Arquitectura bizantina
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Arquitectura bizantina. Término que se utiliza para hacer referencia a la civilización perteneciente a la antigua ciudad de Bizancio, más tarde refundada por Constantino en el año 330 y llamada Constantinopla. Se conoce como el estilo arquitectónico, influenciado por varios aspectos culturales, que se derivaron de la tradición helenística; manteniendo con el tiempo sus distinciones básicas. El lenguaje arquitectónico bizantino incluye caracteres sirios, persas y egipcios, relacionado con las áreas donde se extendió esta civilización. Dicha arquitectura estaba enfocada esencialmente a la religión, asegurando la salvación del espíritu para el hombre.
Cuando se alude al arte bizantino, no solo se refleja en las formas expresadas en Constantinopla, sino también todo el trabajo capilar realizado por los monjes y ermitaños por todo el imperio. Por esta razón esas expresiones arquitectónicas mantienen aún su encanto particular, expresado en los edificios sagrados donde se refleja la tensión del hombre hacia Dios. Por otro lado, la arquitectura bizantina fue de tipo oficial, en función de las relaciones del poder eclesiástico con el poder civil, que se sustentaba con el apoyo de la Iglesia.
Sumario
Historia
La arquitectura bizantina dominó la mitad oriental del Imperio Romano durante el reinado de Justiniano el Grande, que floreció con el uso extenso de mosaicos interiores, y como característica definitoria marcada, tienen el uso de una cúpula elevada, resultado de las últimas técnicas de ingeniería del siglo VI. Estas influencias se extendieron durante siglos, desde el año 330 hasta la caída de Constantinopla en 1453.
Las zonas de mayor presencia de la arquitectura bizantina se corresponden con los territorios de las actuales Turquía, Grecia, Bulgaria, Rumania, Siria, Palestina, Israel y extensas partes de Italia. También como consecuencia de la expansión del cristianismo entre los pueblos eslavos partir del siglo VIII por la Iglesia Ortodoxa bizantina, la arquitectura bizantina se agrandó por las actuales Ucrania, Rusia hasta Arabia y Bielorrusia, traspasando algunos de sus elementos arquitectónicos ejemplo de ello las cúpulas abulbada, y esto lo convirtió en una muestra de identidad de las iglesias ortodoxas, que han sido mantenidas hasta la actualidad.
Influencias de la arquitectura bizantina
Las migraciones, acompañadas de artistas y de diversos otros tipos de personas, habrían influenciado en la misma. La arquitectura romana traspasó fuertes influencias de diversos estilos arquitectónicos, a la arquitectura bizantina, muchos de estos estilos procedentes de la zona de Oriente Medio. También la icónica arquitectura morisca, erigida por los musulmanes en España, durante la época medieval, se cita como inspirada en la arquitectura bizantina. El estilo continuó floreciendo en los países ortodoxos durante mucho tiempo e impactó directamente la evolución de la arquitectura allí. Dicho estilo se propagó a algunas culturas posteriores.
Enfoque y estilo
Lo que hoy se llama arquitectura bizantina, es en gran medida eclesiástico, debido a que todo está relacionado con la iglesia. Con la libertad religiosa adquirida gracias a que el emperador romano Constantino, anunció su propio cristianismo, dándole una legitimidad a la nueva religión, permitió que los cristianos no fueran perseguidos rutinariamente. Esto les brindó una libertad religiosa, que les abría las puertas para adornar sus construcciones, ser creativos y sin recibir amenazas en aras de la religión.
Con este enfoque religioso, era de esperarse que los bizantinos se destacaran en este estilo de arquitectura religiosa, principalmente con su mayor logro paradigmático, reflejado en la magnífica Catedral de Santa Sofía en el siglo VI, siendo un ícono emblemático de su arquitectura. Esto trajo consigo que se hiciera inminentemente necesario la expansión de lugares de culto y nuevos enfoques para el diseño de edificios, también unos de los ejemplos más notables de este estilo arquitectónico es el Gran Palacio de Constantinopla y sus muros, entre otros.
