José Martí y la lengua alemana

Revisión del 04:43 5 jun 2019 de Javiermartin jc (discusión | contribuciones) (Texto reemplazado: «<div align="justify">» por «»)
(dif) ← Revisión anterior | Revisión actual (dif) | Revisión siguiente → (dif)
José Martí y la lengua alemana
Información sobre la plantilla
José Martí56.jpg
La vinculación de José Martí y su obra con la cultura y la lengua alemana, aunque ha sido hasta hoy muy poco estudiada, es algo que nadie puede dudar a partir de los valiosos comentarios que hace este autor al respecto.
Tipo de textoHistórico
Creación2002
PaísCuba
UbicaciónLa Habana

José Martí y la lengua alemana. Los apuntes de José Martí recogidos en cartas y documentos en sus Obras Completas permiten comprobar la consideración de personalidades y sucesos de Cuba y otros muchos países desde diversas perspectivas y que abren la posibilidad de establecer un nexo con lenguas y culturas específicas. La vinculación de José Martí y su obra con la cultura y la lengua alemana aunque ha sido hasta hoy muy poco estudiada es algo que nadie puede dudar a partir de sus valiosos comentarios al respecto.

Tras las primeras huellas

Una mirada profunda a los textos martianos basta para identificar numerosas referencias a la cultura alemana y a Alemania como país así como a la lengua alemana dejando claro que consideraba una necesidad el dominio de la misma. En su obra se refleja su admiración e interés por escritores alemanes de rango como Goethe y Schiller así como por otras ramas de vanguardia del saber alemán, entre ellas, la Filosofía y la ciencia y que se evidencian en la convincente afirmación de: “…lo alemán, donde está vertida la obra toda del hombre…”

Aunque resulta arriesgado precisar un momento en que Martí comienza a interesarse por lo alemán en general, puede decirse que comienza a dejar las primeras huellas de su interés al respecto en una obra que comienza a escribir en Madrid a la edad de 19 años. Adúltera (1872) es un drama que concluye Martí en 1874 donde todos los personajes tienen nombres alemanes.

De profundizar en el significado que poseen las diversas palabras que componen estos nombres es posible afirmar que Martí no sólo conocía tal significado- lo cual le permite establecer un paralelo entre el “valor conceptual” de algunos de los nombres que utiliza en la primera versión de su drama y los que utiliza en la segunda versión - sino, además, que ya tenía conocimientos puntuales acerca de aspectos esenciales de la gramática alemana como es la formación de palabras. A continuación cada uno de los nombres empleados:

  • a) Grossermann (al.) -----hombre alto (esp.) (el marido)
  • b) Gutermann (al.)--------hombre bueno (esp.) (el amigo)
  • c) Possermann (al.)-------hombre vil (esp.) (el amante)
  • d) Fleisch (al.) ---------carne (esp.) (la mujer)

Ya en la segunda versión de la Adúltera Gutermann lleva el nombre de Freund que significa amigo en alemán; Grossermann deriva en el verdadero apellido alemán Grossman, Possermann comienza a llamarse Pesen y Fleisch, se conserva como referencia metafórica a la mujer, cuya carne representa la debilidad.

Andrés Iduarte (1982, 56) señala: “…Todo esto permite afirmar que Marti tenía conocimientos del alemán- adquiridos en España en sus cuatros años de aulas y tertulias krausistas- y pensar que probablemente llegó a leer directamente a sus autores alemanes preferidos; Goethe, Schiller y Heine...” Resulta curioso el hecho de que las primeras huellas dejadas por Martí en su obra que evidencian su interés por el mundo alemán se localizan en España y en Estados Unidos, el primero colonizador de Cuba y el segundo amenaza potencial para la isla reconocida por Martí en sus escritos.

Idioma alemán en las entrañas del monstruo

El acercamiento de Martí a la cultura alemana en general desde España y Estados Unidos puede explicarse, en el caso de España por la cercanía geográfica y por las posibilidades de entrada a este país de obras procedentes de Alemania. En el caso de Estados Unidos, se puede fundamentar tal acercamiento a partir de la coincidencia de la estancia de Martí en Nueva York con la afluencia de miles de inmigrantes alemanes hacia los Estados Unidos.

