Apolo 13

Apolo 13
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Insignia de la misión
Insignia de la misión
Datos de la misión
Misión: Apolo 13
Nombre de los módulos: Módulo de mando: Odyssey
Módulo lunar: Aquarius
Número de tripulantes: 3
Rampa de lanzamiento: Centro Espacial Kennedy, Florida
LC 39A
Despegue: 11 de abril de 1970
19:13:00 UTC
Alunizaje: Previsto para el 15 de abril de 1970
Duración: 5 días 22 h 54 min 41 s
Masa: MC: 28.945 kg
ML: 15.235 kg
Foto de la tripulación
Jack Swigert, Jim Lovel, Fred Haise
Jack Swigert, Jim Lovel, Fred Haise
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El Apolo 13. Fue una misión espacial que tenía como objetivo llevar a la superficie lunar a dos seres humanos, que serían el quinto y sexto de la historia en lograr ese hito, alunizando en la región Fra Mauro. Una explosión de los tanques de oxígeno a bordo de la nave obligó a la tripulación a abortar la misión y orbitar alrededor de la Luna sin poder lograr su cometido. Al Apolo 14 se le reasignó esa tarea con éxito.

Tripulación

Director del vuelo: Gene Kranz.

Historia

Dos exitosas misiones los precedían. El famoso Apolo 11 había descendido en el Mar de la Tranquilidad en julio de 1969, y la misión Apolo 12 en el Océano de las Tempestades sin complicaciones. Las muestras de roca lunar traídas eran examinadas concienzudamente.

Pero a pesar de que los astronautas habían sido debidamente entrenados en geología, muchos científicos se quejaban de que las muestras lunares traídas hasta la fecha bien podían ser viejos meteoritos caídos en la Luna, y no material original de nuestro satélite. Por este motivo las misiones Apolo ahora tendrían una variante: en lugar de descender en los mares lunares como las dos misiones anteriores, Apolo 13 descendería en un terreno elevado, la región del cráter Fra Mauro, donde seguramente podrían obtener auténtico material lunar.

Hacía apenas nueve meses del histórico paseo de Neil Armstrong y Edwin Buzz Aldrin por la Luna, y para entonces el público veía con tanta cotidianidad los vuelos lunares que ya no sentía atracción por las misiones Apolo.

Lo más relevante hasta entonces en la misión del Apolo 13, para el público superficial, habían sido los síntomas de infección de sarampión que algunos de la tripulación habían presentado. Charles Duke Jr., quien fuera el encargado de enlace (CAPCOM) con la histórica misión del Apolo 11, había contraído sarampión cinco días antes del lanzamiento del Apolo 13. Como los seis astronautas habían entrenado juntos los últimos tres meses, existía el riesgo de que el sarampión hubiera contagiado a otros miembros de la tripulación. Por ello tuvieron que someterse a análisis de sangre que demostraron que sólo Thomas K. Mattingly no había desarrollado anticuerpos contra el sarampión, por lo cual era posible que también estuviera infectado.

El doctor Charles Berry, médico asignado por la NASA a la misión, recomendó la sustitución de Mattingly para evitar problemas de contagio a la tripulación. Aunque James Lowell intentaba volar con su tripulación titular, tuvo que aceptar la determinación de los médicos y Jack L. Swigert sustituyó en el vuelo a Mattingly.

En los dos proyectos espaciales norteamericanos que habían precedido al proyecto Apolo, el Mercury y Gemini, la cantidad de vuelos nunca llegaron a trece, por lo cual el número no se usó. Según relatan las leyendas, muchos sugirieron que el proyecto Apolo omitiera dicho número, pasando así del Apolo 12 al Apolo 14. Sin embargo esto pareció absurdo a hombres familiarizados a usar la razón científica y no la superstición. Lo único cierto fue que el número trece, irónicamente, siguió a la misión muy de vez en cuando.

Finalmente llegó el 11 de abril de 1970. Ese día, pasado mediodía, el imponente Saturno V despegaría para enviar rumbo a la Luna una nueva tripulación de astronautas estadounidenses.

A diferencia del lanzamiento del Apollo 11, un año atrás, ya no se veía el millón de espectadores acampando en los alrededores de Cabo Kennedy; las cámaras de televisión estaban listas para trasmitir el despegue, pero ya no por los reporteros titulares de las cadenas de noticias. Incluso las tribunas de honor, aquéllas saturadas de mandatarios y diplomáticos de todo el mundo hacía un año, ahora sólo eran ocupadas en la primera fila por familiares de los tripulantes, así como por el vicepresidente Spiro Agnew que acompañaba al canciller alemán Willy Brandt (que cumplía los puntos de su agenda protocolaria).

Incluso el presupuesto de la NASA empezaba a sufrir la apatía de la nación.

Sus futuros presupuestos serían recortados, con lo cual tuvieron que reducirse de ocho a sólo seis misiones tripuladas a la Luna. Los Estados Unidos ahora tenían otra prioridad, que no les daría tantas satisfacciones como la llegada a la Luna: la Guerra de Vietnam.

Pero de eso no se lamentarían hasta más tarde. Al igual que Richard Nixon y su Watergate...

Finalmente se encendieron las toberas del cohete Saturno V, y lentamente fue levantándose sobre la rampa de lanzamiento 39A. El Apolo 13 ya iba rumbo a la Luna.

