Giovanni Battista Belzoni

Giovanni Battista Belzoni
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Nacimiento1778
Papúa, Bandera de Italia Italia
Fallecimiento3 de diciembre de 1823
Nigeria
NacionalidadItaliana
OcupaciónEgiptólogo

Giovanni Battista Belzoni. Ilustre y singular personaje de la incipiente egiptología del siglo XIX.

Síntesis biográfia

Nace en Padua (Italia). Procedía de una distinguida familia romana. Parece que estaba destinado a la carrera eclesiástica, pero que se vio mezclado en intrigas políticas antes de tomar los hábitos y, ante la perspectiva de la cárcel, huyó a Londres, en 1803, donde se casó con una inglesa, Sarah Bane o Banne. Para subsistir, realiza exhibiciones de fuerza y agilidad como hombre forzudo, actuando en las calles de Londres, pequeñas ferias y circos medía unos dos metros de altura y era de fuerte complexión.

El gran egiptólogo Howard Carter se refería a él como un hombre caracterizado por su fuerza; sin duda se refería al carácter indómito y a su determinación para la acción; pero en realidad se trataba de un hombre gigantesco y fuerte en extremo, cualidades que habrían de servirle para más cosas que para su eventual trabajo como forzudo.

Se dice que en Londres siguió estudios de ingeniero mecánico, de igual manera que se sospecha que se ganó la vida como charlatán.

En Egipto

Lo cierto es que su carácter emprendedor y dinámico sitúa al gigante paduano presente en la apertura y el rey Alij Mohammed estuvo presente desde el principio y cuando se volvió a cerrar». Belzoni dejó escrito, con grandes letras: «Scoperta da G. Belzoni 2 mar. 1818».

En más de una ocasión Belzoni haría saltar la tapa sellada de los sarcófagos ni más ni menos que a golpes de ariete, de igual manera que transportó obeliscos por el Nilo ; que los perdió en naufragios fluviales y que consiguió finalmente rescatarlos. Su figura es la de un aventurero con dotes para lograr a toda costa sus fines y sobrevivir para contarlo. Casi todo lo que hizo es más propio de un aventurero que de un científico, como grabar su nombre junto al de los faraones.

Legado

Sin embargo, se preocupó antes que nadie de los problemas arqueológicos que planteaban sus descubrimientos, muy especialmente la tumba de Sethi I, el Valle de los Reyes y la segunda Pirámide de Gizeh. Sus investigaciones inauguraron, tímidamente, la ruta práctica de la egiptología, pese a que, en rigor, Belzoni no pueda ser considerado como algo muy distinto de un gran coleccionista.

Muerte

En 1823 Belzoni se estableció en África occidental y murió de disentería en la aldea de Gwato, en Nigeria, el 3 de diciembre de 1823. En 1825 su viuda exhibió en París y Londres sus dibujos y maquetas de las tumbas reales de Tebas (Egipto) y en 1829 publicó los dibujos.

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Fuentes