Es así que Martí no sólo convivió con estos inmigrantes sino que además dedicó escritos suyos a cómo la comunidad de inmigrantes alemanes contribuía en la construcción de la sociedad estadounidense así como sobre su influencia en las costumbres y tradiciones del pueblo estadounidense. Así, por ejemplo, en algunos de sus artículos periodísticos Martí habla de la construcción del puente de Brooklyn a cargo de Johann August Röbling (1806- 1869), la enseñanza del idioma alemán en las escuelas de Nueva York , así como el aporte de Friedrich Wilhelm von Steuben (1730- 1794) a la independencia de los Estados Unidos . Según Berschin y Vales (2000), de los 111 artículos publicados por Martí en la Sección Constante del periódico La Opinión Nacional de Caracas entre noviembre de 1881 y junio de 1882, setenta y tres de ellos abordan la vida científica, cultural, política y económica de Alemania y mencionan la situación de la inmigración alemana en Estados Unidos y América Latina.

En una carta a Manuel Mercado en 1889, Martí deja clara, también, que mantenía relaciones amistosas con alemanes en Estados Unidos. Martí escribe a su amigo Mercado: “… Le presentará esta carta un caballero alemán de hermoso corazón y viva inteligencia en los negocios. El castellano le escasea tanto como le sobra la sinceridad…” .

En un artículo sobre las elecciones presidenciales de 1885 en Estados Unidos, Martí hace una apreciación bastante positiva de los alemanes afirmando: “…Toda esta gente de Alemania es de buen ver; su ropa, buena; su aspecto, honrado; su alegría, reflexiva y bonachona; su lealtad, tenaz; su juicio, lento y propio; en todo alemán hay un poco de Lutero….En verdad, los alemanes han despoblado selvas, y fundado Estados, y abierto vías férreas del Atlántico al Pacífico; y el mejor comercio de Nueva York, alemanes lo hacen (...) El hijo del alemán es culto, respetuoso, fuerte y dado a su trabajo....”

Pero esta admiración sincera no se limitaba solamente a la gente alemana, sus costumbres y sus maneras sino también hacia a la lengua alemana, a la cual se acercó mucho más durante el contacto con los inmigrantes alemanes.

Martí y la lengua alemana

Sabemos que fueron varias las consideraciones lingüísticas que hizo Martí respecto a las lenguas que él conocía. Incluso, llega a hablar de un “carácter matemático” de las lenguas afirmando: “…El lenguaje ha de ser matemático, geométrico, escultórico. La idea ha de encajar exactamente en la frase, tan exactamente que no pueda quitarse nada de la frase sin quitar eso mismo de la idea…”

Ya algunos años antes, en 1872, en un escrito sobre el publicista y pedagogo puertorriqueño Eugenio María de Hostos (1839- 1903) Martí había destacado la transparencia “matemática” del idioma alemán: “…Hostos, imaginativo, porque es americano, templa los fuegos ardientes de su fantasía de isleño en el estudio de las más hondas cuestiones de principios, por él habladas con el matemático idioma alemán, más claro que otro alguno, oscuro sólo para los que no son capaces de entenderlo....”

“El matemático idioma alemán” deviene así célebre frase de Martí entre los germanistas y estudiosos del alemán pues sólo quien conoce esta lengua puede entender a cabalidad cuánto de verdad encierran estas palabras y sólo quien conoce el alemán a profundidad puede expresar de forma tan compacta y convincente – como lo hizo Martí - la esencia misma de dicha lengua y su gramática. Berschin y Vales (2000) mencionan como posible prueba que demuestra que Martí dominaba el alemán el hecho de que éste al viajar a Cuba en el mes de abril de 1895 a bordo de un carguero alemán notara que en la cabina del capitán había una colección de las obras completas de Goethe.

Otro detalle interesante es que José Martí también notó un cuadro con un bordado hecho en “letras góticas” con una estrofa de un cántico evangélico, compuesto por Friedrich Räder (1815- 1872) que copió en su diario: "In allen Stürmen, In aller Noth, Mög er dich beschirmen, Der treue Gott".

Para Berschin y Vales (2000) no tiene sentido alguno que Martí haya copiado textualmente en su diario el verso alemán de no contar con conocimientos de alemán aunque tenemos que reconocer que tampoco es un dato que ofrezca seguridad alguna de que así fuese. Pero Martí no sólo admiró la claridad y lógica, el carácter matemático del idioma alemán sino que fue más allá de lo lingüístico hasta llegar a su utilidad práctica. Alemania se ha destacado desde siempre en las áreas del desarrollo científico y técnico y no son para nada despreciables sus aportes en el campo de la Literatura.

