Historia del municipio Jiguaní (Provincia de Granma)

Historia del municipio Jiguaní (Provincia de Granma)
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Cronología
Comunidades primitivas
Época colonial
Fundación y poblamiento
Tenencia de gobierno
Luchas por la independencia
Demografía en la colonia
Período de la Seudorepública
Guerra de Liberación Nacional
Período Especial
Revolución en el poder
Nueva división político–administrativa
Desarrollo económico revolucionario

Historia del municipio Jiguaní (Provincia de Granma). La historia del actual municipio de Jiguaní comienza en la etapa precolombina, con los asentamientos aborígenes establecidos en el territorio que actualmente ocupa el municipio y llega hasta la actualidad. Durante la Guerra del 68, los jiguaniceros tuvieron una participación activa, una de las figuras principales que promovió con su energía el inicio de la Guerra, fue Donato Mármol. La Guerra Necesaria y la de Liberación Nacional, en el municipio, estuvieron unidas también por un mismo hilo conductor, la independencia de Cuba. Se fundó el 25 de enero de 1701 con el nombre de San Pablo de Jiguaní. Constituye uno de los treces municipios de la provincia Granma, Cuba desde la última división Político–Administrativa realizada en el año 1976. Según historiadores de la región el nombre Jiguaní quiere decir Arena de Oro; aunque existen versiones orales que aseguran que su traducción es "Río de Oro".

Comunidades primitivas

Sobre las evidencias arqueológicas se puede señalar que Jiguaní cuenta con numerosos sitios aborígenes, con abundantes muestras de la etapa de desarrollo agricultores–ceramistas, entre estas se encuentran: burenes, fragmentos de vasijas de cerámica con decoraciones incisas y con asas decorativas zoomorfas y antropomorfas, que representan animales como almiquí, murciélagos y lechuzas.

Las evidencias encontradas en estos residuales, confeccionados en piedras, consisten en instrumentos de trabajo: majadores, morteros, percutores, sumergidores y otros con un carácter o significación ritual, como las hachas petaloides. Entre los sitios arqueológicos localizados están: La Loma del Fuerte , El Huerto, La Rinconada, El Faldón, Calabazar, Las Cabezas, La Palanca, entre otros.

En Jiguaní hay una riqueza enorme de palabras de origen aruaco. En la toponimia, existen entre otras: Jiguaní, Maboa, Babiney, Bija, Pepú, Guao, Jatía, así como: casabe, burén, jibe; macana, jaba.

Las evidencias arqueológicas, los topónimos, leyendas y tradiciones confirman la presencia del hombre aborigen en Jiguaní, mucho antes de la llegada del conquistador español.

Época colonial

Fundación y poblamiento

La fundación del pueblo de Jiguaní se debe a las gestiones iniciadas a finales del siglo XVII por el indio natural de Bayamo Miguel Rodríguez, propietario del Corral de Jiguaní Arriba, quien decidió concentrar a los indios o naturales (es decir descendientes de aborígenes) dispersos por el territorio de la jurisdicción bayamesa en los parajes ubicados entre el río Contramaestre y el río Cautillo, constituyendo formalmente un poblado con la categoría jurídica de Pueblo de Indios, que les permitiera evitar ser despojados de sus tierras por la oligarquía bayamesa.[1] Debe aclararse que cuando hablamos de “indios” nos estamos refiriendo a una categoría jurídica basada en el origen étnico (es decir los indios eran los descendientes, en ocasiones mestizos, de los aborígenes) Desde el punto de vista cultural (religión, idioma, vestido, alimentación) el indio jiguanicero del siglo XVIII es también un criollo producto de la transculturación.[2]

El punto de partida para la fundación fue la creación de la parroquia o curato de San Pablo de Jiguaní, autorizada por el obispo de Cuba, Diego Evelino de Compostela el 15 de abril de 1700, siendo designado como primer Cura párroco el presbítero Andrés Jerez Mejías, natural de Bayamo. El cura Jerez, al llegar al lugar señalado para la erección de su parroquia en el Corral de Jiguaní Arriba se encontró con la existencia de una sola casa, la de Miguel Rodríguez, situada en el paso del río Jiguaní.

La historiografía tradicional, siguiendo la tradición oral, asume el 25 de enero de 1701, Día de San Pablo apóstol, como fecha de fundación del Pueblo por parte de Rodríguez y Jerez, aunque la fecha no está respaldada por evidencia documental alguna. Según revelan las fuentes documentales el proceso de poblamiento fue lento, pues los naturales no respondieron de inmediato al llamado de trasladarse a la nueva población.[3]

Las pretensiones de los hacendados de Bayamo y Santiago de Cuba, obligaron a Miguel Rodríguez a acudir a la Real Audiencia de Santo Domingo, de la que se derivaron las reales provisiones de 1702,1703 y 1708, en las que se le reconoció a la población la categoría de Pueblo de Indios y se fijaron de manera precisa sus límites jurisdiccionales (desde el río Cautillo al oeste hasta el Contramaestre al este, y desde el Cauto al norte hasta la Sierra Maestra al sur)  los que se mantuvieron invariables durante más de dos siglos y medio, como Pueblo de Indios (hasta 1818), como Tenencia de Gobierno (1818-1878) y como término municipal (1878-1963).

