Bombardeo a Tunas de Zaza

(Redirigido desde «Bombardeo a Tunas de Zaza.»)
Bombardeo Naval a Tunas de Zaza.
Información sobre la plantilla
Tunas de Zaza..jpg
Poblado de Tunas de Zaza.
Fecha:30 de junio, 1, 2, 18 y 26 de julio de 1898
Lugar:Tunas de Zaza
Descripción:
Buques de guerra norteamericanos bombardean el humilde poblado de pescadores.
Resultado:
Destrucción de sus hogares.
Consecuencias:
Graves afectaciones a la línea férrea, el puente y el puerto
País(es) involucrado(s)
Bandera de Cuba Cuba y Bandera de los Estados Unidos de América Estados Unidos
Ejecutores o responsables del hecho:
Buques de guerra norteamericanos

Bombardeo a Tunas de Zaza. Los días 30 de junio, 1, 2, 18 y 26 de julio de 1898 buques de guerra norteamericanos bombardean el humilde poblado de pescadores de Tunas de Zaza, a escasos kilómetros de la ciudad de Sancti Spíritus, creando el pánico y la desesperación de indefensa población civil ante la destrucción de sus hogares y graves afectaciones a la línea férrea, el puente y el puerto. El Acta Capitular del Cabildo espirituano de fecha 9 de julio de 1898, que aparece en el Anexo I, abunda en detalles sobre este vandálico hecho, en el que fueron utilizados cañones Krupp de tiro rápido y ametralladoras Nerdeufelt.

Intenciones tempranas

La trágica jornada del 27 de noviembre de 1871, cuando “una turba rifó la vida y gozó la muerte de los ocho estudiantes de la Universidad de la Habana, como expresará José Martí, alcanzó repercusión en medios de prensa españoles y norteamericanas, cuyas páginas reflejaron el horrendo crimen, mientras en Cuba elementos reaccionarios se unieron a los alaridos de venganza de quienes pretendían realzar lo que consideraban como el orgullo insultado.

Sobre aquellos acontecimientos, un editorial del diario madrileño El pensamiento español, además de calificar de “brutales” los sucesos, agregaban que el fusilamiento precipitado de los ocho jóvenes “ha contribuido a desarrollar las antipatías de nuestros adversarios”.

El rotativo La política, también de Madrid, censuró sin rodeos la condena impuesta y la forma en que fue dictada, al opinar que el juicio, la sentencia y la ejecución han sido el resultado de una presión tumultuaria, ejercida por los voluntarios en armas y de una coacción impuestas por ellos a las máximas autoridades colonialistas en la Isla y al Consejo de Guerra.

Fermín Valdés Domínguez, uno de aquellos muchachos condenados a seis años de presidio, escribió en su libro El 27 de noviembre de 1871, que “todos los diarios de Madrid pedían el indulto: unos porque veían que ésta era la única manera de devolverlos la libertad, otros apoyados en que era unánime deseo de los de aquí, todos convencidos de la falsedad de los que se nos imputaba y de la crueldad con que se nos condenó”.

Apuntó también que en Cuba una proclama suscrita por los directores del Diario de la Marina, la Voz de Cuba y La Constancia se unió a un manifiesto del Casino español de La Habana para redoblar aún más el apetito de venganza contra los universitarios inocentes.

La declaración planteaba en uno de sus párrafos: “Los Voluntarios de la Isla de Cuba, privilegiados representantes en América de la hidalganación española, continuarán siendo lo que han sido y no pueden dejar de ser, los más decididos defensores de la integridad nacional, del orden, de la Ley y del principio de autoridad”.

Según expone el historiador cubano Luis Felipe Le Roy Gálves, en su libro A cien años del 71. El fusilamiento de los estudiantes, el New York Herald en diversas ediciones se refirió a lo que catalogó como “el crimen más atroz de la época”.

“Sólo una venganza salvaje es lo que ha habido el menor respeto a la Ley ni a la justicia, ni a la justicia, ni a la opinión del mundo civilizado”, apuntaba el 30 de noviembre de ese año.

En un comentario acerca de la situación imperante en la Isla, el diario Comercial Advertiser comentó: “Si alguien pudo dudarlo antes, se convencerá ahora que España prosigue una política de exterminio en Cuba”.