Para ilustrar esta afirmación se puede mencionar algunos datos que aporta Vales (1993). Este autor afirman que solo en el campo de las ciencias naturales las revistas especializadas que se publicaban en todo el mundo entre 1880 y 1890 aparecían casi exclusivamente en inglés, francés o alemán (en este último idioma se publicaba cerca del 25% del total de revistas). Martí no desconoció esto sino que identificaba como condición indispensable de la enseñanza científica el conocimiento del idioma alemán.

Así expresa en su trabajo “Educación científica” publicado en La Opinión Nacional: “...Nuestros jóvenes estudiantes (hispanoamericanos) deberían reunirse y estudiar asiduamente en privado a más del francés, el inglés y el alemán. Vive hoy fuera de su tiempo el que no puede leer estas lenguas…” Y asevera: “…De todas partes se pide urgentemente la educación científica...el orador en una fiesta de Universidad… dijo palabras que han recorrido entre aplausos toda la nación, algo semejante a esto: … en vez de griego, alemán...”

Traducir es transpensar

Suárez (2007) afirma que el análisis de la cuestión de Martí como traductor ya no es andar por terrenos vírgenes pues se han publicado varios trabajos al respecto. Sin embargo, esta misma autora agrega acertadamente: “…a medida que se profundiza en el tema, se alumbran y esbozan zonas y aspectos de la escritura martiana involucradas en la traducción que hacer prever, sin lugar a dudas, una amplia franja de su escritura necesitada de estudios puntuales y esclarecimientos necesarios y hasta enigmas y búsquedas sugestivas…” (2007 b, 94).

Precisamente la actividad de Martí como traductor en el par de lenguas alemán- español constituye todo un enigma que no permite más que conclusiones a partir de sus comentarios y de los vínculos que se logren establecer entre éstos y los diferentes hechos y contextos vividos por Martí. Se puede afirmar que en general Martí aportó principios valiosos a la aún hoy incipiente traductología cubana impregnándole un matiz funcionalista que lo vincula a la tradición traductológica alemana en cuanto al cumplimiento de la Función comunicativa, del Escopos, del texto en la lengua meta e incluso, develando prematuramente la Traducción como Proceso cognitivo, aspecto de total actualidad en el campo de los estudios de Traducción cuando afirma que traducir es transpensar.

Muchos de los aportes de Martí en el área de la traducción rebasan los marcos de las diversas traducciones que llevó a cabo y entran en el área de la crítica de traducción, la cual solo puede ser llevada a cabo por entendidos que dominen una lengua extranjera y conozcan muy bien los caprichos de su lengua materna. En este sentido, a partir de determinados comentarios relacionados con la calidad de traducciones de libros alemanes permiten presuponer conocía a fondo la obra original escrita en dicho idioma .

La obra del filósofo alemán Karl Robert Eduard von Hartmannn (1842- 1906) es una de las obras alemanas comentadas por Martí, incluso antes de ser traducidas al español. Martí escribe: “....Entre los filósofos nuevos de Alemania, se distingue Eduardo von Hartmann, y, a pesar de ser muy reciente, ya es muy celebrada su última obra, no traducida aún del alemán, y cuya importancia va dicha con decir su título: “…La conciencia religiosa de la humanidad en los grados de su desarrollo” (...) es lástima que todos esos libros (….) no sean casi nunca traducidos al español (....)

Como puede notarse, José Martí, incluso, adelanta la posible traducción del título de la obra de Hartmann y lamenta que obras como ésa escritas en alemán no puedan ser leídas en español. También critica las traducciones de obras alemanas al español partir de traducciones hechas a otros idiomas como el francés.

Al parecer, a Martí le queda muy claro que el solo trasvase de la obra a otra lengua implica pérdidas, por ejemplo, de tipo semántico y que, por tanto una traducción de una traducción arroja en general un texto mutilado y que priva al lector de la belleza del original. Martí afirma: “…Las malas traducciones barcelonesas de unas cuantas obras literarias e históricas…generalmente sobre la traducción francesa de algún libro alemán, no bastan a darnos idea del cambio radical e importante que en las postrimerías de este siglo está sufriendo en todos sus aspectos la vida universal ...”

En 1882 Martí presenta también la traducción del título de un libro de Berthold Auerbach (1812- 1882). Se trata del libro Schwarzwälder Dorfgeschichten, cuyo título es vertido por Martí al español como “Cuentos de Aldea de la Selva Negra” aunque la traducción española conocida de dicha obra es “Escenas populares de la Selva Negra”, correspondiéndose más la traducción que ofrece Martí con el original alemán que esta última traducción española.

