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Aquel bohemio alborotador de las noches granadinas con sus amigos de ''La Cuerda'', el joven provinciano, melenudo libelista y furioso radical, de quien se dijo, cuando era director de ''El Látigo'', que tenía cara de suicida ha quedado muy atrás: su discurso de ingreso en la Academia, dedicado a ''La moral en el Arte'', hace que el nuevo Alarcón sea considerado un escritor conservador y reaccionario, lo que le propicia no pocas enemistades.
 
Aquel bohemio alborotador de las noches granadinas con sus amigos de ''La Cuerda'', el joven provinciano, melenudo libelista y furioso radical, de quien se dijo, cuando era director de ''El Látigo'', que tenía cara de suicida ha quedado muy atrás: su discurso de ingreso en la Academia, dedicado a ''La moral en el Arte'', hace que el nuevo Alarcón sea considerado un escritor conservador y reaccionario, lo que le propicia no pocas enemistades.
  
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=== Valdemoro: última etapa de Alarcón ===
  
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El ambiente adverso y hostil que le rodea le obliga a retirarse a [[Valdemoro]], pueblo cercano a [[Madrid]], adonde, sin ser aún viejo sólo contaba cuarenta y cinco años, pero cansado (o quizá desengañado)de la política, se fue a vivir definitivamente en [[1878]], y en donde se dedica a culminar su actividad literaria y al cultivo de su jardín.
Hitch actor.jpg|thumb|left]]Con el éxito internacional aumentó
 
considerablemente sus ingresos, y se compró una casa de veraneo en
 
Shamley Green, en las afueras de [[Londres|Londres]], cerca de la cual
 
se instalaría su madre poco después. En [[1928|1928]] nació su hija
 
Patricia Alma; al parecer, el director nunca había pasado tantos
 
nervios como durante el parto. Por entonces, los Hitchcock tenían una
 
intensa vida social, y las veladas con amigos de la productora, la
 
British, eran habituales en la casa de Cromwell Road, en las que a
 
veces ofrecía a los amigos uno de sus números cómicos particulares:
 
Hitchcock, que pesaba más de ciento treinta kilos, aparecía desnudo de
 
cintura para arriba, con un marinero pintado en la inmensa barriga, que
 
agitaba rítmicamente mientras silbaba. En una ocasión se vistió de
 
mujer y grabó su actuación. La cinta, que conservó toda su vida, sería
 
exhibida en [[1976]] en una sesión privada en los estudios de la
 
Universal.  
 
  
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Abatido por el tedio y casi ignorado por la crítica, cayó enfermo víctima de una [[hemiplejía]], cuyo cuarto ataque le provoca un [[derrame cerebral]], que sería la causa de su muerte, el [[19 de julio]] de [[1891]], en su retiro rural de [[Valdemoro]].
mudos, ''The farmer's wife'', ''Champagne'' y ''The maxman'', y al año
 
siguiente estrenó su primera película sonora, ''La muchacha de
 
Londres'' (Blackmail), basada en una obra teatral que estaba teniendo
 
un gran éxito en la capital. Por primera vez un filme británico
 
incorporaba una banda sonora, a partir de la tecnología de la RCA
 
estadounidense.
 
 
 
Otros filmes hablados, como ''Juno
 
and the Paycock'' ([[1930]]), ''Murder'' ([[1930|1930]]) y ''The Skin
 
game'' ([[1931]]), sin alcanzar un gran éxito de público y crítica, le
 
confirmaron como uno de los directores británicos más inteligentes y
 
creativos y que más innovaciones e ideas técnicas estaba aportando al
 
mundo del cine. Su preocupación era encontrar un estilo narrativo
 
propio, para lo cual descubrió nuevas posibilidades expresivas en el
 
montaje, en los movimientos de cámara y en el empleo de la luz. Lo suyo
 
era el arte de la cámara: su enorme dominio de la imagen, a nivel
 
persuasivo y sentimental, hacía que el público se identificara con sus
 
historias y con sus personajes y convertía en verosímiles la fantasía y
 
el misterio, las situaciones extrañas y originales con que vestía la
 
realidad. Su extraordinaria narrativa cinematográfica llevaba al
 
público a vivir apasionadamente lo que sucedía en la pantalla.
 