Desde sus primeros años el pueblo contó con un Protector de Indios radicado en Santiago de Cuba y un cabildo formado por alcaldes y regidores elegidos entre los “indios naturales”, pero este funcionó de manera irregular. No fue hasta 1710 que la iglesia (y el núcleo poblacional naciente) se trasladó hacia su ubicación definitiva, dentro del Corral de Jiguaní Abajo, aguas abajo del sitio original. En 1720 se informaba que ya había en el pueblo cincuenta familias que solo en hombres de armas había más de trescientos alistados.[4]

Es posible que, tras un período en suspenso el Cabildo o Ayuntamiento de la localidad fuera restaurado en 1737 o 1740, años que diversos autores han mencionado, ya sea como fecha de creación del ayuntamiento, o de concesión del título de Villa, dato este último evidentemente erróneo y sin sustento documental, pero que ha sido repetido con frecuencia, y se encuentra reflejado en el escudo oficial de la localidad, confeccionado en la década de 1940.[5]

En realidad el título de Villa parece datar de una Real Orden de 23 de junio de 1837, aunque en la mayoría de los documentos y publicaciones de los años posteriores, incluyendo los Censos oficiales de 1841, 1846 y 1862, y en el documentado Diccionario de la Isla de Cuba de Jacobo de la Pezuela no se menciona dicho título, que solo se hizo de uso común en el período posterior a la Guerra de los Diez Años.

A lo largo de todo el siglo XVIII la historia de Jiguaní estuvo dominada por las continuas luchas por la posesión de la tierra entre las autoridades locales y los hacendados de Bayamo y Santiago de Cuba, que no lograron suprimir la autonomía jiguanicera.[6]

Tenencia de gobierno

Por Real Cédula el 26 de noviembre de 1818 la jurisdicción de Jiguaní fue erigida en tenencia de Gobierno, siendo designado primer teniente gobernador Don Luís de Estrada, Capitán de Caballería urbana de la Villa de Bayamo, aunque no tomó posesión hasta marzo de 1820. La Jurisdicción estaba dividida en cuatro partidos rurales: La Concepción, La Seca, Baire Arriba y Ojo de Agua, cada uno con sus respectivos capitanes y tenientes. En 1855 al organizarse los partidos judiciales de la Isla, la Tenencia de Gobierno de Jiguaní fue adscrita al Partido Judicial de Bayamo, aunque continuó siendo independiente desde el punto de vista administrativo. En este período se reorganizaron los partidos rurales, que quedaron reducidos a dos: el de Santa Rita y el de Baire, organizados en torno a las dos localidades del mismo nombre.

Con la instauración de la Tenencia de Gobierno aparecen cambios favorables para la economía de Jiguaní, aumenta el número de sitios de labor, haciendas de crianzas, el de vegas y el de ingenios, aunque la mayoría de estos solo alcanzaban la tecnología de trapiches. La jurisdicción tenía en 1862 una población de 17 572 habitantes: 12 312 blancos, 4 658 mestizos y negros libres, y 602 esclavos[7]. En las construcciones predominaban las de guano y embarrado, en total solo existían 43 viviendas de mampostería en la Jurisdicción. Existían cuatro escuelas de primeras letras (una de hembras y una de varones en Jiguaní, una de varones en Baire y otra en Santa Rita) con una matrícula total de 178 estudiantes (150 varones y 28 niñas).

La ganadería constituía la principal actividad económica, pues al decir de Jacobo de la Pezuela:

«[…] los productos agrícolas son tan escasos que apenas alcanza para el consumo de sus habitantes lo que se cosecha […] aunque cuenta 19 ingenios, sus rendimientos son insignificantes […]. El único cultivo que estaba algo extendido era el de su esquisito tabaco que se cosechaba en 250 vegas, recogiéndose unos 9 000 quintales. La verdadera riqueza de esta es la ganadería fomentándose en sus 781 haciendas de crianza y potreros […] más de 33 000 cabezas de ganado de toda especie.»