El persistente número 13

11 de abril de 1970, 13:13 horas de Florida. El Apolo 13 despega en un cielo ligeramente cubierto de nubes. Formando parte el cohete Saturno V está el módulo lunar Acuario y el módulo de mando Odisea. En éste último se encuentra la tripulación: James Lowell, Jack Swigert y Fred Haise. Las primeras etapas de la puesta en órbita se desarrollan sin novedades; sólo la tobera de la segunda etapa del Saturno V se extingue antes de lo previsto, pero el problema es compensado activando los motores cohete de la tercera etapa durante unos segundos más. Apolo 13 está en su ruta de vuelo prevista.

Ya orientados hacia la Luna, se activaron los pernos explosivos que sujetaban al módulo de mando Odisea con la tercera etapa del Saturno V. Libre el Odisea, giró 180 grados e insertó su nariz cónica en el habitáculo de la tercera etapa. Allí atracó el módulo lunar Acuario, y perfectamente sujetos ambos módulos, se separaron de la tercera etapa del Saturno V para realizar su vuelo lunar de manera independiente.

Problemas

Sin mucha actividad en la misión espacial. Hacia mediodía de Houston, los tripulantes empezaron la inspección del Módulo Lunar Acuario, en el cual un depósito de helio mostraba cierto aumento de presión, aunque tolerable.

Hacia las 21:00 horas empezarían los problemas. Apolo 13 se encontraba en la zona de equilibrio de la gravedad terrestre y lunar, a unos 329 850 kilómetros de la Tierra, y la velocidad del Módulo de Mando Odisea había disminuido hasta 3 000 kilómetros por hora.

Ironías de la vida. Dos años atrás, Hollywood había hecho una serie de películas sobre desastres espaciales. Allí estaba Marooned en 1969, con Gregory Peck y Gene Hackman, sobre una cápsula con tres tripulantes que no podía regresar a la Tierra. Y un año antes, en 1968, la espectacular "2001, Odisea en el espacio" sobre una trágica misión tripulada a Júpiter.

El módulo de mando del Apolo 13 había sido bautizado Odisea, muy en boga con esta película, y cuando la tripulación del Apolo 13 escuchaba en la cabina el tema de Strauss de "Así hablaba Zarathustra" (tema identificado con "2001") fue cuando sobrevino la explosión a bordo.

Reingreso y Amerizaje

Finalmente llegó el momento crítico del descenso. A petición del Gobierno estadounidense, todas las emisoras de radio y comunicaciones que trabajaban en la misma gama de frecuencias que los astronautas apagaron sus transmisores para evitar interferencias u obstrucciones en la señal. A las 10:43, hora de Houston, el Módulo Lunar Acuario se separó de la cápsula del Odisea. La atmósfera que salía por la escotilla del Módulo Lunar fue suficiente para que se alejara de la cápsula Apolo. La cápsula fue orientada en el ángulo correcto para reingresar en la atmósfera.

Ahora el escudo térmico de la cápsula estaba orientado para hacer frente al impacto de los átomos de la atmósfera.

Las incertidumbres aún no se disipaban. ¿Se habría dañado el escudo ablativo por la explosión del módulo de servicio? De ser así, el escudo se desintegraría antes de lo esperado y la cápsula Apolo con toda la tripulación se calcinaría irremediablemente. A las 11:53, todas las comunicaciones con la cápsula Apolo se interrumpieron al iniciarse la fricción con las capas de la atmósfera; el excesivo calor y la ionización alrededor de la cápsula inutilizaron momentáneamente cualquier transmisión.

Durante cuatro minutos y medio, nadie supo sobre la suerte de los astronautas. ¡Era demasiado tiempo! ¡Ninguna cápsula Apolo había perdido el contacto por más de tres minutos! Parecía que la misión estaba destinada a terminar en tragedia. Finalmente, Odisea radió a Houston. A 9000 metros de altitud, los paracaídas ligeros de la cápsula se abrieron, y cuando se alcanzaron los 3000 metros de altura, unos tranquilizadores paracaídas blancos y anaranjados pudieron captarse por las cámaras de televisión a bordo del navío de rescate Iwo-Jima. Eran las 12:07 de la tarde del 17 de abril de 1970. La cápsula Odisea amerizó a sólo seis kilómetros de distancia del buque de salvamento.

Los astronautas del Apolo 13 habían sobrevivido a la mayor crisis espacial de toda la Historia! Rebosantes de alegría, Lovell, Swigert y Haise fueron rescatados por los hombres-rana de la armada, y volaron en helicóptero hasta el Iwo-Jima. Aquellos valerosos hombres, acostumbrados a la adversidad del espacio, elegidos para admirar la belleza de la superficie lunar, sin duda alguna apreciaron como nunca lo bello y maternal que puede ser nuestro planeta Tierra.

Sólo Fred Haise experimentó problemas serios de salud. La atmósfera muy fría de la nave Apolo 13 le causó una cistitis aguda que le duró cuatro semanas.

Véase también

Fuentes

  • "Apollo 13". Jim Lovell & Jeffrey Kluger. Pocket Books. EEUU. 1994.
  • "Apollo by the numbers". Richard W. Orloff. 1996.
  • "Apolo 13. Qué pasó realmente". Juan Antonio Guerrero. Revista MUY Interesante. Año XIII Nº 3. México.
  • "The Real Rocket Man. Apollo 13 Commander". Revista Final Frontier. Agosto 1995.
  • "Apollo 13: A Race Against Time". CD-ROM. CounterTop Software. Redmond. WA. EEUU.
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