 
 
En
 
[[1932]], por imposición de la British, tuvo que filmar una comedia de
 
enredos y persecuciones, ''El número 17'' (Number Seventeen), y luego
 
rodó ''Mejor es lo malo conocido'' (Rich and Strange, [[1932|1932]]),
 
una película cuyo argumento se le ocurrió al matrimonio Hitchcock
 
durante un crucero por el Atlántico y el Caribe que hicieron con su
 
hija en [[1931|1931]]: una modesta pareja londinense, gracias a una
 
herencia inesperada, realiza un crucero alrededor del mundo, durante el
 
cual pasan de la alegría a los temores, las tristezas y las
 
infidelidades, para recuperar, tras un naufragio, su lealtad. Después
 
de ''Valses de Viena'' (Waltzes from Vienna), [[1933|1933]]), una
 
biografía del compositor Richard Strauss hecha por encargo, Hitchcock
 
volvió a trabajar para Michel Balcon, que había fundado la productora
 
Gaumont-British.  
 
  
 
=== Maestro del suspense  ===
 
=== Maestro del suspense  ===

Revisión del 14:13 25 jun 2011

Pedro Antonio de Alarcón
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Alarcon01.jpg
NombrePedro Antonio Joaquín Melitón de Alarcón y Ariza
Nacimiento10 de marzo de 1833
Guadix, Granada, Bandera de España España
Fallecimiento19 de julio de 1891
Madrid, Bandera de España España
OcupaciónEscritor

Pedro Antonio De Alarcón. Novelista español de ideas anticlericales y antimonárquicas.

Síntesis biográfica

Primeros años

Pedro Antonio Joaquín Melitón de Alarcón y Ariza nació el 10 de marzo de 1833 en la villa granadina de Guadix, situada al norte de Las Alpujarras y al pie de Sierra Nevada, en el seno de una familia noble y distinguida venida a menos.

Concluidos los estudios primarios y de bachillerato en Guadix, en 1847 se traslada a Granada para estudiar la carrera de Leyes, pero las penurias económicas de la familia (eran diez hermanos) le obligan a abandonar los estudios universitarios y regresa a su villa natal, en cuyo seminario comienza los estudios sacerdotales.

Aunque no tenía vocación de clérigo, su estancia en el seminario no es del todo negativa para el joven Alarcón; antes bien, bajo la dirección de su censor, don Isidro Cepero, Alarcón se inicia en las tareas literarias. Y así, entre 1848 y 1849, escribe cuatro obras de teatro, que fueron estrenadas por compañías de aficionados de su pueblo natal. Eran obras de corte romántico que no tuvieron éxito alguno, pero que ponen de manifiesto su gran capacidad creativa y una enorme facilidad para la fabulación. Durante estos años de adolescencia, lee con indecible voracidad.

Alarcón decide abandonar, por el momento, sus afanes teatrales y volcarse por completo a la literatura y al periodismo. En 1853, adopta una decisión rotunda, iniciando así la etapa más turbulenta y romántica de su vida. La decisión tomada por el seminarista guadijeño es dejar el seminario, colgar los hábitos y olvidarse para siempre de la carrera eclesiástica.

El Eco de Occidente, entre Cádiz y Granada

Ese mismo año se traslada a Cádiz, en donde, asociado con su paisano el novelista Torcuato Tárrago, organiza y dirige la revista literaria El Eco de Occidente, en la que aparecerían sus primeros cuentos.

Pero el ambiente cultural gaditano de la época es incapaz de satisfacer las grandes aspiraciones de Alarcón, así que, en 1853, abandona Cádiz y se traslada a Granada, en donde continúa la edición de la revista. Allí forma parte de la famosa sociedad juvenil la Cuerda granadina, integrada por jóvenes escritores de ideas liberales. Funda La Redención, un periódico anticlerical y antimilitarista, que llega a alcanzar gran popularidad.

