Confederación Nacional del Trabajo (C.N.T.)

Confederación Nacional del Trabajo
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Institución
Confederación Nacional del Trabajo.png
Sindicato
Siglas o Acrónimo:(C.N.T.)
Fundación:1910
Secretario/a General:Enrique Hoz
Ideología política:Anarcosindicalismo, comunismo libertario; Anarquismo
Sitio web
www.cnt.es

Confederación Nacional del Trabajo (C.N.T.) es una unión confederal de sindicatos autónomos de ideología anarcosindicalista de España, que está adherida a la Confederación Internacional del Trabajo.

Historia

El sindicato anarcosindicalista fundado en 1910 fue la organización mayoritaria entre los trabajadores aragoneses hasta 1939. En el Congreso fundacional de Barcelona están representadas las secciones de zapateros, carreteros, panaderos y albañiles en la persona de Jorge Marén, y el conjunto de la Federación Local de Zaragoza por Joaquín Zuferri. Un año después, en 1911, en el primer Congreso de la C.N.T., de los 62 sindicatos no catalanes presentes, 30 lo son de Zaragoza, que se configura ya como la segunda capital sindicalista. La implantación del Anarquismo, y posteriormente del Anarcosindicalismo, es temprana e intensa en Zaragoza y en la región aragonesa, y encontrará su instrumento organizativo adecuado en la Confederación Nacional del Trabajo.

Tras dirigir el activismo obrero de 1910 y 1911, la C.N.T. pasa a la clandestinidad y desaparece prácticamente, igual en Aragón que en el resto de España. La reorganización comienza en 1915 en el Congreso de El Ferrol, y en Zaragoza se produce a partir de febrero de 1916, siendo la capital aragonesa el escenario del acuerdo entre la U.G.T. (Largo, Besteiro, Barrio) y la C.N.T. (Pestaña, Seguí, Lacort) de fines del mismo año, que está en la base de la actuación conjunta de las dos poderosas sindicales durante los años siguientes.

Los efectos económicos de la Primera Guerra Mundial y la crisis económica a la que se enfrenta el proletariado español en la huelga general de 1917 son las condiciones apropiadas para un crecimiento de las organizaciones obreras en general y para la consolidación de la C.N.T. en Aragón. En el Congreso del madrileño Teatro de la Comedia de 1919 están representados 15.172 trabajadores aragoneses federados en la Confederación, y 8.926 en calidad de observadores no adheridos, que pronto pasarán en su mayor parte a incorporarse al sindicato: son un total de 24.098, de los que la mayor parte, casi veinte mil, corresponden a Zaragoza, repartiéndose los restantes entre Alcañiz, Barbastro, Binéfar, Calatayud, Épila, Graus, Lumpiaque, Monzón, San Juan de Mozarrifar, San Salvador, Sástago y Utebo; además de las federaciones locales, los sindicatos más potentes son el Sindicato Único Regional de Obreros Azucareros y Alcoholeros (7.800), el de la Construcción, el Sindicato Único de la Alimentación (3.007), el Metalúrgico (2.000), todo ello según las cifras proporcionadas por las actas del citado Congreso.

Durante estos años, la C.N.T. dirige una acentuada lucha social: en forma de huelgas, que hacen de Zaragoza una de las primeras capitales españolas en el número de horas de trabajo perdidas, y en forma de prácticas terroristas (129 delitos sociales en Zaragoza entre 1917 y 1923, con un saldo de 23 muertos entre patronos, obreros y fuerza pública); a la vez que desarrolla una estructura de propaganda y presencia social alrededor del Centro de Estudios Sociales y de una abundante prensa cuyo portavoz más significativo será Cultura y Acción.

La Regional de Aragón, Rioja y Navarra se configura como uno de los puntales básicos de la C.N.T., y organiza plenos y congresos nacionales o alberga frecuentemente al propio comité Nacional de la Confederación. Forzada a la clandestinidad durante los años de la Dictadura de Primo de Rivera, resurgirá con fuerza en los primeros días de la Segunda República Española (1931-1939), y en el Congreso Extraordinario de junio de 1931, en Madrid, el total de afiliados representados por organizaciones aragonesas era de 20.663, de los que unos 16.000 correspondían a la capital zaragozana, existiendo además representaciones de Albalate de Cinca, Ayerbe, Barbastro, Grañén, Huesca, Tardienta, Alcaine, Beceite, Épila, Novillas y Utebo. En 1936 los datos de la organización cifran el conjunto de la militancia en un número de 39.303 afiliados (23.561 en Zaragoza, 4.046 en Huesca y 1.961 en Teruel), quedando los espacios sindicales articulados en torno a una presencia mayoritaria de la C.N.T. en Zaragoza capital y en la provincia de Huesca, y a una mayor implantación de la U.G.T. en Teruel y en la provincia de Zaragoza. Durante la República, la C.N.T. aragonesa protagonizará intentos insurreccionales como los de diciembre de 1933, huelgas generales como la de abril de 1934, y un fuerte abstencionismo electoral, que alcanza a un 20% del electorado. En abril de 1936, la Conferencia de la Regional aragonesa se clausura con un mitin ante 15.000 personas.

El momento cumbre de la C.N.T. en la región aragonesa es la celebración del Congreso Nacional entre el I y el 10-V-1936, en el Teatro Iris zaragozano. Las perspectivas de la organización son inmejorables, por cuanto se incorporan sectores escindidos en 1934 y se propone la unión con la U.G.T. condicionada al mantenimiento de las posiciones largocaballeristas. Un mitin al que asisten 35.000 personas cierra el último congreso de la Confederación, semanas antes de que dé comienzo la Guerra civil.

La potente C.N.T. zaragozana no resiste el pronunciamiento militar del 18 de julio, pero alcanzará a protagonizar la organización económica y social del Aragón oriental hasta el verano de 1937 a través del Consejo de Aragón y de las Colectividades agrarias (1936-1938) de la producción y de la distribución en las comarcas orientales. Buena parte de los militantes y de los cuadros de la C.N.T. en el exilio francés que se inicia en 1939 serán aragoneses. Después de 1976, legalizada de nuevo la organización cenetista, la regional aragonesa ha perdido la hegemonía sindical que mantuvo hasta los días de la guerra civil, en favor de otras concepciones sindicales.


Fuentes