Colonia administrativa

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Colonia administrativa
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Concepto:Territorio bajo el control político inmediato de un estado.

Colonia administrtiva. Territorio bajo el control político inmediato de un estado.

Historia

En la política y la historia, una colonia es un territorio bajo el control político inmediato de un estado. En la antigüedad, una colonia podía ser una ciudad estado fundada por una ciudad madre, conocida como metrópolis. Algunas colonias, en su pasado como territorios fueron países independientes, mientras que otros territorios desde sus inicios nunca tuvieron la condición de Estado definida.

Gran parte de África y la totalidad de América fueron colonias de las potencias europeas durante siglos, hasta que las guerras de independencia del siglo XIX y el proceso de descolonización auspiciado por las Naciones Unidas inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial permitieron a los territorios ganar su independencia. Aunque la denominación de posesiones de ultramar contiene a un buen número de entidades sujetas a un estatus jurídico similar.

Características

El Estado metropolitano es el estado al que pertenece la colonia. Las Naciones Unidas poseen una lista en la que se encuentran los territorios no autónomos, que deben someterse a un proceso de descolonización.Una colonia es principalmente gobernada por otro estado. A diferencia de un estado títere o satélite, una colonia no tiene representación internacional independiente, y el alto nivel de la administración se encuentra bajo control directo del Estado metropolitano.

Etimología

La palabra colonia viene del latín colonus (labrador y habitante) y este a su vez se deriva de la palabra colere (cultivar, habitar).

Colonias en la civilizaciones antiguas

Colonias en el siglo XXI

Territorio Administración Superficie(km2) Población(2010)
África
Sahara Occidental [1] 266,000 [2]
Atlántico y el Caribe
Anguila Reino Unido 96 14,766
Bermuda Reino Unido 53 68,265
Islas Caimán Reino Unido 260 50,209
Islas Malvinas[3] Reino Unido 11,961 3,140
Islas Turcas y Caicos Reino Unido 430 23,528
Islas Vírgenes Británicas Reino Unido 153 24,939
Islas Vírgenes de los Estados Unidos Estados Unidos 340 109,750
Monserrat Reino Unido 98 5,118
Puerto Rico[4] Estados Unidos 9,104 3,706,690
Santa Elena Reino Unido 122 7,670
Europa
Gibraltar Reino Unido 6 28,877
Asia y el Pacífico
Guam Estados Unidos 549 180,865
Nueva Caledonia[5] Francia 35.853 252,352
Pitcairn Reino Unido 5 48
Samoa Americana Estados Unidos 197 66,432
Tokelau Nueva Zelandia 10 1,400

Notas

  1. El 26 de febrero de 1976, España comunicó al Secretario General que a partir de dicha fecha daba por terminada su presencia en el Territorio del Sáhara y que estimaba necesario hacer constar lo siguiente: España se consideraba a partir de ese momento exenta de toda responsabilidad de carácter internacional en relación con la administración del Territorio, en vista de que había cesado su participación en la administración temporal establecida para el Territorio. En 1990 la Asamblea General reafirmó que la cuestión del Sáhara Occidental era un problema de descolonización que debía ser resuelto por el pueblo del Sáhara Occidental.
  2. No está disponible.
  3. Existe una controversia entre los Gobiernos de Argentina y el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte en relación con la soberanía sobre las Islas Malvinas.
  4. Su estatus actual es la de Estado libre asociado, pero es considerado por la gran mayoría de la opinión internacional como una de los colonias más antiguas que aún permanecen en el planeta
  5. El 2 de diciembre de 1986, la Asamblea General determinó que Nueva Caledonia era un territorio no autónomo.

Explotación colonial

Explotación de las colonias y de los estados dependientes por los imperialistas. La explotación colonial existía ya bajo el régimen de esclavitud —por ejemplo en la antigua Roma— en forma de expoliación directa, imposición de tributos a los pueblos sometidos y comercio de esclavos. Bajo el imperialismo, la explotación colonial se caracteriza por sus dimensiones, incomparablemente mayores (pues los imperialistas esclavizan a la inmensa mayoría de la población mundial), así como por la aparición de nuevos métodos de opresión, en gran medida velados, más no por ello menos duros.

Los imperialistas utilizan ampliamente en el comercio colonial el intercambio no equivalente, creando las denominadas “tijeras de los precios”: en los países coloniales y dependientes venden sus mercancías a altos precios de monopolio y compran a precios bajos las materias primas la fuerza de trabajo y otras mercancías. Utilizan las colonias como fuente de materias primas baratas y como esferas de inversión —sumamente rentable— de capital, dado que en las colonias son muy baratas la mano de obra, la tierra, las materias primas y casi no existen capitales propios. Desde las metrópolis se exportan capitales en forma de préstamos y de inversiones monetarias en la industria, en la agricultura, en el comercio, etc. Por regla general, en las colonias se fundan empresas en la industria extractiva y en la industria ligera. Los imperialistas sólo toleran que en las colonias se desarrolle la economía en una o en muy pocas y limitadas direcciones: para ligarlas más fuertemente a las metrópolis, convierten a las colonias en apéndices agrarios y proveedores de materias primas, con una economía de monocultivo, de desarrollo unilateral. También las someten a la coerción extraeconómica.

