Camila Henríquez Ureña
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Camila Henríquez Ureña. Doctora en Filosofía y Letras, Doctora en Pedagogía, Profesora Emérita de la Universidad de La Habana, crítica literaria y destacada luchadora por los derechos de la mujer en la historia de Cuba y de América Latina.
Síntesis biográfica
Nace en República Dominicana, el 9 de abril de 1894. Hija de los prominentes intelectuales Francisco Henríquez y Carvajal y Salomé Ureña de Henríquez, Camila se nutrió de un ambiente familiar de literatos, pensadores y educadores. A los nueve años se trasladó con su familia a Cuba, donde en 1926 adoptó la ciudadanía cubana. El ambiente intelectual y la libertad de ideas que rodeó la vida de Camila fueron decisivos en la formación de su conciencia como mujer y como educadora. Su madre, Salomé Ureña de Henríquez, fue una notable precursora de la educación femenina en República Dominicana.
Formación
Camila obtuvo su doctorado en Filosofía, Letras y Educación en la Universidad de La Habana en 1917. Además estudió en las universidades de Minnesota y Columbia en los Estados Unidos. Se desempeñó como catedrática de literatura del departamento de Lenguas y Literaturas Hispánicas de la Universidad de La Habana y de Vassar College, en los Estados Unidos.
Fue profesora de Lengua y Literatura Españolas de la Escuela Normal de Oriente entre 1927 y 1941. Luego de ejercer por varios años la docencia en Santiago de Cuba, se va a París para seguir estudios en la Sorbona. Al volver a Cuba, fija su residencia en La Habana, y es elegida para presidir la Sociedad Femenina Lyceum.
Esos años son decisivos en su permanente preocupación por el papel de la mujer en la cultura y en la creación. Sus conocimientos sobre los clásicos griegos y latinos, la literatura medieval y la antropología la condujeron a producir un notable ensayo sobre la situación de la mujer a lo largo de la historia: Feminismo. Esta obra se convertiría en una de sus más importantes contribuciones al pensamiento feminista contemporáneo.
En los años 40, en Cuba, fue vicepresidenta de la Institución Hispano Cubana de Cultura, fundada y dirigida por Fernando Ortiz. Ocupó, también en el ámbito latinoamericano, el cargo de editor-consejero del Fondo de Cultura Económica de México (1946-1947).
A partir de 1941, Camila Henríquez viaja constantemente por América Latina y los Estados Unidos como conferencista en universidades y centros culturales. Visita Panamá, Ecuador, Perú, Chile, Argentina y México. En 1942 obtiene una Cátedra en Vassar College (EEUU) donde permanece por 17 años. En el decenio de 1950 viaja por España, Francia e Italia. La Universidad de Santo Domingo, en reconocimiento a su aporte a la cultura latinoamericana, le confiere el título de Profesora Honoraria.
Camila y Cuba
Para su tiempo, las ideas de Camila resultaban muy vanguardistas, pero su fama como educadora y filósofa, amén de sus títulos académicos adquiridos en universidades estadounidenses, la pusieron a salvo del exilio.
Desarrolló una intensa labor como crítica literaria y conferencista y abogó por la integración de la mujer al quehacer intelectual. Tuvo a su cargo la vicepresidencia del Pen Club de Cuba.
Camila siempre fue defensora de la libertad y del intercambio abierto de las ideas, como legado de un pensamiento democrático y liberal. Es por ello que en 1935, fue encarcelada en La Habana, por participar en el recibimiento de un grupo de intelectuales comunistas procedentes de Estados Unidos.
Dentro de la historia de las ideas sociales en Cuba, sobresale la conferencia dictada por Camila Henríquez Ureña, el 25 de julio de 1939, en la Institución Hispano-Cubana de Cultura de La Habana. Dicha intervención ha sido considerada como uno de los primeros y mayores aportes al pensamiento feminista contemporáneo realizado en América Latina en el siglo XX.
Camila toma la decisión de abandonar su favorecida situación económica en el Vassar Collage y se incorpora en 1960, al proceso revolucionario cubano en la gestación de una nueva pedagogía. Ocupa el cargo de asesora técnica del Ministerio de Educación de Cuba de 1960 a 1962, y su labor es la de forjar en las aulas de la Universidad de La Habana y en Ciudad Libertad, una generación que marcaría el devenir cultural de Cuba.
En 1970, la Universidad de la Habana le confirió el título de Profesora Emérita. Desarrolló la docencia hasta su muerte el 12 de septiembre de 1973, a los 79 años.
Reconocimiento de su obra
La difusión de la obra de Camila en República Dominicana, no se inició hasta después de su muerte. En 1992, el narrador y ensayista dominicano Andrés L. Mateo escribió un ensayo titulado: Camila Henríquez Ureña: la virtud del anonimato.
En Cuba, sin embargo, sus ensayos han sido reconocidos en numerosas ocasiones. Ejemplo de ello fue en 1993, cuando la Casa de las Américas convocó al Premio Extraordinario de Ensayos sobre Estudios de la Mujer, con vista a conmemorar en 1994, el centenario del natalicio de Camila.
Sus ensayos pueden encontrarse en numerosas revistas como: Revista de Instrucción Pública, Ultra, Archipiélago, Casa de las Américas, La Gaceta de Cuba, Revista de la Biblioteca Nacional, Revista de la Universidad de La Habana, Revista Lyceum.