En 1854, en un intento de acabar con la corrupción política y encauzar de nuevo al país por senderos progresistas, el general O’Donnell se subleva en Madrid, llega con sus fuerzas a Vicálvaro, donde da un pronunciamiento redactado por el joven político malagueño Cánovas del Castillo la famosa Vicalvarada, que otorga el poder de la nación al general Espartero, iniciándose así el llamado bienio progresista. Y con los progresistas encontramos a Alarcón en este año de la revolución como cabeza del movimiento liberal en Granada. Por estas fechas, el escritor se halla en el periodo más romántico de su vida.

Alarcón en Madrid

En 1855, es decir, un año después de su exaltado entusiasmo revolucionario, Alarcón se traslada a Madrid y pasa de romántico liberal a exaltado revolucionario, dedicándose a la política y al periodismo de carácter extremista.

Asume la dirección de El Látigo, casi una perfecta réplica de La Redención granadina, en cuyas páginas escribe con los pseudónimos de El Zagal y El Hijo Pródigo, atacando durísimamente al clero y, bordeando el insulto, a la mismísima Isabel II, hasta el punto de que el escritor venezolano Heriberto García de Quevedo, monárquico absolutista, llega a retarlo en desafío.

Acude Alarcón al duelo, que se celebra a pistola, pero falla en su disparo. García de Quevedo, gran tirador, pudo haber matado al joven Alarcón, pero, en un gesto entre generoso y displicente, dispara su arma al aire y perdona la vida al granadino. Este episodio marca su vida de una manera indeleble. A partir de entonces, las ideas políticas de Alarcón cambiaron de rumbo. Optó por una ideología moderadamente liberal (casi conservadora) y se convirtió en un ferviente neocatólico.

En 1859, Alarcón, sorprendentemente, ingresa voluntario en el ejército, sentando plaza en el batallón Ciudad Rodrigo, que va a partir para la campaña de África, al haberle declarado España la guerra a Marruecos. Desde los escenarios de la guerra de África, escribió una serie de crónicas y relatos de la acción de las tropas en campaña, que, reunidas y publicadas en su conjunto con el título Diario de un testigo de la guerra de África, fueron muy leídas y le proporcionaron sustanciosos beneficios económicos y la posibilidad de cruzar nuestras fronteras.

En 1860 visita Italia. Convertido en todo un burgués, ingresa como militante en el partido de la Unión Liberal. En 1864 resulta elegido diputado a Cortés y contrae matrimonio en 1865. A partir de este matrimonio, Alarcón se dedica febrilmente a la política y al periodismo, siendo diputado en varias ocasiones, e incluso senador. Y, en 1875, es elegido miembro de la Real Academia Española.

Aquel bohemio alborotador de las noches granadinas con sus amigos de La Cuerda, el joven provinciano, melenudo libelista y furioso radical, de quien se dijo, cuando era director de El Látigo, que tenía cara de suicida ha quedado muy atrás: su discurso de ingreso en la Academia, dedicado a La moral en el Arte, hace que el nuevo Alarcón sea considerado un escritor conservador y reaccionario, lo que le propicia no pocas enemistades.

Valdemoro: última etapa de Alarcón

El ambiente adverso y hostil que le rodea le obliga a retirarse a Valdemoro, pueblo cercano a Madrid, adonde, sin ser aún viejo sólo contaba cuarenta y cinco años, pero cansado (o quizá desengañado)de la política, se fue a vivir definitivamente en 1878, y en donde se dedica a culminar su actividad literaria y al cultivo de su jardín.

Abatido por el tedio y casi ignorado por la crítica, cayó enfermo víctima de una hemiplejía, cuyo cuarto ataque le provoca un derrame cerebral, que sería la causa de su muerte, el 19 de julio de 1891, en su retiro rural de Valdemoro.

Maestro del suspense

A partir de entonces empieza la gran época del cine de Hitchcock, la época de los grandes títulos de su filmografía, una etapa dorada de creación ininterrumpida que duraría prácticamente hasta el fin de sus días. La primera película que hizo con la nueva productora fue El hombre que sabía demasiado (The man who knew too much, 1934), una obra de arte del cine de suspense que fue elegida por la crítica como la película del año en Inglaterra.[[Image:Film de Alfred Hitch.jpg|frame|right]]