Ello pudiera ser un indicio de que Martí conociera la obra original y tradujera su título directamente del alemán al español. El hecho de que Martí pudiera traducir del alemán al español lo confirma el artista peruano Patricio Gimeno. Este artista conoció a Martí en Nueva York. De conversaciones con el escritor cubano deriva Gimeno el siguiente comentario: “…De asombrarse era también el conocimiento lingüístico que poseía; mucho de él lo adquirió Marti por sí mismo. Una vez me dijo que a pesar de no haber estudiado el alemán, podía traducirlo bastante bien...” (1953, 43)

Dando casa española al espíritu de Heine

Una traducción de calidad de José Martí es la del poema “Die schlesischen Weber” del escritor alemán Heinrich Heine que Martí inserta en un artículo suyo titulado “Un drama terrible” y que publica el 1 de enero de 1888. En él Martí habla sobre la ejecución de un grupo de líderes obreros alemanes y refleja la situación político-social reinante en Estados Unidos por aquel entonces. El poema alemán es titulado por Martí “El Tejedor” . A continuación se presentan el poema alemán original y la versión de traducción de Martí:

Die Schlesischen Weber de Heine en la versión traducida de Martí
Die Schlesischen Weber
(von Heinrich Heine)

Im dürsten Auge keine Träne,
Sie sitzen am Webstuhl und fletschen die Zähne:
Deutschland, wir weben dein Leichentuch,
Wir weben hinein den dreifachen Fluch
Wir weben, wir weben!
Ein Fluch dem Gotten zu dem wir gebeten
In Winterskälte und Hungernöten;
Wir haben vergebens gehofft und geharrt,
Er hat uns geafft und gefoppt und genarrt
Wir weben, wir weben!
Ein Fluch dem König, dem König des Reichen,
Den unser Elend nicht konnte erweichen,
Der den letzten Groschen von uns erpresst,
Und uns wie Hunde erschiessen lässt-
Wir weben, wir weben!
Ein Fluch dem flaschen Vaterlande,
Wo nur gedeihen Schamach und Schande,
jede Blume fruh geknickt,
Wo Fäulnis und Moder den Wurn erquickt-
Wir weben, wir weben!
Das Schiffchen fliegt, der Webstuhl kracht,
Wir weben emsig Tag und Nacht-
Altdeutschland, wir weben dein Leichentuch,
Wir weben hinein den dreifachen Flucht,
Wir weben, Wir weben!

El Tejedor
(Traducción de Martí)

Con ojos secos, lúgubres y ardientes,
Rechinando los dientes,
Se sienta en su telar el tejedor:
! Germania vieja, tu capuz zurcimos!
Tres maldiciones en la tela urdimos;
! Adelante, adelante el tejedor!
і Maldito el falso Dios que implora en vano,
En invierno tirano,
Muerto de hambre el jayán en su obrador!
і En vano fue la queja y la esperanza!
Al Dios que nos burló, guerra y venganza:
і Adelante, adelante el tejedor!
¡Maldito el falso rey del poderoso
Cuyo pecho orgulloso
Nuestra angustia mortal no conmovió!
¡El último doblón nos arrebata,
Y como a perros luego el rey nos mata!
¡Adelante, adelante el tejedor!
¡Maldito el falso Estado en que florece,
Y como yedra crece
Vasto y sin tasa el público baldón;
Donde la tempestad la flor avienta
Y el gusano con podre se sustenta!
¡Adelante, adelante el tejedor!
¡Corre, corre sin miedo, tela mía!
¡Corre bien noche y día
Tierra maldita, tierra sin honor!
Con mano firme tu capuz zurcimos:
Tres veces, tres, la maldición urdimos:
¡Adelante! ¡Adelante el tejedor!

Queda claro en la confrontación de ambos textos la competencia traduccional amplísima de Martí y una competencia lingüística en ambas lenguas muy elevada que le permite, entre otras estrategias de traducción:

  • Transmitir el sentido mediante sinonimia parcial contextual. Ej: Vaterland – Estado
  • Lograr el mantenimiento de la rima entre los versos (aunque varía la métrica) alterando el orden de las palabras en ocasiones o copiando el orden alemán al español. Ej.: Sie sitzen am Webstuhl - Se sienta en su telar el tejedor.
  • Lograr el verso y dar continuidad al sentido mediante explicitación y adición: Altdeutschland - Tierra maldita, tierra sin honor!


