras destacó Pedro Romero de Terreros, fundador del Sacro y Real Monte de Piedad de Ánimas, antecedente del Nacional Monte de Piedad (también llamado Monte Pío), génesis del microcrédito a nivel mundial. También destacan los descubrimientos químicos de Andrés Manuel del Río, descubridor del Eritronio, posteriormente renombrado Vanadio, en la tabla periódica de los elementos químicos.

La sociedad novo hispana profesaba en su mayor parte la religión católica[9]. La Santa Inquisición —que procuraba la supresión de idolatrías indígenas— tenía instalados sus oficios en el territorio. El territorio de la Nueva España era lo suficientemente grande para que en él existiera una gran cantidad de pueblos indígenas y una gran variedad de lenguas, sin excluir a los europeos. Durante los trescientos años de la Nueva España se tuvieron distintas disposiciones legales que afectaron el comercio y la prosperidad de los novohispanos. En general su nivel de prosperidad era el más alto de América, en especial los residentes de los ayuntamientos de México, Puebla de los Ángeles, la Villa Rica de la Veracruz, Acapulco y Zacatecas. A pesar de que por regla general se propuso una política de integración, la realidad política que imponía el otorgamiento de los puestos importantes para la burocracia española (en especial desde la llegada de los Borbones, que propugnaron el modelo francés de colonización, contra los cuales los criollos o hijos de españoles nacidos en México empezaron a rebelarse)[7]. Además se crearon divisiones tan graves como las castas en Yucatán[7].

Proceso de independencia

Conspiraciones

Esta primera etapa comienza a principios de la década entre 1800 y 1810, cuando los colonos de la Nueva España, incluyendo a los ricos, criollos, indígenas y latifundistas, ya no deseaban compartir la riqueza del nuevo pueblo con los españoles a quienes también se llamaba "gachupines", además que dentro de la Nueva España había mucha desigualdad social, éste era el pretexto principal para pensar en la Independencia.

En 1808, Napoleón ocupa España. El pueblo de México al enterarse de la invasión francesa en España, comienza a promover el movimiento de la Independencia, por medio de carteles en todo el país.

Al principio se organizó un movimiento a favor de la independencia en Valladolid, pero rápido fue sofocado, sin embargo pronto surgieron otros al frente de Ignacio Allende, el corregidor Domínguez y su esposa Josefa, Abasolo, Aldama y Don Joaquín Arias. El más importante fue el de Querétaro organizado por el corregidor Domínguez, a esta se le unieron intelectuales, oficiales y parte del bajo clero; este grupo estaba formado por el presbítero Sánchez y los licenciados Parra, Altamirano y Laso, así como el capitán Arias. Las reuniones aparentaban ser culturales en la casa de Parra.

Sabiendo que el pueblo mexicano era un fiel seguidor de la iglesia, pensaron en invitar a un sacerdote a fin de convencer a todo el pueblo, por eso Allende propuso a Miguel Hidalgo y Costilla quien era cura de Dolores; Hidalgo aceptó la invitación., y fue Allende quien se encargó de mantener el contacto con Hidalgo.

Grito de Independencia

Artículo Principal: Grito de Dolores

Miguel Hidalgo, el cura que llamo al pueblo a la lucha en Dolores.

Se tenía planeado comenzar el movimiento de independencia el 2 de octubre en San Juan de los Lagos (Jalisco), pero por denuncias hechas ante las autoridades por Mariano Galván, fue necesario adelantarla en septiembre.

La corregidora le avisó a Ignacio Pérez y a Aldama que la conspiración había sido descubierta; estos marcharon a avisarle a Allende, y en Dolores fue Don Miguel Hidalgo quien decidió iniciar la lucha inmediatamente. Primero pusieron en libertad a los presos, aprehendieron a los españoles que se encontraban en la población. Luego a las 5 de la mañana del 16 de septiembre de 1810, se llamó a misa, el pueblo acudido al llamado y con el grito ¡Mexicanos, viva México!, ¡Viva la Virgen de Guadalupe!, ¡Viva Fernando VII! y ¡Muera el mal gobierno!; Hidalgo incitó al pueblo a levantarse contra los españoles. A este suceso se le conoce como Grito de Dolores.

Luego de la derrota de Guadalajara en 1811  el ejército insurgente se dispersó. Hidalgo y los demás jefes salieron rumbo a Aguascalientes, y durante el trayecto Hidalgo fue despojado de su cargo de primer magistrado, el cual fue otorgado a Allende. Después decidieron dirigirse a Estados Unidos con la finalidad de pedir ayuda económica.

Elizondo que era el jefe del movimiento libertador en Coahuila, los traicionó y fueron arrestados en Acatita de Baján (Las Norias). Hidalgo, Allende, Aldama y Jiménez fueron juzgados y condenados a morir fusilados, luego de ser fusilados los decapitaron y sus cabezas las pusieron dentro de jaulas y las colgaron en las 4 esquinas de la Alhóndiga de Granaditas. Su muerte marcó el final de la primera etapa de la lucha por la independencia.

Referencias