Daniel González Poblete
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Daniel González Poblete. Es uno de los pintores hiperrealistas más notables del panorama artístico español. Sus obras reflejan escenas de cafés, terrazas, paisajes y figuras, tratados con un enorme dominio técnico, compositivo y lumínico propios de los grandes maestros del Barroco. En sus inicios fue muy reconocido como copista del Museo del Prado. Poblete no solo permanece en la pintura, sino que se su obra cada vez más, se agiganta.
Síntesis biográfica
Daniel González Poblete nace en el año 1944, en Corral de Calatrava, en la provincia de Ciudad Real, España. Estudió en la Escuela de Artes y Oficios, donde obtuvo el extraordinario premio de dibujo. En 1957 se mudó a Madrid con su familia y ejerció una pintura autodidacta, ya que abandonó por iniciativa propia la Escuela de Bellas Artes.
Labor profesional
En Madrid fue copista del Museo del Prado durante 18 años, siendo aún muy joven. Un buen inicio para un pintor, aquí copió pinturas de artistas como el relevante Daniel Vázquez Díaz.
Es en el año 1981 cuando expuso individualmente por primera vez y, desde entonces, lo ha hecho por distintas ciudades de España.
La obra de Poblete ha recorrido el mundo; Exposiciones en Madrid, París, Londres, Chicago, Lisboa, Bruselas. En Australia, en México, en Venezuela, ha sido posible contemplar sus pinturas y admirarlas.
Expone además, en la galería Van Dyck, galería de la que es autor habitual y en la que expuso en el año 2008, con una treintena de obras en las que muestra una vez más algunos de sus reconocidos talentos para el tratamiento de la figura y de la luz.
Su obra está colmada de juegos de luces, el resplandor y la resolución, las transparencias y, en última instancia, el milagro del arte de interpretar la vida a través de la pintura. Sus pinturas son un ejercicio puramente técnico. Se complació en capturar el parpadeo de las llamas, el suave reflejo de la lluvia que caía sobre el cristal, la caricia de una luz lejana. Siempre la figura femenina se convierte en modelo de su creación.
Le gusta pintar sentimientos, figuras con temas cotidianos, temas árabes por la fuerza y la belleza que le transmite esta cultura. Otras veces pinta temas imaginarios. También le gusta estudiar la madurez y cómo la vida y el tiempo van dejando su huella. Le gusta pintar además, los detalles de las arrugas de las caras, y es muy minucioso especialmente con las manos. Su obra es de exquisita belleza.
Galería
La abuela
Paseo Marítimo
Reposo
Niña con Melocotones
Vendedor de especias
Niña en el balcón
