Programa Apolo

Revisión del 20:38 16 jul 2017 de Rosarino (discusión | contribuciones) (Rosarino movió la página Misiones Apolo a Programa Apolo sobre una redirección: nombre más común)
Misiones Apolo
Información sobre la plantilla
Apollo program insignia.jpg
Concepto:Comenzó en julio de 1960 cuando la NASA anunció un proyecto, continuación de las misiones Mercury, que tendría como objetivo el sobrevuelo tripulado de nuestro satélite para localizar una zona apropiada con vistas a un eventual alunizaje de astronautas

El programa estadounidense Apollo, además de haber llevado al hombre por vez primera a la Luna y de regreso a la Tierra, fue de una extraordinaria complejidad, y, entre todos los programas realizados, es el que se ha dado a conocer más ampliamente, con comunicación de datos técnicos cuantitativos y cualitativos, lo cual ha permitido valorar mejor lo que significan las misiones espaciales.

Historia

Es el nombre de un programa espacial americano, y de las astronaves que formaron parte de él, que el 20 de julio de 1969 consiguió llevar por primera vez al hombre a la Luna y que en el plazo de un trienio, desde 1969 a 1972, han posado sobre nuestro satélite natural 6 expediciones con un número total de 12 astronautas. Fue el presidente J. F. Kennedy, el 25 de mayo de 1961, en su mensaje anual al Congreso sobre el estado de la Unión, quien anunció que antes del final de la década, América llevaría un hombre al suelo lunar y le haría retornar a la Tierra sano y salvo. La astronave Apolo, con la cual se realizó la conquista de la Luna, estaba compuesta esencialmente de tres partes: Un módulo de mando de forma cónica, un módulo de servicio, con forma cilíndrica y un módulo de expedición lunar, también llamado LEM, iniciales de Lunar Excursion Module, con una forma característica de araña con cuatro patas.

Después de la Apolo 11, que llevó el primer hombre a la luna, se realizaron otras 6 misiones lunares. De ellas sólo una, la "Apolo 13", no pudo completarse con el alunizaje en nuestro satélite. Las otras misiones profundizaron en la exploración de la superficie lunar, valiéndose también de un vehículo llamado jeep o rover lunar. El programa Apolo se concluyó antes de lo previsto tanto por razones económicas, como porque ahora ya no aparecía suficientemente motivado a los ojos de la opinión pública. Si se prescinde de los costos de realización, es indudable que su contribución científica al conocimiento de nuestro satélite natural y a la evolución de las tecnologías astronáuticas fue enorme.

Descripción

El cohete portador de la misión era el Saturno V. Sus características eran las siguientes: altura del portador completo, 110 m; altura de la primera fase, 42,6 m; diámetro, 10 m; funcionamiento con propulsante líquido (oxígeno y keroseno); carga del propulsante al despegue, unas 1.000 t de oxígeno y 500 t de queroseno; el aparato de propulsión estaba constituido por 5 propulsores distintos, capaces de desarrollar en conjunto un empuje de 3.885 t con un consumo de unas 15 t/s; los 5 propulsores se disponían uno en el centro y los otros 4 sistemáticamente en torno al mismo.

La segunda fase tenía el mismo diámetro que la primera, pero con una altura de 25 m, y desarrolló un empuje máximo de 500 t. Llevaba a bordo una reserva de 372 t de oxígeno líquido y 72 t de hidrógeno líquido. Se trataba de un cohete particularmente avanzado, por cuanto era de notables dimensiones y funcionaba con oxígeno e hidrógeno, par de propulsantes bastante difícil de manipular pero de elevado rendimiento. La tercera fase, que funcionaba también con oxígeno e hidrógeno líquido pesaba, a plena carga, 225 t, y era capaz de ejercer un empuje de 100 t.

En la disposición general para el despegue, la estructura, de abajo arriba, estaba compuesta así: primera, segunda y tercera fases del cohete portador del módulo lunar protegidos por una envoltura cilíndrica formada por varios segmentos, el módulo principal de servicio, la cápsula propiamente dicha (módulo de mando) y, sobre todo ello, el dispositivo de seguridad, constituido por un cohete de propulsante sólido y un sistema de soporte. Tal estructura, de dimensiones muy moderadas respecto al complejo total, tenía la misión de salvar la cápsula en el caso que la primera fase, al comenzar el ascenso, se desviase de su ruta o estallara. En tal caso, la cápsula se hubiera separado del complejo y habría sido elevada por el cohete de seguridad para luego descender sustentada por paracaidas.