Le siguieron otros títulos fundamentales de su filmografía:39 escalones (The thirty-nine steps, 1935), Agente secreto (The secret agent, 1936) y Sabotaje (Sabotage, 1936), todos ellos filmes ya clásicos en los que la trama y la intriga lograban crear una tensión psicológica como nunca se había visto en el arte cinematográfico, y en los que la fuerza expresiva de las imágenes mezclaba con genial sabiduría la acción y los apuntes psicológicos de los personajes. Todo ello se rodeaba a menudo de un trasfondo metafísico-existencial en el que se concebía el amor de un modo romántico y redentor, y en el que la delimitación entre el bien y el mal y la conciencia de pecado no estaban exentas de cierta fascinación divertida por los malvados. Hitchcock era humanista y satírico a la vez, sádico y con un particular sentido del humor.

En cada nuevo filme perfeccionaba la técnica de la intriga, que a lo largo de su carrera llegó a cimas difícilmente superables. Su último filme británico fue La posada de Jamaica (Jamaica Inn, 1938), que no obtuvo mucho éxito a pesar de estar protagonizado por Charles Laugthon, ya famoso, junto a una jovencísima Maureen O'Hara. En marzo de 1939, meses antes del estallido de la Segunda Guerra Mundial, Hitchcock partió junto a su mujer, su hija y su secretaria personal, Joan Harrison, a Nueva York.

En Hollywood

El viaje respondía a una oferta de David O. Selznick, el poderoso productor norteamericano, que en un viaje a Estados Unidos realizado el año anterior le había propuesto dirigir en Hollywood. La película resultante fue Rebeca (Rebecca, 1940), uno de sus filmes más célebres, que supuso un Oscar para la protagonista, Joan Fontaine.

La siguiente película estuvo condicionada por la circunstancia histórica: la guerra se extendía, parecía larga y complicada, y en Enviado especial (Foreing Correspondent, 1940), una obra de contenido belicista, hizo un alegato en favor de los aliados.[[Image:Rebecca film de Hitch.jpg|frame|left]]Hitchcock había llegado a un acuerdo con Selznick por el que le produciría dos películas al año por un sueldo de 2.750 dólares semanales y una bonificación de 15.000 dólares anuales. Una cláusula especial le permitía en 1941 rodar dos películas con otra productora, la R.K.O. Se trataba de Matrimonio original (Mr. and Mrs. Smith) y Sospecha (Suspicion), otro de los títulos clásicos de su carrera. El director seguía en su línea de perfeccionamiento del cine de intriga, aportando en cada película nuevos descubrimientos técnicos, ocurrencias narrativas y trucos geniales que crearon escuela en la historia del cine.

Al poco tiempo de llegar a Hollywood, en 1941, los Hitchcock se trasladaron al apartamento de Carole Lombard en Bel Air; la actriz había decidido vivir con su pareja, Clark Gable. El mismo año, dado que la conflagración mundial se complicaba cada vez más, Alma viajó a Inglaterra y trajo consigo a su madre. Alfred también fue a Londres para recoger a la suya y llevarla a los [[Estados Unidos|Estados Unidos]], pero su madre se negó. Hitchcock, cuya vuelta a Los Ángeles coincidió con los primeros bombardeos nazis sobre Inglaterra, tuvo que conformarse pensando que su madre vivía todo el tiempo en Shamley Green y contaba con la protección de su hermano William.

Al año siguiente, Carole Lombard murió y el matrimonio tuvo que cambiar de casa; se trasladaron a Bellagio Road, también en Bel Air. Su siguiente película fue Sabotaje (Saboteur, 1942), producida por la Universal Pictures a pesar de la oposición de Selznick, que provocó una gran tensión a lo largo del rodaje. A partir de entonces decidió no rodar más de una película por año. En 1943 hizo La sombra de una duda (Shadow of a doubt). Aquel año murió su madre en Londres, el [[26 de septiembre|26 de septiembre]], a causa de una polionefritis aguda. Hitchcock a duras penas pudo soportar el golpe: quedó emocionalmente destrozado y adelgazó cuarenta kilos en pocos meses.