[8]

Luchas por la independencia

Jiguaní tuvo una participación muy destacada en las tres Guerras por la Independencia libradas en el siglo XIX, como lo demuestra el elevado número de oficiales del Ejército Libertador (280 en total) cuyos nombres aparecen en el Memorial de la Independencia de la localidad, inaugurado en el año 2000: un Mayor General (Jesús Rabí), dos Generales de División (Florencio Salcedo Torres y Saturnino Lora Torres), tres Generales de Brigada (José Reyes Arencibia, Mariano Lora Torres y Carlos García Vélez), 13 coroneles, 14 teniente coroneles, 31 comandantes, 56 capitanes, 68 tenientes y 92 subtenientes.[9]

Guerra de los Diez Años (1868-1878)

Durante la Guerra del 68, iniciada el 10 de octubre por Carlos Manuel de Céspedes, los jiguaniceros tuvieron una participación activa. Entre los que prepararon el estallido de la Guerra de los Diez Años se encontraban un grupo de conspiradores de la Jurisdicción, encabezados por Donato Mármol Tamayo, Calixto García Iñiguez, José María Izaguierre y el doctor Félix Figueredo. El 13 de Octubre, Donato Mármol convocó a los insurrectos jiguaniceros y se levantó en la finca Santa Teresa, siendo apoyado por Calixto García Iñiguez, el doctor Figueredo y unos doscientos jiguaniceros más, armados de machetes "collins" y solo 25 carabinas. Ese mismo día  fueron liberados los poblados de Santa Rita, Baire y Jiguaní cabecera. Jiguaní se convirtió  de esta forma en la primera jurisdicción libre de Cuba.[10] Céspedes otorgó a Mármol el nombramiento de Mayor General y envió a Máximo Gómez a apoyar a los insurrectos jiguaniceros. El 26 de Octubre se desarrolló en las afueras del poblado de Baire la memorable acción conocida como Primera Carga al Machete[11] A la  Asamblea de Guáimaro en abril de 1869 asistió José María Izaguirre en representación de Jiguaní, como delegado de Donato Mármol.

Entre las poblaciones cubanas que primero sufrieron las consecuencias de la reconcentración se encuentra Jiguaní. El 7 de agosto de 1869 se produce el "primer asesinato colectivo" cometido por España, en un lugar conocido por "Los Marañones" donde murieron 17 patriotas santiagueros, este crimen fue ordenado por el Conde de Valmaseda. Para la defensa del pueblo los colonialistas construyeron en el transcurso de la guerra una pequeña fortaleza (El Fuerte) en una destacada elevación en las cercanías del poblado, posición estratégica que dominaba los terrenos bajos con eficacia, y que con el paso del tiempo devino símbolo identitario de la localidad.

Entre las muchas acciones desarrolladas en territorio jiguanicero por las fuerzas mambisas  se destacan el ataque y quema de Santa Rita el 30 de marzo de 1870 dirigido por Máximo Gómez y el ataque a Jiguaní el 18 de septiembre de 1871 dirigido por Calixto García. En Bijagual, entonces territorio jiguanicero, el 27 de octubre de 1873 fue depuesto de sus funciones de Presidente de la República en Armas el Padre de la Patria, Carlos Manuel de Céspedes. Por otra parte, los soldados del regimiento Jiguaní, al mando del General Rabí, estuvieron presentes en Baraguá, apoyando la intransigencia revolucionaria del general Antonio Maceo.[12]   Al terminar la Guerra de los Diez Años, como parte de las reformas superficiales introducidas por España en Cuba la antigua antigua tenencia de gobierno de Jiguaní se convirtió en el Término municipal de jiguaní, conservando los mismos límites. La nueva estructura político-administrativa estuvo encabezada por un Ayuntamiento y un Alcalde municipal, aunque la mayor parte de la población continuó privada de derechos políticos.

La Guerra Chiquita (1879-1880) tuvo entre sus protagonistas a los jiguaniceros Jesús Rabí, Francisco Blanco (Bellito), Florencio Salcedo, Mariano Torres, José Reyes  Arencibia y Fernando Cutiño Zamora. En la comarca se produjeron varios   levantamientos que fueron reprimidos por las autoridades coloniales.

Guerra del 95

El levantamiento del 24 de febrero de 1895 en el municipio, estaría unido por un mismo hilo conductor. . En correspondencia con el plan,  Saturnino Lora y Florencio Salcedo se alzaron en Baire, mientras en la cabecera municipal se pronunció un grupo al mando de José Reyes Arencibia.  A pocas horas de iniciada la guerra, por indicación de Saturnino Lora, la junta de mambises de Jiguaní y Baire, acordó entregarle el mando del movimiento a Jesús Rabí[13] La primera confrontación de importancia con el ejército español en la guerra del 95 la produjo Jesús Rabí, cerca de los Negros, el 7 de marzo de este mismo año. [14]

El 19 de mayo de 1895 en Dos Ríos, en los confines nororientales del actual territorio jiguanicero, fuerzas bajo el mando directo del Gral. en Jefe Máximo Gómez combatieron contra una columna española. Esta acción, que no tuvo gran importancia desde el punto de vista técnico-militar, cobró especial significación porque en ella cayó nuestro Héroe Nacional José Martí. El 10 de agosto de 1895 Jesús Rabí libró otra importante acción en El Cacao donde derrotó a tres batallones españoles.[15] Una de las acciones más relevantes de la contienda en el territorio fue el ataque a Jiguaní encabezado por Calixto García el 12 de Marzo de 1897.[16]