La partida del Apollo se efecuó con la técnica de la órbita de espera. La primera fase permaneció activa durante 2,4 minutos, e imprimió al complejo una aceleración energética. En esta fase los astronautas cuatro veces y media más, lo que constituía un inconveniente para el aparato circulatorio, pero que no provocó trastornos. Unos 12 minutos después del lanzamiento, el apollo entró en órbita y se desprendió de la segunda fase. En la órbita de espera permanecían la cápsula, el módulo principal de servicio, el módulo lunar (aún protegido) y la tercera fase del portador. En el caso del Apollo 11 la tercera fase fue encendida unas 2 horas después del despegue y permaneció en funcionamiento durante 6 minutos, elevando el vehículo a la velocidad de liberación. En ese punto cabe distinguir el funcionamiento de la tercera fase en dos períodos: el primero con el fin de que el complejo alcanzara la velocidad orbital, para lo cual no bastaban los impulsos de las dos primeras fases y el segundo período correspondía al paso de la velocidad orbital a la de liberación.

Módulo lunar

Partes del módulo lunar

La primera maniobra consistió en la separación del conjunto formado por la cápsula propiamente dicha y el módulo principal de servicio provisto de un aparato propulsor y de chorros de orintación destinados a variar la posición del vehículo. Así se veían dos vehículos en la misma trayectoria que viajaban a la misma velocidad y a poca distancia uno de otro. Entonces se efectuaron otras maniobras: el módulo lunar o ML, todavía unido a la última fase comienza a realizar una serie de maniobras con la que concluye una en la que éste da un giro de 180º. Una vez efectuadas las maniobras preparatorias indicadas, la cápsula y ML permanecieron unidos uno a otro hasta el momento de la separación de las alas de protección que los unía al otro módulo de servicio.

El ML tenía una estructura típicamente definida por funciones a desarrollar y sin formas aerodinámicas. Pesaba 14 t a plena carga y su altura era de 7 m. Considerándolo posado sobre la superficie lunar estaba constituido de arriba abajo, de la siguiente manera: en la parte superior, la zona de permanencia, con las dimensiones de la cabina de un ascensor pequeño , para tres astronautas con sus pesados equipos protectores; también ahí estaban instalados, el aparato de radio de a bordo y un ordenador electrónico para la dirección del vehículo y la terminación de la trayectoria. Por debajo de la zona de permanencia había un aparato propulsor destinado a permanecer unido, y un sistema de chorros de dirección. Tal conjunto constituía la fase de ascenso del módulo lunar, el cual, durante el descenso hacia la Luna, y en su permanencia en ella, se mantuvo unido a la fase de descenso del ML, constituida por un segundo aparato propulsor mayor terminado en 4 patas de apoyo.

Alunizaje

Una vez ubicado en una órbita de trayectoria fija alrededor de la Luna, el ML se separa del módulo de servicio, quedando en su interior un astronauta, y el resto dentro del ML. El impulso del módulo debía ser de entre 1,5 y 3 t para lograr que el ML lograra alunizar suavemente a unos 9 km/h. Las patas de apoyo estaban provistas de sensores telescópicos para poder situar exactamente en posición vertical todo el ML para segunda fase de ascenso o despegue. Después del alunizaje los astronautas salieron de la zona de permanencia y descendieron por una escalerilla. Efectuaron su trabajo que pudo prolongarse durante varias horas, protegidos por escafandras especiales equilibradas térmicamente y provistos de instalación de respiración autónoma, visor con filtro UV y radio. Luego regresaron a la zona de permanencia y accionaron el sistema propulsor de la fase de ascenso, que había de conducirlos a una órbita para unirse al vehículo constituido por la cápsula y el módulo de servicio. Una vez concluida la operación los astronautas ingresan a la cápsula donde había permanecido el tercero y la fase de ascenso del ML fue abandonada. Luego el vehículo dotado de sistemas de orientación adquirió una posición correcta y aumentó la velocidad, tomando una trayectoria de regreso a la Tierra.

Regreso a la Tierra

La entrada en la atmósfera se realizó con la conocida técnica de que el complejo constituido por la cápsula y el módulo de servicio se orientan de modo que el propulsor de este ejerza un impulso de frenado, después de lo cual el módulo de servicio es abandonado. La cápsula penetra entonces atravesando las capas superiores de la atmósfera protegida por el escudo térmico y en el último tramo desciende suspendida por paracaídas hasta su impacto con el mar. La simple descripción de las misiones Apollo y las cifras reveladas permiten valorar su extrema complejidad y proporcionan una escala de las dimensiones y los medios utilizados en la atmósfera.