Características
Esta arquitectura es variada y monumental. La misma mantuvo diversos elementos de la arquitectura romana y de la paleocristiana oriental, enfocado en muchos materiales que utilizaban para sus construcciones. En sus trabajos predominan el uso de ladrillos en sustitución de la piedra, también el uso masivo de mosaicos muy fastuosos en sus trabajos interiores, como elementos decorativos sustituyendo las esculturas. Los muros externos son sombríos, con acabado natural.
Algunas de las características distintivas de la arquitectura bizantina es el empleo sistemático de las cúpulas, valiéndose de las experiencias previas sirias y sasánidas. Estas dan mayor elevación a los edificios realzándolos. En conjunto con esto, emplearon un sistema que les permitía conjugar el uso constructivo para dichas cúpulas, con un soporte de planta cuadrada permitiéndoles el remate mediante un tambor en una cúpula redonda, y en muchas ocasiones con prolongación de un alero ondulado.
Los bizantinos llegaron a construir cúpulas de proporciones tan gigantescas como las de Santa Sofía de Constantinopla, de más de 30 metros de diámetro, contrarrestando admirablemente los empujes, no solo mediante estribos o muros gruesos, sino oponiéndoles otras bóvedas. Las cúpulas se convirtieron en el elemento principal de las iglesias, siendo el centro y la parte cumbre de la construcción. Fueron construidas para cubrir el corazón del edificio en las plantas centrales, pero también en los tramos de las naves centrales y laterales en otros tipos de plantas. Para aligerar el peso de las cúpulas sin disminuir su resistencia se utilizan materiales como vasijas cerámicas huecas y mortero confeccionado con piedra porosa.
Otras de las novedades fue el uso del capitel, su relación con el arco y a la decoración. Más allá de que los capiteles mantienen su origen clásico, comienzan a finales del siglo IV a construirse el capitel teodosiano, herencia romana, siendo una evolución del corintio, en el que las hojas se labran con la técnica del trepano y aparecen movidas lateralmente como mecidas por el viento. Por ende, del estilo de capiteles había varios tipos como el cúbico de caras plana decorado con relieves a dos planos.
Tipologías
- Planta central
En la tipología de los templos, según la planta, abundan los de planta centralizada, sin duda concordante con la importancia que se concede a la cúpula. Pero no son inferiores en número las iglesias de planta basilical construidas también con soportes para las bóvedas como es el caso de la iglesia de Santa Irene, también situada en Constantinopla del siglo VI, en la que la larga nave de la iglesia que conforma su cuerpo queda cubierta por dos cúpulas adyacentes entre sí.
Estas iglesias con planta central disponían de una cubierta abovedada puesto que la existencia de una cúpula central era su verdadera razón de ser, como sucede por ejemplo en el caso del Mausoleo de Gala Placidia en Rávena, datado en el siglo V.
- Planta de cruz griega inscrita en un cuadrado
Un ejemplo de iglesia con planta cruciforme construida en el siglo VI, siendo una obra de gran grandiosidad, está en la Iglesia de los Santos Apóstoles de Salónica, donde se hallaban dispuestas cinco cúpulas, siendo la central de las mismas la emplazada a mayor altura. Un área central cubierta por la cúpula quedaba inscrita en un cuadrado de un tamaño sensiblemente mayor. A veces el espacio central era cuadrado, aunque en ocasiones era octagonal, o al menos eran ocho las pilastras que sostenían la cúpula en vez de tan sólo cuatro, con nave y transepto de un tamaño proporcionalmente menor. Así fue el proyecto y creación arquitectónica típica en esta etapa.
Períodos
La arquitectura bizantina, dada su dilatada duración en el tiempo, suele dividirse para su estudio en tres períodos: un período inicial o Primera Edad de Oro, un período intermedio o Segunda Edad de Oro y un período final o Tercera Edad de Oro.
- Primera Edad de Oro de la arquitectura bizantina:
El primer período se desarrolló en el paleo-bizantino en el siglo V y IX, conocido también como período de formación, en el que tiene lugar la transición de la cultura antigua tardía a las formas más típicas, y fue en este intervalo donde se realizaron muchas obras en Constantinopla. Allí el emperador Justiniano I en el siglo VI, quien fuera el principal impulsor de la edad de oro bizantina, hizo construir la Iglesia de Santa Sofía, la obra maestra del arte bizantino, por su uso arquitectónico de elementos abovedados.