El 23 de abril de 1898 las fuerzas mambisas al mando de los generales Lora y Rabí ocuparon Jiguaní, abandonado por las tropas españolas. Al día siguiente hizo su entrada en la localidad el Mayor General Calixto García, quien nombró nuevas autoridades municipales y emitió las órdenes para la liberación de Bayamo, Manzanillo, Holguín, Palma Soriano y Santiago de Cuba. Así terminó definitivamente la dominación colonial española en Jiguaní. El 30 de noviembre de 1898 hicieron su entrada en el municipio las tropas norteamericanas. El 22  de diciembre de 1898 las autoridades de ocupación, ratificaron como alcalde municipal al teniente coronel del Ejército Libertador José Rodríguez Domínguez, previamente nombrado en ese cargo por el Lugarteniente General Calixto García.[17]

Evolución demográfica durante el período colonial

La evolución demográfica del territorio jurisdiccional de Jiguaní entre 1756 y 1899 se comportó de la manera siguiente:

Años 1756 1778 1827 1841 1846 1862 1887 1899
Población total 588 1048 7133 9200 10744 17572 7808 10495

Período de la República Neocolonial

Las primeras tres décadas de la República en Jiguaní estuvieron dominadas políticamente por veteranos del Ejército Libertador, que ocuparon la alcaldía municipal de manera casi ininterrumpida hasta 1933.[18] De los dos partidos que se disputaron la mayoría de las elecciones en esta etapa (Liberal y Conservador Nacional) el último ejerció un claro predominio a nivel municipal, controlando la alcaldía desde 1908 hasta 1933. De estos alcaldes debe resaltarse la labor de Martiniano Verdecía Reyes (alcalde entre 1911 y 1916 y de 1921 a 1923), quien gestionó la construcción de los acueductos de Jiguaní y Baire, los mataderos municipales en estos dos lugares y la carretera que enlazaba al pueblo de Jiguaní con la estación del ferrocarril, a la cual se le dio el nombre de Avenida Estrada Palma (hoy Avenida 26 de Julio).

En el año 1913 se introdujo la imprenta, lo que posibilitó el surgimiento del primer periódico local, El Meridiano, el 1 de agosto de ese año. A ese órgano de prensa le siguieron o acompañaron Nueva Aurora, El Clarín, El Faro, El Progreso, entre otros. En 1941 surgiría el Grupo Cultural Avante, cuyo objetivo era impulsar el desarrollo cultural del municipio. El grupo impulsó la creación del escudo y el himno de Jiguaní, en 1941 y en 1944 fundó una biblioteca con más de tres mil libros, una hemeroteca y un pequeño museo.

Tras la caída de la dictadura machadista se sucedieron varios Alcaldes de facto entre 1933 y 1936. En las elecciones municipales de enero de 1936 se volvió a imponer por última vez el antiguo Partido Conservador, ahora denominado Conjunto Nacional Democrático en la figura de Álvaro Hernández Galardy, alcalde durante el cuatrienio 19361940. A partir de este último año la hegemonía política en el término municipal pasó al Partido Revolucionario Cubano (Auténtico)[19] representado por el Doctor César Carbonell Bell, bajo cuyo mandato (19401944) dio comienzo la construcción del Hospital Civil de Jiguaní y quien propició la creación del Escudo e Himno de la Villa.

Tras las elecciones celebradas el 1 de junio de 1944 asume la alcaldía municipal por un período de dos años Víctor Enrique Oliva Esteva (Kiki), reelecto en 1946 y quien falleció en un accidente automovilístico el 14 de julio de 1948. Fue sustituido por su hermano Wilfredo Oliva Esteva, designado de manera irregular, para evitar la llegada a la alcaldía del sustituto reglamentario, el comunista Alberto García Meriño, Presidente del Ayuntamiento.

Durante el gobierno de Kiki Oliva se creó en la cabecera del municipio una Escuela Primaria Superior y se llevó a término la construcción del Hospital Civil iniciado por el Dr. César Carbonell Bell. En las elecciones parciales del 1 de noviembre de 1950 resultó electo alcalde Salvador Oliva Esteva (hermano de Kike y de Wilfredo) depuesto de su cargo a raíz del golpe de estado del 10 de marzo de 1952, a pesar de haber jurado a los Estatutos Constitucionales, siendo sustituido por el batistiano Jacinto Roger Rodríguez. En la farsa electoral organizada por la dictadura batistiana en 1954 resultó electo Manuel Allegue Prada, yerno de Roger. Allegue se mantuvo en la alcaldía hasta el 19 de diciembre de 1958, fecha en que el Ejército Rebelde entró a Jiguaní.