Impacto medioambiental durante las misiones

La NASA estudió los posibles efectos de las misiones Apolo sobre el medioambiente en distintos aspectos como, por ejemplo, el ruido o la radiación nuclear, concluyendo que las misiones no tenían un impacto significativo sobre el medioambiente.

Atmósfera

En relación al impacto sobre la atmósfera, se vio que los productos expulsados por la primera etapa del cohete Saturno V durante el lanzamiento estaban dentro de un amplio margen de seguridad. En altitudes bajas, donde la posible toxicidad era motivo de preocupación, el Monóxido de Carbono se oxida a dióxido de carbono cuando se expone a la alta temperatura del aire circundante. Las cantidades liberadas estaban dos o más órdenes de magnitud por debajo de los niveles de seguridad de aquel momento. La segunda y tercera etapa del Saturno V sólo generaban agua y una pequeña cantidad de hidrógeno. La pérdida de combustible sólido o de otros productos se lanzaban y dispersaban rápidamente en la parte alta de la atmósfera (altitudes superiores a 70 kilómetros). Este material nunca llegaba al mar y, por tanto, no representaba ningún peligro de contaminación.

Mar

Los estudios sobre posibles impactos medioambientales en el mar expusieron que en caso de tener que abortar la misión justo después del lanzamiento, algo del combustible (queroseno) podría llegar al Océano Atlántico. Sin embargo, la toxicidad de este combustible es leve y su impacto en la vida marina y las aves acuáticas se consideró insignificante debido a sus características de dispersión. Se hicieron unos cálculos más precisos y midieron que la dispersión y la evaporación del combustible se producía entre una y cuatro horas.

Ruido

Respecto a los niveles de ruido, se concluyó que solamente había dos momentos durante las misiones Apolo en los que los niveles de presión sonora superaban lo permitido. Estos dos momentos ocurrían, uno durante la fase inicial del lanzamiento en los que el cohete estaba aún en la plataforma, y dos, durante la explosión sónica cuando la nave entraba de nuevo en la atmósfera terrestre de vuelta de la Luna. Esto, realmente, no suponía una molestia significativa ya que se producía sobre el Océano Pacífico central. La NASA y el Departamento de Defensa afirmaron que los lanzamientos de los cohetes Saturno V no tenían efectos nocivos sobre la fauna salvaje de las áreas protegidas de la Isla Merritt en donde se encuentra Cabo Cañaveral.

Radiación nuclear

Existía una posible fuente de riesgo de radiación en la cápsula de combustible del generador termoeléctrico de radioisótopos, que proporcionaba energía eléctrica para los ALSEP (Apollo Lunar Surface Experiments Package). De cualquier forma, la cápsula se diseñó de modo que no hubiera contaminación como resultado de un accidente más o menos previsible.

Beneficios

Por una parte, está la perspectiva científica en la que se puede afirmar claramente que el Programa Apolo no valió la pena puesto que, a pesar de que las misiones Apolo proporcionaron mucha información valiosa sobre la Luna, resulta evidente que se podría haber conseguido con mucho menor riesgo y a un coste muy inferior por medio de sondas y robots. Existe otro punto de vista para poder ver si mereció la pena todo este esfuerzo de tiempo, dinero y personal, se trata de la perspectiva tecnológica. Claramente podemos afirmar que si valió la pena ya que se avanzó en campos como la computación, la aeronáutica, los nuevos materiales, las comunicaciones, la miniaturización, etc. Y es que, para que Neil Armstrong pudiera pisar nuestro satélite, fue necesario desarrollar un montón de tecnología nueva que posteriormente, mediante lo que se conoce como spin-off o transferencia de tecnología espacial, se aplicaría al mundo civil.