Llama la atención cómo en ese artículo se asoma la insinuación a la actitud que podía asumir Estados Unidos ante la sustitución del Capitán General en Cuba y el envío de 30 mil soldados más como respuesta a la situación imperante en la Isla.

“En este estado de cosas – advertía – no es extraño que no haya seguridad en Cuba para los americanos, y la llegada oportuna de algunos buques de nuestra escuadra calmará su natural ansiedad”.

“Hay un inminente peligro en La Habana y se teme que el día menos pensado se insulte nuestra bandera y que el necio orgullo y la intolerancia de los españoles conduzcan a un rompimiento. Nuestro Gobierno está perfectamente preparado para el caso y no cabe duda que el honor nacional está en buenas manos”.

En términos similares el New York Herald publicó: “El pueblo de los Estados Unidos no es muy inclinado a guerras agresivas, pero si el espíritu de la época se desprecia, y se establece a nuestras propias puertas un sistema de barbarie, nos veremos compelidos en interés de la humanidad a poner fin a el”.

Pretextos que utilizaron los Estados Unidos para intervenir en la guerra

  • La autoagresion del acorazado Maine, anclado en el puerto habanero, que explotó el 15 de febrero de 1898, en la cual perecieron tripulantes, casi todos de color negro y ninguno de oficialidad, pues se encontraban en tierra al ocurrir el hecho.
  • La Carta del Ministro Español en Washington, Dupuy de Lome al político José Covalejas, cuyo texto ridiculizaba al Presidente Mc Kinley.

Estos hechos manejados por la prensa amarilla norteamericana, fueron el motivo utilizado para excitar a la guerra y la histeria. El 18 de abril de 1898 el gobierno de los Estados Unidos aprobaría la Resolución Conjunta, documento que significó un ultimátum a España para que pusiera fin a la guerra. De este documento son estos artículos:

Primero: que el pueblo de la Isla de Cuba es y de derecho debe ser libre e independiente.
Cuarto: Que los Estados Unidos Por la presente declaran que no tienen deseo ni intención de ejercer soberanía, jurisdicción o dominio sobre dicha Isla, excepto para su pacificación, y afirman determinación, cuando se haya conseguido, de dejar el gobierno y dominio de la Isla a su pueblo.

Esta resolución fue hecha con el objetivo de enmascarar los verdaderos objetivos e intenciones intervencionistas de los Estados Unidos (EE.UU.), las cuales se ponen de manifiesto en las instrucciones Brackenridge, Subsecretario de Guerra de los Estados Unidos, al General Miles, Jefe del Ejército, sobre las condiciones en que debía conducirse la guerra en Cuba. Veamos a continuación: “Habrá que destruir cuanto alcancen nuestros cañones, con el hierro y con el fuego; habrá que extremar el bloque para el hambre y la peste, su constante compañera, diezmen su población pacífica, y mermen su ejército aliado habrá de emplearse constantemente en exploraciones y vanguardias, para que sufran indeclinablemente el peso de la guerra entre dos fuegos, y a ellas se encomendarán precisamente todas las empresas peligrosas y desesperadas” “Resumiendo: nuestra política se concreta a apoyar siempre al más débil contra el más fuerte, hasta la completa exterminación de ambos, para lograr anexarnos la Perla de las Antillas”.

En estas instrucciones se manifiesta el desprecio de los Estados Unidos hacia el pueblo cubano y su método habitual de exterminio hacia los pueblos que desean subyugar.

Manifestación en la localidad espirituana

El 21 de abril de 1898 Estados Unidos, declara formalmente la guerra a España.

El 22 del propio mes de los corrientes, se inició el bloqueo a los puertos cubanos por la marina de guerra norteamericana. Fueron bombardeados, desde abril a julio, sin ninguna justificación militar los puertos de: Matanzas, Cárdenas, Baracoa, Manzanillo, Santa Cruz del Sur y de Tunas de Zaza.