El 15 de octubre de 1933, había quedado constituida en Jiguaní la primera célula del Partido Comunista de Cuba (PCC). Esta organización logró consolidarse paulatinamente en el territorio y en la década de 1940 su líder Alberto García Meriño, llegó a ejercer la Presidencia del Ayuntamiento, siéndole arrebatada de manera ilegal la Alcaldía municipal que le correspondía por sustitución reglamentaria.

Como manifestación relevante de las luchas campesinas en el período republicano debe señalarse las que sostuvieron en la década de 1930 los campesinos ocupantes de Las Ventas de Casanovas, vasta zona rural perteneciente por entonces a Jiguaní, guiados por Romárico Cordero, destacado dirigente campesino, que llegó a ser miembro del Comité Nacional del Partido Comunista y delegado a la Asamblea Constituyente de 1940.

Del día 3 al 7 de agosto de 1956 se desarrolla en Jiguaní el XII Congreso Nacional de Historia, bajo la dirección del Dr. Emilio Roig de Leuchsenring historiador de la Habana, destacado intelectual, creador de los congresos desde 1942. Este congreso tenía como lema la lucha por la independencia de Cuba, en la que se fundamenta que Jiguaní fue uno de los escenarios donde se dieron muchos de los más relevantes acontecimientos de nuestras luchas por la independencia.

De las 3,146 fincas existentes en el municipio de Jiguaní en1945, con un área total de 109, 637,5 Ha; el 59,6 %  (65, 297,4 Ha) era dedicado al pasto, lo que nos indica que a ganadería tenía un peso considerable. De un total de 55,473 cabezas de ganado vacuno 13,078 eran dedicadas a la producción de leche, pues los grandes latifundios ganaderos existentes eran dedicados a la reproducción y a la ceba con propósitos mercantiles industriales.[20] La mayor cantidad de tierras dedicadas a la ganadería pertenecían a grandes latifundios cuyos propietarios no habitaban en el municipio, como Remigio Fernández y la familia Casas.Estas grandes fincas eran explotadas en forma extensiva por lo que el número de obreros que necesitan era mínimo y sólo de forma eventual utilizaban determinado número de peones para el traslado  de ganado. El territorio carecía de industrias que generaran fuentes de empleo, por lo muchos habitantes partían hacia las colonias cañeras de los centrales San Germán, Elia, Francisco y otros, en busca de empleo durante las zafras azucareras. El comercio local, sin un gran peso, era atendido casi en su totalidad por los propietarios y sus familiares[21] En 1953 se contabilizaron en el término municipal 13.377 viviendas en las que predominaban las construcciones de yagua y madera con techos de guano y pisos de tierra (8,063). Solo 3,095 tenían electricidad. De 51  578 habitantes de 10 años y más, 20 761 (el 40 %) eran analfabetos.[22]

Durante los años de la República neocolonial, Jiguaní tuvo un intenso movimiento demográfico, fácilmente apreciable en la tabla siguiente:

Población por barrios 1907 1919 1931 1943 1953
Babiney 2 166 2 022 2 661 4 187 5 348
Baire 2 911 2 752 3 846 5 385 6 836
Bijagual 1 122 2 465 7 837 7 286 6 721
Los Negros - 2 639 7 559 7 817 11 388
Maffo 1 420 2 921 4 040 7 441 13 191
Rihito - 963 3 231 4 139 5 064
Santa Rita 2 642 3 157 3 952 6 070 9 663
TOTAL 13 325 22 693 42 152 56 320 75 493
Mapa de Jiguaní

Mapa del antiguo término municipal de Jiguaní en 1953. Los números corresponden a los distintos barrios en que se subdividía: Babiney (189), Baire (190), Bijagual (191), La Villa (192), Los Negros (193), Maffo (194), Rihíto (195) y Santa Rita (196). Fuente: Censo de población de 1953.


Guerra de Liberación Nacional

Tras el golpe de estado del 10 de marzo de 1952, al que se plegaron la mayoría de los políticos locales, surgieron diversos movimientos clandestinos contra la Dictadura, como el Movimiento Ortodoxo, la Triple A, y otros. Se realizaron diversas acciones de sabotaje, pero no fue hasta 1956 que la lucha revolucionaria en el municipio cobró auge, con la fundación, en Santa Rita, el 25 de enero de ese año, de una célula del Movimiento 26 de Julio, en una reunión presidida por Frank País. Posteriormente se crearon células en la cabecera municipal, en Charco Redondo y diversas zonas rurales, lo que permitió organizar progresivamente la lucha clandestina y el apoyo al Ejército Rebelde.[23]

El 7 de diciembre de 1958, durante la ofensiva final, Fidel Castro se establece en el barrio rural jiguanicero de La Rinconada, el día 18 se produce allí una reunión donde participaron Raúl Castro y Juan Almeida con la finalidad de proyectar el Plan Santiago, a través del cual se liberarían los poblados de Maffo, Contramaestre, Palma Soriano y Santiago de Cuba.