La serie de filmes siguientes contenía títulos también de primer orden; algunos figuran entre sus obras más importantes: Náufragos (Lifeboat, 1943); Recuerda (Spellbound, 1945); Encadenados (Notorious, 1946), con Ingrid Bergman; El proceso Paradine (The Paradine Case, 1947), con Gregory Peck en el papel principal; y La soga (Rope, 1948), su primer filme en color, con James Stewart de protagonista, actor que se convertiría en uno de sus preferidos y con quien trabajaría en muchas otras películas célebres. En Recuerda, considerada como una de las cimas de la filmografía de Hitchcock, trabajaba por primera vez con Ingrid Bergman y con Gregory Peck, al que lanzó a la fama, y contó con la colaboración de Salvador Dalí para los decorados, de tipo onírico. Algunas de las secuencias con los dos protagonistas se cuentan, a juicio de muchos especialistas, entre las mejores escenas de amor romántico de toda la historia del cine.

Los gloriosos años cincuenta

A comienzos de los años cincuenta, con su reputación cinematográfica por las nubes y una sólida posición económica, estrenó películas que confirmaron su fama en el mundo entero, como Atormentada (Under Capricorn, 1949), Pánico en la escena (Stage Frigth, 1950) y Extraños en un tren (Strangers on a train, 1951), un éxito rotundo de crítica y de público. La versión radiofónica del filme, estrenado por la CBS, batió todos los récords de audiencia.

En 1951, el matrimonio Hitchcock realizó un viaje de placer por Italia, Alemania, Países Bajos, Suecia y Noruega. Durante el viaje, la hija de Hitchcock se prometió con Joseph O'Conell, un alto cargo de una corporación, con quien se casó en la catedral de San Patricio de Nueva York al año siguiente. El padre no vio con muy buenos ojos esta boda de su hija, puesto que hasta entonces la muchacha había colaborado con él en algunas películas (años más tarde trabajaría en Psicosis) y estudiaba teatro; hubiera querido un yerno relacionado con el mundo del cine. A cambio, intentó atraer a O'Conell a la industria cinematográfica, sin mucho éxito.

Yo confieso (I confess, 1953), el filme siguiente, se rodó en medio de una difícil relación entre el director y el protagonista, un Montgomery Clift en un estado de destrucción psicológica y alcoholismo bastante preocupante. Parece ser que una noche, durante el rodaje, Hitchcock llegó a emborrachar premeditadamente a Clift para dejar en evidencia los límites de su desequilibrio.

Apareció entonces en el firmamento cinematográfico de Hitchcock una nueva estrella que acapararía durante unos años toda su atención: Grace Kelly. Con ella, la actriz que mayor fascinación le produjo nunca en su carrera, rodó Crimen perfecto (Dial M for murder, 1953), La ventana indiscreta (Rear window, 1954), junto a James Stewart, y Atrapa a un ladrón (To catch a thief, 1955), junto a Cary Grant. Son algunas de las películas más conocidas del maestro de la intriga. Su adoración por Grace llegó a su punto máximo en la última de las tres, cuyo rodaje se alargó a causa de que el director se empeñó en que la actriz bailara con un espectacular traje dorado en la última escena.

En 1955 estrenó Pero ¿quién mató a Harry?, que dio su primera oportunidad y lanzó a la fama a una veinteañera Shirley MacLaine. Era un brillante experimento en el que el misterio y la intriga se mezclaban genialmente con lo cómico, en una combinación de comedia y cine de suspense. A raíz de su nueva nacionalidad estadounidense, obtenida en 1955, firmó un contrato con la productora de televisión CBS para realizar una serie semanal de media hora de duración titulada Alfred Hitchcock presents, que de 1960 a 1965 se siguió realizando para la NBC.

Una segunda versión de El hombre que sabía demasiado (1956), con James Stewart y Doris Day, Falso culpable (The Wrong Man, 1957), con un estelar Henry Fonda, Vértigo (Vértigo, 1958), de nuevo con Stewart, ahora junto a una Kim Novak debutante, yCon la muerte en los talones (North by Northwest, 1959), con Cary Grant y Eva Marie Saint, fueron la serie de filmes archifamosos de la segunda mitad de los años cincuenta. Todas las protagonistas femeninas de Hitchcock empezaban a responder a un mismo prototipo: Kelly, Novak o Saint eran rubias platino, delgadas, dulces, bellas, delicadas, angelicales, finas; toda una propuesta de arquetipo femenino