Principales transferencias

  • Ropa con refrigeración interna: Los astronautas del Apolo llevaban un traje con un sistema interno para refrigerar su temperatura corporal mientras caminaban por la Luna. Hoy en día esa tecnología se utiliza para los pilotos de carreras, técnicos en reactores nucleares, trabajadores de astilleros navales, enfermos de esclerosis y niños con trastornos genéticos como la displasia ectodérmica anhidrotica.
  • Máquina para la diálisis renal: Derivada de un proceso químico desarrollado por NASA para eliminar toxinas. El proceso ahorra electricidad y elimina la necesidad de un suministro continuo de agua permitiendo al paciente una mejor calidad de vida.
  • Aparatos para el entrenamiento físico: Un aparato que utilizaban los astronautas para mejorar su condición física y cardiovascular en el espacio llevó a desarrollar una terapia física y un aparato de gimnasia que utilizan deportistas y enfermos en centros de rehabilitación.
  • Diseño y fabricación de zapatillas de deportes: La tecnología y los materiales utilizados en las botas de los trajes de los astronautas del Programa Apolo sirvieron para mejorar el diseño de las suelas principalmente y los procesos de fabricación de las zapatillas de deporte.
  • Materiales aislantes: Muchos de los aislantes utilizados en viviendas están hechos con unas finas capas de aluminio (u otro tipo de metales) puestos sobre mylar. Este material protegió del calor y la radiación a los astronautas y a los instrumentos delicados de las naves Apolo. Otra aplicación de estos materiales se utiliza en los embalajes de alimentos o en las mantas térmicas de emergencia.
  • Filtros de agua: La tecnología de purificación del agua utilizada en el Programa Apolo permitió el desarrollo de multitud de aplicaciones para eliminar bacterias, virus y algas en los sistemas de abastecimiento de agua y en las torres de refrigeración.
  • Comida liofilizada: La comida liofilizada resolvió el problema de la alimentación en el espacio, sobre todo en los viajes de larga duración como fueron las misiones Apolo. La comida liofilizada conserva los nutrientes y el sabor además de ocupar menos espacio en la nave.
  • Mantenimiento de los alimentos ya cocinados: Muchos hospitales utilizan, para conservar los alimentos calientes así como también el valor nutricional y la apariencia visual de los mismos, un sistema basado en los circuitos eléctricos de la época del Programa Apolo. Otra ventaja adicional es el ahorro de energía en el proceso como consecuencia de los requerimientos exigidos para el programa espacial tripulado.
  • Detector de gases peligrosos: Mediante un retro reflector hueco (espejo que refleja la luz y la radiación hacia la fuente) se permite detectar la presencia de gases peligrosos en refinerías, plataformas petrolíferas, industrias químicas, etc.
  • Mejora en lubricantes: Se mejoraron los revestimientos y los procesos de protección de los metales frente a la corrosión.
  • Los edificios ecológicos utilizan tejidos espaciales: El tejido utilizado en los trajes espaciales del Programa Apolo se utiliza para crear cubiertas de edificios. Se trata de un material económico y respetuoso con el medio ambiente.
  • Aislantes para proteger los oleoductos: Una espuma de poliuretano desarrollada para proteger a los naves Apolo se utiliza como aislante en los oleoductos ya que controlar la temperatura es fundamental para poder mantener la fluidez del crudo.
  • Tejidos para proteger a los bomberos: Después del accidente del Apolo 1, en la que murieron 3 astronautas, la NASA desarrolló unos tejidos especiales resistentes al fuego que hoy en día se siguen utilizando, no solo para proteger a los bomberos sino también a deportistas, soldados, etc.

Sospechas conspirativas alrededor de las misiones lunares

El 27 de enero de 1967, los astronautas Virgil Grissom, Edward White y Roger Chaffee mueren asfixiados dentro del modulo de comando de la Mision Apolo 1 como consecuencia de un súbito incendio mientras ejecutan pruebas de rutina pocas semanas antes del lanzamiento en la plataforma 34 del Centro Espacial Kennedy en Florida. A seis años de haber colocado los EE.UU. su primer hombre en el espacio y tras una escalada de nuevos y riesgosos logros cualquier tragedia era temida pero las circunstancias de esta al ocurrir en tierra provocaron perplejidad. A pesar de este grave accidente que origino una demora adicional de mas de un año en el programa espacial, el 20 de julio de 1969 los astronautas estadounidenses Neil Armstrong y Edwin E. Aldrin Jr., de la mision Apolo 11 lanzada al espacio por un cohete Saturno V, se convierten en los primeros hombres en pisar la luna asombrando al mundo.