Los días 30 de junio, 1, 2, 18 y 26 de julio de 1898, buques de guerra norteamericanos bombardean el humilde poblado de pescadores de Tunas de Zaza, a escasos kilómetros de la ciudad de Sancti Spíritus, creando el pánico y la desesperación de indefensa población civil ante la destrucción de sus hogares y graves afectaciones a la línea férrea, el puente y el puerto. El Acta Capitular del Cabildo espirituano de fecha 9 de julio de 1898, que aparece en el Anexo I, abunda en detalles sobre este vandálico hecho, en el que fueron utilizados cañones Krupp de tiro rápido y ametralladoras Nerdeufelt.

Razones de orden estratégico o militar que se perseguía con el bombardeo al poblado de Tunas de Zaza

Analizadas las circunstancias se llegó a las siguientes conclusiones:

  • Dar cobertura al desembarco de marines.
  • Exponer su poder en el centro de la Isla.
  • Dar cumplimiento a lo orientado en el memorando Brackenridge.

En el Acta Capitular del Cabildo fechado el 30 de julio del corriente año, que aparece en el Anexo II, se refiere la intensidad del fuego de gran calibre a que fue sometido el indefenso caserío.

Incidente en El Jíbaro

El 20 de julio de 1898 las tropas mambisas al mando del General José Miguel Gómez toman el poblado del El Jíbaro, produciéndose allí un incidente que ponía al descubierto una vez más los propósitos de los interventores. El Segundo Teniente C.E Jhonson, profanando nuestra enseña nacional y sin tener en cuenta la presencia de oficiales y soldados del Ejército mambí, izó la bandera de su nación en el poblado, la cual provocó la ira del Genaro José Miquel Gómez, el cual amonestó duramente al ingerido oficial norteamericano.

Mayor General José Miguel Gómez

Conocido el hecho por el General en Jefe del Ejército Libertador Máximo Gómez Báez, este dispone que él o los infractores sean llevados a una Junta de Guerra la cual analice y tome las medidas correspondiente. Ver Anexo III. Sobre este hecho bochornoso y salvaje, no hay mejor análisis que el realizado por Máximo Gómez, en el retrata de cuerpo entero a los invasores yanquis. Anexo IV.

El día 30 de noviembre de 1898, a los doce meridiano se efectuó en nuestra ciudad la evacuación de las tropas españolas. Ese día, los españoles de los batallones de Covadonga, Tetuán, el Regimiento de la Reina y un escuadrón de la Guardia Civil, los que tanto había odiado nuestra población y que nunca pudieron doblegarla, marchaban cabizbajos y derrotados, mientras en el ayuntamiento se bajaba el pendón español y se izaba otra bandera no la nuestra, sino la de las barras consteladas. Testigos de aquel momento dramático y triste afirmaban que la población repudió a los intrusos que escamoteaban nuestra soberanía.

El 12 de diciembre de 1898 hacen entrada las fuerzas intervencionistas al mando del Capitán H. Hanna (es bueno aclarar que hasta entonces sólo había existido en la ciudad una representación de altos oficiales de EE.UU.) Esta fuerza estaba compuesta por:

  • 6 Co. de voluntarios de Tennessee.
  • 1 Brigada de Transporte con avituallamiento y abundante material de guerra.
  • Funcionarios civiles.
  • Capellanes de guerra.
  • Algunos educadores.

La estancia de los intervencionistas en nuestra ciudad estuvo cargada de actos inmorales en plena vía pública, ebrios casi siempre, intentaron violar a nuestras mujeres, recorrían las calles faltando el respeto a todos los ciudadanos. En múltiples ocasiones fueron castigados sus desafueros por manos espirituanas.

En el sector educacional también se siente la intervención yanqui, en los últimos meses de 1899 fueron enviados a los Estados Unidos de Norteamérica varios maestros espirituanos para pasar "cursillos de superación" a fin de iniciar un nuevo curso escolar el 1 de enero de 1900, por supuesto, siempre se inculcó un sistema educacional en correspondencia con sus intereses y tergiversar la Historia de Cuba, con lo que se iniciaba una refinada penetración cultural e ideológica.

Bajo la intervención norteamericana crece la Isla y Sancti Spíritus no es ajena a ello, la corrupción y el vicio, los turbios manejos políticos y económicos. Ejemplo de ello es el informe que el Jefe de la Policía envía al Alcalde sobre el inusitado incremento de la prostitución en la ciudad: "...Han aparecido cuarentas prostitutas blancas, ocho de color y seis extranjeras, todas clandestinas..."