También en Constantinopla, se encuentran la Iglesia de Santa Irene y la Iglesia de los Santos Sergio y Baco. En Rávena, (la capital del Exarcado, que comprendía el sur de Italia, el norte de África y España); se aprecia la Iglesia de San Vital o la Basílica de San Apolinar Nuovo. Con este esquema de un edificio sagrado, con un techo abovedado, lo convierte en un modelo de referencia en todos los centros del imperio y en todas las áreas de influencia bizantina: como las áreas de los Balcanes, Persa y Rusia. Así se puede apreciar también, en el monte Sinaí, Egipto, donde se construyó el Monasterio de Santa Catalina. Su nombre original fue monasterio de la Transfiguración del Señor, igualmente corresponde a este mismo período inicial la iglesia de San Demetrio en Salónica, en la actual Grecia.
Además, se desarrollaron obras de ingeniería civil, como por ejemplo la Cisterna de Basílica, edificada en el 532. Los valores religiosos arquitectónicos se manifestaron principalmente en la construcción de lugares de culto, de ahí la creación de la fabulosa cúpula bizantina colocada sobre una base cuadrada. Entre sus obras están las cúpulas circulares que se construyeron en plantas cuadradas mediante el uso de cuatro triángulos esféricos, llamados penachos. Otro elemento característico es el capitel con pulvino, elemento con forma de tronco piramidal invertido, generalmente decorado con motivos naturalistas o antropomórficos.
- Segunda Edad de Oro de la arquitectura bizantina:
En esta etapa (siglos IX a XII) existe un predominio en cuanto a la creación de Iglesias de planta en Cruz Griega con cubierta de cúpulas realzadas sobre el tambor, con una preponderante cornisa ondulada en la base exterior. Aquí se consolidan los aspectos formales, espirituales y definitorios del arte bizantino. A este momento corresponden la Catedral de Atenas, la Iglesia del Monasterio de Daphni, que usa trompas en lugar de pechinas, y los conjuntos monásticos del Monte Athos en Grecia. Este período está marcado por las ruinas de algunas de las edificaciones de los inicios y escasas construcciones monumentales. En Grecia sólo subsiste la Basílica de Santa Sofía, en Salónica. Otra edificación de importancia, es la Iglesia de la Asunción de Nicea, que sobrevivió hasta el siglo XX, aunque quedó destruida en los años 1920 en los combates enmarcados en la Guerra Greco-Turca; sin embargo, hay fotografías del templo.
- Tercera Edad de Oro de la arquitectura bizantina:
El período final abarca entre el siglo XIII al XV coincidiendo con las dinastías de los Comnenos y los Paleólogos, donde las planas de iglesias cubiertas con cúpulas abulbadas sobre tambores circulares o poligonales, son los que predominan.
- Al período de los Comnenos pertenece:
-El Elmali kilise, en Capadocia.
-La Iglesia del Pantocrator, en Constantinopla (hoy conocida como Zeyrek Camii).
-La Iglesia de Theotokos Kyriotissa (Virgen del Trono) conocida hoy como Kalenderhane Camii.
Igualmente se han conservado numerosas iglesias en el Cáucaso, Rusia, Bulgaria, Sebia y otros países eslavos, al igual que en Sicilia (Cappella Palatina del Palazzo dei Normanni) o Venecia (Santa María de la Asunción en Torcello).
- Al período de los Paleólogos pertenecen una docena de iglesias en Constantinopla, las cuales no hacen énfasis en la verticalidad, sino en la estructura horizontal. La única que no cumple la regla es la Santa Sofía de Trebisonda.
- La Iglesia San Salvador de Chora (hoy Kahriye Camii). - Iglesia Theotokos Pammakaristos (Santa Madre de Dios) (hoy Fetiye Camii).
-La Iglesia de los Santos Apóstoles de Salónica del siglo XIV. (Grecia)
-La Iglesia de Mistras, en el Pelopones, y algunos monasterios del Monte Athos.