Pocos años mas tarde en 1974 en EEUU, William Charles Kaysing, ex-empleado de un proveedor del programa espacial denuncia por primera vez en su sorprendente libro autoeditado bajo el titulo de "Nunca hemos ido a la Luna", que el programa espacial Apolo ha sido un engaño y que sus derivaciones conspirativas le habrian costado la vida, entre otros, a los tres astronautas de Apolo I[1]

En 1978, a pesar de que la teoria de Kaysing luce inverosimil, el director Peter Hyams en su film Capricornio Uno recrea una historia similar en donde la primera mision tripulada a Marte esconde un fraude que lleva a que la nave parta sin tripulantes y a que estos sean llevados a un lugar secreto en donde simularan ante las camaras de TV el logro de su exitosa mision. Al trascender las sospechas sobre el plan, el gobierno llega a extorsionar a los tres astronautas hasta con la muerte de sus familias para llevarlo adelante.

Para mediados de los años 80 las cuestiones relacionadas con el espacio, entre otras, han continuado enrareciendose, al menos para un cierto numero de observadores. Pero es durante los años 90 cuando esta teoria conspirativa, hasta entonces deliberadamente ignorada en forma oficial comienza a propagarse por el mundo, lo cual obliga a las autoridades a contrarestarla. El desafio no es menor en una epoca en donde la palabra oficial frecuentemente devaluada debe confrontar con teorias controversiales utilizadas por diversos medios como recursos sensacionalistas para ganar audiencia.

La teoria de Kaysing cuyas convicciones lo acompañaran hasta su muerte en abril de 2005, logra durante estos años un numero significativo de seguidores algunos de los cuales engrosan sus sospechas destacando nuevas inconsistencias en las misiones lunares. En febrero de 2001 la cadena televisiva FOX emite un programa especial en los EE.UU. en horas de alta audiencia titulado "Conspiracy Theory: DID WE LAND ON THE MOON?" confrontando posiciones de escepticos y creyentes. La cuestion escala entonces hasta su punto mas alto incomodando seriamente a la NASA que llega incluso a evaluar la conveniencia de patrocinar un libro para desmistificar el asunto. Entretanto en los meses y años siguientes, grupos de escepticos algunos de cuyos miembros exhiben credenciales cientificas rebaten en profundidad las supuestas evidencias, no obstante lo cual la controversia aun perdura.[2]

Este cumulo de cuestionamientos sobre cuestiones estrictamente tecnicas ha sido salvado, con mayor o menor solvencia durante estos años por los refutadores de la teoria conspirativa de los viajes lunares. Sin embargo las sospechas siguen sin poder disiparse por dos cuestiones hasta el momento no cumplimentadas que podrian poner fin a las mismas. Por un lado el contar con imagenes captadas desde la tierra por un telescopio lo suficientemente poderoso como para mostrar en la superficie lunar los equipos y el instrumental abandonado por las misiones y por el otro la realizacion de nuevas misiones tripuladas a la Luna, un objetivo muchas veces anunciado pero esquivo como un espejismo.

La teoria del fraude mas alla de las inconsistencias denunciadas de diversas fotografias y videos y de desafios tecnicos presuntamente insuperables, presenta algunos problemas serios. Por un lado el exito de lo que habria sido la conspiracion de mayor alcance de la historia supondria haber contado por razones inimaginables con la complicidad de la Union Sovietica debiendo descartarse la posibilidad de un engaño dado sus reconocidos recursos de espionaje. Por otro lado el acarreo de cerca de 400 kilogramos de rocas lunares, aun considerando la posible utilizacion de naves automatas recolectoras resultaria inverosimil por multiples motivos, ademas resulta muy dificultoso poder explicar las heroicas peripecias de Apolo 13 en una secuencia de ficciones como las imaginadas en el supuesto de que ninguna de las tripulaciones hubiera abandonado nunca la orbita terrestre. Sin embargo no todo luce diáfano en torno al programa Apolo.

Derivaciones conspirativas

La subita determinacion demostrada por el presidente John F. Kennedy a pesar de los reparos de su propios colaboradores para llevar adelante la conquista de la Luna sin reparar en costos, la celeridad y efectividad con que a partir de la tragedia de Apolo I se sucedieron los avances del programa espacial hasta concretar el primer alunizaje, la aparente resignacion de los sovieticos al ceder su hasta entonces ostensible liderazgo en la carrera espacial y en particular los 35 largos años transcurridos desde la ultima mision lunar en 1972 sin que se realizara ninguna otra mision tripulada sugieren que probablemente sigamos sin saber lo mas importante acerca de los antecedentes y las consecuencias derivadas de la mayor hazaña tecnologica concretada por la humanidad hasta el presente.