En la madrugada del 19 de diciembre de 1958 se produce el Combate de San José del Retiro donde el ejército batistiano, que se retiraba hacia Bayamo, tuvo 40 bajas, y las fuerzas rebeldes 11, entre ellos el Comandante Ignacio Pérez Zamora. Esta acción militar marcó la liberación definitiva de Jiguaní.

Junto a la algarabía propia del triunfo sobre las fuerzas de la tiranía, se unió el dolor de velar a los caídos en el combate que le dio la libertad al territorio. Cuyos cadáveres fueron tendidos primero en el Centro de Veteranos, y luego en los corredores de la calle General García, frente al parque, donde recibieron del pueblo y sus compañeros, guardias de honor.

Aproximadamente a las 8:00 P.M. hizo su entrada al pueblo el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, acompañado de su hermano Raúl y de varios oficiales de su Estado Mayor, los que rindieron guardia de honor a sus compañeros caídos. Allí, en los corredores, el jefe de la Revolución expresó refiriéndose al combate de ese día, que había sido más costoso que la Batalla de Guisa, por el alto saldo de vidas valiosas.

Después el Comandante Fidel Castro se situó en la Glorieta del parque, donde recibió del pueblo muestras de cariño y apoyo. Poco después de las diez de la noche, el líder de la Revolución se retiró, quedando su hermano Raúl y varios oficiales del Ejército Rebelde. Aproximadamente a las 11.00 P.M. el pueblo de Jiguaní conducía los once cadáveres para el cementerio de la localidad. El Comandante Raúl Castro les despidió el duelo, rindiéndoles también honores militares.

Al otro día se comenzó a organizar el poder revolucionario con el apoyo de las masas. Se estableció la soberanía en el municipio y se abolió el estado burgués; el que a partir del 20 de diciembre de 1958 dejó de existir, y surgió el estado revolucionario de obreros, campesinos y demás capas y clases en el territorio jiguanicero. Este día se celebró una reunión en la casa del capitán del Ejército Rebelde Martín Boronat Oliva, convocada por el M–26–7, y en la cual no permitieron la entrada a los miembros del Partido Socialista Popular (PSP). Se constituyó el Comité de Ocupación del Ejército Rebelde del municipio. La máxima autoridad en el territorio era el capitán del Ejército Rebelde Juan Nuiry Sánchez, y como Jefe de la Policía se nombró a Miguel Aguiar.

Como delegado del Comité de Ocupación, se nombró al doctor Julio Martínez Páez, Comandante médico para que actuara en el Hospital Civil y en la Oficina de Salubridad de la Villa, como alcalde del movimiento cívico en el municipio se nombra al farmacéutico Baltasar Chacón.

Revolución en el poder

Una vez normalizada la situación, con el triunfo del 1 de enero de 1959, en Jiguaní se respiraba un clima de seguridad y de apoyo a las medidas que el gobierno Revolucionario iba tomando.

En los primeros días de enero fue constituido en la alcaldía municipal el primer gobierno revolucionario de Jiguaní. La nueva administración municipal estuvo regida en lo adelante por tres Comisionados, apoyados en su gestión de gobierno por tantos subcomisionados como barrios tuviera el municipio. Estos Comisionados fueron designados el día 12 de enero de 1959 en representación del Movimiento 26 de Julio, que tenía la responsabilidad de dirigir los destinos del gobierno en el territorio. Nombrándose para tan alta misión a Pedro Anta Delgado, Isabel de la Torre Barcaz y Jonathan Dennis Salés, el que renunció en el mes de marzo del mismo año.

Al promulgarse la Ley de Reforma Agraria el 17 de mayo de 1959, en Jiguaní existían varios latifundios de más de 30 caballerías que fueron restituidos al patrimonio nacional. Este proceso se realizó paulatinamente. Con estas expropiaciones fueron rescatadas alrededor de 2000 caballerías de tierras, lo que permitió la ejecución de grandes planes de desarrollo en el municipio. En estas tierras fueron creadas en 1962 las granjas del pueblo. Más tarde se crean dos centros de gran importancia para el desarrollo del territorio: la Empresa Pecuaria 14 de Junio y la Empresa Genética Manuel Fajardo.

Entre 1960 y 1961 fueron nacionalizados las Minas de manganeso de Charco Redondo, la fábrica de hielo, varias tiendas de víveres y productos industriales, tres servicentros, dos farmacias, las caleras, la cantera y el molino de piedra. En 1963 fue nacionalizado el Cine General Reyes.