Entre las muchas pruebas que pudiera aportarse sobre los verdaderos intereses del imperio yanqui y el poco respeto que profesaban al pueblo cubano pondremos los siguientes ejemplos:

  • A través de la U.S. Signal Corps – Cuerpo de señales de los Estados Unidos – el alcalde municipal recibió un telegrama firmado por el Gobernador Civil de la Provincia, cargo a la sazón desempeñado por le Mayor General José Miguel Gómez que decía: “Proceda UD. citar a los directores de periódicos en esa, y ofrézcale la mayor libertad para sus publicaciones”.

Cumpliendo orientaciones del gobierno interventor (aparece en el fondo del ayuntamiento. Archivo Provincial de Historia, fechado 10 de junio de 1900. Legajo 351, exp.1039). Esto no eran más que fingidas orientaciones para dar la impresión de la existencia de democracia. La realidad era que cada periódico un oficial norteamericano daba el visto bueno todo lo que se publicaba.

  • El 28 de agosto de 1899 se recibe un mensaje del gobernador, dirigido al alcalde de nuestra ciudad en el que se comunica que el General Wilson Comandante del Departamento de Santa Clara y Matanzas ordena a los alcaldes “evitar violencias y represalias con los ciudadanos españoles”, a los cuales estaban obligados a defender, juntos a sus intereses, a consecuencia del Tratado de París.

Las manifestaciones de repudio del pueblo espirituano a las tropas intervencionistas, como en todo nuestro país, se ponían constantemente de manifiesto. Así por ejemplo, cuando el Congreso norteamericano aprueba la humillante Enmienda Platt, una multitud se reunión en el Teatro Principal de esta ciudad para condenar este documento y exigir su derogación, consciente que limitaba la soberanía de nuestro país, luego se unieron al resto del pueblo para marchar en combativa manifestación por las principales calles de esta ciudad.

Sin dejar de dar a conocer un documento histórico que con su sola lectura hará comprender a las nuevas generaciones hasta donde llegaba la humillación a que fue sometido el pueblo por los insolentes gringos. El original se encuentra en idioma español e inglés, es un juramento mañoso de fidelidad a los Estados Unidos, le da el visto bueno el primer alcalde intervencionista Mayor General Santiago García Cañizares. Anexo V.

Se cierra la sombría primera etapa intervencionista, transcribiendo íntegramente un fragmento del artículo publicado en el periódico “El Combate” de fecha 21 de septiembre de 1902. Su título es Cuba esta Podrida:

“...en vísperas de marcharse de la isla, al cesar la intervención norteamericana, el Gobernador General Leonardo Word concedió un indulto amplísimo por virtud del cual fueron echados a la calle y a los campos muchos criminales que jamás debieron salir de las cárceles y presidios si en algo se estimaban por quienes estaban en el deber de interesarse por el bien del país, el orden público y la seguridad de las personas y de los intereses...” (Aparece en el Exp. 947 del Legajo 340. Archivo Prov. Historia.)

Esto permite conocer la falta de escrúpulos de los intrusos intervencionistas y algunas de las herencias que dejaron. El pueblo cubano que tanta sangre generosa había vertido en los campos de batalla, veía con angustia y gran dolor como se le escamoteaba su victoria y le pisoteaban su dignidad y derechos.

General en Jefe Máximo Gómez Báez

El General Máximo Gómez desde su campamento en Narcisa, Yaguajay, tierra espirituana recoge en su Diario de Campaña y con proféticas palabras expresaba el 8 de enero de 1899, ante la intervención:

"... Tan natural y grande es el disgusto y apenamiento que se siente en toda la isla, que apenas y como es realmente el pueblo, ha podido expansionarse celebrando el triunfo de la cesación del poder de sus antiguos dominadores... Triste se han ido ellos y triste, hemos quedado nosotros, porque un poder extranjero los ha sustituido. Yo soñaba con la paz con España, yo esperaba despedir con respeto a los valientes soldados españoles, con los cuales nos encontramos siempre frente a frente en los campos de batalla: pero la palabra Paz y Libertad no debía inspirar más que amor y fraternidad, en la mañana de la concordia entre los encarnizados combatientes de la víspera. Pero los americanos han amargado con su tutela impuesta por la fuerza, la alegría de los cubanos vencedores, y no supieron endulzar la paz de los vencidos. La situación que se les ha creado a este pueblo, de miseria material y de apenamiento, por estar cohibido en todos sus actos de soberanía, es cada día más aflictiva, y el día que termine tan extraña situación, Es posible que no dejen los americanos aquí ni un adarme de simpatía..."