El análisis de esta versión de traducción confirma el uso desprejuiciado de las más diversas técnicas de traducción- incluso de aquellas que hoy solo los traductores literarios más atrevidos utilizan- que van desde la traducción formal, la imitación, la modulación hasta llegar a la manipulación textual. No cabe dudas para quien pueda comprender el poema original que Martí lo transforma en un himno, lo carga de una fuerza apelativa mayor, convirtiéndolo en un llamado de lucha, de rebeldía. Pensemos solo en el cambio del verso “wir weben, wir weben! (tejemos, tejemos) del original por el verso enérgico de ¡Adelante, adelante el tejedor!

Aunque algunos biógrafos martianos atribuyen esta traducción a un cercano amigo de Martí, José Pérez Bonalde, otros estudiosos defienden la idea de que probablemente Martí se basó en la versión original del poema de Heine para hacer tal traducción.

Un posible argumento a favor de esta última suposición es que Martí solía señalar el nombre del autor o utilizaba las comillas cuando introducía en sus textos frases o citas de otras personas. En el caso de este poema traducido no lo hizo.

Por otro lado, constituye una atenuante una de las cartas a su amigo Zéndegui (1851-1922) que envía a Cuba con el propio traductor Pérez Bonalde, donde escribe: “…Esta carta te la lleva un arrogante poeta, que es mi amigo, y ha sabido obligarme. Con decirte su nombre, te está preparando: José Pérez Bonalde, cuyo mérito crece con los días. Tú sabrás que él ha vertido en rico molde castellano la acre esencia de Heine....”

En otra carta a Enrique José Varona (1849- 1933) reconocía que no era nada fácil “…dar cómoda y propia casa española al rebelde y movible espíritu de Heine- y Bonalde se la ha dado; y luciente y suntuosa…” exaltando así al traductor Pérez Bonalde, pero, por otro lado, dejando ver muy claramente que conocía la obra de Heine, y ello, probablemente escrita en alemán.

Un análisis de la obra poética de Marti, desde el punto de vista estilístico, lingüístico, traductológico permitiría identificar regularidades entre esta traducción y otras realizadas por Martí, así como similitudes con sus propios poema con lo cual podrían disiparse las dudas acerca de la autoría de esta versión de traducción.

Momentáneamente los estudiosos del tema coinciden con Gonzalo de Quesada Miranda (1900-1976) - cuando señala: "…Entiendo existen muchos puntos de contacto entre Goethe y Martí, a pesar de haber sido tan distintas, sobre todo exteriormente, sus vidas (...) Al contrario de lo que generalmente quiere demostrarse Martí estudió con gran amor e interés todas las manifestaciones intelectuales alemanas, asegurándose que dominaba el idioma de Kant, Hegel y Schopenhauer, aunque es imposible precisar hasta qué grado…Mantengo que su profundo conocimiento de la cultura alemana influyó grandemente en su desarrollo mental y moral… “(1936, 16)

Fuentes

  • Artículo: Helmut Berschin y José Francisco Vales Bermúdez. Martí y la lengua alemana: estado de cuestión. 2010. En: “La matemática lengua alemana”: ¿Es que José Martí sabía alemán?. Revista de la Asociación Cubana de Traductores e Intérpretes (ACTI) 2010. Tomado del sitio: www.acti.cu. Consultado el 17 de abril de 2018.
  • Gimeno, Patricio (1953), Reminiscencias de José Marti. En: Revista Cubana, Homenaje a José Martí en el Centenario de su Nacimiento. Publicaciones del Ministerios de Educación. Dirección de Cultura. T XXIX. Julio de 1951- diciembre de 1952. La Habana.
  • Iduarte, Andrés (1982), Martí, escritor. Editorial Joaquín Mortiz, México.
  • Martí, José (1936), Adúltera. Drama inédito. Editorial Trópico. La Habana.
  • Martí, José (1973), Obras Completas. Instituto Cubano del Libro. Editorial de Ciencias Sociales. La Habana.
  • Suárez, Carmen (2007b), Martí: Traductor de textos, traductor de mundos. En: La alegría de traducir. Instituto Cubano del Libro. Editorial de Ciencias Sociales. La Habana.
  • Vales, José F. (1993), Die internationale Bedeutung der deutschen Sprache für die Entwicklung und Verbreitung wissenschaftlicher Erkenntnisse. En: Zeitschrift für Kulturaustausch, 1993/3, Institut für Auslandsbeziehungen, Stuttgart.
  • Vales, José F. (1996), La influencia de la cultura alemana en la formación del pensamiento de José Martí. En: Iberoamericana, 20. Jahrgang (1996), Nr. 1 (61).