El sostenimiento de nutridísimos organismos de gestión, de una numerosísima administración militar y de “consejeros” asimismo militares corre a cargo de los presupuestos de las colonias. Los imperialistas obligan a los pueblos de tales países a sostener en tiempo de paz un ejercito y una administración extranjeros, es decir, a pagar el valor de las cadenas que los sujetan. Perciben de los pueblos coloniales una cantidad enorme de todo género de impuestos, exacciones y pagos. Las colonias también se explotan como plazas de armas estratégico-militares del imperialismo y como abastecedoras de carne de cañón barata, de soldados para las guerras imperialistas. Los monopolios capitalistas procuran conservar en las colonias las formas más brutales de yugo feudal y servil, el trabajo forzado, el sistema de peonaje —que es una forma encubierta de la esclavitud—, la usura, etc. En las colonias se establece la discriminación racial en los salarios, en la enseñanza, en la administración del país y en otras esferas de la vida social.

A la vez que extraen de las colonias enormes beneficios, los imperialistas mantienen a los pueblos coloniales no sólo en la miseria sino, además, en la ignorancia; en varios países coloniales, el analfabetismo llega entre los hombres al 95 %, y entre las mujeres, al 99 — 100%. Prácticamente no existen servicios médicos para la población nativa. La implacable explotación de los monopolios y la expoliación directa a que los imperialistas han sometido a los pueblos de los países coloniales y dependientes han provocado el auge del movimiento de liberación nacional de los pueblos de las colonias, movimiento que ha conducido a la desintegración y al hundimiento del sistema colonial del imperialismo.

Desintegración del sistema colonial del imperialismo

Proceso en que se liquidan las relaciones económicas y políticas basadas en la opresión de los países coloniales y dependientes por parte de los estados imperialistas y se forman estados nuevos e independientes en lugar de las antiguas colonias.

En la segunda etapa de la crisis general del capitalismo, el movimiento de liberación nacional adquirió tal envergadura que llevó la crisis del sistema colonial del imperialismo al proceso de desintegración; en la etapa tercera de la crisis general del capitalismo, dicho proceso ha entrado en su estado final, es decir, en el de la quiebra del vergonzoso sistema colonial imperialista. Hacia finales de 1963, habían alcanzado su independencia nacional cerca de cincuenta países antes coloniales y dependientes. “El hundimiento del sistema de la esclavitud colonial bajo el embate del movimiento de liberación nacional constituye el fenómeno que sigue, por su importancia histórica, a la formación del sistema mundial del socialismo”, se dice en la Declaración de la Conferencia de representantes de los partidos comunistas y obreros celebrada en 1960.

El desplome del sistema de la esclavitud colonial señala el inicio de un nuevo período histórico en la vida de los pueblos de Asia, África y América Latina, pueblos que han empezado a participar activamente en la vida política internacional. Las fuerzas del socialismo mundial han contribuido de manera decisiva a la lucha de los pueblos de las colonias y países dependientes. Los países socialistas se han convertido en el escudo y en la segura garantía de las conquistas revolucionarias, del desarrollo nacional independiente de los pueblos que se han liberado. Los países socialistas consideran como su deber internacionalista prestar al movimiento de liberación nacional de los pueblos, fraternal y desinteresada ayuda en todos los sentidos, ayuda que contribuye eficazmente a desintegrar el sistema colonial del imperialismo y a reforzar la independencia nacional de las excolonias.

La existencia del sistema mundial del socialismo y la ayuda socialista abren, ante los pueblos de los países liberados, las amplias perspectivas del resurgimiento nacional, de acabar con la miseria secular y alcanzar la independencia económica, hacen posible seguir la vía no capitalista de desarrollo. Los Partidos Comunistas ven la unión fraterna con los pueblos que se han emancipado del yugo colonial como la piedra angular de su política internacional. Los jóvenes estados independientes actúan en la esfera internacional como una fuerza en líneas generales progresiva revolucionaria y antiimperialista. Aunar los esfuerzos de los pueblos de los países liberados y de los estados socialistas en la lucha contra el peligro de guerra constituye un factor importantísimo de la paz mundial. Este poderoso frente del movimiento obrero internacional, puede obligar a los agresores imperialistas a renunciar a sus proyectos de desencadenar una nueva guerra mundial.

El hundimiento del sistema colonial del imperialismo multiplica en alto grado las fuerzas progresivas de la humanidad y debilita las fuerzas del imperialismo. La mayor parte de los jóvenes estados soberanos no se han liberado todavía del sistema capitalista mundial de economía. Continúan sometidos a la explotación de los monopolios capitalistas y seguirán siendo objeto de la explotación semicolonial hasta que, contando con el apoyo de los países, terminen con la dependencia económica respecto al imperialismo.

Fuentes