En 1963 el término municipal fue dividido en varios municipios pequeños y algunas zonas limítrofes como la de Babiney, se fusionaron con territorios colindantes para formar nuevos municipios. Todo el territorio pasó a formar parte de dos regiones administrativas distintas: Bayamo (incluía los municipios de Jiguaní, Santa Rita y Cauto Cristo) y Palma Soriano (incluía Baire, Contramaestre y otros municipios).

En 1968, como parte de la Ofensiva Revolucionaria pasaron a propiedad del pueblo todas las tiendas de víveres que aún quedaban en manos privadas, dos talleres de reparación de autos y de bicicletas, tiendas de ropas, bares, cafeterías, talleres de reparación de radios y televisores, billares, barberías con más de un sillón y carpinterías con obreros asalariados. Con estas nacionalizaciones el sector estatal de la economía creció a más del 90%, quedando solo en manos del sector privado algunas barberías de un solo sillón, pequeñas carpinterías y sastrerías atendidos directamente por sus propietarios.

Nueva división político–administrativa

Al establecerse la nueva división político–administrativa en 1976 los municipios de Jiguaní y Santa Rita se unieron para formar el municipio actual, mientras Babiney se mantuvo unido a Cauto Cristo y toda la parte oriental del antiguo término municipal se reestructuró para dar origen a los actuales municipios de Contramaestre y Tercer Frente, de la provincia Santiago de Cuba. En 1976 el municipio Santa Rita desaparece y se integra al de Jiguaní, que adquiere así sus actuales límites.

Evolución demográfica de los asentamientos urbanos del municipio (1970-2017)

Poblaciones 1970 1981 2002 2012 2017
Jiguaní 10 861 15 267 21 130 22 333 60 163
Santa Rita 4 053 3 319 4 208 4 326
Charco Redondo

(Minas Harlem)

2 316 5 571 4 883 4 610
Cautillo 977 3 403 3 639

En esta tabla solo se incluyen los asentamientos que forman parte del territorio actual del municipio. Hasta la década de 1950 la segunda localidad más poblada del antiguo término municipal era Baire, seguida por Maffo, ambas pertenecientes actualmente al municipio Contramaestre, provincia de Santiago de Cuba.

Período Especial

El Período especial impactó seriamente en el municipio, obligando a la paralización de algunas actividades industriales. No obstante se logró esa difícil etapa, y en el año 2001 se celebró el Aniversario 300 de la Fundación de la ciudad con la realización de numerosas obras, como la Terminal Ferroviaria, Sucursal Eléctrica, el paseo Peatonal y la Casa de Abuelos. Se inauguró el Policlínico David Moreno de Santa Rita, y se rehabilitaron los de Jiguaní y Charco Redondo.

En la enseñanza media se rehabilitó la Secundaria Básica Urbana William Soler Ledea y la Manuel Hernández Osorio de Santa Rita. Se inauguró el Memorial de la Independencia, y el monumento a José Martí en el centro del Parque.

Desarrollo económico revolucionario

La economía del territorio es fundamentalmente agropecuaria, las principales empresas de este sector son: la Empresa de Genética y Cría Manuel Fajardo, donde la actividad fundamental es la producción de sementales de alto valor genético y comercialización de carnes y sus derivados y la Empresa Pecuaria 14 de Junio, que tiene como principal objetivo la producción de leche.

En este renglón de la economía juegan un papel determinante la Empresa de Cultivos Varios Cauto La Yaya, donde se producen gran parte de las viandas, hortalizas, y granos que se consumen en el municipio.

En el sector industrial destacan la industria del Mármol, la Planta de Asfalto, Empresa de Producción de Áridos del Cacao y la fábrica de mosaicos, entre otras.

La extracción y procesamiento del mármol, el turismo, la producción de tabaco, la informática y las comunicaciones, la cría de aves, la producción de huevos, las confecciones textiles, y la producción de asfalto son las principales fuentes de producción en este territorio.

Asimismo, se destacan las industrias de alimentos y las dos fábricas de elaboración de Tabaco.