Nota

La bandera cubana que ondeo en la toma del El Jíbaro del año 1898, fue confeccionada por las patriotas espirituanas Rosario Estrada y Maria de los Ángeles Gómez, esta ultima nacida en el lugar de los hechos.


Anexos

  • Anexos I

Fragmento del Acta Capitular del Cabildo de Sancti Spíritus, de fecha 9 de julio de [[1898, que se encuentra en Archivo Prov. de Historia de la A.C.C

"... La presidencia pidió la palabra y habiendo expuesto que el día 9 se había trasladado a Tunas para inspeccionar el poblado, formar conceptos de desastres producidos por el bombardeo y prestar los auxilios que fueren necesarios a las personas que lo hubieran menester manifestó: que el día 30 de junio había intentado desembarcar por Tayabacoa una expedición de americanos, empleando algunas lanchas y que para su intento eran favorecidos por los cañonazos de los buques de guerra que disparaban contra el fuerte establecido en dicho punto, guarnecido por 60 hombres del Batallón de granada, al mando del Capitán Don Luis Aguilar. El desembarco fue evitado por dicha fuerza portándose bizarramente pero quisieron renovarlo al día siguiente entre Punta Caney y Tunas, haciéndola fracasar la columna del Coronel Don Enrique Barreiro compuesta de 700 infantes y 40 cuarenta caballos, y por estos, supone que el Jefe de la expedición era el Brigadier rebelde Emilio Núñez y que aquella tenia por titulo Segunda División Maine". "El 1ro del corriente se presentaron a la vista del puerto de Tunas dos barcos americanos e inmediatamente entro el terror a los habitantes, quienes comenzaron a recoger lo más imprescindible para llevarlo a otra parte aconsejado por el Alcalde de Barrio [[Don Tranquilino García y General de Brigada [[Don Ignacio Estruch a la sazón Jefe de la División Sancti Spíritus. Serían las 9:30 de la mañana del sábado cuando dos cruceros enemigos abrieron sus fuegos sobre Tunas, a distancia de unos mil metros. Entonces el terror de los habitantes de Tunas convirtiese en confusión y espanto, y unos tomaron el ferrocarril para refugiarse en los poblados contiguos a dicha vía y a otros dirigiéndose más allá del Mégano, a salvar sus vidas indefensas, ¡ Qué triste es abandonar el hogar entre el terror y la amenaza de la muerte!. El fuego duró una hora disparando el enemigo una lluvia de hierro con ametralladoras Nordeufolt y [[cañones Krupp o de tiro rápido que ocasionaron desperfectos sensibles en el poblado".

"La defensa de Tunas fue un hecho heroico, particularmente por artillería mandada por el Segundo Teniente Don Rodas. Estos bizarros soldados resistieron a pecho descubierto, puede decirse, la metralla que llovía sobre ellos, sin que vacilaran un momento en el cumplimiento de su deber. Se les ha admirado, lamentándose la muerte del valiente Ruperto López y heridas de siete más compañeros..." " ...El segundo ataque a Tunas fue el domingo por el medio día, siendo corta duración: parece que en la despedida de los invasores..."

Firmado: Alcalde: Don Manuel de Castro Marín. Secretario: Modesto Quintero Ojeda. Regidor: Laureano Llorente Ruiz.