Las teorias conspirativas han sugido en los EE.UU. a a mediados de los 70 tras una decada signada por hechos conmocionantes y oscuros. El asesinato del presidente Kennedy, el de su hermano Robert aspirante a la presidencia y del lider de los derechos civiles Martin Luther King ademas del falseamiento de hechos que condujeron a la mayor escalada belica en el conflicto de Vietnam tras el incidente del Golfo de Tonkin, sucesos todos estos rodeados de circunstancias lo suficientemente sospechosas como para suponerlos ligados a conspiraciones gestadas en el entorno del propio gobierno estadounidense y coronados en 1974 por la historica renuncia del presidente Richard Nixon debido a motivos igualmente comprometedores.

En este contexto pero desde otro ambito, similares sospechas se han ido incubando sobre otro tipo de conspiraciones. La persistencia de enigmaticos e inexplicados fenómenos en los cielos y en la tierra que vienen sucediendose desde hace decadas alimentan la inquietud de que los mismos puedan evidenciar una actividad inteligente extraterrestre ocultada por la NASA y por el propio gobierno de los EE.UU. lo cual llevó a muchos a poner bajo escrutiñio sus actividades hasta lo impensable.

Los sostenedores de la teoria de que los astronautas de la misiones Apolo nunca alunizaron parecen descartar la posibilidad de que tras las evasivas, inconsistencias e interrogantes sin respuestas se escondan cuestiones trascendentales imposibles de ser reveladas, hipotesis por el momento compartida por algunos investigadores[3]Es en esta direccion en la que las circunstancias de la gestacion del programa estadounidense, la resignacion sovietica y el desestimiento a enviar nuevamente hombres a la Luna podria cobrar sentido.

En julio de 2008 el veterano astronauta estadounidense Edgar Mitchell, el sexto hombre en caminar en la luna en 1971 como piloto del modulo de descenso de la mision Apolo 14 ha dado un paso mas en esta misma direccion al reiterar en una entrevista realizada en la British Kerrang! Radio su conviccion respecto a la existencia desde hace al menos 60 años de evidencias extraterrestres conocidas por la NASA y por su gobierno e incluso de contactos encubiertos realizados con extraterrestres lo cual ha podido confrontar con fuentes confiables.

Cuatro años antes, en febrero de 2004 el reconocimiento por parte de la NASA del extravio de los videos originales de tres horas de grabacion correspondientes al alunizaje de Apolo 11, de exhibicion restringida dentro de la NASA en su momento, pone a esta en una situacion muy embarazosa. La exhibicion de este material que se suponia archivado, prometia convertirse por la calidad de sus imagenes, superiores a todo lo conocido hasta el momento sobre la mision, en un tributo adecuado con motivo de la celebracion del 35 aniversario de la proeza espacial. Los creyentes en la conspiracion sospechan que tambien podria haberse convertido en un nueva fuente de polemicas; de alli su desaparicion.