La etapa final

En 1960 llegó Psicosis (Psycho), uno de sus éxitos más clamorosos y polémicos. Superando a sus obras anteriores, la película conmocionó la mentalidad de la época e inauguraba el género del suspense de tema psiquiátrico, el llamado thriller psicológico. Un jovencísimo Anthony Perkins (interpretando la doble personalidad de Norman Bates), Vera Miles y Janet Leigh formaron el famoso trío protagonista. El rodaje había sido carísimo, pero la recaudación fue tal que Hitchcock, con los beneficios obtenidos, pudo comprar tantas acciones de la Universal como para convertirse en el tercer accionista de la compañía.

Las siguientes películas estuvieron marcadas por el descubrimiento de una nueva actriz y musa particular, Tippi Hedren. Con ella rodó dos películas fundamentales en la evolución de su obra, Los pájaros (The Birds, 1963) y Marnie, la ladrona (Marnie, 1964). Parece que el interés a nivel personal del director por la actriz llegó a tal extremo de insistencia, según pudo comprobar todo el equipo del rodaje, que la relación acabó cortada por completo, porque Hitchcock no pudo soportar el rechazo de Hedren y decidió no volver a trabajar con ella. En sus filmes siguientes supeditó su creatividad y su bagaje acumulado a ciertos criterios comerciales y a la colaboración de estrellas consagradas. Así, filmó Cortina rasgada (Torn Curtain, 1966) con Paul Newman y Julie Andrews, y Topaz (1969), películas ambas muy marcadas por el contexto de la guerra fría, en las que se daba un mensaje propagandístico claramente prooccidental y antisoviético.

En 1968, la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas le concedió el Memorial Irving G. Thalberg, en compensación del error tremendo de no haberle concedido nunca un Oscar, a pesar de que había sido nominado en cinco ocasiones(por Rebeca, Náufragos, Recuerda, La ventana indiscreta y Psicosis). Una vez más, uno de los mejores directores de la historia del cine se había quedado sin la estatuilla. En el acto de entrega el director se limitó a dar las gracias. Mientras, en Europa, la obra de Hitchcock se había convertido en referencia y guía de toda una nueva generación de directores, entre los que destacaría Truffaut, de cuyas charlas con el maestro surgió un largo libro en el que el cineasta hablaba extensamente de su vida, del cine y de su obra.

En 1971, con motivo del rodaje de Frenesí (Frenzy, 1972), permaneció en Europa una temporada, durante la cual se le sumaron las dificultades: su salud empezó a empeorar y Alma sufrió un ataque de apoplejía que le afectó el habla. La posibilidad de perder a su esposa aumentó la predisposición de Hitchcock hacia el alcohol. Cuando en 1975 su esposa experimentó una mejoría, recuperó parte de su antiguo vigor y rodó La trama (Family Plot, 1976), su última película.

Pero, a sus setenta y seis años, Hitchcock padecía de artritis y su corazón estaba delicado. En 1976 el director sufrió un colapso, y Alma un nuevo ataque de apoplejía. Durante los años siguientes sus colaboradores trataban de mantenerle el ánimo alto y le visitaban con frecuencia, intentando alejarlo de los rumores periodísticos sobre su alcoholismo y su envejecimiento progresivo. Llovían los homenajes.

Muerte

Pocos meses después, la mañana del 29 de abril de 1980, moría el maestro y el genio del cine de terror, del suspense y del misterio, un hombre que creó un estilo y un mundo propio como pocos directores lo lograron a lo largo de la historia del cine. Se hallaba preparando ansiosamente, con su rigor y meticulosidad habituales, un nuevo guión de hierro para su película número cincuenta y cuatro, adaptación de la novela de Ronald Kirkbride titulada The short night. Pero Hitchcock, que había dicho "mi amor por el cine es más fuerte que cualquier moral", ya no podía hacer cine.

Premios y reconocimientos

  • En 1978 recibió el premio a la labor de una vida del American Film Institute
  • 1979 fue galardonado como el Hombre del Año por la Cámara de Comercio británico-americana
  • En el mismo año fue nombrado por real decreto caballero comendador del Imperio británico.

Fuentes