  • Anexo II

Fragmento del Acta Capitular del Cabildo de Sancti Spíritus, de fecha 30 de julio de 1898, que se encuentra en Archivo Prov. de Historia de la A.C.C

"... La presidencia hizo presente que había dado cuenta al Gobierno Provincial del nuevo bombardeo efectuado el día veinte y seis del actual sobre el puerto de Tunas por la Escuadra Americana, que arrojo sobre el de 300 a 400 proyectiles de gran alcance y calibre, causando desperfectos en la línea férrea, junto al puente que esta a la entrada del puerto, hacia tierra firme y en varias casas particulares. Sin que ocurrieran desgracias personales entre el elemento civil..."

Firmado: Alcalde: Don Manuel de Castro Marín. Secretario: Modesto Quintero Ojeda. Regidor: Laureano Llorente Ruiz.

  • Anexo III

Fragmento tomado del Diario de Campaña del General en Jefe Máximo Gómez Báez, de fecha julio 19 de 1898.

“... Toma del caserío enemigo del El Jíbaro por el General de División José Miguel Gómez. Los cañones de dinamita, dos acabados desembarcar, nos han dado buen resultado. Doy ordenes de seguir atacando a los pequeños poblados. En la Toma de El Jíbaro ha cometido lamentable desacato el Jefe Thomson(o Jhonson) de la sección de americanos, desobedeciendo las ordenes del General José Miguel Gómez y ultrajando nuestra bandera, sin respeto a nada ni nadie. Debo, en vista de tan incorrecta conducta, tomar un procedimiento serio contra el o los infractores de nuestras leyes...”

Nota: se respeta la redacción y ortografía original.

  • Anexo IV

Fragmento tomado del Diario de Campaña del General en Jefe Máximo Gómez Báez, de fecha julio 23 de 1898.

"...Se procedió, por medio de una Junta de Guerra a conocer sobre el desacato cometido por los americanos en la toma del El Jíbaro. Presidió la Junta el Coronel Carrillo y fueron vocales: Brigadier Rafael Rodríguez, Coronel Valdés Domínguez, Brigadier Vicente Pujols, Tte Coronel (auditor) Ferrara Orestes, Tte Coronel Malegot y Cdte C. Céspedes".

"La Junta resolvió despachar a los dos presuntos reos al gobierno de los E.U. o al General en Gefe del Ejército Americano".

"Ha sido, según el expediente instruido, un acto tan incivil el que han cometido estos oficiales, que casi hay rayado el salvajismo".

"Sin duda su ignorancia es tan crasa que no les ha permitido conocer a la luz de nuestra propia historia las consideraciones y respeto que merecemos, no solamente de que nos honran en se amigos de nuestra causa, sino hasta de nuestros propios enemigos. Profanar la enseña noble de este pueblo heroico, faltar el respeto de uno de nuestros Generales y despreciar nuestras leyes eso, después de los españoles, sólo se le ocurre a un americano borracho y brutal. Todo eso es preciso tener en cuenta como un detalle importante para la historia de esta guerra. En el expediente está todo sucintamente explicado..."

Nota: se respeta la redacción y ortografía original.

  • Anexo V

Documento histórico fechado 24 de julio de 1899. Juramento mañoso de fidelidad a los EE.UU.

"Juramento, Yo, Cirilo Alvarez, solemnemente juro ser fiel y guardar obediencia a los Estados Unidos de América, reconociendo por el presente su supremacía hasta que se establezca en esta Isla de Cuba un gobierno estable y renuncio formalmente a toda obediencia o sumisión que hasta este momento haya prestado a cualquier Rey, Príncipe o potentado extranjero y especialmente a Alfonso XIII Rey de España. Dios me guarde".

Firma el original Cirilo Alvarez Debajo, en idioma ingles y español:

Subscribed and duty to before me the Mayor this 24 day of July 1899. Dr. Santiago Garcia Cañizarez, City Hall of Sancti Spiritus.

Fuentes

  • Escambray
  • Gómez Báez,Máximo: Diario de Campaña. Instituto del Libro.1968
  • Ferrara,Orestes: Mis relaciones con Máximo Gómez. Segunda edición. 1942.
  • Souza, Benigno: Articulo publicado en el periódico Avances, sobre las operaciones realizadas durante los años 97 y 98 por Brigada Sancti Spíritus. Fondo Donativo. Archivo Nacional.
  • Valdes Navia, Mario. Revista de Historia de la Provincia Sancti Spíritus.Siga la Marcha.1995.