Listado de misiones Apolo

Misión Vehículo(s) Cohete lanzador Lanzamiento Duración Tripulación Hitos
Apolo 1
C.S.M CSM-012 Saturno IB Gus Grissom, Edward White y Roger Chaffee Fracaso
Apolo 4
C.S.M CSM-017 Saturno V No tripulada Éxito
Apolo 5
L.M. LM-1 Saturno IB No tripulada Éxito
Apolo 6
C.S.M CM-020 SM-014 Saturno V No tripulada Éxito
Apolo 7
C.S.M. CSM-101 Saturno IB 11 de octubre de 1968 260 h 8 min 58 s Walter Schirra, Don Eisele y Walter Cunningham Éxito. Misión tripulada de prueba; pruebas del rendimiento del cohete Saturno y su interacción con la tripulación
Apolo 8
C.S.M. CSM-103 Saturno V 21 de diciembre de 1968 147 h 0 min 42 s Frank Borman, James Lovell y William Anders Éxito. Primer vuelo tripulado que escapó de la gravedad terrestre
Apolo 9
C.S.M. Gum Drop L.M. Spider Saturno V 3 de marzo de 1969 241 h 0 min 54 s James McDivitt, David Scott y Russell Schweickart Éxito. Primera prueba del vehículo en configuración lunar (CSM/LM/Saturno V)
Apolo 10
C.S.M. Charlie Brown L.M. Snoopy Saturno V 18 de mayo de 1969 192 h 3 min 23 s Thomas Stafford, John W. Young y Eugene Cernan Éxito. Ensayos de separación y acoplamiento en órbita lunar entre el Módulo de Mando y el Módulo Lunar
Apolo 11
C.S.M. Columbia L.M. Eagle Saturno V 20 de julio de 1969 195 h 18 min 35 s Neil Armstrong, Edwin E. Aldrin y Michael Collins Éxito. Primer descenso lunar (en el Mar de la Tranquilidad)
Apolo 12
C.S.M. Yankee Clipper L.M. Intrepid Saturno V 14 de noviembre de 1969 244 h 36 min 25 s Charles Conrad, Richard Gordon y Alan L. Bean Éxito. Aterrizaje de precisión sobre la Luna, en las cercanías de la sonda Surveyor 3
Apolo 13
C.S.M. Odissey L.M. Aquarius Saturno V 11 de abril de 1970 142 h 54 min 41 s James Lovell, Fred Haise y John Swigert Éxito parcial. Una explosión de uno de los tanques de oxígeno del Módulo de Mando
Apolo 14
C.S.M. Kitty Hawk L.M. Antares Saturno V 31 de enero de 1971 216 h 1 min 59 s Alan B. Shephard, Stuart A. Roosa y Edgar Mitchell Éxito. Primer aterrizaje de una tripulación sobre una región montañosa (Fra Mauro)
Apolo 15
C.S.M. Endeavour L.M. Falcon Saturno V 26 de julio de 1971 295 h 11 min 53 s David Scott, James B. Irwin y Alfred Worden Éxito. Primera misión que utiliza el «rover lunar»; primera colocación de un subsatélite en órbita lunar.
Apolo 16
C.S.M. Casper L.M. Orion Saturno V 16 de abril de 1972 265 h 51 min 5 s John Young, Thomas Mattingly y Charles Duke Éxito. Primera utilización de la Luna como observatorio astronómico.
Apolo 17
C.S.M. America L.M. Challenger Saturno V 7 de diciembre de 1972 301 h 51 min 59 s Eugene Cernan, Ronald Evans y Harrison Schmitt Éxito. Récords de estancia en la Luna, de mayor tiempo en órbita lunar, de tiempo en salidas extravehiculares, del uso del «rover», de mayor distancia recorrida y mayor recogida de muestras lunares de todas las misiones Apolo
Apolo SL 2
Saturno IB 25 de mayo de 1973 Charles Conrad Jr., Paul J. Weitz y Joseph P. Kervin Éxito. Misión SL-2. Primera tripulación de la estación espacial Skylab.
Apolo SL 3
Saturno IB 28 de julio de 1973 Alan L. Bean, Jack R. Lousma y Owen K. Garriott Éxito. Segunda tripulación de la estación espacial Skylab.
Apolo SL 4
Saturno IB 16 de noviembre de 1973 Gerald P. Carr, William R. Pogue y Edward G. Gibson Éxito. Tercera tripulación de la estación espacial Skylab.
Apolo Soyuz
Saturno IB 15 de julio de 1975 Thomas Sttaford, Vance Brand y Deke Slayton Éxito

Imágenes extrañas que obtuvieron los astronautas de las misiones Apollo

Dejando a un lado las polémicas sobre las conspiraciones lunares, vamos a da un giro de tuerca y ahondar en los misterios de las fotos que tomaron los astronautas de las misiones Apollo (entre las más famosas la XI por el alunizaje y la XIII por su accidente). Muchas de las anomalías de estas fotos han sido explicadas y muchas otras esperan una explicación.

Referencias

  1. Ademas de las sospechas sobre la muerte de Virgil Grissom, Edward White y Roger Chaffee se suma la sospecha sobre un accidente en el cual muere el ingeniero de la NASA Thomas Baron poco despues de haber declarado ante una comision investigadora del Congreso
  2. Las cuestiones mas polemicas estan relacionadas con las imagenes tomadas en la superficie lunar que con el correr de los años siguen siendo examinadas en detalle sugiriendose que han sido recreadas en otros escenarios
  3. Uno de los mas conocido investigadores es Richard C. Hoagland quien viene sosteniendo que no obstante haberse concretado los alunizajes algunas inconsistencias obedecen al proposito de encubrir la presencia de naves, bases subterraneas y ruinas de construcciones extraterrestres en la Luna.

Véase también

Enlaces externos

Fuentes