Antoine Malet

Antoine Malet de Coupigny
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NombreAntoine Malet de Coupigny
NacimientoArras en el Artois-Flandre, Bandera de Francia Francia
Fallecimiento12 de junio de 1825
Madrid, Bandera de España España

Antoine Malet de Coupigny. Mariscal de Campo Marqués de Coupigny. Por su condición de noble fue admitido en 1776 como Cadete en el Regimiento de Reales Guardias Walonas. Recorre toda la escala de mando desde Cadete, y siendo elegido Alférez, pasaría sucesivamente a Segundo Teniente, y en virtud de los méritos alcanzados ese primer año en las intervenciones fronterizas en Conflent, durante la retirada de la localidad de Aigues Tortes, en el puente de Sant Feliú y durante la batalla de Plá de Trullàs, fue ascendido a Primer teniente con grado de Coronel.

Síntesis biográfica

Nació en Arras en el Artois-Flandre. Procedía de una familia noble que disfrutaba de los Señoríos de Fouquières-les-Lens y de Noyelles. Eran condes de Henu y desde agosto de 1765 marqueses de Malet de Coupigny.

Como tantas otras familias de la nobleza francesa, a raíz de la Revolución francesa en 1789, hubieron de huir en busca de la seguridad que otras naciones pudiesen aportarles. Unos eligieron España, Italia, Alemania, América y otros Gran Bretaña. Entre los que se decidieron por esta última nación estuvo la familia de los marqueses de Coupigny.

Trayectoria

Desde Gran Betraña muy probablemente Antoine se trasladó a España, donde en consideración a su calidad de noble fue admitido en 1776 como Cadete en el Regimiento de Reales Guardias Walonas, participando en las campañas de 1781-1782 en el sitio de Gibraltar, donde el general Castaños le encargó de la defensa del Campo de San Roque.

Se incorporó a la campaña de Cataluña, entre los años 1793 y 1795, donde muy pronto se distinguió Coupigny, y fue ayudante de Juan Miguel de Vives y Feliu, Quartel Maestre General de aquel Ejército.

En la campaña siguiente, en 1794, actuando más al Noreste español se comportó brillantemente durante el asedio y asalto a la ermita de la Magdalena, los días 16 y 17 de noviembre, situada en un cerro entre el camino Real de Tarrasa a Sant Llorenç de Muga, que le valió el nombramiento de Ayudante Mayor; Siguiendo instrucciones del General Ricardos, eligió los emplazamientos y dirigió la construcción de fortificaciones en todo el Rosellón, lo que permitiría a las tropas del general Ricardos, disponer de unos extraordinarios refugios durante el crudo invierno de 1795, ascendiendo a Capitán provisional en 1795. Pasó a incorporarse como tal al Cuartel general del José de Urrutia, y posteriormente continuó a las del marqués de La Romana, participando de modo muy distinguido en las acciones de Bañolas, Estella y Pontón lo que le supondría ser ascendido a Brigadier.

Nombrado Capitán efectivo en 1797 se incorporó a la división que bajo el mando del general Ventura Escalante se ocuparía de la vigilancia y contención de cualquier eventual desorden que pudiera suceder entre España y Portugal, a raíz de que el Príncipe de la Paz hubiera permitido el trasiego de tropas francesas a través de España, ocupándose de la estrategia a adoptar para la posible ocupación de territorios portugueses, correspondiéndole a Coupigny hacerlo sobre las provincias del tercio Norte de Portugal, entre los ríos Miño y Douro, así como de las tierras fronterizas españolas, especialmente las de Galicia, llegando a posesionarse como Comandante de aquella vanguardia, de las plazas de Olivenza y la fronteriza Juromenha, primera localidad portuguesa.

Durante su permanencia en esta División, fue jefe interino del E. Mayor del General-marqués de Solano. Ante la nula represalia portuguesa contra España, y visto que aquellas tropas habían ido allí preventivamente, el marqués de La Romana le designaba en 1799 para encargarse de la ocupación de la isla de Menorca, tratando de arrebatársela al enemigos los británicos.

Inicio de la guerra

En 1808, al inicio de la guerra contra los franceses, fue nombrado Mariscal de Campo, y poco después, ese mismo año Teniente general, hallándose al frente de su división en Andalucía, ocupándose de realizar maniobras de distracción ante las tropas del general Dupont que se hallaban en Córdoba, mientras él mantenía su Cuartel general en Utrera.

Prosiguen en pos de las franceses, destruyendo su sistema de comunicaciones, interfiriendo las consignas y paralizando alguno de sus movimientos. Durante las acciones precedentes a la que fue batalla definitiva, nos referimos a Bailén, Coupigny acosó a las tropas de Dupont, obligándoles a dirigirse al lugar que había fijado el general Castaños.

En 1809 le veremos intervenir en las acciones de Tudela, en la recuperación de las tropas de Cataluña, que puestas bajo su mando muy pronto olvidarían los malos tragos de Casa de Deu, Llobregat y Valls.

Sus dotes organizativas las puso de manifiesto al acordar con el general Blake, que mandaba sus tropas en Aragón, la actuación conjunta de ambas fuerzas, aprovechando para mejorar la fortificación de las plazas de Cardona, Hostalrich, Lérida, Tarragona y Tortosa. Esta actividad, y la capacidad demostrada para la coordinación de trabajos y no descuidar la atención de los campos militares, supuso que en 1810 la Junta de Sevilla le nombrase Cuartel-Maestre General del V Ejército, al mando del marqués de La Romana.

En este tiempo comienza la relación entre el que luego sería presidente de la República Argentina, José de San Martín, puesto que fue nombrado ayudante de Coupigny, que en aquel momento estaba al mando del V Ejército de Cataluña, pasando por corto espacio de tiempo al de Extremadura, para participar en la defensa de Badajoz, aunque al rendirse la plaza, siguieron por el expedito camino a Lisboa, desde donde prosiguieron hasta Cádiz, a donde llegaron a mediados de 1811, cuando ya las Cortes estaban en plena ebullición. Inmediatamente fue nombrado Coupigny para el mando del 4° Ejército, quedando encargado de la defensa de las islas de San Fernando y la gaditana, motivo por el que le encontramos al mando de las tropas que se encuentran en la isla de León.

En febrero de 1812 fue políticamente nombrado Capitán General de Baleares, al tener el Gobierno español, necesidad de una impetración mayor con los generales británicos, aunque fueron mayores los problemas que originaron su comportamiento con el general Whittingham y su segundo, el marqués de Vivot, durante el periodo de organización de la División Mallorquina, prevista para acudir en socorro de Cataluña y Valencia, y que Coupigny dificultó cuanto pudo su formación, alojamiento y hasta el avituallamiento.

Coupigny, quizás debido a sus orígenes se sentía absolutista, especialmente por los sucesos que luego originaron los que hicieran la Revolución francesa, por lo que a pesar de todo lo que veía, fue un fiel desarrollador de las teorías de Fernando VII sometiendo las islas Baleares a una fiera muestra de absoluto poder entre 1814 y 1820.

Muerte

Falleció en Madrid el 12 de junio de 1825.

Fuente

  • Antoine Malet de Coupigny
  • Ovilo y Otero, Manuel. (1849). Historia de las cortes de España y biografías de todos los diputados y Senadores más notables contemporáneos. M. Imp. D. B. González.