Criptococosis


Criptococosis
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Concepto:La criptococosis, también llamada torulosis, blastomicosis europea y enfermedad de Busse-Buschke es una infección causada por una levadura llamada Cryptococcus neoformans. Ésta existe en forma de levadura no encapsulada en el medio ambiente y en algunas frutas, árboles y otros vegetales. Además está presente, también de forma natural, en el tubo digestivo de las palomas, aunque no es patógeno para ellas, y es eliminado en grandes cantidades en las heces de estos animales.


Criptococosis: es la infección micótica (producida por hongos) que con mayor frecuencia afecta al sistema nervioso central (SNC). La denominación de esta enfermedad se deriva del nombre del hongo que la produce (criptococo). También se conoce como torulosis.

Origen y naturaleza

El agente infeccioso se denomina Cryptococcus neoformans (tórula histolítica). Es un hongo esférico, del que existen dos variantes, que posee una cápsula de gran tamaño que lo protege de la acción de las células de defensa del organismo. Su reservorio natural está en las aves, particularmente las palomas, de ahí su denominación popular de “enfermedad de las palomas”.

El criptococo habita en los suelos de los lugares contaminados con excrementos de palomas. Se replica en el interior del tubo digestivo de las aves, sin provocarles enfermedad y sale al exterior con las heces fecales. Se trasmite al hombre y otros mamíferos por vía inhalatoria (vías respiratorias) y con menor frecuencia, se cree, que a través de la piel y mucosas. No existe evidencia de trasmisión de hombre a hombre ni de animal a hombre.

La dolencia puede ser aguda, subaguda o crónica, según la competencia inmunológica del enfermo, siendo más aguda en los pacientes más inmunosuprimidos. En general el comienzo es insidioso y progresivo durante semanas o meses.

La criptococosis puede afectar tanto a individuos inmunodeficientes como a los inmunocompetentes, aunque infecta con más frecuencia a los primeros. En las dos últimas décadas la enfermedad ha aumentado su incidencia como infección oportunista relacionada con el SIDA. En ausencia de infección por VIH se asocia a otras enfermedades que comprometen la inmunidad celular (linfomas, leucemia, alcohólicos crónicos, por el uso prolongado de esteroides). En los pacientes inmunocompetentes la infección ocurre si la dosis infectante es tan elevada que sobrepasa las defensas celulares normales.

La infección primaria siempre es pulmonar. Posteriormente se disemina por vía hematógena (por la sangre) causando lesiones en corazón, hígado, bazo, tubo digestivo, próstata, testículos, riñones, glándulas suprarrenales, tiroides, ojos, huesos, articulaciones, piel y SNC, el C. Neoformans tiene predilección por el SNC. Es la afectación más comúnmente diagnosticada y la más grave.

Patogenía

La puerta de entrada habitual de C. neoformans al organismo humano es a través de la vía respiratoria, en forma de aerosoles en los que el hongo no está encapsulado y que, por su reducido tamaño, pueden llegar hasta los alveolos pulmonares en los que se encapsulan. Sin embargo, sólo una pequeña proporción de la población expuesta al hongo desarrolla la enfermedad. A partir del foco pulmonar, la infección puede diseminarse por otros órganos, y el cerebro, las meninges y la piel son los órganos más frecuentemente infectados.

Otras puertas de entrada potenciales son la piel y las mucosas nasal y rectal. En estos casos suele haber el antecedente de erosiones o heridas cutaneomucosas, que favorecerían la entrada del hongo y la presencia de palomas en el entorno laboral de los individuos infectados.

Estas formas meramente cutáneas suelen tener un curso más leve que las sistémicas, salvo en personas con alteraciones importantes en sus defensas inmunes, en las que se puede producir una diseminación visceral a partir del foco cutáneo. Hasta el momento, sólo se han comunicado dos casos de inoculación cutánea profesional de este hongo.

La respuesta inmune frente a la infección de C. neoformans está mediada, sobre todo, por linfocitos T. La criptococosis es infrecuente en pacientes que padecen inmunoglobulopatías o neutropenia y, sin embargo, es mucho más habitual en personas con alteraciones en la inmunidad celular. Aunque el hongo es inmunogénico, la cápsula de polisacáridos que contiene dificulta la defensa inmune de dos maneras: la cápsula celular tiene una capacidad estimuladora de la inmunidad celular menor que otros fragmentos celulares y, por otra parte, el aumento en el tamaño celular del hongo que origina la cápsula dificulta su fagocitosis. Su capacidad de crecimiento a 37 °C y su actividad fenol-oxidasa explican, también, su capacidad patogénica.

Síntomas

Las manifestaciones clínicas más frecuentes son cefalea, náuseas, vómitos, fiebre, cambios mentales, hipertensión intracraneal (aumento de la presión del líquido cefalorraquídeo) y convulsiones.

Diagnóstico

Para realizar el diagnóstico nos apoyamos en los antecedentes del paciente (contactos con palomas y, también, la presencia o no de alguna enfermedad inmunosupresora), en las manifestaciones clínicas y en la realización de estudios complementarios, entre los cuales el análisis del líquido cefalorraquídeo es de gran utilidad.

Tratamiento

En el arsenal terapéutico existen fármacos antifúngicos (contra los hongos) de gran efectividad, pues la criptococosis, de no ser tratada oportunamente, puede resultar letal o dejar importantes secuelas.

Prevención

Dentro de las medidas a tomar tenemos: evitar en lo posible la cría de palomas en zonas urbanas, la reducción del número de palomas y la limpieza adecuada de los sitios de cría, evitando sobre todo la diseminación de las heces fecales y usando sustancias alcalinas para la descontaminación.

Fuentes

  • Miró Meda JM, Mallolas Masferrer J, Moreno Camacho A, Marco Reverter F, García Alcaide F. Infecciones por Cryptococcus neoformans en pacientes infectados y no infectados por el VIH. Rev Clin Esp 1997; 197:49-59.