Referencias

  1. Hortensia Pichardo: Los Orígenes de Jiguaní, en Temas históricos del Oriente Cubano, Ed. Ciencias Sociales, La Habana, 2006, pp. 67-87. Publicado anteriormente en Facetas de nuestra historia, Ed. Oriente, 1989. Este continúa siendo el trabajo más completo sobre la historia temprana de la localidad.
  2. Sobre este tema ver el artículo de Gerardo Licea: Indios en Cuba colonial: Dos casos divergentes: Holguín y Jiguaní, en revista Ciencia y Sociedad, vol. 42 no. 4 (octubre-diciembre de 2017), disponible en https://revistas.intec.edu.do/index.php/ciso
  3. Archivo General de Indias, fondo Audiencia de Santo Domingo, Legajo 1617, no. 3. copia mecanografiada procedente del archivo personal del investigador enrique Orlando Lacalle, en el Archivo histórico municipal de Jiguaní.
  4. Archivo General de Injdias: documento citado, sin paginar.
  5. El primero que se refirió a la concesión del título de Villa en cualquiera de esas dos fechas fue Pablo Manuel Galardy, en su libro Jiguaní Inmortal (Imprenta El Arte, Manzanillo, 1945) en el que se contradice varias veces, pues primero afirma que “...en 1737 [se] autoriza la constitución del Ayuntamiento (...) y en 1740 se le otorga a esta comunidad el título de MUY FIEL VILLA” (p. 22-23), y luego que el “23 de junio de 1737....concediéronle el título de Villa” (p. 39-40) y que en 1740 “recibe.... Jiguaní, su esperado Ayuntamiento” (p. 41-42). La fecha de 1737 como año de la creación de la parroquia y el Ayuntamiento (dato, al menos el primero, evidentemente erróneo) la dio por primera vez Jacobo de la Pezuela en su Diccionario geográfico, estadístico, histórico de la Isla de Cuba, tomo II (Madrid, 1863), p. 410 (artículo Giguaní, sic), mientras que la creación del Ayuntamiento en 1740 aparece por primera vez en Pedro J. Imbernó: Guía geográfica y administrativa de la Isla de Cuba, La Habana, 1891, p. 137, y lo repite Ricardo Rousset: Historial de Cuba, Librería Cervantes, La Habana, 1918, tomo III, p. 217.. Sobre estas cuestiones ver el artículo de Gerardo Licea: En torno a la historia temprana de Jiguaní. Algunas precisiones necesarias, en la revista Contribuciones a las ciencias sociales, junio de 2012, disponible en http://www.eumed.net/rev/cccss/20/glb.html
  6. Ver Hortensia Pichardo: ob. cit.
  7. Conde de Armíldez de Toledo: Noticias estadísticas de la Isla de Cuba en 1862 [Censo de 1862], Imprenta del Gobierno,  La Habana, 1864. sin paginar.
  8. Jacobo de la Pezuela: ob. cit., t. II, p. 406-415.
  9. Milderth Álvarez: Apuntes para la historia de Jiguaní (inédito). El listado no deja de ser esquemático y excluyente, pues no incluye, por ejemplo, a los principales  líderes insurgentes de la región al comenzar la Guerra del 68: Donato Mármol y Calixto García, por el hecho de no haber nacido en la Jurisdicción.
  10. Hugo Armas Pérez, Silvia Fajardo y otros: Síntesis histórica del municipio Jiguaní (inédito)
  11. Diccionario Enciclopédico de Historia Militar de Cuba (DEHM), t. II, p. 491-492.
  12. Hugo Armas Pérez, Silvia Fajardo y otros: ob. cit.
  13. Andrés Núñez Lora: El Grito de Baire y Saturnino Lora en la guerra de 1895. Editorial Oriente, 1995, p.50.
  14. DEHM, t. II, p. 313.
  15. DEHM, t. II, p.60.
  16. ibídem, p. 231
  17. Hugo Armas Pérez, Silvia Fajardo y otros: ob. cit.
  18. Dianelis Rondón Gómez: La gestión del ayuntamiento de Jiguaní ante el problema nacional cubano entre 1898 y 1913, Tesis de Maestría, 2012 (inédito)
  19. Yaniuski Trinchet Avila: La gestión del Gobierno Municipal de Jiguaní ante el problema nacional cubano de 1940-1952. Tesis de Maestría,2014 (inédita)
  20. Censo Agrícola y Ganadero de la República de Cuba, 1946
  21. Hugo Armas Pérez, Silvia Fajardo y otros: ob. cit.
  22. Censo de la República de Cuba de 1953, p. 150.
  23. Sergio Frómeta Suárez: La lucha clandestina del movimiento 26 de Julio en Jiguaní. Ediciones Bayamo, Bayamo, 2004.

Fuentes

  • Gerardo Licea Bello: En torno a la historia temprana de Jiguaní. Algunas precisiones necesarias, en Contribuciones a las ciencias sociales, junio de 2012, disponible en http://www.eumed.net/rev/cccss/20/glb.html.
  • Gerardo Licea Bello: Indios en Cuba colonial: Dos casos divergentes: Holguín y Jiguaní, en revista Ciencia y Sociedad, vol. 42 no. 4 (octubre-diciembre de 2017), disponible en https://revistas.intec.edu.do/index.php/ciso.
  • Hugo Armas Pérez, Silvia Fajardo y otros: Síntesis histórica municipal de Jiguaní (inédito)
  • Milderth Álvarez Pérez: Apuntes para la historia del municipio Jiguaní (inédito)
  • Jacobo de la Pezuela: Diccionario geográfico, estadístico, histórico de la isla de Cuba.Imprenta del Banco Industrial y Mercantil, Madrid, 1863, 5t.
  • Hortensia Pichardo: Facetas de nuestra historia, Editorial Oriente, Santiago de Cuba, 1989.
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